La Jefatura Cañadense y el cuadro de Yrigoyen, Revolución del ´33 |
En la provincia de Santa Fe se llevan adelante las
convenciones municipales a raíz de entrar en vigencia la Constitución del ´21.
Pero esto solamente se realizó en las ciudades de Rosario y la capital
provincial, las únicas localidades de primera categorías habilitadas para tal.
Sin embargo la nota de color fue la renuncia en el mes de septiembre del
vicegobernador Isidro Carreras
Mientras tanto la vida en Cañada de Gómez seguía
convulsionada entre la mala relación del Departamento Ejecutivo con el Concejo
Deliberante. Durante el año anterior fueron innumerables las acusaciones que
desde un lado hacia el otro se tiraban. Uno de los voceros en el Concejo fue
Ferruccio Ardigo, el líder del PDP, que fue uno de los que proyectó el ensanche
de los callejones Ballesteros y Chañares, hoy 7 de octubre, y que no fuera
llevado adelante por la gestión municipal.
El momento más tenso se vivió el 22 de agosto, cuando en la
sesión del Concejo el presidente Thormohler tomó uso de la palabra para
expresar un altercado que había tenido días antes en el despacho del intendente
cuando el secretario Augsburger le manifestó
-Tengo que decirle algo; que en el Concejo no hay un
concejal que valga algo, pero entre ellos hay uno completamente inservible e
inútil, completamente inútil y ese sabe
quién es? Lo es usted señalándome con su mano en la cara.[1]
La segunda autoridad cañadense se vio aturdida por los
gritos de Augsburger y continuó sus palabras
«Después de todo esto, recién
me franqueo la puerta de la oficina del señor Intendente, pero mi estado de
nerviosidad era tal que, el Intendente lo notó y al preguntarme le expliqué el
incidente habido con su Secretario contestándome que esas son cosas personales
que deben solucionarlas entre ustedes dos. Pero no terminó aquí, también el
señor Intendente empezó a gritar, pero con gritos atronadores, que a pesar de
haber estado la oficina herméticamente cerrada, esos gritos, deben haberse oído
hasta la vereda de enfrente y siempre en esa forma me decía, no hablo a Enrique
Thormohlen, sino al Presidente del Concejo Deliberante y le digo que Cañada de
Gómez tiene ahora Municipalidad pero es una vergüenza que no hay Concejo
Deliberante y me repite siempre a gritos, hablo al Presidente del Concejo
Deliberante y le digo que desde hoy quedan rotas las relaciones entre el Departamento
Ejecutivo y el Concejo Deliberante y que el Concejal Ferrucio Ardigó es un
envenenado, se lo digo para que se lo comunique al Concejo al público»[2]
El Concejal Ardigo le contestó a la arremetida del Ejecutivo
en la misma sesión…
«El Intendente debe saber, que
el Concejo Deliberante tiene su misión que cumplir y no va a permitir ser
suplantado, por el capricho intendentil (sic). A los pobres de espíritu o
villanos que largan a escondidas voces calumniosas, sobre móviles atribuidos a
Concejales y que alguno lo pueda crear; contesto, es bueno que sepa el pueblo
que gracia a la previsora Constitución del año 21, puesta en vigor por el
gobierno Demócrata Progresista es el pueblo el que dirá el si o no del futuro
contrato con privilegio, lo que evitará los acomodos, si alguien quisiera
traicionarlo. Lo que yo quiero con mis observaciones al semi-proyecto
intendentil (sic), es evitar poner sogas al cuello a los futuros
administradores, porque siendo próximas las elecciones serán, en su mayoría,
otros hombres que terminarán este asunto, el año próximo. No debemos repetir lo
que hicieron otros ex administradores, torpes o ladrones que hubo en abundancia
en esta Municipalidad y dejar al tiempo poner las cosas en su lugar»[3]
Desde el Concejo invitaron al Intendente Dalledone a una
reunión con los ediles, pero la respuesta del mismo fue no concurrir «por el
resentimiento que le ha causado el vocabulario hiriente usado en este recinto
en la sesión extraordinaria última, fundado en la suposición los cargos que
gratuitamente se han hecho, según algunos concejales impresionados en cálculos
alegres, fantasías, asombros y en una serie de barbaridades que no es el caso
repetir y que poco honor hacen al cargo que desempeñan»[4]. En
otras correspondencia, Dalledone expresaba que el Concejo estaba lleno de odio,
calumnias, ruines y déspotas.
