Los Intendentes de Cañada... Tomas Celso Torres, Ciudad Evita

Tomas Celso Torres, intendente municipal 1952-1955 

No creo que Tomás Celso Torres haya imaginado cuando ingresó como soldador en La Helvética que llegara tan lejos en la política hasta ser Intendente Municipal de su ciudad y en momentos históricos irrepetibles. Era un obrero más, un defensor acérrimo de la justicia social que supo cumplirlo siendo Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica de Cañada de Gómez, y más aún cuando ocupó la secretaria general de la C.G .T. local. Su esposa era maestra de la Escuela Almafuerte y sabía más que nadie de las necesidades de los humildes.

El 4 de junio de 1952 Abel Romegialli culmina su tarea como mandatario local dejando provisoriamente el mando al presidente del Concejo Roberto Ramacciotti, una semana más tarde asume Tomas Celso Torres la jefatura municipal siendo acompañado por Mario Maero como Secretario de Gobierno y Hacienda y en Obras Públicas compartieron ese cargo Juan Barrionuevo con Francisco Mezzano. Durante su gestión se reguló el consumo de energía eléctrica en particulares, comercios e industrias; se conformó nuevamente una Comisión de control de Espectáculos integradas por cinco miembros; se reglamentó como Servicio Público el alquiler de automóviles para el traslado de personas; se comenzó el pavimento de calle Urquiza entre Ovidio Lagos y el Cementerio; se hizo apertura de la calle 7 de octubre hacia el Oeste de calle Alberdi; se implementó por primera vez la atención médica a los empleados municipales y su familiares siendo el Dr. Juan Franichevich el primero en hacerlo; se le cedió al Club Deportivo Sarmiento una manzana comprendida entre Necochea, Centenario, Alberdi e Independencia para la cancha de fútbol; las calles Lavalle y Ocampo cambiaron su denominación por Presidente Perón y Eva Perón respectivamente y se continuaron las acciones iniciadas en los anteriores períodos justicialistas. A Torres le tocó vivir momentos históricos por distintos motivos, fue el Intendente que debió anunciar a la población del fallecimiento de Eva Perón donde todos recuerdan sus palabras en los palcos del Teatro Verdi suspendiendo una función anoticiando la triste noticia. La Municipalidad decretó dos días de cese de actividades, treinta días de duelo y luto, diez días de bandera a media asta, quince minutos de paro durante treinta días esto último a pedido de la C.G .T. y denominar al período legislativo como EVA PERÓN. Se depositó en el Banco Nación una suma cercana a los $3000 para la construcción de un monumento a la desaparecida Primera Dama, siendo los empleados y funcionarios municipales quiénes donarían lo equivalente a un día de trabajo. Otro hecho histórico que tuvo que vivir la gestión de Torres fue el cambio de nombre de la ciudad propuesto por la Senadora Provincial cañadense Romilda Montoya, y a partir del 25 de junio de 1953 Cañada de Gómez pasó a llamarse CIUDA EVITA; se inauguró el monumento con el busto en la Plaza San Martín, otros dos bustos fueron colocados en la ciudad uno de ellos en el nuevo edificio de la Escuela Belgrano construido por el peronismo en 1954 y el segundo en la sala de deliberaciones del Concejo.

Para finalizar este breve relato de la gestión de Tomás Celso Torres quiero hacer una conclusión de una etapa que muchos ignoran o contaron una parte de la etapa en que el peronismo gobernó por primera vez la ciudad. Durante esos años gobernaron hombres con un amor incondicional hacia su pueblo, no sólo por las obras realizadas en la gestión sino también por lo realizado en su vida privada tiempo después. Donaron inmuebles para la instalación de hogares y escuelas. También fue la llegada por primera vez de obreros a la función pública. Cabe aclarar que durante esos diez años la mortalidad infantil bajó de 59 por mil a un 24 por mil; el Hospital se transformó en un Centro de Salud regional; se creó la Caja de Asistencia a la Vejez ; se fomentó la ayuda social de becas a los estudiantes y se implementaron servicios médicos y odontológicos en las escuelas.

En 1955 todo acabó, el resentimiento se llevó los bustos de Evita al que sólo uno pudo salvarse; fueron detenidos muchos de los funcionarios y ex funcionarios del peronismo; los contreras se transformaron en gorilas; el amor se convirtió en odio y la mentira le ganó a la verdad. Muchos archivos fueron ocultos o están en propiedad de quiénes manipularon esa historia, otros están en la memoria de aquellos que por un instante vivieron sus días más felices.