A partir de hoy comenzaré a recopilar algunos hechos policiales de nuestra ciudad. Por unos días leeremos varios publicados en el Eco de Iriondo en 1921, con una deliciosas prosa del cronista. Espero que les guste...
Con todos los caracteres de
una cinta cinematográfica a estilo yanqui, a la fuerza fue secuestrada, la
noche del 11 del corriente, una mujer de vida licenciosa llamada Sara Semino,
de 25 años de edad. ¡Tan joven y tan desafortunada!
No es la secuestrada una
beldad; pero como no siempre está reservada la suerte para las bellezas
mundanas, Sara tenía sus admiradores entre los niños bien del bajo fondo.
Dos de esos enamorados,
puestos de acuerdo, hicieron víctima de una celada a la dama de sus
pensamientos. Y en un automóvil que habían apostado estratégicamente, a la
fuerza metieron a la pobre Sara y salieron como almas que lleva el diablo.
Sabedora del suceso la
policía, salió en persecución de los fugitivos. Tropezó con inconvenientes al
principio, pero al fin dio con el auto y su preciosa carga.
Sara fue restituida al
lugar de sus habituales quehaceres. De sus secuestradores, uno se halla
detenido, llámese Estanislao Fernández. El otro, de nombre Eugenio Riarte, logró
escapar.
El Eco de Iriondo, 19 de
junio de 1921
Palabras de entonces:
Beldad: Persona muy
bellaFoto ilustrativa
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