A continuación explicaré el porque de estas
afirmaciones, para esto haremos un pequeño resumen de los sucesos que
permitirían la llegada y asentamiento de los Argerich y de su aporte a la Medicina de nuestro
país. Para eso volvemos a los aspectos
históricos que habíamos mencionado al inicio del libro.
Tras la expulsión de los jesuitas
en 1767, los betlehemitas aprovecharon para pedir la construcción de un
hospital más amplio y moderno en los terrenos que aquellos poseían.
Se inició la edificación y lo
primero que se trasladó al nuevo hospital fueron los alienados y luego los
enfermos crónicos. Fue llamado Hospital General de Hombres y subsistió hasta
1883. Existió en el mismo una sala para oficiales del ejército, razón que lo
transforma en el primer hospital militar.
La tercera institución
metropolitana fue el Hospital General de Mujeres, que tuvo su origen en la Hermandad de la Santa Caridad. Este
hospital funcionó precariamente, desarrollando su labor a merced de donaciones.
Entre los médicos que fijaron su
residencia en Buenos Aires al promediar el siglo XVIII, el más famoso fue el
coronel don Francisco Argerich, médico de los jesuitas en Buenos Aires y otras
órdenes religiosas; es el primero de los Argerich en ejercer la Medicina en el
Virreynato.
Estamos en los momentos en que se
organiza la institución que se dio en llamar Protomedicato, es decir la entidad
que regularía la manera en que ejercen la actividad los miembros que conforman
esa agrupación, o sea, los Médicos. Es
un intento de reglamentación que lleva adelante Carlos III en España y que se
traslada de igual manera al Virreynato del Río de la Plata.
En este contexto, Vértiz (que
gobernó entre los años 1778 y 1784) creó el primer Tribunal del Protomedicato y
nombró al primer protomédico: el irlandés doctor don Miguel Gorman, designado
como "Protomédico General y Alcalde Mayor de todos los facultativos en
Medicina, Cirugía y Farmacia en todos los distritos del virreinato”.
Paralelamente fueron creadas
medidas de mejoramiento urbano y social, creando paseos públicos, fomentando la
implementación de un censo poblacional, que presentó datos sumamente
interesantes: la población de la ciudad de Buenos Aires era de 24.205
habitantes y el 50 por ciento de la misma estaba compuesta por indígenas y
mestizos.
Francisco Argerich, había
participado en 1780 como jefe médico de la expedición enviada por el virrey
Vértiz para combatir la insurrección de Túpac Amaru.
El primer protomédico, Miguel
Gorman propuso la designación de Francisco Argerich –que desempeñaba el mismo
puesto de cirujano Mayor de los ejércitos del Rey con el grado de coronel– y
del licenciado don José Alberto Capdevila.
Francisco Argerich era el padre
de Cosme Mariano Argerich, quien había nacido en la ciudad de Buenos Aires el
26 de Setiembre de 1758. Tendría 17
hermanos. En 1776, su padre lo envía a
estudiar a España, donde obtiene en 1783 el título de Medicina del Gremio y
Claustro de la Real
y Pontificia Universidad de Cervera (Barcelona), y se casa allí con la joven
Margarita Marti. Se destacó ejerciendo
su profesión en Barcelona. Cosme Mariano
vuelve a Buenos Aires en 1784 y es nombrado Médico del Colegio de Huérfanos, y
al tiempo se convierte en el Primer Examinador del Protomedicato. En 1786 nació su hijo, Francisco Cosme
(bautizado con el nombre de su abuelo y de su padre).
En Buenos Aires tiene durante los
años 1794 y 1796 activa participación en la lucha contra los brotes de viruela.
Por esa época, junto a Agustín
Fabre y Bernardo Nogués redacta las Ordenanzas del Real Colegio de Medicina y
Cirugía de Buenos Aires.
En 1801 publica un artículo en el
Telégrafo Mercantil donde recomienda la vacunación antivariólica y siendo
Profesor de la carrera de Medicina, tiene como alumno del Primer Curso a su
propio hijo: Francisco Cosme.
En 1802 asume como catedrático de
Medicina en carácter de sustituto y como “Protomédico General y Alcalde Mayor
de todas las Facultades de Medicina, Cirugía, Pharmacia y Phlebotomía”.
Durante las Invasiones Inglesas
de 1806 y 1807 actuó como Médico Jefe del Hospital de la Caridad atendiendo a
militares heridos.
En 1810 participa junto a Agustín
Fabre, Bernardo Nogués y Justo García Valdés en el Cabildo Abierto del día 22
de mayo. Los cuatro profesionales
médicos sostienen con patriótico entusiasmo las nuevas ideas de emancipación.
La influencia de los sucesos de
1810 en los médicos y cirujanos de la época fue sobresaliente. Es así que los
hechos en España y los que desembocarían en la Revolución de Mayo de
1810, tuvieron una enorme gravitación en las vidas de los jóvenes del Río de la Plata , ya que el ambiente
era más proclive a sostener los primeros pasos independentistas, que a la
actividad de las aulas. Por eso, no es de extrañarse que desde 1804 hasta 1815
no se creó ningún curso de medicina. Sin embargo el Protomedicato continuó con
su rol de guardián de la salud pública y garante de la profesión médica.
Buenos Aires, pasado el
cimbronazo de las invasiones inglesas supo encontrar su camino y con la
revolución de 1810 forjó airosamente su destino con los cambios consiguientes
políticos - sociales.
El 25 de mayo la voluntad del
pueblo, categórica y valiente, tuvo su triunfo. La percepción del advenimiento
del proceso y la libertad de pensamiento serían principios renovadores impuestos
por la victoria revolucionaria de mayo, principios compartidos por el Dr. Cosme
Mariano Argerich.
El gobierno de Buenos Aires, en
1812 designa a Cosme Argerich, Luis Chorroarín y Diego Savaleta en una comisión
destinada a desarrollar un plan de estudios y de educación pública en un
colegio de ciencia próximo a ser creado, pero ese plan resultó impracticable.
En marzo de 1813 la Asamblea decidió crear la Facultad Médica y
Quirúrgica y el 9 de abril de 1813 el doctor Argerich fue nombrado catedrático
de medicina "por cuanto se ha creído indispensablemente necesario realizar
en esta ciudad un plan de estudios de medicina y cirugía que proporcione a la
juventud acontecimientos e ilustración de los objetos de tanta importancia que
comprende".
El Plan del doctor Argerich
aprobado por la Asamblea
era de 6 años y fue uno de los mejores por la coordinación de las materias y la
amplitud de su estudio. La
Anatomía Normal y Patológica, la Fisiología , Patología
General, Higiene, Semiología, Terapéutica y Materia Médica, estaban
distribuidas en los 4 primeros años de estudio, reservándose para los 2 últimos
la enseñanza de la
Nosografía Quirúrgica y Médica. Los alumnos de 5° y 6° año
tenían la obligación de asistir diariamente a las visitas hospitalarias de los
profesores y escuchar las conferencias de clínica. Entre las condiciones
exigidas para el ingreso, figuraban los conocimientos de la sanidad y el título
de bachiller.
La necesidad de cirujanos en los
batallones patriotas se hizo tan necesaria que se admitieron voluntarios
extranjeros. Fue entonces cuando en mayo de 1813, la Facultad Médica y
Quirúrgica pasó a ser el Instituto Médico Militar, destinado al aumento y mejor
dotación de cirujanos para los ejércitos de la patria. El director del
Instituto fue Cosme Argerich, quién designó como colaboradores al doctor Salvio
Gaffarot, el doctor Cristóbal Martín de Montufar, el doctor Juan Fernández, y a
su propio hijo, el Dr. Francisco Cosme Argerich.
El 19 de diciembre de 1813 se lo
designa Cirujano de la
Expedición Auxiliar del Ejército del Perú, pero a causa de su
vulnerada salud, retornó a Buenos Aires.
En 1814 Argerich eleva al
Gobierno un Reglamento de Medicina Militar para aplicar en el Instituto. La resolución que daba comienzo a los cursos
apareció en la gaceta Ministerial del Gobierno el 1° de marzo de 1814. Según la misma, tanto los profesores como los
alumnos quedaban de hecho incorporados al Ejército. Este proyecto fue rechazado por el Consejo de
Estado, que acusó a los profesores de buscar un pretexto para beneficiarse con
las distinciones y honores de los Jefes y Oficiales del Ejército. A pesar de todo, los cursos se iniciaron en
1815.
Tanto los profesores como los
alumnos tenían la obligación de concurrir cuando el gobierno los necesitara.
Todos cumplieron con su deber como practicantes primero y como cirujanos más
tarde.
Los primeros egresados fueron:
Miguel Rivero, Pedro Martínez Niño, Fuentes y Sánchez.
En septiembre de 1816 el doctor
Cosme Argerich, junto con Diego Paroissien (nombrado Cirujano Mayor del
Ejército de los Andes) tuvo a su cargo la organización del departamento de
Hospitales del Ejército, constituido por 3 profesores, 5 betlemitas y 7 civiles
asistentes de cirujanos en cumplimiento del mandato del Instituto Médico
Militar. El mismo ordenaba el mejor
servicio de los Ejércitos de la
Patria , y proveyeron a San Martín los insumos médicos y
sanitarios para la campaña libertadora de Chile. Entre todos lograron formar un
verdadero hospital de sangre que auxilió al ejército en el cruce de los Andes.
En 1818 ya habían transcurrido
cinco años de la creación del Instituto Médico Militar y no estaban aprobados
todavía el Reglamento y Plan de Estudios del mismo. Argerich escribe que era necesario hacer
primero algunas observaciones para que su aplicación no saliese errada. El plan finalmente aprobado ha sido
calificado como uno de los mejores por la coordinación de las materias y
amplitud de los estudios.
El 14 de febrero de 1820 muere
producto de un cuadro anginoso el Dr. Cosme Mariano Argerich.
Autor: Roberto Litvachkes de su
Libro Historia del Hospital Argerich
No hay comentarios.:
Publicar un comentario