Las últimas generaciones de
cañadenses seguramente deben desconocer que en nuestra ciudad hubo una sede del
Ejército Argentino. Lugar que sirvió de excusas para que algunos de nuestros
antepasados hicieran la “colimba” en Cañada y evitarán estar lejos de sus
familiares.
El 23 de abril de 1907, el
entonces presidente de los argentinos, José Figueroa Alcorta, creaba el
Distrito Militar Nº 5 con cabecera en nuestra ciudad. Tenía como finalidad
establecer un ordenamiento en las tareas que tenía relación con el
reclutamiento y la movilización en la 3ª región militar. Recordemos que
Figueroa Alcorta, quién ocupó la primera magistratura del país a raíz del
fallecimiento del presidente Manuel Quintana, tiene en su haber de la historia
el ser el único argentino en presidir los tres poderes, en el ser el único
presidente democrático en clausurar el Congreso Nacional y mientras fue
presidente de la Corte Suprema
de Justicia avalar con su firma la constitucionalidad del primer golpe de
estado de 1930. Seguramente, el decreto de nacimiento del Distrito Militar Nº
35 llevó la firma del Ministro de Guerra Rosendo Fraga, un militar santafesino
nacido en 1856 que entre muchas otras cosas participó de los genocidios a los
aborígenes en los años 1875, en 1879 encabezó el Regimiento 3 de Infantería de
Línea en la llamada Conquista del Desierto, asesinando a millares de Mapuches y
posteriormente participó en la
Conquista del Chaco a órdenes de Ignacio Fotheringham. Para
redondear, el amigo Fraga fue protagonistas de las mayores masacres de finales
del siglo XIX.
El primer jefe elegido fue el
Mayor Vicente Oviedo, quién ocupó ese cargo durante un año, y según expresa
Elías Bertola quiénes ocuparon ese cargo hasta 1923 fueron los Mayores Leandro
Artigas (1908), Francisco Arigós (1908), Alberto Benavides (1908), Vicente
Martínez (1909-1911; 1915-1922), Teófilo Prado (1911-1914), Franklin Olmos
(1914), N. Solari (1914), Eugenio Mandron (1922) y Juan Ovando (1923). Es
preciso añadir que en la primera salida del Libro Estelar de Estrella, en
octubre de 1958, citan como jefes de la misma al Teniente Salvador Encina en
1919. Entre los mencionados, Olmos y Solari, fueron compañeros en 1916 del
entonces Teniente Juan Perón cuando prestaba servicios en el Cuerpo 12 de
Infantería en la provincia de Entre Ríos.
El primero de los edificios
que ocupó el organismo fue el ubicado en Ocampo 799, posteriormente se trasladó
a la calle Schanck, donde hoy se encuentra la Escribanía del Dr. Juan
Carlos Giordano y que también fuera sede del Correo Argentino y la primera
edificación construida en la flamante urbe cañadense propiedad del Jefe de
Estación Capitán Pedro Reün, quién falleciera antes de finalizar la obra a
causa de una epidemia de viruela el 19 de septiembre de 1870. Pero la memoria
colectiva recuerda su última morada que fue en Ocampo 848, posteriormente sede
y propiedad de la Sociedad Italiana.
Entre 1925 y 1958 fueron
jefes del Distrito, el Teniente Coronel Alberto Gazari, Mayor Pedro Palenque,
Teniente Coronel Edmundo Fernández, Capitán Enrique Cairote, Teniente Coronel
Leopoldo Orstein, Teniente Coronel Natalio Rocco, Teniente Coronel Geofredo
Peralta Astudillo, Teniente Coronel Jaime Gómez y el Mayor Miguel Ángel Titoy. Cabe
remarcar que Jaime Gómez, fue quién estuvo por unos días a cargo del Palacio
Municipal en el golpe de 1955 y fue él quién firmó el decreto que devolvió el
nombre de Cañada de Gómez a la entonces Ciudad Evita. Por su parte Geofredo
Peralta Astudillo fue el autor de un minucioso plano dibujado de la Matanza de Cañada de
Gómez, reproducción que se encuentra en nuestro Museo. Otro dato anecdótico es
que el Teniente Coronel Leopoldo Orstein fue un activo miembro de la Revolución del 4 de
junio de 1943 cuando era Director de la Escuela de Caballería, ocupando el Ministerio de
Agricultura durante el breve período de Ramírez como Presidente de Facto y
fuera también Director de la
Biblioteca del Oficial en el Círculo Militar.
A raíz de que es pobrísimo el
material que se guardó en el archivo del Museo Histórico Municipal sobre el
tema, no quiere decir que en la casa de alguno haya todo el material que falta,
es loable transcribir lo publicado por Revista Estrella en aquel primer número
Estelar de 1958 donde expresa que
«Expresada a
grandes rasgos la historia de nuestro Distrito Militar nos resta dejar
delineada la misión, importancia y el sin fin de actividades que dentro de una
tarea ardua, extensa y que manda considerable espacio, cumple el organismo
mencionado.
»Como ya se
ha dicho, su creación fue dispuesta a fin de dar un orden a las tareas de
reclutamiento y movilización las que hasta la fecha se sigue desarrollando,
pero con el correr de los años, otras tareas se le han asignado y entre ellas
cabe resaltar aquellas que cultivan una estrecha relación con autoridades
civiles a fin de que exista con ello acercamiento real, sincero y en especial
colaboración cuya cooperación cobre relieves de importancia según sea el fin
para que se la recabe: censos, datos, estadísticas referentes a industrias,
ganadería, informes, etc.
»El fomento
del tiro ciudadano, la creación de asociaciones de reservistas y la buena
marcha de las filiales que ya actúan, son otros tanto factores a contemplar.
»Con ciertos
medios civiles, Jefes y Comisarios de Policía, Jefes de Oficinas Enroladotas,
Intendente Municipales y Presidentes de Comisiones de Fomento, mantiene el
Distrito Militar correspondencia continua y hasta ello se llega en una acción
cada vez más firme, tendiente a acrecentar la cooperación en esos medios(...)
»Corresponde
también al Distrito Militar, ser el lazo de unión entre el pueblo y el
Ejército, y para ello, se esmera a efectos de mantener latente el fervor
patriótico, contribuyendo mediante la presentación de su personal a todos
aquellos actos que sean de honda significación en nuestra historia, tales como
el 25 y 29 de mayo, 9 de julio, 17 de agosto, etc.
»De esta
manera, en breve reseña, queda sintetizada parte de los múltiples aspectos que conforman
la vida del Distrito Militar.»
La crisis al sector llegó al
comienzo de la década del sesenta, en octubre de 1963 llega a su sede una
notificación de desalojo. Un año más tarde, vecinos y ex conscriptos del mismo
realizan una colecta para la compra de una propiedad para que el Distrito no se
cierre. Se logra adquirir el edificio de Sarmiento y 7 de Octubre, donde
posteriormente se instaló la Escuela Paula
Albarracín y en 1966 el Distrito cierra sus puertas en la ciudad. Una comitiva
de nuestra ciudad llegó a las oficinas del entonces Jefe del Ejército Teniente
General Juan Carlos Onganía.
1 comentario:
¿Existirá alguna vez un ejército al servicio del Pueblo Argentino? Un ejército que defienda la Patria. Porque la Patria es el Pueblo Argentino que es el Soberano.Y como dijo y mantuvo el Libertador y Padre de la Patria Don José de San Martín:"Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas".
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