Antes que nada sirva esto de homenaje a don Arturo Jauretche, quién en sus primeras zonceras haya escrito muchísimas verdades no escuchadas por la oligarquía reinante en el país. Otro que se animó fue Aníbal Fernández que transcribió una por una las pavadas inventadas por la oposición desde que asumió Néstor Kirchner hasta mediados del 2011 cuando CFK ganó en forma apabullante las elecciones presidenciables.
Posteriormente, y antes que cualquier pavote salga a relucir mi pasado, como si no lo tuviera en cuenta les quiero comentar mis antecedentes. Milito en política desde los 15 años, o sea, 20 años de mi vida tratando de cambiar la realidad y no me rindo. Comencé en los grupos parroquiales, posteriormente y en plena década menemista, influenciado por las ideas de Alem e Yrigoyen, más un profundo aprecio a Raúl Alfonsín con quién pude compartir una comida en Villa Constitución y en Cañada de Gómez, ingresé a las filas de la UCR sobre todo en el sector de izquierda del partido acompañando siempre al querido Changui. Desde el comité peleé siempre por recomponer las ideas nacionales y populares que fueran pilares fundacionales del partido pero me encontré con figuras de peso que pretendían seguir siendo el derecho partido en que nos había introducido la Alianza con De la Ruina. Obviamente sufrí las persecuciones de personajes como Arturo Terrile, Roberto Perletti, Hugo Rasetto y unos desconocidos jóvenes que pertenecían a la aristocracia local como Luciano Travaglino y Matías Chale, que cuando fui candidato a intendente fueron mis candidatos a concejales impuestos por parte de ese grupo de elite. La traición fue muy grande, días antes de las elecciones Terrile, Mamet, Chale y Travaglino repartían votos cortados pero acompañando a Ariel Gatti (un justicialista que iba de intendente con Bobinner) para tratar de meter a Travaglino como concejal. El resultado está a la vista, Travaglino sacó más votos que yo. Ahí comienza la ira mía y el examen de conciencia para ver donde estaba.
En 2008 con el conflicto del campo fue mi fin en el centenario partido, particularmente estuve de acuerdo en muchos de los cambios que Néstor Kirchner había realizado en su gobierno en materia de justicia, economía y en derechos humanos. Pero fue en este año cuando vi quienes estaban de un lado y quienes del otro.
Debo recalcar que soy hijo y nieto, por parte de madre, de personas que fueron explotadas hasta morir por la oligarquía chacarera de Cañada de Gómez, mi abuela refregaba piso de rodilla en las casas de algunos de ellos para poder comer y mi madre discriminada hasta el hartazgo por el ser del barrio sur. Muchos de sus descendientes, con la misma forma de pensar que sus antepasados, estaban del lado chacarero. Tampoco entendía porque estaba el radicalismo del lado de la Sociedad Rural, la misma entidad que quiso destituirlo en la gestión de Alfonsín.
Ese fue el fin, en junio de 2008 renuncié a la presidencia del partido. En julio del mismo año Terrile me hizo echar del trabajo y se vino una de las etapas más negras de mi vida.
De a poco me iba interiorizando con el kircherismo e intentaba acercarme a alguna agrupación política donde me sintiera cómodo.
Nobleza obliga que fue Stella Clérici la que me salvó y la que me dio la posibilidad de poder hacer lo que más me gusta: Trabajar para el prójimo y poder cambiar su realidad. Era increíble, la mujer que yo había enfrentado en 2007 me daba una mano para salir adelante en mi vida.
Desde esa fecha y hasta ahora he dado lo mejor de mi vida en la gestión, a veces pasando días sin poder estar con mi familia, sin haber disfrutado como se debe el embarazo de mi señora y el nacimiento de mi hijo. Pero primero está mi deber como funcionario porque me debo a esta gestión y a las más de 11.000 personas que apostaron por ella.
Por eso, como dije en el principio, antes de que algún pavote me comente que soy traidor... Acá les conté las mil veces que el radicalismo y sus usurpadores me traicionaron antes que yo me vaya...
Hoy me siento más identificado que nunca con CFK, veo en ella mucho de Alem, de Yrigoyen y de muchos radicales que dejaron sus vidas por la "chusma" como decía antes la oligarquía a los "negros" de ahora...
El próximo capítulo de las zonceras, describiré la oligarquía cañadense... Esas que por culpas de sus joyas no pueden aplaudir en el festival de las tres lunas...
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