Pero no todas eran peleas en el cuerpo legislativo, desde
allí apoyaron y reclamaron la apertura de pasos niveles en diferentes arterias
de la ciudad, obteniendo solamente la de calle Laprida con Bolivia y jamás
hasta el día de hoy, se logró una nueva a las ya existentes. Se pidió a la
empresa ferroviaria la construcción de un puente por calle Mitre que finalmente
ocurrió, se diseñó la Avenida Circunvalación de la ciudad que abarcaba los
bulevares Balcarce y Centenario, Alem, la actual Marconi, Lavalle y Neuquén. Se
autorizó al municipio la firma de un convenio con la Argentine Landon Investment
Company la adquisición de los terrenos paralelos a las vías férreas desde
Valparaíso hacia el Oeste, Bv. López y el viejo camino a Armstrong, también los
terrenos paralelos a las vías por Balcarce entre Potosí, hoy Marconi y Colón; y
entre Laprida e Independencia. Se aprobó la compra de los terrenos
pertenecientes a Ramón Leguizamón para la apertura de Centenario hacia el este
desde Chacabuco hasta Potosí. El 5 de noviembre se realizó una asamblea con la
presencia del primer mandatario cañadense, los concejales y el presidente comunal
de Correa, Marcelino Bolsico, reclamando a la Dirección de Vialidad Nacional la
pavimentación del camino que unía a ambas localidades.
El conflicto entre el Municipio y la Usina Eléctrica seguía
cada vez más latente. Francisco Trujillo en sus memorias expresa que..
«La municipalidad se interesa por
hacer un contrato conveniente para el pueblo, y la empresa se defiende con
argumentos trillados en mil distritos donde también existieron problemas
análogos. Subterfugios muy conocidos aplica en el lance, y recurre al servicio
de personas cuyas conciencias gana con pasmosa facilidad. Premia con el consumo
a cuantos corresponsales de diarios existen; extiende notas de créditos al individuo
influyente, que dentro de los centros políticos, hacia esclarecimiento
bien a favor del consorcio, al que también obsequió artefactos y dió altos dividendos
a todas sus acciones, defendiendo por eso su posición deshonesta. Con
tales comprobaciones, cuando se me pidió cooperación leonina, y se pretendió
ponerme en el trance de ir contra la razón del pueblo inerme, negué no solo el
esfuerzo eficaz al trabajo desde el instante aquel sino que puse en evidencia
clara mi actitud hostil con la compañía, por luchar esta, envuelta totalmente de
un proceder inmoral repulsivo»[5].
La empresa que abastecía de energía a la Compañía de Luz en
la ciudad era la ANSEC, «una subsidiaria de Electric Bond and Share Co
(EBASCO), vinculada a la Banca Morgan de Estados Unidos constituyó cinco
sociedades anónimas, sus siglas significan: A: Compañía de Electricidad de Los
Andes en las provincias de San Luis, Mendoza y San Juan, N: Compañía de
Electricidad del Norte Argentino en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy,
S: Compañía de Electricidad del Sud Argentino en las provincias de Buenos
Aires, sur de Santa Fe, La Pampa y Río Negro, E: Compañía de Electricidad del
Este Argentino en Entre Ríos y Chaco. C: Compañía Central Argentina de
Electricidad en Córdoba y norte de Santa Fe. En 1934 abastecía a 172 ciudades y
pueblos del interior»[6].
La crisis económica calaba hondo en la sociedad cañadense,
el Intendente Dalledone contrataba desocupados para la construcción de
terraplenes en los caminos; dispuso la atención médica gratuita en el palacio municipal
para aquellos vecinos afectados a cargo del Dr. José Sanz e impulsó con los
panaderos la fabricación de un pan colono
o casero a tan solo 15 centavos el kilo. Recordemos que esta administración
había sufrido apenas llegada una huelga de obreros municipales. En la pelea del
pueblo cañadense contra las altas tarifas de Obras Sanitarias de la Nación, la
comisión pro rebaja presidida por Moisés Sironi, aconsejaba a los
vecinos no pagarlas hasta tanto bajen los costos.
Los desocupados se unieron en asamblea y en agosto del ´33
realizaron una reunión en el local de Ocampo y Pellegrini llegando a asociarse
unos 404 cañadenses que no tenían trabajo y vivían en la pobreza extrema. El
presidente de la Asamblea fue Agustín Rocha y Ricardo Cuello el secretario. Los
lecheros conformaron su cooperativa integrada por Hernán Doll presidente; Segundo
Guagni secretario; Ricardo Fernández tesorero; Francisco Mendiola e Hilario
Urquidi directores titulares; Gabriel Llobert, Mario Filippa y Martín Castro
directores suplentes; Martín Pereyra sindico titular y Juan Grisolía sindico
suplente. Finalmente, Dalledone convocó desde el municipio a los grandes
contribuyentes a conformar una comisión de vecinos para ayuda a los desocupados
integrada por Moisés Sironi presidente; Cav. Ottorino Beltrame vicepresidente
primero; Eduardo Bottone vicepresidente segundo; Abel Blasco secretario; Juan
Feno prosecretario; Eugenio Vázquez tesorero; José Ramacciotti protesorero; Eduardo
O. Sonnet, José Razetto, Sebastián Pérez Vázquez, Ramón Cabero, Bautista
Chiaverano, Juan Galfré, Hugo Romegialli, Walter Voegeli, Juan Dalledone, Luis
Cornero, César Grigioni, Miguel Martorell, Odo Gazzola, Fausto Aboitiz, Rev.
Padre Manuel Aizpuru, Víctor Moreno, Francisco Cabezudo, Antonio Beltramone, Luis
Rey (h), Mario Cismondi, Luis A. Perrone y José Coviello como vocelas. Ricardo
Cuello era el único representante de los desocupados. También muchos de estos
integrantes conformaron la Sociedad de Propietarios, con la presidencia otra
vez de Moisés Sironi, personalidad destacada en todos los ambientes.
El ataque a los medios de prensas locales, ambos
identificados con diferentes facciones del radicalismo, se hizo presentes a través
de panfletos que los mismos expresaban…
«Tribuna y La Nota pretenden hablar
de moral administrativa. No embromen empedernidos vivillos. Los conocen
demasiado felizmente en esta ciudad. ¿Dónde estaban estos farsantes simuladores
en las épocas de las administraciones que saquearon a la comuna? ¿Dónde está la
moral administrativa? Complicados con un silencio vergonzante los eternos
adulones, percibían eso sí, retribuciones que hoy no logran. Allí reside el
motivo de la torpe campaña»[7]
La historia en la educación también se hace presente en este
año, el 9 de mayo se funda la Biblioteca Infantil y Pedagógica Rodolfo Senet en
la Escuela Almafuerte con la presencia del educador argentino. Una de las
mayores obras educativas en el seno del Barrio Hospital. En el oeste de Cañada,
la Escuela José Manuel Estrada se traslada a Rivadavia al 1400, «casa grande
con frente de ladrillo visto y tenía tres piezas con pisos de ladrillos, un patio
amplio y a la izquierda el excusado»[8]. El
docente Rafael Figueroa es designado el 5 de octubre de 1933 por el gobernador
Luciano Molinas, Director General de Escuelas Normales y Especiales.
