Los accionistas privados de Papel Prensa volvieron a la carga: están decididos a pagar un precio menor por el papel durante 2011. Luego de suspender arbitrariamente a los directores que representan al Estado, en las últimas horas el apoderado y asesor legal de la empresa, Enrique Pigretti, le comunicó a la Bolsa de Comercio que el directorio decidió volver a la política de precios que rigió entre 2003 y 2010, hasta que el gobierno dictó una resolución que fijó una “política igualitaria de precios”. El mensaje de la compañía, toda una advertencia, admite que esta política comercial pasará a tener vigencia si prospera el pedido de inconstitucionalidad que hicieron los funcionarios de Clarín y La Nación para combatir la resolución 1/2010 dictada por la Secretaría de Comercio. De paso, obligan a la empresa a comprar a un precio mayor el papel de diario de las devoluciones de los dos medios gráficos de mayor circulación.
¿Qué dice la famosa resolución 1? “La resolución 1 elimina la ventaja que tenían Clarín y La Nación en función de que habían marcado una escala de descuentos por volumen. Eso hacía que hubiera un precio diferencial. E hizo que, por momentos, Papel Prensa les venda insumos a ellos mismos por debajo del costo. Además de que, por escala, los únicos que llegaban a los mayores descuentos eran ellos”, le explicó a Tiempo Argentino Pablo Cerioli, uno de los directores que representan al Estado como socio minoritario en la firma.
Los directores privados de Papel Prensa, en su flamante comunicado a la Bolsa de Comercio, también tomaron una decisión, por decirlo de algún modo, preventiva. Estipularon que, si cae la resolución 1 (una cruzada en la cual se les va buena parte de sus energías), tendrán derecho a reclamar que se les devuelva dinero por todo el papel que hayan comprado en 2011 a precio más alto. Es decir: que se autodevolverán el dinero en cuanto “el precio igualitario” pase a mejor vida. Además, obligan a Papel Prensa a comprar el papel de diario de las cada vez más grandes devoluciones que tiene, fundamentalmente, el diario Clarín, que a partir de ahora podrá volver a saturar de ejemplares los kioscos sin pagar el costo comercial del insumo.
La fuerte intervención que decidió el gobierno en Papel Prensa el año pasado generó una batalla judicial con varios capítulos en distintos fueros y en distintas instancias. Como de costumbre, la estrategia de los socios privados de Papel Prensa fue multiplicar las posibilidades de éxito. Llevaron la misma demanda a distintas ventanillas. Los cuestionamientos a la resolución 1, por ejemplo, están en varias dependencias, aunque el pedido de inconstitucionalidad original está a consideración de la Corte Suprema de Justicia.
Como sea, pocas veces el Poder Ejecutivo se sale con la suya. Lo usual es que los jueces fallen a favor de Clarín y La Nación. La citación a indagatoria para el próximo 23 de febrero del presidente de Papel Prensa, Alberto Maquieira, es una excepción de esas que confirman las reglas. Y, así y todo, da cuenta de la larga demora de los jueces en tomar medidas en estos casos: esa causa, en la que se investiga a Maquieira por haber presentado balances falsos, es la primera denuncia del gobierno en la larga puja de poder que empezó el año pasado y que tuvo su pico máximo cuando el 24 de agosto la presidenta presentó en cadena nacional el informe Papel Prensa – La Verdad. Esas 27 mil carillas permitieron denunciar judicialmente a los empresarios Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre por los delitos de lesa humanidad que sufrieron los Graiver y por la apropiación de las acciones de la familia.
Durante los últimos meses, los funcionarios puestos por Clarín y La Nación en Papel Prensa dedicaron buena parte de su tiempo a hacer cuentas. El número que más desvela a las empresas que manejan a esos diarios es cuánto más tuvieron que pagar el papel desde que la resolución 1 entró en vigencia, tras superar la prueba de fuego de las medidas cautelares. Lo que hay en juego son unos 15 millones de pesos. La idea original del directorio era comunicarle a la Bolsa de Comercio que habían decidido autodevolverse ese dinero. Finalmente, decidieron jugar esa carta más adelante. De momento, intentaron asegurarse un precio menor para 2011, mejoraron el monto que recibirán por el papel de las devoluciones, y avisaron que no quieren un “precio igualitario” sino seguir teniendo el monopolio del papel. “Volvieron a las andadas”, resumió Pablo Cerioli, director suspendido de Papel Prensa.
Tiempo Argentino
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