Lo que mal empieza mal acaba. Y la relación entre el vicepresidente saliente Julio Cobos y el kirchnerismo no será la excepción. El ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, denunció ayer que Cobos designó empleados y realizó cambios en el Senado, conformando una estructura paralela, poco antes de terminar su mandato, y aseguró que no le “gustaría” que el dirigente radical, enfrentado al gobierno desde su voto no positivo en la Resolución 125, esté presente en la ceremonia de jura de la presidenta Cristina Fernández.
“¿Se acuerda cuando se iban los norteamericanos de Saigón en las películas? Bueno, parece que el señor Cobos está haciendo algo parecido”, disparó Boudou en declaraciones radiales. Y agregó que el vice puso en marcha un “esquema de designaciones y cambios en la estructura del Senado”.
El dirigente radical salió rápidamente a fijar posición. “El ministro de Economía dramatiza y teatraliza situaciones que nada tienen que ver con la realidad”, dijo.
El vice electo había sido lapidario: “Con todo lo que ha hecho y lo que está haciendo en los últimos días, me gustaría no tener nada que ver con Cobos ni tenerlo cerca”, dijo en referencia a la ceremonia del 10 de diciembre cuando la presidenta y él prestarán juramento para iniciar un nuevo mandato de gobierno.
La denuncia pública y los posteriores cruces tienen un punto de inicio. A pocas semanas de abandonar su cargo, el presidente del Senado firmó el Decreto 880/11, que amplía la estructura administrativa de cinco direcciones creando así 29 nuevos cargos jerárquicos con sueldos que superan ampliamente la remuneración promedio de los trabajadores parlamentarios.
En el documento, el propio Cobos explica que la decisión fue tomada a pedido de la Asociación del Personal Legislativo (APL), que es presidida por Norberto Di Próspero.
Si bien en el texto se aclara que los puestos serán ocupados por funcionarios de carrera, lo cierto es que a partir del 10 de diciembre esos cargos podrán ser puestos a consideración ya que fueron validados por concurso.
La decisión de Cobos fue interpretada en el Palacio de Hacienda como un claro intento de obturar la llegada de los hombres de confianza del vicepresidente a las secretarías administrativas del Senado.
Respecto a los nombramientos que se llevaron a cabo en los últimos días, el mendocino, sin desmentir lo denunciado, atinó a defenderse. “Probablemente (Boudou) desconoce que todas las medidas adoptadas, en lo que a recursos humanos se refiere, fueron consensuadas por un lado con los presidentes de los bloques de las distintas fuerzas políticas con representación en el Senado”, afirmó.
Por otro lado, Cobos explicó que esas designaciones se acordaron “con los gremios que representan a los trabajadores en la Cámara Alta”. Y advirtió: “El ministro de Economía debe comprender que ejerzo la función de vicepresidente hasta el último día de mi mandato y si hay alguna acción que no comparta, podrá cambiarla y darle su impronta después del 10 de diciembre.”
Por su parte, tanto ATE Congreso como la APL – los sindicatos que conviven en el Palacio Legislativo– intentaron bajarle el tono a la discusión y coincidieron en apuntarle a los grandes diarios de querer “embarrar la cancha”.
Ante los rumores de posibles despidos, jubilaciones masivas y el ingreso de más de 1500 nuevos empleados tras el recambio, Di Próspero fue enfático. “Hay un diario importante que salió a decir una barbaridad, que se aplicaría el decreto que le permitió a Eduardo Duhalde dejar a mucha gente afuera. Eso ya es imposible, desde que existe la ley de estabilidad laboral. Estuve hablando con gente de Boudou para posibilitar el retiro de gente que ya está en condiciones”, explicó a medios acreditados en el Parlamento.
Por su parte, un alto dirigente de ATE defendió el Decreto 880/11, se desligó de un posible acuerdo por jubilaciones y negó pases masivos a planta permanente en el último tiempo. “Todavía no hay nada hablado. Nos vamos a reunir con Boudou después de que asuma”, aclaró.
Tiempo Argentino
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