Entrevista a Tamara Smerling y Ariel Zak, autores del libro
Un fusil y una canción realizada por Natalia Páez.
Historia secreta del grupo que en los '70 grabó El disco de
los Montoneros
Los autores consiguieron entrevistar a los músicos del desaparecido
grupo folklórico Huerque Mapu para indagar acerca del germen de un trabajo
discográfico que refleja el espíritu de los años previos al golpe militar de
1976.
Todos los peronistas al Luna Park, viernes 28 de diciembre,
19:30 horas. Festival de
la
Liberación. El conjunto Huerque Mapu presentará El disco de
los Montoneros", publicó El Descamisado en el verano de 1973. Aquella
noche 15 mil personas escucharon y cantaron sus consignas: "Perón, Evita/
la patria socialista!" La cara de los dos líderes políticos vestía el
telón de fondo cuando los músicos subieron al escenario. El relator tomó el
micrófono y listó: "1970: el pueblo peronista soporta la dictadura de las
botas y monopolios imperalistas. Pero va gestando su respuesta. Una nueva etapa
de la larga resistencia iniciada en 1955 cuando las minorías oligárquicas derrocaron
al general Perón. En 1969 estalla el Cordobazo. (...) Camilo Torres en Colombia
y la heroica muerte del "Che" en Bolivia se suman como señales de un
camino hacia la liberación de América Latina." Comenzaron los primeros
acordes de "Memoria de los Basurales". El primer tema de
la Cantanta que refiere al
Aramburazo. El público aplaudió y vivó aquella voz que recordaba también la de
Víctor Jara; aquellos acordes que sonaban en las cuerdas a un poco de trova
cubana; aquellos ritmos andinos y armonías que traían a la memoria a Inti
Illimani; a Illapu... a Canturía. Eran tiempos de canciones políticas. La de
este grupo musical es una historia mínima que esperó años –más de cuarenta–
para ser contada. Y no es casual que este libro haya sido escrito por dos periodistas
jóvenes: ella nacida en plena dictadura, él en democracia. Tamara Smerling y
Ariel Zak fueron los interesados en recrearla en el libro Un fusil y una
canción. La historia secreta de Huerque Mapu, la banda que grabó el disco
oficial de Montoneros (Planeta). "Somos hijos de esa generación y hay aún
cosas que no han sido contadas", dicen. Reynaldo "Naldo" Lebrín,
Hebe Rosell, Lucio Navarro, Ricardo Munich y Tacún Lazarte son los
protagonistas de este relato hasta ahora silenciado. Los autores los encontraron
y entrevistaron para contar los hechos que terminaron en el exilio de todos.
Algunos volvieron, otros no. Después de su paso por Huerque Mapu sus vidas
quedaron signadas para siempre. –Ninguno de los Huerque Mapu militaba en
Montoneros. ¿Cómo es que terminan grabando su disco oficial? Tamara Smerling:
–En 1973, después de siete años de dictadura, todo estaba por hacerse. (Jorge
Alberto) Taiana estaba al frente del Ministerio de Cultura, y allí trabajaba
Nicolás Casullo, que estaba en contacto con la conducción nacional de
Montoneros. Desde allí, inspirados en las experiencias de Cuba y de Chile, con
Allende, se habían pensado acciones culturales como alfabetización de adultos,
la creación de un canal de televisión educativo, un diario para chicos, una
editorial con precios accesibles: todos programas que apuntaban a fomentar la
cultura. En medio de ese escenario un día suena el teléfono: Casullo recibe una
llamada en la que le dan indicaciones para que se presente a una hora y lugar
determinados. (Mario) Firmenich quería hablar con él. En esa reunión le dijo:
"Queremos armar un disco en el que se cuente la historia de nuestras
luchas contra la dictadura y todo el proceso que culminó con la vuelta de
Perón." Huerque Mapu era un grupo de música popular, folclórico, al que ya
le habían encargado otros trabajos para el ministerio. Casullo pensó en ellos.
