Juan Arfinetti |
Hoy compartimos con ustedes un trabajo realizado por el
recordado Dr. Alberto Di Paola, quién además de tener una amplia trayectoria en
la odontología, fue periodista y escritor de la ciudad. Fue un gran colaborador
de nuestro Diario Estrella de la
Mañana , inclusive fue su director cuando José Ramaciotti tuvo
un tiempo fuera de carrera por problemas de salud. Aquí comienza, una linda
historia del Aero Club Cañada de Gómez, que próximamente cumplirá sus primeros
80 años. Serán cinco notas donde recordaremos al Dr. Di Paola y brindamos por
nuestro querido Aero Club!!!
PABLO DI TOMASO
COORDINADOR DE MUSEOS Y PATRIMONIOS
MUNICIPALIDAD DE CAÑADA DE GÓMEZ
“ALAS
CAÑADENSES”
Su origen, protagonistas y logros.
Historia institucional del Aero Club “Cañada de
Gómez”
Por Dr. Alberto
Di Paola
PREFACIO
Siempre me pareció necesario que se
rescaten los hechos o acontecimientos que ocurrieron en la vida de las
Instituciones, antes que la inexorable pátina del tiempo los cubra con un manto
de olvido, y prive conocerlos a quienes se interesen. La narración que he
titulado “ALAS CAÑADENSES”, tiene el humilde propósito de hacerlo, para ello he
procurado reunir todos los testimonios que estuvieron a mi alcance, sumando los
propios, por haber sido testigo presencial y conocer muchos de los sucesos.
Viví con mis padres y Martha, mi hermana, en el Aeroclub durante algunos años,
luego seguí ligado tanto como directivo o socio hasta el presente. No obstante
el inmenso placer que siento por volar y todo lo vinculado a la aviación, no
soy piloto como fue mi deseo desde cuando tenía 17 años, fue mi madre quien me
impulso como condición terminar los estudios secundarios, más tarde los
universitarios, para recién hacer el curso. Los que una vez concluidos ese
hubiese sido el momento, tampoco lo fue porque debí comenzar a ejercer la
profesión. Constituyéndose de ese modo en otras de mis asignaturas pendientes.
Apelo a la benevolencia de los
lectores, para aceptar cualquier error u omisión cometido, con la seguridad que
fue involuntario, y que esta historia ha procurado en todo momento ser
fidedigna. Como en toda institución siempre hubo y los habrá, hombres que
trabajaron anónimamente para su crecimiento, y aunque sus nombres no quedaron
registrados en letras de molde, sus valiosas dedicaciones y aportes dan
silencioso testimonio de ello.
INTRODUCCIÓN
Desde la más remota antigüedad, el
hombre experimentó la necesidad de volar, para ello debieron pasar muchos años
antes de poder concretar ese sueño. Más allá de los relatos mitológicos que se
ocupan de los orígenes de la aviación,
puede decirse que la verdadera historia de la aviación comienza con el genial
Leonardo Da Vinci, quien hizo los primeros descubrimientos en 1496, y fue una
adelantado de su época, dado que no solo dejó, croquis o planos de aviones,
sino también de helicópteros, y paracaídas. Fueron numerosos los aviones
experimentales que se construyeron, muchos de ellos terminaron en rotunos
fracasos, sin embargo la perseverancia dio sus frutos hasta convertirse en la
extraordinaria realidad actual, con aviones de los tipos más variados, desde
los simples ultralivianos hasta los avanzados aviones de combate, transporte,
comerciales que llevan pasajeros a velocidades supersónicas y los deportivos. La Argentina muy pronto se
sumó a la aviación tanto en su práctica, militar, comercial, como deportiva,
también con algunas líneas aéreas, con su escuela de Aviación Militar, y su
fábrica de aviones en Córdoba donde se produjeron diversos tipos de aeronaves.
ALAS CAÑADENSES
La historia de la aviación cañadense
tiene a Juan Arfinetti como indudable referente, fue el que comenzó con la
actividad aérea en un establecimiento agropecuario de la familia Rey, luego de
haberse recibido como piloto en 1923 en el Círculo de Aviación de Rosario. En
ese mismo campo de los Rey, comenzó a volar con un avión de su propiedad
contagiando su entusiasmo a la joven Rosa rey, la que luego sería la esposa de
Altmann. Rosa rápidamente asimiló las lecciones y al poco tiempo se convirtió
en aviadora (brevet 356), constituyéndose no sólo en la primer mujer piloto de
aviones de Cañada de Gómez sino también de la provincia de Santa fe.
El hecho fue considerado en aquellos
tiempos como insólita audacia, no se concebía que una mujer se animara a volar,
sin embargo ella dotada de sólida personalidad dio otras muestras de
emancipación, fue la primera en usar pantalones y fumar públicamente, actitudes
que le valieron críticas de sus parientes y amistades. Nélida Carbonari de
Altmann, mi informante, nuera de Rosa Rey de Altmann, me mostró un enorme
trofeo, una copa que tiene como inscripción, (grabada por el “nene” Ribotta) “A
LA PRIMERA AVIADORA
DE CAÑADA DE GÓMEZ” -21-7-32.
