El papa Francisco llamó a humanizar la economía con el fin de hacer compatibles la eficiencia y la solidaridad, durante un encuentro con miembros del Banco de Crédito Cooperativo de Roma.
En una audiencia a propósito del aniversario 60 de esa entidad, el Sumo Pontífice aseveró que los bancos deben considerar a la persona en su integridad y no sólo como un bien económico, lo que significa humanizar la economía.
"El motivo de este encuentro es que la Iglesia conoce bien el valor de las cooperativas", dijo el Santo Padre que recibió este sábado en el Vaticano a una delegación de dirigentes y trabajadores de la banca de Crédito Cooperativo de Roma.
En esa línea, el Sumo Pontífice estimuló a los participantes del encuentro en el Aula Paulo VI a que "continúen siendo un motor que desarrolle la parte más débil de la comunidad local y de la sociedad civil, pensando sobretodo en los jóvenes sin trabajo, centrándose en el nacimiento de nuevas empresas cooperativas".
Francisco también les recordó que "se preocupen por la relación entre la economía y la justicia social, manteniendo al centro la dignidad y el valor de las personas".
"Faciliten y alienten la vida de las familias, y propongan soluciones cooperativas y mutualistas para la gestión de los bienes comunes, que no pueden volverse propiedad de pocos ni objeto de especulaciones", aseveró el Obispo de Roma frente a los cooperativistas.
También estimuló a los participantes a "promover un uso solidario y social del dinero, en el estilo de una verdadera cooperativa, donde no mande el capital sobre los hombres, sino los hombres sobre el capital".
"Hagan crecer la economía de la honestidad", los entusiasmó el papa y afirmó que "una banca cooperativa debe tener algo más: tratar de humanizar la economía, unir la eficiencia con solidaridad".
"Participen activamente en la globalización, pero que sea la globalización de la solidaridad", pidió Francisco, al tiempo que los convocó a "favorecer la participación activa de los socios. Hacer juntos y hacer por los demás", agregó.
“Puede ser que una cooperativa se convierta en una gran empresa; pero el desafío más importante es crecer siendo una cooperativa y esto significa favorecer la participación activa de los socios. Trabajar juntos y trabajar por los demás”, estimó.
El primer Papa latinoamericano consideró que el capital no debe mandar sobre los hombres, sino los hombres sobre el capital.
Agregó que una cooperativa debe ser un motor encaminado a desarrollar las partes más débiles de las comunidades, para favorecer principalmente a los jóvenes sin trabajo.
Francisco resaltó el valor de las cooperativas e indicó que el origen de muchas de ellas está relacionado con sacerdotes y fieles laicos comprometidos, así como comunidades animadas por el espíritu de solidaridad en “un movimiento no se termina jamás”.
Fuentes: Télam y Al Momento
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