El exdictador Jorge Rafael Videla, desde su detención, habló de todo y
de todos: reivindicó a Raúl Alfonsín, a Carlos Menem y a la Iglesia
Católica y criticó tanto a Néstor como a Cristina Kirchner.
En una entrevista concedida a la revista española Cambio 16,
Videla se refirió a los juicios y condenas a represores durante la
última dictadura cívico-militar y afirmó que "son todos juicios
políticos, como parte de esa venganza, de esa revancha, como parte de
ese castigo colectivo con que se quiere castigar a todas las Fuerzas
Armadas".
También marcó una clara diferencia entre los gobiernos de Alfonsín y
Menem que, en su opinión, "cumplieron a su manera" a través de "los
indultos y los perdones", como las leyes de Obediencia Debida y de Punto
Final.
"Alfonsín y Menem hicieron un acuerdo que era mitad y mitad, en el
tema de los indultos... Los Kirchner son los que dijeron que no habría
simetría en el asunto de la guerra que vivimos y nos señalaron a los
militares como los malos, los responsables de crímenes de lesa
humanidad, y a los terroristas como los buenos, como las víctimas de
aquellos años terribles", afirma.
Sin el menor signo de arrepentimiento por los miles de asesinatos,
desapariciones y torturas ejecutadas durante la dictadura, sostuvo que
"la República está desaparecida, no tiene Justicia, porque la que tiene
es sin esqueleto sin relleno jurídico; el mismo Parlamento... está
compuesto por ganapanes que temen que les vayan a quitar el puesto y se
venden al mejor postor".
"Hoy las instituciones están muertas, paralizadas, mucho peor que en
la época de María Estela Martínez de Perón", afirmó, al tiempo que
justificó el golpe del 76 al indicar que "podía desaparecer la Nación
argentina. Estábamos en un peligro real. No es que los militares nos
levantáramos un día de la cama y nos hubiéramos dicho: !vamos a ir de
cacería o a matar jóvenes idealistas!".
Según el exdictador, en el 76 “padecíamos vacío de poder, parálisis
institucional y riesgo de una anarquía, y frente a este estado de cosas
el clamor ciudadano, con sus dirigentes a la cabeza, pidiendo la
intervención de las Fuerzas Armadas. Había un sentir general, que
representaba Ricardo Balbín y otros dirigentes, en favor del cambio, de
la intervención”.
Además, señaló que los desaparecidos no son 30.000 sino 7.000, que es
el número de reclamaciones de indemnización que se presentaron en la
época de Menem. "Esa indemnización era de 240.000 dólares por cada caso
probado, una cifra nada despreciable", señala, y se pregunta por qué
"23.000 personas renunciaran a esa ayuda".
El exdictador también habló de los vínculos de las Juntas Militares
con los empresarios y con la Iglesia Católica, al advertir sobre el la
curia que "cumplió con su deber. Fue muy prudente, de tal suerte que
dijo lo que le correspondía decir sin que nos creara a nosotros
problemas inesperados".
"Mi relación con la Iglesia fue excelente –afirmó-, mantuvimos una
relación muy cordial, sincera y abierta. No olvide que incluso teníamos a
los capellanes castrenses asistiéndonos y nunca se rompió esa relación
de colaboración y amistad".
Con referencia a los poderes económicos de entonces, dijo que “los
empresarios también colaboraron y cooperaron con nosotros. Incluso
nuestro ministro de Economía de entonces, Alfredo Martínez de la Hoz,
era un hombre conocido de la comunidad de empresarios de Argentina y
había un buen entendimiento y contacto. Hubo algún roce, claro, como
suele suceder, porque cada uno defiende sus intereses siempre. Pero, en
general, fue una buena relación”.
Diario Registrado
La entrevista completa:
http://cambio16.es/not/1250/_en_argentina_no_hay_justicia__sino_venganza__que_es_otra_cosa_bien_distinta___/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario