La quietud de uno de los caminos de la plaza, registrada por un fotógrafo de La Prensa de Bs. As. en 1928 |
El radicalismo vivía tiempos turbulentos a raíz del
liderazgo de Hipólito Yrigoyen que comenzaba a tener importantes opositores
dentro del gobierno de Marcelo T. de Alvear. Estas diferencias comenzaron desde
el comienzo desde la segunda gestión radical, «tenían estilos políticos y
personalidades muy distintas. Alvear no estaba de acuerdo con las
intervenciones que Yrigoyen había ordenado y decretó además para lograr la
reducción pública, practica muy frecuente durante la presidencia Yrigoyen. Poco
a poco, las relaciones entre los dos líderes radicales se fueron endureciendo. Alvear
aspiraba a retomar los objetivos reformadores de Saenz Peña en cuanto a
fortalecer el sistema de partidos y transparentar la práctica política. Durante
su gestión, la crisis del partido Radical y el surgimiento de las ideas
nacionalistas prenunciaron un desplazamiento del sistema político. En 1925, las
tensiones entre los radicales provocaron la división del partido, los
dirigentes que lo seguían a Yrigoyen integraron el grupo de los personalistas.
Quienes apoyaban a Alvear, entre los que se encontraban sectores ligados con
los conservadores y grupos de gran poder económico, fueron conocidos como
antipersonalistas. De acuerdo con sus objetivos, Alvear cuidó las relaciones
entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. A diferencia de Yrigoyen,
concurrió a la inauguración de las sesiones del Congreso, respondió a los
pedidos de interpelaciones y no abusó de las intervenciones a las provincias.
Por otra parte, atendió los reclamos de los conservadores acerca de la
disminución del gasto público. Principalmente, dicha demanda apuntaba a exigir
al gobierno que no se desviaran los fondos públicos para satisfacer los
compromisos políticos del radicalismo con sus adherentes mediante la expansión
del empleo público»[1],
Alvear además insistió en el Congreso para que Argentina volviera a la Liga de
las Naciones, cuestionó la Reforma Universitaria, derogó la ley de jubilaciones
de empleados y obreros de empresas particulares, no reglamentó la ley
antimonopólica, con lo cual esta quedó prácticamente anulada, paralizó la
construcción de los ferrocarriles a Huaytiquina, Zapala y
Madryn-Esquel-Jacobacci. Pero la principal diferencia de Alvear e Yrigoyen, es
que el primero no continuó con la voluntad de emancipación que encarnaba el
radicalismo.[2]
Hipólito Yrigoyen asume su segunda presidencia en 1928 |
Más allá de todo esto, el domingo 1 de abril se llevaron a
cabo las elecciones de los 376 miembros del Colegio Electoral encargados de
consagrar al presidente de la Nación Argentina para el período 1928-1934. Cómo
bien expresé anteriormente, estos comicios pusieron de manifiesto la profunda
división política que estaba enfrentando la Argentina a finales de la década de
1920, sobre todo en el radicalismo. Todas estas dificultades no impidieron que
Hipólito Yrigoyen y Francisco Beiró ganaran con casi el 62% de los votos,
seguidos por el Frente Único con el 32% conformado por el binomio Leopoldo Melo
y Vicente Gallo, dicha alianza electoral estaba conformada por Unión Cívica
Radical Antipersonalista, Partido Conservador, Partido Demócrata de Córdoba, Unión
Provincial, Concentración Catamarqueña, Partido Liberal de Corrientes, Partido
Autonomista de Corrientes, Unión Cívica Radical Bloquista y Unión Cívica
Radical Lencinista. Terceros salieron los socialistas con Mario Bravo y Nicolás
Repetto con el 4.83%. También se desarrollaron las elecciones legislativas
donde la UCR obtuvo el 58%, de los diez diputados santafesinos que ingresaron,
siete eran oficialistas como Jorge Rodríguez, Amadeo Ramírez, Diógenes Antille,
Roque Coulin, Antenor Gómez, Carlos Bonazzola y Norberto Villarruel mientras
que los tres restantes, radicales unificadores fueron Juan Ferrarotti, Enrique
Mosca y Héctor López.
En la provincia de Santa Fe las elecciones se llevaron a
cabo el 5 de febrero donde el oficialismo presentaba la fórmula Héctor López y
Antonio Reynares Solari por su parte los Yrigoyenistas el binomio era
encabezado por el Dr. Pedro Gómez Cello (foto) y el Dr. Elías de la Puente, éstos
últimos obtuvieron un amplio triunfo consiguiendo 41 de los 60 electores del
Colegio. El miércoles 9 de mayo, a pesar de amagar con no entregarles el mando
a los vencedores, asumieron los nuevos gobernantes. Gómez Cello se desempeñó
como intendente de la ciudad capital durante la gestión de Enrique Mosca, en
una difícil tarea de sanear la economía municipal. Su gabinete estuvo compuesto
por Benjamín Ocampo en Hacienda y Obras Públicas; Irineo de Anquin en Gobierno,
Justicia y Culto; Martín Herrera en Instrucción Pública y Fomento.
Cerrando el contexto nacional y provincial, el 12 de octubre
Hipólito Yrigoyen asume su segunda presidencia junto a Enrique Martínez, que
reemplazó a Beiró que falleciera el 22 de julio. Martínez, que gobernaba la
provincia de Córdoba desde el 17 de mayo, fue elegido por el Colegio Electoral
vicepresidente de la Nación el 14 de agosto. Su gabinete estuvo integrado en el
Ministerio del Interior por Elpidio González, Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto por Horacio Oyhanarte, Ministerio de Hacienda por Enrique
Pérez Colman, Ministerio de Justicia e Instrucción Pública por Juan de la Campa,
Ministerio de Agricultura por Juan B. Fleitas, Ministerio de Obras Públicas por
José Benjamín Ábalos, Ministerio de Guerra por Luis Dellepiane y el Ministerio
de Marina por Tomás Zurueta.
Bajando a nuestra ciudad, 1928 tuvo la particularidad de
tener a tres cañadenses como intendentes municipales. No fue bueno el debut de
los vecinos al frente del Departamento Ejecutivo. Cuando el 31 de diciembre del
año anterior renunciara Contreras y todo su equipo quedó al frente del gobierno
el presidente del Concejo Juan Feno. El nuevo intendente, esta vez en carácter
de interino, había tenido actuación dentro de la jefatura policial de entonces
y durante su mandato se produjo un tiroteo en la Plaza San Martín, en el medio de un acto partidario cuando se
encontraba presente Ricardo Caballero, quién había sido vicegobernador de Santa
Fe entre 1912 y 1916. Algunos siempre indicaron que Juan Feno estuvo al frente
de la partida policial que atacó desde el Hotel Universal a los presentes.
Juan Feno, presidente del Concejo a cargo de la Intendencia Municipal |
Durante su breve gestión Florencio Guastavino fue su
secretario, David Mamberto tesorero y también fue vicepresidente del Concejo y
Francisco Borraz como administrador de la maestranza. Entre sus ordenanzas más
destacadas fue la organización de los carnavales donde solamente se permitía el
juego con flores, serpentina y papel picado quedando prohibido arrojar
cualquier líquido, petardo u otro objeto que no sea lo enunciado. También firmó
el decreto número 95, donde se autorizaba al municipio a firmar cinco
documentos para pagar deudas con la Compañía de Luz, que suministraba
electricidad a Cañada de Gómez, endeudando al municipio hasta marzo de 1929. Cómo
hechos anecdóticos de esos tres meses de gestión de Feno, quien falleció el 11
de marzo de 1988 a los 95 años, llegó a la ciudad la primera linotipo, que se
instaló en la imprenta del periódico La Nota de Nemesio Valbuena, se
inauguró en Moreno y Rivadavia un nuevo surtidor de nafta que se distinguía por
una cruz svástica, ya que vendían allí nafta de procedencia alemana y en
febrero, nuestros vecinos tuvieron el honor de recibir al conjunto
artístico-musical cuyos intérpretes principales eran Libertad Lamarque y Pedro
Mafia, actuando en el Verdi. Seguramente muchos cañadenses también se
vislumbraban ver pasar al primer colectivo urbano que tuvo Cañada de Gómez,
conducido por Fermín Ceriani, y que comenzó a recorrer las polvorientas calles
hacia finales del veintisiete.
Una vez finalizados los corsos, Florencio Guastavino dejó su
cargo de secretario para ser Juez de Paz siendo reemplazado por Alfredo
Saybene. El 13 de marzo se adquirió la primera ambulancia, que casualmente la
compraron en la concesionaria Chevrolet del intendente interino Juan D.
Feno. Ese mismo día se llamó a licitación para trabajos en la conservación de
calles y caminos del Distrito Cañada de Gómez. Una vez comenzadas las clases,
se debió aumentar a $50 la copa de leche en la Escuela Normal. Se creó el
Tribunal Administrativo para el ingreso y ascenso del personal municipal. Entre
las últimas gestiones de Feno, envió una carta al Gobierno Provincial
solicitando se sume un nuevo concejal más al cuerpo legislativo a raíz del
resultado del último censo que arrojó más de quince mil habitantes en la
ciudad. En una carta enviada al presidente de Obras Sanitarias de la Nación,
Feno le solicitó celeridad para la toma de posesión en los terrenos donados
para la construcción de las cloacas y aguas corrientes, lo mismo hizo al
Ministro de Hacienda de la Nación Víctor Molina pidiendo que apruebe el
contrato suscripto con la empresa contratista Alberto Fabro y Cía. Otras de las
correspondencias importantes fue la dirigida al Ing. Anderson del FCCA
reclamando la falta de obras en la zona sur, cercana a la localidad de Villa
Eloísa, que provocó inundaciones en la misma; como así también a la empresa
ferroviaria la posibilidad de tener más guardas barreras a raíz de una serie de
accidentes ocurridos en los cruces a nivel, uno de ellos de extrema gravedad donde
un vecino perdió su pierna. Antes de retirarse de la gestión, implementó una
tasa diferencial a las cocherías de Otto Altmann y Moisés Sironi, de acuerdo a
la cantidad de caballos utilizados en el servicio.
Mientras tanto en los medios, se proponían ideas para el
diseño de la joven ciudad, como aprovechar el Bv. Centenario…
«Urbanizado, en inmejorables
condiciones, como indicado el límite norte de cada ciudad, se halla ubicado el
boulevard Centenario. Los boulevares vienen a ser para todo pueblo, para toda
ciudad, una arteria en donde, por la gran anchura, sus habitantes pueden gozar
en estos días de alta temperatura, del aire fresco que circula más libremente
que en las calles, y purificado en la frondosidad del ramaje de las plátanos
perfumados por las floridas margaritas y jazmines que adornan los canteros;
sentados en los bancos se puede filosofar, dar expansión a las ideas como
descansar de las fatigosas tareas diarias. Indudablemente, que esto no lo
decimos por nuestro boulevard, en donde no se encuentra más que una fila
informe de retoñados árboles al cuidado que Natura les ofrece. Nuestras
autoridades comunales, han olvidado el detalle de embellecer ese paseo público,
que sin duda alguna sería el preferido por los niños, señoras y señoritas, y por
ende, también, de los hombres»[3]
También se reflejaba un cierto crecimiento comercial cuando
expresan que
«La calma, que están común en
nuestra ciudad, parece que va despareciendo poco a poco, reemplazándose por una
continua actividad, que se manifiesta en todos los órdenes; los habitantes de
esta culta y progresista ciudad, parecen haber operado un cambio fundamental de
temperamento, que contrasta con la monotonía interrumpible de tiempo atrás. En
todos los órdenes en que se busque, se encontrará en cada uno, un cambio
radical. En el orden comercial, Cañada de Gómez no ha permanecido estacionada,
sino que ha evidenciado notorios progresos, con la creación de nuevos
establecimientos y la ampliación total de otros. A la hora de entrada de los
obreros a sus trabajos, se ven por las calles, la gran caravana de éstos que en
rápido paso se dirigen a sus labores diarias, dando al que por primera vez
visita esta ciudad inmejorable impresión»[4]
Un hecho de inseguridad rompió la armonía cuando Pedro
Casañas, hermano del ex intendente, fue asaltado y baleado en la esquina de
Lavalle y Jorge Newebery ─hoy Schnack─, cuando se dirigía hacia el Hotel
Universal donde residía. Casañas era Comisario de Tablada y en la madrugada del
12 de febrero dos hombres lo golpean en la cabeza y le disparan su pierna
derecha. El herido respondió a los disparos mientras que los delincuentes huían
hacia la Estación.
Federico Viñas, Intendente Interino |
Los hombres de la ciudad debieron ir a votar el 5 de
febrero, ese día los Radicales Yrigoyenistas derrotaron a los Unificadores en
las presidenciales 878 a 346 votos mientras que el PDP obtuvo 121. Por su parte
los Unificadores triunfaron en el Departamento Iriondo llevando a Alberto
Rovere como Senador Provincial y Rodolfo Dietrich como Diputado Provincial. El
29 de abril se votó para la conformación del nuevo Concejo Deliberante que
quedó integrado por Eduardo C. Hosch, Federico J. Viñas, Walter Voegeli, por la
U.C.R. Personalista; José Koller por la Defensa Comunal y Ferruccio Ardigó por
el Partido Demócrata Progresista. El nuevo presidente del cuerpo fue Federico
Viñas quién automáticamente se debió hacer cargo, en forma interina, de la
intendencia municipal. Ese día, según expresa La Nota, se dio un particular
diálogo entre el intendente y un concejal opositor…
«El gringo Ardigó, dicho sea
así cariñosamente, está tan acriollado que hasta “asimiló” la expresión tan históricamente criolla de que “el pueblo debe saberlo que se trata”,
así dijo, al proponer que las sesiones se realicen en horas de la noche para
que puedan asistir a la barra los que trabajan de día. ¡Magnífica idea! Viñas,
el impagable Viñas electo presidente del cuerpo, tiene pasta de tal pero no
está familiarizado con el reglamento de asambleas, que conoce cualquier jugador
de fútbol. Ardigó en su exposición de cargos contra las distintas
administraciones que han endeudado a la Comuna formuló varias proposiciones
para que el resto de los miembros las considerara, pero el presidente se abrogó
la opinión general y a cada proposición sin votación previa exclamaba: ¡Muy
bien, probado, aprobado! Chiste fúnebre
fue el que hizo Viñas cuando de “soslayo”
mencionó haberse hecho cargo del D.E. “Señores,
no se alarmen: todavía queda la caja de fierro”»[5]
También en la Jefatura Policial hubo cambios cuando asumió
el mando Julio Peña siendo su secretario Luis Bianchi. Volviendo al municipio,
Alfredo Saybene fue designado secretario, Victor Ricca tesorero y Francisco
Martínez Soler asesor letrado. Entre sus primeros decretos, Viñas además de
nombrar a sus ayudantes, ordenó una importante investigación del estado
financiero desde noviembre de 1924 hasta el 17 de mayo de 1928. Los contadores
elegidos para esa tarea fueron Rafael Brancati y Salvador Dogliatti. Desde el
Concejo Deliberante se armó una comisión investigadora para investigar actos de
corrupción en el municipio local. Viñas, a través del Decreto Nº 138, conformó
junto a los concejales una comisión especial para estudiar el contrato que el
municipio mantenía con la Compañía de Luz Eléctrica. También el Concejo tomó
cartas en el asunto sobre ese contrato que aún faltaba siete años para su
vencimiento. Otra de las ordenanzas más destacadas de esos años, y porque no,
revolucionaria por entonces fue el ordenamiento de las casas de tolerancia en
la ciudad. En la misma se reguló como deberían estar organizadas las mismas, no
debían estar a menos de seis cuadras de un colegio, se podía tener hasta veinte
pupilas, las piezas debían ser con pisos de madera o mosaico y contar con
lavatorio, bidet, jabón y material desinfectante. Las chicas con menos de
dieciocho años que quisieran trabajar debían contar con la autorización del
Defensor de Menores. No se podían exhibir desnudas en balcones y puertas ni
llamar a los transeúntes. Todas las prostitutas debían contar con una libreta
sanitaria y visitar dos veces por semana al médico municipal. Finalmente el
horario de apertura de las casas de tolerancia era entre las 16 y las 2 de la
madrugada del otro día.
Cuando aún eran impensada la obra del pavimento el Concejo
aprobó el ensanche de los callejones Ballesteros y Chañares, hoy 7 de Octubre,
a ocho metros. En algunos de sus artículos, la ordenanza expresaba que debía
nombrarse «una comisión de concejales para que previa verificación del estado
actual de dichos callejones referentes a edificación, aconseje cuál de los dos
lados es más conveniente aprovechar, entendiéndose que debe ser el que se
presente con menos edificación(…) El terreno que se expropiará será pagado en
base al valor asignado por la contribución directa o bien por peritos, a solicitud
de una de las partes y No se permitirán nuevas edificaciones en los callejones
nombrados, sino en la forma que establece esta ordenanza en sus líneas
definitivas»[6].
El 21 de mayo se nombró a Emilio Rubio y Otto Usinger como Jefe y Segundo Jefe,
respectivamente, del Registro Civil. El 22 de junio se le propuso al Jefe de
Correos, Benjamín Chiarlone, el traslado de su sede a la esquina norte y sur de
Lavalle y San Martín, la primera de ellas de Eduardo Sonnet y la segunda de
Valentín Mascotti, como así también el terreno de Eugenio Vázquez ubicado en
Ocampo y España. De parte del inspector de la sexta sección de Educación, Sr.
Garramuño, el pedido de un terreno para la edificación de una escuela pública
en Lavalle y Mitre, propiedad de Franzinelli. A raíz de una modificación que el
Concejo le hizo en el presupuesto, donde el municipio no podía cumplir con las
deudas contraídas, fue por eso que Viñas envío una correspondencia donde le
expresa a sus colegas «no puedo aceptar tal refrenda, que no cuadra con mi
honradez particular ni con mis empeños de jefe de la Comuna, mi palabra
prometida es llevarla a cabo»[7]. El
24 de julio se le pidió al presidente del Consejo de Educación Francisco
Gonzaalez Zimmerman la apertura de dos escuelas, una en la zona NO y otra en el
SO de la ciudad, como así también el traslado a una nueva sede de la Escuela
Almafuerte por el mal estado en la que se encontraba. La pobreza empezaba a
pegar fuerte en la población, donde la crisis económica del momento que explosionaría
en el treinta mostraba sus primeras grietas. Fue por eso que se aumentó la
partida de copa de leche y se abrieron cuentas corrientes a nombres del
municipio en las farmacias parar poder entregar remedios a la población. Los
chicos que asistían a los comedores ascendían a dos mil cuarenta y tres donde
Corina Bondoni era la presidenta de una Comisión que administraba las porciones
en todas las escuelas.
Justo Peralta, primer cañadense en ser Intendente Municipal |
El gobernador Gómez Cello finalmente designó al nuevo
intendente de la ciudad. El cargo recayó en Justo Peralta, el primer hijo de la
ciudad que ocupó en forma efectivamente el mandato más importante de la misma.
Justo era hijo de Cirilo, el primer Juez de Paz de la entonces Colonia, y de
Justa Gallegos. Fue el más importante de sus catorce hermanos, se casó con Ana
Sullivan, descendiente de irlandeses proveniente de San Pedro, provincia de
Buenos Aires. De ese matrimonio nacieron seis hijos, Horacio, Eduardo, Juan
Carlos, Gladys Inés, Ana Rosa y Miguel Ángel. Fue el fundador de la Feria de
Remates tan tradicional en nuestra historia local, su único puesto público fue
haber sido Juez de Paz en 1916 y en 1928 fue miembro del Colegio Electoral que
eligió a Gómez Cello y Elías de la Puente como gobernador y vice
respectivamente. Según lo expresa el acta oficial de su asunción, «siendo las
18.30 horas del día 7 de agosto de mil novecientos veintiocho, en el despacho
de la Intendencia Municipal de Cañada de Gómez, el Señor Ministro de Gobierno
Dr. Irineo de Anquín, puso en posesión del cargo de Intendente Municipal de
esta ciudad, por el término de ley, al Señor Justo F. Peralta en cumplimiento
del respectivo decreto de nombramiento dictado por el Superior Gobierno de la
Provincia en fecha de ayer. Firmado I de Anquin, Federico Viñas, Justo Peralta,
Alfredo Saybene y Pedro José Bonazzola».[8]
En sus primeras palabras a los concejales, Peralta expresa que «pondré toda mi
capacidad y energía en bien de la cosa pública, tratando no sólo de velar por
la conservación y custodia de sus intereses, sino también porque la ciudad
tenga los adelantos que le corresponde por su estado y capacidad… por ello
ofrezco a este Honorable Concejo colaborar con equidad y justicia para el
bienestar general, y solicito a la vez de este Honorable Concejo la cooperación
patriótica para llevar adelante los fines antes mencionados».[9]
El 4 de septiembre el intendente Peralta envió al Concejo la
Ordenanza que crea la Oficina de Catastro, a su vez pidió junto al cuerpo
legislativo modificar el contrato con la empresa de energía. Las finanzas en que
encontró el municipio eran terroríficas, solamente a la provincia se le debía
una cifra cercana a los cinco mil en ayuda escolar y unos diez mil a la Junta
Electoral. Juan Hernán Petersen fue designado Tesorero del municipio en
reemplazo de Agustín Cuello y el 31 de diciembre, Peralta derogó el decreto que
intimaba al Club América a devolver los terrenos de la ex plaza Argentina.
Durante el mes de octubre se desarrollaron las elecciones comunales donde se
eligieron nuevos concejales con un nuevo triunfo radical. El mismo quedó
integrado por Walter Voegeli, Luis Dalledone, Alfredo Augsburger, Ferrucio
Ardigó, Nicasio Vázquez y Eduardo Hosch. Otra de las iniciativas de Peralta la
ordenanza que ponía en vigencia el llamado Jury de Reclamos donde se
conformaba una comisión integrada por el intendente, el presidente del Concejo
y un gran contribuyente. Este proyecto tenía como objetivo el estudio y
modificación de las tasas municipales que se encontraban vigentes. También
preocupaba al intendente y a los ediles el deterioro que tenía el Palacio
Municipal, que carecía «de las comodidades necesarias para el holgado
desenvolvimiento de esta administración, siendo además antiestético, rebajando
por lo tanto a la vista de todos e nivel en que debe estar situada nuestra
ciudad…»[10]
Hacia finales del año legislativo, el concejal Voegeli, presentó un proyecto
para construir un Mercado Municipal y donde el mismo se encontraría al lado del
Palacio Municipal sobre calle Humberto Iº, hoy Yrigoyen, entre Ocampo y
Chañares, hoy 7 de octubre. Se compraron dos camiones de riego y un camión
atmosférico y se consiguió la donación de los terrenos para la construcción del
Cementerio de Villa Eloísa, localidad que dependía administrativamente de
Cañada de Gómez. La donante fue Elena Frías de Martínez de Hoz y era una
parcela de la Colonia San Francisco. Cabe agregar que durante este año a través
una correspondencia firmada por la mayoría de los habitantes de Villa Eloísa,
los mismos reclamaron al Gobernador la autonomía del pueblo.
Uno de los medios más destacados que surgió en 1928 fue la
que condujeron dos recordados Carlos Maero y José L. Martínez, llamada Atenea.
De sus páginas podemos descubrir otros hechos sobresalientes de ese período. En
su primer número nos describe la visita del Profesor Pablo A. Pizzurno a Cañada
de Gómez, que fuera invitado por la Biblioteca Rivadavia y la Escuela Normal,
el 5 de julio…
«Procedente de la Capital
Federal arribó a esta a las 14 horas, siendo recibido por el presidente de la
Biblioteca, señor Vicente Leoni, director de la Escuela Normal, Sr. Rafael
Figueroa, maestros y alumnos de varias escuelas. Después de recorrer la ciudad
en automóvil, visitó la Biblioteca teniendo frases de elogio para la comisión
directiva por su empeño y constancia en la bella obra educacional que realiza.
A las 17 horas, le fue servido un lunch en la Escuela normal, al que
concurrieron distinguidas personalidades de la localidad…»[11]
Además de Pizzurno, también en 1928, visitó la ciudad
Rodolfo Senet nuevamente invitado por la Biblioteca Rivadavia. Senet, fue uno
de los más entusiastas estudioso de la psicología experimental, con miras
pedagógicas, además de un extraordinario pedagogo, a la manera constructivista,
es decir, tratando de sugerir ideas y promoviendo la generación de conceptos y
conocimientos. Su disertación ocurrió el 13 de agosto en el Teatro Cervantes en
una conferencia titulada El carácter, elementos, formación, clasificación,
etc. Sobre esa visita la prensa expresó que…
«La sola anunciación de la
posible llegada a esta por segunda vez, había causado creciente expectativa,
por lo que motivó, que la sala del Teatro Cervantes, se viera muy concurrida
por un numeroso público, ávido de escuchar la palabra sencilla y amena
característica propia de un conferencista de la elocuencia del Señor Senet.
Entre sus palabras, los dichos populares suelen dar al carácter, como que
participa de dos elementos esenciales, el uno innato, como lo indica el dicho
de Martín Fierro, al que nace
barrigón, es al ñudo que lo fajen; y adquirido, expresado en el refrán
de tal palo tal astilla (…)
Helvetius como Rousseau dicen que todos los hombres nacen iguales y con las
mismas aptitudes sólo la educación establece diferencias…»[12]
El tema policial no quedaba afuera de esta revista semanal,
cuando anunció el asesinato de un hombre en plena ciudad…
«Ayer hecho sangriento tuvo
lugar en calle Lavalle que llenó al vecindario de pánico por el horrible
asesinato de un hombre. Sería la tarde y media de la una, cuando el revólver de
un estampido dio en la facción a un agente de alarma. En medio de un charco de
sangre yacía un hombre joven agonizante. Enseguida se le hizo tragar un vaso de
wjisky traído por un vigilante mientras otro avisaba al médico por teléfono.
Cuando llegó el galeno, el hombre había fallecido. Se ignora el motivo de este
crimen. El agresor se dio a la fuga apenas cometido el hecho, y no ha sido
posible dar con su paradero. En la ropa del muerto fueron hallados los
siguientes obejtos: una cartera de piel de cocodrilo, un retrato de hombre, una
entrada al cine, una patente de perro y una libreta a nombre de Juan Pérez.
Alarmado está el vecindario por el crímen a una hora que es tránsito y cada
cual busca por su parte al asesino»[13].
Siguiendo con el tema policial, uno de los principales
problemas que tenía la ciudad era la falta edilicia de una Jefatura que estaba
en pleno proceso de construcción. El edificio que ocupaban, era precario y
carecía de las condiciones apropiadas para ser la cabecera del departamento
Iriondo.
«No sabemos cuáles son los
motivos que retardan la ocupación del nuevo local, pero sean los que sean,
estos no han de ser tan imperiosos como para mantenerse en un edificio como el
que actualmente ocupan, que el día menos pensado se cae de puro viejo sobre los
sufridos milicos que además de estar arriesgando sus vidas en razones de su
servicio, deben tener sobre sí el peligro de morir aplastados bajo los
escombros de la Jefatura»[14]
El 18 de julio la ciudad se anoticia del fallecimiento de
Rudecindo Freyre, aquel revolucionario radical que tomó la Jefatura y
posteriormente fuera Jefe Político del Departamento, Diputado y Senador
Provincial. Según expresó la Revista Atenea,
«En su establecimiento de
campo de San Gerónimo donde desde hace algún tiempo se hallaba retraído de las
actividades políticas y de las empresas comerciales que en otrora absorbieran
su atención, ha dejado de existir (…) Desde sus cargos, el señor Freyre realizó
silenciosamente, como encuadra dentro de su modestia característica, una obra
constante y útil en pro de la provincia colaborando en muchos proyectos
plausibles. Tuvo también el señor Freyre actuación en los principales centros
sociales y demás instituciones de Rosario habiendo sido socio fundador del Jockey
Club y de la Sociedad Rural. Los restos mortales del extinto fueron trasladados
a Rosario e inhumados en el Cementerio del Salvador, acto que dio lugar a una
amplia exteriorización de sentimientos»[15].
Cañada recibió ansiosa la visita de la destacada actriz
Blanca Podestá al Teatro Verdi quién actúo el 10 de julio representando las
obras Almas Desnudas y La Sombra.
El 21 de octubre se realizó la primera exposición agrícola e
industrial en la historia local. En la misma colaboró la Sociedad Rural de Rosario,
el Ferrocarril Central Argentino con la puesta de más servicios en esa jornada
hacia nuestra ciudad, el ministerio de Agricultura, el Colegio Militar y en
especial a una importante donación económica del gobierno provincial.
En el ambiente deportivo el apellido Abregú aparecía en las
primeras planas de los medios locales y regionales a través de sus actuaciones
en el ciclismo. Esta vez es el turno de Sergio, que en ese crudo invierno
obtuvo el segundo puesto en la carrera Rosario-Cañada de Gómez-Rosario, detrás
de Eugenio Verduna. La Nota expresó que Sergio Abregú «ha demostrado sus
excepcionales condiciones, imponiéndose a adversarios de reconocidos méritos. Abregú,
puso en juego toda su juventud entusiasta, su técnica y serenidad ante el
notable entusiasmo también de sus competidores»[16].
Sergio Abregú nació en Cañada de Gómez en 1906 y desde muy pequeño se dedicó al
ciclismo. Su primera competición fue la Doble Armstrong terminando en la
tercera ubicación y ganando en su segunda carrera, la Doble Correa, comenzando
una seguidilla de importantes triunfos en nuestros circuitos organizados por el
Ciclismo Club a pesar de tener un parate cuando hizo el servicio militar en
Paraná.
En nuestro futbol local se desarrollaba la tercera
temporada, que ganara finalmente el Sport Club Cañadense. Los clubes que la
conformaban eran además del Celeste, América, Cremería, Everton Central
Argentino, Campaña y Aprendices. Una de las tradicionales cancha, donde el
Portaavión supo jugar de local, era la que se encontraba en el Prado Español,
un frondoso parque ubicado en Bv. Centenario y España muy parecido a sus
dimensiones a lo que es hoy el Parque Municipal, quizás la mitad del mismo. En
1928, la Asociación Española decide lotearlo para adquirir la máquina de
proyección de cine, desapareciendo así un gran espacio verde en la ciudad. Una
entidad, meramente futbolera que surgió en este año y que tuvo una escasa vida
deportiva fue Unión Central, creada el 18 de junio contando entre sus primeros
presidentes a Jesús Villagra y Lorenzo Barinetti, en la casa de este último se
desarrollaban los bailes y reuniones a beneficio del equipo, dicha finca se
encontraba en Bv. López y Progreso, hoy Iriondo. Sobre la vida de esta entidad,
que también contó con una cancha de básquet y una pista en calle Bolívar, cerca
del Hospital, podemos leerla en La Nota cuando expresa que…
«Un resultado verdaderamente
inesperado y alternativas muy emotivas ofreció el partido que por los puntos
reglamentarios sostuvieron el domingo pasado en la cancha del Barrio Hospital
los equipos del Sport Club Cañadense y de Unión Central. Decimos que el
resultado fue inesperado porque la gran mayoría de los aficionados, y con razón
por cierto, descontaba que la escuadra celeste iba a resultar vencedora (...)
pero los unionistas, a quienes se daba como irremisiblemente vencidos de
antemano, tuvieron una corazonada digna de ellos y digna de aquel famoso equipo
que ofreciera a la afición jornadas memorables en sus encuentros con el aquel
entonces poderoso y homogéneo cuadro celeste, y como si hubieran querido estos
sencillos muchachos reverdecer viejos laureles y reeditar para gloria de su
club pasadas jornadas (...) de haber tenido el match un ganador los celestes
hubieran sido los vencedores, pero ya porque los defensores unionistas
realizaron una labor extraordinariamente buena, o ya porque el azar se mostró
en verdad muy propicio para la valla de los verdirrojos, que se salvó en
ocasiones milagrosamente, lo cierto es que el score se mantuvo en blanco a
través de todo el encuentro, con lo que los antagonistas se dividieron los
honores de la jornada»[17]
Era muy común, a falta de una organización competitiva
mayor, que se jugaran partidos o copas amistosas entre los seleccionados de
diferentes ligas aledañas a la nuestra. Un partido recordable fue el triunfo 5
a 1 de los nuestros frente a Casilda. El plantel cañadense estuvo integrado Cupulutti;
Romero y Jominy; Piannessi, Badero y Galán; Johnson, Isoardi, Pozzi, Britos y
Váldez.
El automovilismo también tenía actividad en la zona y
nuestra ciudad era paso obligado en innumerables grandes premios que se
desarrollaban en caminos de tierras. Durante el verano se corrió el Gran Premio
Nacional Buenos Aires-Rosario-Córdoba-Buenos Aires con la participación de tres
vecinos de la localidad como «Víctor Milessi, conocido sportsman local que
conducirá el Dodge, acompañado por el joven Mariano Larini que interviniera el
año pasado como acompañante del volante Vítor Zini (…)El coche que ha sido
preparado por ellos mismos, ha quedado en inmejorables condiciones y que sin
duda obtendrá un éxito merecedor a su esfuerzo; dicho auto lleva la inscripción
Sport Club Cañadense»[18], por
el paso a Cañada, los vecinos alentaron fervorosamente a sus representantes,
sin dejarse sorprender por el accidente en que fue protagonista el corredor
Bertolini que atropelló a un caballo, la abrupta frenada de Noni frente a un
niño que cruzó por la calle de la carrera o cuando al corredor Salotti se le
fundió una viela siendo enseguida auxiliado por la agencia Studebaker de C. de
Gómez, prosiguiendo la carrera[19].
Para cerrar este año, repasemos los hechos más destacados a
nivel nacional y mundial, que no estuvieron ajenos en la vida de los
cañadenses. El 14 de junio en Rosario los estudiantes toman la Facultad de Medicina
y el Hospital Centenario y en los Estados Unidos Walt Disney y Ub Iwerks
presentan las primeras imágenes de Mickey Mouse, el ratón que se conoció en las
salas del Verdi y el Cervantes poco tiempo después. Entre los nacimientos más
recordables tenemos el 5 de enero el de Ante Garmaz, un conductor televisivo,
actor, modelo y diseñador de moda de origen croata; el 21 de enero, Reynaldo Bignone, el último
dictador de la Argentina; el 6 de marzo,
Gabriel García Márquez, escritor colombiano autor de Cien Años de Soledad entre
muchas otras obras; el 5 de abril, Vicente La Russa, actor y comediante, muy recordado
por su personaje como mozo en Polémica en el bar; el 14 de mayo, Ernesto Che
Guevara, revolucionario argentino-cubano, donde sus padres falsificaron el acta
de nacimiento para que apareciera como nacido el 14 de junio; el 23 de septiembre, Julio Le Parc, arista
argentino; el 11 de noviembre, Carlos Fuentes, escritor mexicano nacido en
Panamá y el 12 de diciembre, Andrés Rivera, escritor y periodista argentino.
Víctor Avendaño |
En los Países Bajos, más precisamente en Ámsterdam, se
desarrollaron la IX Edición de los Juegos Olímpicos con una destacada
participación de nuestros deportistas. La selección nacional obtuvo la medalla
de plata al caer derrotados frente a los uruguayos. El nadador Alberto Zorrilla
obtuvo la medalla de oro, siendo el primer campeón olímpico sudamericano y
único campeón olímpico argentino hasta el momento de esa disciplina. El boxeo
fue quién mayor cantidad de medallas trajeron al país, cuatro en total siendo
ellas dos de oro y dos de plata; Víctor Avendaño y Arturo Rodríguez Jurado, los
dorados; Víctor Peralta y Raúl Landini, los plateados; la única medalla de
bronce la obtuvieron el equipo de esgrima integrado por Roberto Larraz, Luis
Lucchetti, Héctor Lucchetti, Raúl Anganuzzi y Carmelo Camet.
En Rosario, los Canallas obtienen la vigésima edición de la Copa
Nicasio Vila y el Huracán de Parque Patricios gana el Campeonato de Primera
División del fútbol porteño por cuarta vez.
Por primera vez se juega el Campeonato Argentino de Básquet,
organizado por la Federación Argentina de Basket-Ball de Capital Federal, y se
disputó en la cancha de polvo de ladrillo de la Asociación Cristiana de Jóvenes
de esa ciudad. Participaron Santa Fe, Córdoba y dos equipos de la FABB, Capital
y Provincia. El campeón fue Capital Federal venciendo a Santa Fe en la final 34
a 13.
Francisco Trujillo en Cañada, en su pasado y mis cosas,
al comenzar el año 1928 expresó que
«Cayó el telón del año
veintisiete dejando en el escenario esperanzas que fertilizan apenas se inicia el
primer acto del nuevo veintiocho. Abunda el trabajo, la ciudad crece y en el
campo se acaricia la tierra y las cosechas llenas los galpones. Los carros y
camiones fleteadores de cereales, forman interminables caravanas, y llevan como
hormigas a las playas de los largos depósitos, donde esperan los sacos del
producto, avezados hombres en el manejo de la bolsa, verdaderos campeones del
brutal esfuerzo, con cuya hazaña engrandecen y honran a la Nación[20].
Nadie esperaba, que al despedir el veintiocho, comenzaría un
año que cambiaría el rumbo del mundo en una profunda crisis que condenó a
millones de mujeres, hombres, niñas y niños en la pobreza; donde Cañada no fue
ajena.
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