CUANDO CHARLY GARCÍA CANTÓ EN CAÑADA

Lamentablemente no hay fotos de ese día, pero si una grabación de un vecino de Carcarañá

Hoy es el cumpleaños del músico más popular de estos últimos tiempos, nuestro querido Charly García.

Hoy vamos a recordar gracias a una grabación de Manuel Berrocal, un amigo de la ciudad de Carcarañá, que grabó el concierto de La Máquina de Hacer Pájaros en el Teatro Verdi la noche del 20 de julio de 1977.

Aquella jornada Charly García, José Luis Fernández, Oscar Moro, Gustavo Bazterrica y Carlos Cutaia la rompieron ante casi mil personas que colmaron el Verdi.



Nacido el 23 de octubre de 1951 en una familia de buen pasar económico en el barrio porteño de Caballito bajo el nombre de Carlos Alberto García Moreno, inició sus estudios musicales a los cuatro años en el Conservatorio Thibaud Piazzini, donde recibió una rigurosa educación artística que le permitió aprender a tocar de manera prematura obras de Bach, Mozart y Chopin, entre otros clásicos.

Su vida cambiaría, según sus propias palabras, cuando descubrió la música de The Beatles, la banda de la que dijo que "había inventado la juventud", y decidió darle rienda suelta a su reprimido impulso de componer música.

Con Nito Mestre, su compañero de la secundaria Dámaso Centeno, formó Sui Generis, donde desplegó, hasta su separación en 1975 con entonces inéditos recitales multitudinarios en el estadio Luna Park, una obra viva hasta el día de hoy.

La segunda mitad de los '70 mostró a un García más cercano al rock progresivo, el cual asumió de manera magnífica, uso de Mellotron mediante, en La Máquina de Hacer Pájaros y, más tarde, en Serú Girán, formación en la que también brillaban David Lebón, Oscar Moro y un joven Pedro Aznar.

Este período se caracterizó además por la capacidad de Charly para contar el oscurantismo al que la dictadura cívico-militar había sometido a la Argentina, sobre todo a partir de canciones como "No te dejes desanimar" de La Máquina y "Canción de Alicia en el país", de Serú.

En "Peperina", de 1981, el último disco de estudio de Serú Girán, García anticipó lo que vendría en su etapa solista. Trabajos como "Yendo de la cama al living" y fundamentalmente "Clics Modernos", marcaron el ingreso del rock argentino a la modernidad, con influencias de la new wave y el uso de máquinas.

En 1984, Charly editó "Piano Bar", un disco en donde regresa a un sonido más rockero, sobre todo a partir del recurso de volver a grabar con una banda estable (integrada, entre otros, por un joven Fito Páez). "Demoliendo hoteles", "Cerca de la revolución" y "Raros peinados nuevos" son algunos de los temas destacados de este gran trabajo.

Tras un frustrado proyecto de disco conjunto con Luis Alberto Spinetta del que apenas sobrevivió el icónico "Rezo por vos" y el lanzamiento de "Tango", un disco con Pedro Aznar con una fuerte presencia electrónica, en 1987 editó "Parte de la religión", donde sintetiza su gusto por las innovaciones tecnológicas y la energía de una banda tocando en vivo. Las publicaciones de "Como conseguir chicas" y "Filosofía barata y zapatos de goma, dieron paso al fallido aunque redituable regreso de Serú Girán, hasta que en julio de 1994 grabó "La hija de la lágrima", su séptimo disco de estudio presentado como una ópera-rock que contempló piezas instrumentales, canciones memorables como "Víctima", otras pegadizas como "La sal no sala" y "Chipi-chipi" y un concepto sonoro que marcó el rumbo de lo que vendría.

En medio de una producción caótica y dispar (que incluyó "Estaba en llamas cuando me acosté", un "Unplugged" para la cadena MTV, "Say no more", "El aguante" y dos discos en vivo: "Demasiado ego" y "Charly & Charly", que registró un recital privado para el entonces presidente Carlos Menem), compartió con su amada amiga Mercedes Sosa el excepcional "Alta fidelidad" (1997).

Tras un recital gratuito compartido, el nuevo siglo lo encontró arrojándose desde el noveno piso de un hotel mendocino a una pileta de natación tras una febril noche, reponiendo la dupla con Nito Mestre (a partir de "Sinfonía para adolescentes") y publicando discos como "Influencia" y "Rock and roll yo", hasta una crisis psiquiátrica y por adicciones de la que fue rescatado por Ramón "Palito" Ortega.

El lento regreso a la actividad incluyó la salida de "Kill Gil", la puesta "Líneas Paralelas (Artificio imposible)" en el Teatro Colón y un nuevo disco, "Random", lanzado en febrero de 2017, además de esporádicos recitales titulados "La Torre de Tesla" en los teatros Coliseo y Gran Rex y el estadio Luna Park que agotaron localidades y funcionaron como postales de una vida artística genial que se celebra y se recrea y a la que le sumará –al menos- un disco más que está prácticamente terminado.

Pedro Aznar: “Charly divide la historia en un antes y un después”


El gran bajista de Serú Girán aseguró a Télam que el ídolo “supo darle a la canción de rock una hondura poética, una belleza melódica y un alcance popular como pocas veces había ocurrido en nuestro idioma".

Pedro Aznar, compañero, amigo y aliado de Charly García desde los remotos tiempos de Serú Girán, considera que el músico y compositor “es uno de esos contados artistas que dividen la historia en un antes y un después”.

“Charly supo darle a la canción de rock una hondura poética, una belleza melódica y un alcance popular como pocas veces había ocurrido en nuestro idioma. Es un padre que inspiró a centenares de hijos pródigos”, destaca Aznar en comunicación con Télam.

El compositor, cantante, instrumentista y arreglador, de 62 años, que está girando con su flamante disco de música popular “Flor y Raíz”, asegura que para él García representa “un hermano, un compañero de ruta, un referente, un creador inigualable”.

-Pedro, ¿cómo lo definirías a Charly García como músico?

-Como un prolífico “imaginador”. Es como un fan que supiera tocar y componer, en el sentido de que él escucha las cosas primero en su cabeza, y después las “baja” a la concreción, como si fuera un chico que amara la música con locura y hubiese quedado perdido en una isla desierta. Y se dedicara a reconstruir un mundo de música para sentirse menos solo.

-¿Cuál es el secreto de la trascendencia de sus canciones?

-Sus mejores canciones (¡que son muchísimas!) son una síntesis perfecta de potencia y emoción, giros melódicos inolvidables, letras que relatan magistralmente las realidades internas y externas que nos tocan a todos y una engañosa simplicidad que, al mirarla en detalle, revela una capacidad creativa fuera de serie.

-¿Qué le pensás regalar para su cumpleaños?

-El abrazo más agradecido y cariñoso.

Agencia Telam

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