Manuel Belgrano y su devoción mariana


El creador de la bandera, fallece un 20 de Junio de 1820 a las siete de la mañana y se lo sepulta en el atrio del convento dominicano e iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Será recién en 1903, también un 20 de Junio que se trasladan sus restos al mausoleo levantado en el atrio de la basílica de Nuestra Señora del Rosario, esquina Belgrano y Defensa, en la ciudad de Buenos Aires.


Conviene recordar que existieron en América y en esta ciudad de Buenos Aires hermandades en los diversos conventos, entre sus miembros contaban a sacerdotes del clero secular y a personalidades del foro, la milicia y la vida civil. A la Hermandad de Buenos Aires, dominicos laicos, pertenecieron los padres de José de San Martín, Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra, Juan Martín de Pueyrredón entre otros.

Hay que recordar que la orden de los dominicos participan activamente de la evangelización de América, destacándose Fray Bartolomé de las Casas, Fray Antonio de Montesinos, y otros destacados por su defensa de los derechos de los indígenas americanos. También en tierras americanas se destacaron por su participación en la educación. Propagaron prácticas y devociones que aún están presentes entre los católicos, como la devoción a la Virgen María a través del rezo del Rosario. Ya que el rosario sería uno de los ejes principales de doctrina de la orden de Santo Domingo.

Es interesante destacar esta vocación mariana de Manuel Belgrano, pues cumple en reiteradas ocasiones con el culto o devoción a la Virgen María. Belgrano en su diario de marcha a Rosario, así como en sus campañas al Paraguay y a la Banda Oriental (1811 –1812); y su posición frente al Ejército Auxiliar del Perú (1812 -1813 y 1816 -1819), a través de bandos, proclamas y ordenanzas para el Ejercito y la población, constituyen un corolario por demás revelador de su respeto por la Santísima Virgen. Con motivo de la batalla de Tucumán pone bajo su advocación a Nuestra Señora de las Mercedes la suerte de su ejército. Ante la victoria en homenaje a la Virgen, la nombra Patrona y Generala del Ejército, entregándole su bastón de mando.

Considera a María el fundamento de la fe cristiana y refugio de todos los pueblos del mundo e inicia en sus tropas dos grandes devociones, el rezo del Rosario y el uso del escapulario, que los soldados llevan en sus pechos. Era tan destacada esa religiosidad que Bartolomé Mitre en su relato histórico no puede dejar de afirmar que su ejército parecía una legión romana sujeta a las normas de una orden monacal.

Manuel Belgrano fue devoto de la Virgen del Rosario y perteneció a la Orden de los Terciarios, como su padre, el accionar de esta hermandad demostró adhesión a la causa de la Revolución criolla.

En cuanto a la elección del color de la bandera, parece relacionado con los colores de la dinastía borbónica (el azul celeste y el plata o blanco), como una solución de compromiso. Por otra parte esta devoción por la Inmaculada Concepción, cuyos mantos en distintas versiones (Virgen de Lujan, de Itati, etc.) han sido albicelestes. En cuanto a los Borbones la distinción más alta otorgada la Orden de Carlos III, donde se representa el manto de la Inmaculada Concepción, y de allí surgió durante las Invasiones Inglesas la escarapela y el penacho del Regimiento de Patricios.

A orillas del Paraná un 27 de Febrero de 1812 enarboló la que sería nuestra bandera nacional. Primero como distintivo para su división del ejército, pero luego la adoptó como un símbolo de la independencia. Esta actitud le costó el primer enfrentamiento con el gobierno centralista de Buenos Aires, personificado en la figura del ministro Bernardino Rivadavia. El Triunvirato asustado por tamaña decisión le ordenó destruir la bandera. Sin embargo Belgrano la guardó desobedeciendo al gobierno central y al europeizante Rivadavia. San Martin tomaría los mismos colores para la bandera que encabezó el ejército que cruzó los Andes.

Tuvo que esperar esa bandera de Belgrano hasta el Congreso de Tucumán, poco después de proclamarse la independencia, para la adopción de una bandera con los colores que la había creado Belgrano.

En el año 1938 por primera vez se celebró el Día de la Bandera en la Argentina, eligiéndose el 20 de Junio, día del fallecimiento de su creador.


Leticia Manauta para Telam

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