Uno de los hechos políticos y más dramáticos que ocurrieron
en nuestra patria chica fue la Revolución Radical. El 3 de julio había
fallecido el ex presidente Hipólito Yrigoyen, en un sepelio multitudinario
nunca visto ante un líder social. El 29 de diciembre militantes radicales se
apoderan de las armas del Distrito Militar 35 con asiento en la ciudad
alentados por el alzamiento revolucionario encabezado por militares radicales
como los hermanos Bosch y Pomar en la zona del litoral. La represión gubernamental
derrota la asonada y se desata la persecución de los dirigentes más importantes
de la U.C.R. Son arrestados o deportados Alvear, Güemes, Pueyrredón, Guido,
Ricardo Rojas, Tamborini, Noel, entre otros. En El Litoral del 31 de diciembre
de 2014, el escritor Rogelio Alaniz publicó que
Revolucionarios en la esquina de Ocampo y Humberto Primo, hoy Yrigoyen |
«En esos años, la provincia de
Santa Fe estaba gobernada por Luciano Molinas, demócrata progresista, que
apenas asumió el poder puso en vigencia la constitución provincial de 1921
anulada por los yrigoyenistas como consecuencia -dijo Lisandro de la Torre- de
una conspiración clerical. Se trataba de un gobierno prestigiado pero asediado
por los conservadores que esperaban el primer error para intervenir la
provincia. El jueves 28 de diciembre, y en horas de la tarde, Alvear se hizo
presente en la Casa de Gobierno para saludar a Molinas, quien lo recibió con
todos los honores. Abundaron las fotos y las declaraciones de buenas
intenciones. Alvear se retiró de la Casa de Gobierno acompañado por los
radicales, y en la puerta del palacio gubernamental se dedicó a saludar a sus
seguidores que lo vivaban como si fuera un prócer. Esa tarde, los radicales
estuvieron reunidos para decidir las posiciones a asumir ante el gobierno
conservador. Ya para entonces se discutía si la abstención era una estrategia
válida; pero más allá de los debates, lo que predominaba era el rechazo y, en
más de un caso, el desprecio y la furia contra el gobierno de Justo. A la
noche, abundaron las reuniones y las tertulias. También las roscas y los debates
de un partido que ya en aquellos años vivía con singular intensidad sus
refriegas internas. Seguramente, las personalidades más destacadas se fueron a
dormir a una hora prudente, porque al otro día había que sesionar temprano.
Alvear y su entorno más íntimo estaban convencidos de que todo terminaría en
paz y que antes de fin de año estarían en sus casas, lejos de una Santa Fe
calurosa y con sus despiadados mosquitos al acecho. Sin embargo, a la misma
hora en que los radicales sesionaban en su sede partidaria, otros radicales
alentaban la rebelión armada. Entre los dirigentes se destacaba Alejandro
Greca, oriundo de San Javier, abogado egresado de La Plata, periodista,
militante reformista universitario, yrigoyenista rabioso y conspirador a tiempo
completo. Se dice que en el levantamiento también estaban comprometidos varios
radicales que acompañaban a Alvear. El dato se supo porque en el vapor que
trajo a los correligionarios desde Buenos Aires, también venían los mozos de
servicio, algunos de los cuales eran agentes de Justo dedicados a escuchar
detrás de las puertas. Los operativos de inteligencia deben haber sido
eficaces, porque para el 28 de diciembre Justo sabía lo que Alvear ignoraba, es
decir, que en la madrugada del día siguiente sus correligionarios iban a
alzarse en armas en sintonía con radicales de Corrientes, Rosario, Cañada de
Gómez y otros puntos del país»[9]
Quién describió brillantemente lo sucedido en Cañada de
Gómez fue el Dr. Marcos Tomassini, cuando en mayo de 1966 en Estrella de la
Mañana publicó su crónica La Revolución Radical de 1933 y los hechos en
Cañada de Gómez donde expresa
«Aquí el movimiento estalló
alrededor de las tres de la mañana, y la primera medida fue apoderarse de las
armas del Distrito Militar, acción que se llevó a cabo sin ningún
inconveniente; momentos después se inició la toma de la Jefatura de Policía.
Según versiones de personas que vivieron el momento la maniobra se llevó a cabo
de una manera curiosa. Fue así que debido al reducido número de
revolucionarios, era preciso alejar de la Jefatura a la mayor cantidad posible
de personal que se encontraba a esas horas. A tal efecto, un joven llamado Generoso
Capriotti, se presentó a la comisaría de guardia, haciendo la denuncia de haber
sido víctima de un robo; ante esas circunstancias, varios agentes de policía se
trasladaron al lugar del supuesto hecho. Momento después se oyeron varios
disparos de armas de fuego en las proximidades del Colegio San Antonio y hacia
allí se dirigió otro grupo de agentes del orden.