En el Museo Municipal de nuestra
ciudad se encuentran fotografías, el casco y las botas que formaron parte del
clásico atuendo que usó como todos los aviadores de entonces. Tiempo después la
actividad aérea se desarrolló en un campo cercano a la ciudad, donde hoy se
encuentra la fábrica de cartón.
NACE
EL AERO CLUB “CAÑADA DE GÓMEZ”
Durante las primeras décadas del año
1900, cañada de Gómez vio surgir muchas Instituciones, impulsadas por el anhelo
de hacer crecer a su patria chica. Años después en que fuera declarada ciudad
1922, nació el Aero Club “Cañada de Gómez”, el 10 de octubre de 1937. Por aquel
entonces la aviación estaba en el comienzo, de lo que luego se convertiría en
el medio de transporte masivo con la aviación comercial, acortando distancias
en pocas horas, o produciendo aviones de combate que tuvieron activa
participación, en las distintas contiendas bélicas que se fueron dando.
Hacía poco había nacido al aviación
deportiva, actividad que era elegida por entusiastas que deseaban practicarla,
para experimentar la inefable sensación de volar, en los primeros aviones
biplanos, que aunque seguros, no por ello cada vuelo emprendido dejaba de
constituirse una inédita aventura, regada por abundante cantidad de adrenalina.
Un grupo de cañadenses decidió fundar el Aero Club “Cañada de Gómez”, en cuyas
actas de fundación se lee: “…tendrá por objeto el fomento de prácticas de la Aviación Civil en
todas sus formas, y las de los deportes en general…”
COMISION DIRECTIVA
FUNDADORA
Don Juan Arfinatte-Presidente; Don Nemesio
Balbuena-Vicepresidente; Don Omar Lassaga-Secretario; Dr. Luciano de Romedi-Pro
secretario; Don José Vicario-Tesorero
Don Guillermo Perassi-Vocal Titular; Don Agustín
Ribotta-Vocal Titular; Don César Ribotta-Vocal Titular; Dr. Santiago
D´Onofrio-Vocal Titular; Don Ramon Martínez- Vocal suplente; Dr. Atilio
Francesio-Vocal Suplente; Don Hugo Romegialli- Vocal Suplente; Don Italo
Beltrame-Vocal Suplente y Don Walter Voegelli-Síndico.
Luego de su fundación se trasladó a
un campo perteneciente a Ramón del Sel, (poderoso terrateniente de la época),
que lo cedió en calidad de préstamo, situado a la vera de la ruta Nac. Nº 9 a la altura del km 374, a escasos 3,5 km del centro de Cañada.
Las bases de la flamante Institución
estaban echadas, pero hacia falta un avión para comenzar con las prácticas
aéreas. Esa fue la primera tarea que les ocupó a los integrantes de la comisión
directiva, para tal fin se dirigieron a la Dirección General
de Aeronáutica Civil en Buenos Aires, luego de intensas gestiones dio su
anhelado fruto: un avión Piper Cub LV-THA, motor Continental de 65 HP, que fue
traído en vuelo desde Buenos Aires, por el piloto Juan Arfinetti, en compañía
del presidente de ese momento, Harol del Sel. El 4 de febrero de 1942, por
resolución de la
Dirección General de Aeronáutica Civil, el Aero Club recibió
la denominación de “Aeródromo 5-b-7” .
PRIMERA PROMOCION DE
PILOTOS DEL AERO CLUB
Los cinco primeros alumnos pilotos
egresados en el Aero Club “Cañada de Gómez”, obtuvieron su licencia el día 30
de mayo del año 1943.
AGUSTÍN RIBOTTA
OCTAVIO GIORDANO
RAÚL TROSSERO
CÉSAR LÓPEZ
OSVALDO DE ALTUBE
Pero antes de cumplirse el 50º
Aniversario de la fundación del Aero Club, el día 22 de agosto de 1987,
dialogué con Don Agustín Ribotta, socio fundador, y uno de los primeros pilotos
egresados del Aero Club. Me contó que realizó el curso de pilotaje en el avión
Piper Cub LV_THA, y luego de 36 horas de vuelo doble comando, el Instructor le
indicó que debía volar solo: su vuelo duró 25 minutos y realizó tres
aterrizajes. Ribotta tenía entonces 31 años de edad. Llegaba al club para
realizar sus prácticas de vuelo, en una poderosa moto Norton 500 por la recién
inaugurada ruta 9. Llegó a volar 270 horas, realizando también algunas
navegaciones a localidades vecinas. Recordó con mucha nostalgia, varios
episodios, a los compañero de entonces, Osvaldo Altube, y Claudio Giordano y
con alegría a las reuniones de camaradería que se llevaba a cabo en el Aero
Club, las que también eran compartidas por familiares y amigos. Don Agustín
Ribotta tenía en ese momento 80 jóvenes años, se le iluminaron los ojos al
memorar esos años, que no dudo en titular como los más felices de su vida.
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