GORITZIA, LA MUJER DE ORO


A continuación transcribo la nota publicada hoy en el Libro de Oro de Estrella de la Mañana, donde relato una entrevista que le realice a Goritzia Piccinini, en ocasión de que la Ciudadana Ilustre nos brindara su testimonio sobre el Padre Amiratti.


Una de las personalidades que no pueden faltar en este Libro de Oro es nuestra Ciudadana Ilustre Goritzia Piccinini, que con su casi siglo de vida es el ejemplo a seguir por muchos docentes de nuestra ciudad. Esta mujer nacida en Armstrong un 17 de agosto de 1916 y egresada con el título de Maestra en la Escuela Normal Nº 7 “Juan F. Seguí”. Fue educadora en los colegios de  “Campo Gariboldi”, en la 254 de Correa, “Campo del Sel”, “Campo Las Vascas”, la “Sarmiento” y finalmente fue regente en la Escuela donde se recibió como docente. Aunque nunca se olvida que antes que empezar su carrera pedagógica, y estando recibida de maestra, supo ser cajera de Tiendas Galver.
En una entrevista que tuve el privilegio de hacerle hace un tiempo atrás, me relató su niñez, recordando que de niña perdió a su padre Ernesto quedando Argenides Ardigó, su madre, sola y con ocho hijos. Su tío, Ferruccio Ardigó, fue quién les dio la casa donde aún viven y así llega a nuestra ciudad Goritzia y su familia. Otra de las recuerdos de esos años fue cuando tomó la comunión en nuestra Parroquia San Pedro teniendo que usar un delantal escolar para dicha celebración, en contraste de los grandes vestidos que usaban el resto de las niñas, “todavía recuerdo como las dueñas de la Iglesia me agarraron y me pusieron última fila por la pinta que tenía…” manifestó Gortizia. Fue unas de las precursoras de la Guardería Infantil y del Hogar de Varones, ambas instituciones que actualmente llevan su nombre. Del nacimiento de la Guardería Infantil, Gortizia recuerda que “era un organismo imprescindible en el Barrio Sur y contamos en aquel entonces con la colaboración de muchas familias. Ese barrio sufría muchas discriminaciones, estaban desprotegidos, eran muy pobres. El Padre Amiratti jugó un papel importante en la apertura de la Guardería. Muchos padres en el barrio tenían que salir a trabajar y sus hijos no siempre quedaban a resguardo de personas responsables, sino que quedaban solos. Entonces cuando nos trajeron esa inquietud, lo primero que hicimos fue hacer una encuesta en el barrio, empadronar a todos los hogares del barrio para ver que familias tenían problemas de ese tipo.”
En el año 1987 la provincia de Santa Fe le entregó el premio “Florián Paucke” por su trayectoria como educadora, en 1993 fue declarada Ciudadana Ilustre de Cañada de Gómez y en el año 2009 el Senado de la provincia la reconoció como “Mujer Destacada de Santa Fe” en conmemoración por el día de la Mujer. Sus ojos celestes fueron testigos de las experiencias recogidas de personalidades como Pablo Pizzurno. Rodolfo Senet, Marta Salloti, Berta Braslasky, Olga y Leticia Cossettini y Rosita Ziperovich. Compartió los tiempos educativos con Rafael Figueroa, Dante León Morales entre muchos otros. Es una apasionada del teatro, siempre dice que comenzó a estudiar de maestra porque no existía la escuela de teatro en Cañada. También presenció los hechos más relevantes de nuestra ciudad, en algunos de ellos siendo perjudicadas pero siempre respondiendo con amor. Ese amor que con el paso de los tiempos la convirtió en la mujer más importante de los cañadenses, aunque seguramente por su humildad rechazaría ese título. Para finalizar vale la pena reproducir lo que Goritzia respondió en la revista Compromiso Docente editada en el año 2007 por AMSAFE cuando le preguntaron que significa ser maestro, a lo cual respondió “Ser maestro es ser ejemplo, es un constructor de ideales, es un modificador de conductas, es un artista porque modela personalidades…”

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