»Esto trajo como consecuencia
el desguarnecimiento del edificio policial, ya que quedaron solamente en él, el
oficial de guardia, señor Sicbaldi, el agente Retamora y uno o dos policías
más, mientras que en los altos de la Jefatura dormía el secretario de la
repartición, el Sr. Batalla Gómez. Al haber resultado la coartada concebida,
los insurgentes en número aproximado de diez entraron al local en dos grupos,
uno por el portón que da al callejón Ballesteros y otro por la puerta central,
irrumpieron ruidosamente en el lugar. Venían a la cabeza del grupo principal
los señores Eulogio Molina y Rafael Dreller. De inmediato fueron detenidos los
policías presentes. En tales circunstancias y ante la acción del ex sargento de
policía Sinibaldo Gómez que, revólver en mano y al grito de Viva la Revolución
se dirigió al segundo piso del edificio efectuando un disparo; el secretario
Batalla Gómez quiso salir del lugar por una de las ventanas que dan a la calle,
sirviéndose a manera de soga una de las sábanas que poseía en esos momentos,
pero tal operación de evacuación fue realizada con tal mala suerte que al
llegar al suelo sufrió la luxación de un tobillo, allí fue socorrido por el
oficial Ángel Luján, que en esos momentos regresaba de recorrida, éste dada la
situación del instante, prácticamente cargó sobre sus hombros al secretario
llevándolo al secretario policial al consultorio del Dr. Sáenz, para su atención…
»Una de las primeras medidas
adoptadas por los insurgentes, fue la liberación de los detenidos, señores
Castillo y Zapata, que se agregaron al movimiento y luego encarcelar a los
agentes del orden que regresaban de su fracasada misión. En esta acción
revolucionaria, perdió la vida el cabo Oyola, que prestaba servicio en la
dotación policial. Momentos más tarde los sediciosos ocuparon la estación del
ferrocarril, el correo y la Unión Telefónica, en ésta última dejaron a cargo de
la misma al Sr. Félix Flores (...) También se llevó a cabo la colocación en el
balcón principal del edificio de un retrato del ex presidente y líder del
radicalismo Dr. Hipolito Yrigoyen y de las escarapelas nacionales y radicales.
Intervinieron en los hechos los señores Eulogio Molina, considerado como
secretario del movimiento revolucionario, Rafael Dreller, Julio y Manuel Ayala,
Amadeo Martínez, Sánchez, Medrano, los ex sargentos de policía Ramos Alabas,
Sinibaldo Gómez y García, a los que se agregó después el señor José Ferrero. La
citada insurrección era apoyada y prácticamente comandada por el dirigente
radical Clemente Gómez Grandoli, quién llegó a esta ciudad en las primeras
horas de la mañana del 29 de diciembre, ofreciéndose a traer inmediatamente
armas y municiones, y además alrededor de 50 hombres armados que había dejado
refugiados en un monte cerca de la localidad de Andino (...) En tales momentos
se presentó a la Jefatura el Rvdo. Padre Manuel Aizpuru, pidiendo a los
revolucionarios que depusieran las armas para evitar derrames de sangre, ya que
comentaba que marchaba sobre nuestra ciudad efectivos militares procedentes del
Regimiento 11 de Infantería; estas tentativas del padre Manuel no tuvieron
ninguna eficacia. El momentáneo éxito del movimiento se vio quebrado por el
fracaso del mismo en el resto de la provincia. Fue así que después de no muchas
horas, siendo alrededor de las 21, los revolucionarios dejaron la Jefatura, pasando
nuevamente ésta a manos de las autoridades leales al gobierno y en
consecuencia, muchos de los hombres que habían participado en el frustrado
movimiento fueron detenidos inmediatamente. Otros ganaron los maizales,
internándose campo adentro, pasando a la provincia de Córdoba, desde donde el
movimiento no era mirado con malos ojos (...) Por su parte los cabecillas del
movimiento Gómez Grandoli, Dreller, Molina y Julio Ayala, abandonaron el
edificio policial en el auto de la repartición y se refugiaron en una estancia
situada en Mar Chiquita, propiedad de un amigo de Gómez Grandoli (...)»[10]
De aquella revuelta, la mayoría de los dirigentes que
participaron fueron condenados como autores responsables del delito de
rebelión, previsto en el artículo 226 del Código Penal, abogados de la talla de
Rodríguez Araya, Clodomiro Hernández y Lovalvo fueron los defensores de Molina,
Gómez Grandoli y Ayala respectivamente, quiénes junto a Manuel L. Ayala,
Sinibaldo González, Jovino Romero, Ezequiel Ramos Alabar, Juan García, Generoso
Capriotti y Felipe Medrano le correspondieron un año y medio de prisión con
descuento de la prisión preventiva, uno de los pocos sobreseídos fue el
dirigente radical Félix Flores, padre del reconocido militante del Siglo XX Domingo
Flores y abuelo de Mary Flores, una recordada fonoaudióloga de la ciudad; y de
Roby Flores, uno de nuestros embajadores culturales y director de orquestas
sinfónicas.
