En las primeras décadas del s. XX era muy frecuente que se registrasen imágenes fotográficas en esquinas céntricas, frente a tradicionales comercios del pueblo, lo que determinaba que en cada ocasión se congregasen decenas de parroquianos y curiosos que acompañaban en la ocasión a los orgullosos titulares del negocio, tal como ocurre en la que se aprecia en esta página, donde algunos están casi “enterrados” en la profunda alcantarilla…
Ella fue tomada por un olvidado fotógrafo que trabajó en Cañada de Gómez, E. J. Mirand, quien “inmortalizó” la antigua “Fonda del Águila” de don Victorio Zammatti, a quien le correspondió el honor de servir el banquete ofrecido al Gobernador Enrique Mosca el 7 de octubre de 1922, cuando vino para presidir ese día los actos de la Declaratoria de Ciudad.
La parte central de la esquina del edificio, de definidas líneas italianizantes, estaba coronada por un águila de mampostería de buenas dimensiones, que lamentablemente no se aprecia en la imagen. En el Museo se conservan una de sus bellas rejas de hierro, uno de sus capiteles y también una elegante silla Thonet de su comedor, que frecuentaban cotidianamente en la primera mitad de los años veinte los cronistas locales Elías Bertóla, el de los “Apuntes históricos”, y Nemesio Valbuena, director del tradicional periódico “La Nota”.
Cabe agregar que seguramente muchos cañarenses de los que no conocieron la fonda de Zammatti, donde también se alquilaban habitaciones, si habrán reconocido que en esa misma edificación de Boulevard Ocampo y Montevideo, ahora San Martín, ya roída por los años, funcionó desde los años treinta hasta noviembre de 1977 el Colegio Nacional “Florentino Ameghino”. Y aunque casi toda la propiedad original, que llegaba hasta callejón Ballesteros y tenía más de treinta metros por Ocampo, está edificada, en la esquina hay curiosamente un terreno baldío que pasaría inadvertido si no fuera por la atractiva publicidad de una importante industria del mueble local…
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