Este es una poesía escrita por Jorge "Talio" Peloni, un gran amigo mío y de mi viejo...
“Íbamos a gran velocidad por la ruta que
une La Plata
con Buenos Aires cuando nació mi bebé. El auto paró en la banquina enfrente de
los Laboratorios Abbot, por lo que decían ellos. Mi nena nació bien, pero se
cayó del asiento en donde yo estaba acostada con las manos atadas atrás y los
ojos vendados. Quedó tirada en el suelo colgando del cordón umbilical. No me la
querían dar, Señor. Yo estaba totalmente desnuda, con la nena colgando del
cordón y llena de sangre. Era de noche. Me tuvieron tres horas así, con mi bebé
en el suelo del auto y yo sin poder hacer nada por recogerla. Luego llegó el
Dr. Bergés, cortó el cordón y se fue. Luego de un rato, alguien la puso encima
de mi vientre.”
Testimonio de Adriana Calvo de Laborde,
en el Juicio a las Juntas Militares. Año 1985.
Su panza se mueve, su vientre palpita
son nueve los meses, está por nacer.
Le pide al Señor que venga sanita,
quizás se dé el gusto de verla crecer.
Que ame la vida y se sienta libre,
que pueda pensar, que quiera soñar
¿Habrá un mundo nuevo? Pronto ha de
saber.
Su cuerpito irrumpe y quiebra el silencio
un llanto estridente, parece un clarín.
Adriana ha parido y un manto de suerte
ya cubre a la niña. La vida ha vencido
otra vez a la muerte.
Verde esperanza sus ojos
como el padre ha de tener
¡Caramba!, qué dulce, qué inquieta, qué
bella,
… Adriana imagina… no la dejan ver.
Sus manos atadas detrás de la espalda
hacen que no acune a su nuevo ser.
¿Por qué, soldadito, no libras sus manos?
piensa que tu madre también fue mujer.
Tal vez algún día –muy pronto quizás–
el poder insaciable ya no pise mas
al padre que lucha, al púber que sueña,
la niña que nace, la madre que engendra,
y florezcan rosas en sus corazones.
¿Acaso es difícil?, ¿Por qué no soñar?.
Los meses pasaron, el alba clarea,
las dejaron libres después del horro.
Tuvo ella la suerte que cien madres no.
No importa ni el cómo, ni el dónde ni el
cuándo
Adriana y su niña ya libres están.
Se ven muy cansadas, parecen perdidas,
el retorno a casa está allí nomás.
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