A nivel cultural la movida fue destacada, en marzo se realizaron
los tradicionales bailes La Margarita que se desarrollaban con singular
éxito en el Sport Club Cañadense anualmente, en esta ocasión en el chalet de
esta institución actuó la orquesta que dirigían los jóvenes Rey y Giordano, con
los violines de Vadell y Fosati. El 11 de octubre se presentó por primera vez
en nuestra ciudad el cantor de tangos Agustín Magaldi. En la Academia Comercial
Carlos Gianetti, se recibieron como contadores mercantiles Alberto
Caligaris y Dante Sileoni; tenedores de libros Bruno A. Milano, Carlos Boscheti,
Nélida Dunau, Eliseo Pasani, Ottorino Ermacora, Vicente Brícola y Julio Sileoni.
El ´33 también fue un año convulsionado en una liga de
futbol intervenida. Durante estos 12 meses hubo tres presidentes Carlos Nícoli hasta
el 12 de julio, por cinco días Francisco Varvello Francisco y desde el 18 de
julio hasta el 31 de octubre Francisco Trujillo Francisco. Finalmente el 1 de
noviembre la Confederación Argentina de Fútbol interviene por serias
irregularidades en su funcionamiento la Liga cuando el secretario de la entidad
madre Martín W. Ardanaz deja en manos del tridente integrado por Juan
Pellegrini, Dr. Santiago D´Onofrio y César Bortolato los destinos del futbol
local. Cabe agregar, que la intervención de Ardanaz fue hasta noviembre de
1939. Uno de los hechos más controvertidos fue la expulsión de Sport Club
Cañadense, que durante esa temporada se afilió a la Liga Rosarina. En la faz
deportiva el campeón fue Argentino A.C. de Las Parejas con un plantel integrado
por Oglietti; Carosio y Garino; Rodríguez, Chirino y Brunetti; Ardusso, Busghi,
Valdano, Gómez y Azzi.
José Cagnin |
En ciclismo brillaban Juan Baiml, Manuel Abregu y José
Borbotti. Mientras que el Club Boys Scout organizó un campeonato de básquet de
cateforía infantiles siendo campeones el equipo denominado Buenos Aires e
integrado por Remelgido Olivieri, Juan Baiml, Aldo Benvenutti, Jorge Pérez y
Jorge Franetovich.
A nivel nacional, las noticias más destacadas fue El 29 de
enero, en Rosario es secuestrado Marcelo Enrique Martín, uno de los hijos del
millonario empresario suizo Julio Ulises Martín, dueño de la Yerbatera Martín.
Durante la madrugada del 31 de enero, su hermano Alberto pagará su rescate en
el Cruce Alberdi para luego ser liberado Marcelo Martín. El 5 de abril es
creado el 5 de abril del Instituto Nacional Sanmartiniano, durante la
conmemoración del 115.º aniversario de la Batalla de Maipú.
Mientras que en el mundo un 30 de enero, en Alemania, el
presidente Paul von Hindenburg nombra canciller a Adolf Hitler. El 1 de febrero,
en Berlín, Hitler da su discurso Proclamación al pueblo alemán. El 4 de marzo, en Estados Unidos, el demócrata
Franklin D. Roosevelt toma posesión como presidente. En su discurso inaugural
dice, «A lo único que hay que tenerle miedo es al miedo mismo». Un día después,
en Alemania, el Partido Nazi gana las elecciones con el 43.9 % de los votos. El
9 de marzo, en Estados Unidos, en el marco de la Gran Depresión, el Congreso
comienza sus 100 días de debate para votar la legislación del New Deal,
propuesta por el presidente Franklin D. Roosevelt. El 10 de mayo, Paraguay
declara la guerra a Bolivia. La Guerra del Chaco será el conflicto bélico más sangriento
del siglo XX en Sudamérica, 100.000 muertos entre ambos bandos. El 17 de
octubre, el científico judeoalemán Albert Einstein escapa de la Alemania nazi y
llega a Estados Unidos, donde vivirá el resto de su vida como refugiado.