–Da la sensación que se embarcaron en esto de un modo casi naif. Ariel Zak:
–Ninguno de ellos militaba en Montoneros, ni militó después. Algunos tenían más
relación con el Movimiento, como Naldo, o con espacios que formaban parte o
eran satélites del Movimiento. No eran orgánicos. Pero llegaron paradójicamente
a ser la cara visible de la cultura montonera. Además hay que pensar que
entonces Montoneros no estaba prohibido y era un momento de furor. Creemos que
ellos pensaron que haciendo este disco se iba a multiplicar su popularidad como
grupo. Llegaron a vender 600 mil discos que era mucho teniendo en cuenta que,
por ejemplo, Sandro en esa época vendía 1 millón. TS: –Sin embargo hubo algunos
que plantearon sus dudas, se preguntaron hasta dónde iban a quedar pegados a
esto… –Había un movimiento de músicos populares cantando por América Latina: su
identidad, sus ideales. AZ: –Claro, Casullo les propone eso en un principio.
Pero les dice que "como prueba" hicieran la "Cantanta
Montonera". Ellos como grupo se preguntaron cómo se milita, si se milita
cantando, si se milita por las armas... Si cantando estaban avalando la forma
de militar de Montoneros. Es un debate que se dan internamente. Sienten una
tensión por esta propuesta y la discusión está zanjada en el libro. Y, sí:
deciden hacerlo de una forma un poco ingenua. TS: –También tiene que ver con
cómo se llevaba la militancia en esa época. No sabían tampoco que iban a quedar
estigmatizados por este disco, ni que Montoneros iba a pasar a la
clandestinidad. Ni que se iban a tener que ir del país como muchos artistas
vinculados con el peronismo o con la izquierda. –¿Pudieron entrevistarlos a
todos? TS– Todos estuvieron muy complicados. Al departamento de Hebe lo
allanaron, a su compañero Juan Sosa que si bien no perteneció al grupo fue el
que puso la piedra fundamental, lo fueron a buscar a la fábrica donde
trabajaba. Terminaron todos en el exilio. Nosotros pudimos encontrarlos y
entrevistarlos para el libro. –¿Encontraron coincidencias con la "batalla
cultural", como la denomina el kirchnerismo, desde lo que se intentaba
hacer en el Ministerio de Cultura de Taiana? TS: –Considero que es casi una
réplica salvo que ellos no la pudieron concretar. Proyectaron el canal 4 del
Ministerio de Educación y Cultura, se creó también una discográfica, un diario
para los chicos. Hay paralelismos que ahora uno los ve plasmados –canal
Encuentro, es un ejemplo– y que ellos no alcanzaron a concretar. También había
una corriente revisionista. AZ: –Creo que hay una continuidad si pensamos que
todo esto lo llevó adelante Nicolás Casullo y hoy algunos de sus seguidores
están ocupando cargos, como Ricardo Forster en
la Secretaría de Pensamiento
Nacional. Creo que toman su legado. Y en ese momento él llamó a artistas
populares. Huerque Mapu era eso, como tantos otros. Hoy al frente del
Ministerio de Cultura hay una artista popular. –¿Por qué se les ocurrió
investigar sobre esto? TS: –Creo que no es casual, él nació en democracia, en
1985. Yo soy del '77. Tengo amigos que están buscando a sus hermanos, o quieren
saber de sus padres. Esta música también estaba en mi casa. Hablando con amigos
es notable que nadie conoce ni de nombre a Huerque Mapu. Hubo algo ahí, ellos
se van en el '76. Y así como trascendieron otros como César Isella o la misma
Mercedes Sosa, ellos quedaron tapados en el olvido. Nosotros no conocíamos la
historia, la tuvimos que desentrañar como un ovillo.
Fuente: Infonews
No hay comentarios.:
Publicar un comentario