Obtiene un puesto en el Instituto para Estudios Avanzados, en Princeton. El 21
de octubre, Alemania abandona la Sociedad de Naciones, el mismo año en que
nuestro país ingresa a la misma.
En el cine mundial se estrenaba películas como La amargura
del General Yen (The Bitter Tea of General Yen), de Frank Capra; Cabalgata
(Cavalcade), de Frank Lloyd; La calle 42 (Forty-Second Street), de Lloyd Bacon;
El Compadre Mendoza de Fernando de Fuentes (México); Mujercitas/Las cuatro
hermanitas (Little women), de George Cukor; Extasis (Extase), de Gustav Machatý;
El hombre invisible (The Invisible Man), de James Whale; King Kong (Kong Kong),
Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper (Estados Unidos); No soy ángel (I’m No
Angel), de Wesley Ruggles; La reina Cristina de Suecia (Queen Christina), de
Rouben Mamoulian, con Greta Garbo; Sopa de ganso (Duck Soup), de Leo McCarey, con
los hermanos Marx; El testamento del Dr. Mabuse (Das Testament des Dr. Mabuse),
de Fritz Lang; Una mujer para dos (Desing for living), de Ernst Lubitsch; La
vida privada de Enrique VIII (The Private Life of Henry VIII), de Alexander
Korda; Volando hacia Río Janeiro (Flying Down to Rio), de Thornton Freeland, con
Fred Astaire y Ginger Rogers.
En el cine nacional, dos emblemas como Dancing y ¡Tango!; Dancing
es una película que se estrenó el 9 de noviembre de 1933 y fue dirigida y
guionada por Luis José Moglia Barth sobre la obra teatral del mismo nombre de
Alejandro Berrutti, con la actuación de Amanda Ledesma, Arturo García Buhr y
Rosa Catá. ¡Tango! es una película
musical que se estrenó el 27 de abril de 1933 dirigida también por Moglia
Barth. Fue la primera producción de la empresa Argentina Sono Film y es el
primer filme argentino en utilizar el sistema Movietone de sonido óptico. Entre
sus protagonistas vemos a Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Luis Sandrini,
Tita Merello, Pepe Arias, Alberto Gómez, Mercedes Simone, Alicia Vignoli y Juan
Sarcione que se unían a las grandes orquestas porteñas. Otras películas argentinas
estrenadas fueron Los caballeros de cemento de Ricardo Hicken, El hijo de papá
de John Alton, El linyera de Enrique Larreta y Los tres berretines de Enrique
Telémaco Susini.
Los nacimientos más destacados de 1933 podemos citar a Enzo
Viena, actor argentino el 16 de febrero; Yoko Ono, cantautora y guitarrista japonesa,
esposa de John Lennon el 18 de febrero; Alberto Olmedo, actor y humorista el 24
de agosto; Rubén Ancho Peuchele, luchador profesional argentino el 2 de
septiembre; Hilda Herrera, pianista y compositora argentina el 20 de octubre y
el 12 de noviembre el militar Mohamed Alí Seineldín.
El Campeonato de Primera División 1933 fue para el Club
Atlético San Lorenzo de Almagro, logrando su cuarto campeonato y primero en el
profesionalismo.
San Lorenzo Campeón de 1933 |
Los premios Nobel, en Física, Erwin Schrödinger, Paul Adrien
Maurice Dirac; en Química, un tercio destinado al Fondo Principal y dos tercios
al Fondo Especial de esta sección del premio; en Medicina, Thomas Hunt Morgan;
en Literatura, Iván Bunin y el de la Paz a Sir Norman Angell (Ralph Lane).
[10] Dr. Marcos Tomasini. La Revolución de 1933 y los hechos en Cañada de
Gómez. Estrella de la Mañana, mayo de 1966.
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