Edificio Comunal, c. 1923 |
Los primeros intendentes de la ciudad, gran
parte de ellos a diferentes vertientes del radicalismo santafesino, también
tuvieron serias acusaciones en sus gestiones. Las
auditorías y acusaciones no son novedades de estos tiempos, también ocurrieron
a lo largo de toda nuestra historia. Ahora vayamos al año 1928, el 5 de febrero se realizaron las elecciones de concejales y trece días después se
constituyó el nuevo Concejo Deliberante donde es elegido presidente del cuerpo
Federico Viñas quedando interinamente a cargo del departamento ejecutivo municipal.
Vale recordar que Viñas era el primer propietario de la farmacia El Águila
inaugurada en 1917 y era un ferviente militante de la Unicón Cívica Radical
Antipersonalista. Su gabinete estuvo integrado por Alfredo Saybene como
secretario, Victor Ricca tesorero y Francisco Martínez Soler su asesor letrado.
Entre sus primeros decretos, además de nombrar a sus ayudantes, ordenó una
importante investigación del estado financiero desde noviembre de 1924 hasta el
17 de mayo de 1928. Según rememora Nemesio Valbuena en las páginas de su
periódico La Nota , “Señores, no se alarmen: todavía queda la caja de fierro”[1].
También desde el Concejo Deliberante se armó una comisión investigadora para
investigar actos de corrupción en el municipio local. Por su parte, aún hoy se
desconoce si los culpables del vaciamiento fueron citados por la Justicia. A
pesar, de que la investigación fue encargada por Viñas, según decreto municipal
del 29 de mayo de ese año, el informe le fue entregado a quién sucedió en forma
efectiva al presidente del concejo, el entonces intendente municipal Justo
Peralta que gobernó entre 1928 y 1930, quién había sido designado como tal el 7
de agosto de 1928 por el gobernador de la provincia de Santa Fe Pedro Gómez
Cello.
A
continuación, transcribimos el informe realizado por los prestigiosos contadores
rosarinos Dogliotti y Bracanti, titulado Municipalidad
de Cañada de Gómez, Informe de los Contadores señores Dogliotti y Brancati,
donde expresaron lo siguiente:
Federico Viñas |
Los contadores que al final
suscriben, designados por Decreto de esa Intendencia fecha 29 de mayo de 1928,
para proceder a la revisación de los libros de la Administración Comunal desde
noviembre de 1924 hasta el 17 de mayo último, debiendo verificar la recaudación
e inversión habidas e informar sobre el estado financiero de la Comuna y las
responsabilidades que surgieren de dicha investigación, al Señor Intendente en
forma decimos:
Una vez más, se nos presenta la
oportunidad de tener que ocuparnos de la Contabilidad de la Hacienda; y de la
que tanto se ha bregado para conseguir su perfección.
No hay duda que sus defectos
están arraigados profundamente, desde su génesis, pues nuestros mayores al
legarnos una patria con todas las comodidades materiales, donde quedó abierto
el surco para sembrar la semilla fecunda de la libertad, nos dieron así,
formada la nacionalidad, pero ahora es preciso hacer los argentinos “el carácter”.
Es ya de práctica en todos los órdenes de la vida pública seguir la rutina, de
modo que todo funcionario no hace más que continuar la obra de su antecesor,
pedir lo contrario, sería obligarlo a una renuncia de procedimiento y
malquistarlo con los partidarios que lo llevaran.
Dr. Ricardo Andino |
Nuestro sistema político es
vicioso, de ahí que no haya interés por el desenvolvimiento armónico de las
ideas de gobierno; no existe la educación pública, parte integrante de la
responsabilidad moral del funcionario, urge entonces, la creación inmediata de
una escuela, que inspirándose en la fuente más fecunda de la ciencia, consiga
separar la política de la administración, como única institución del imperio
del bien.
Conforme a lo estatuido por la
Ley 1053 reformada por la 2147 en su artículo 1º; se constituye con fecha 7 de
octubre de 1922, la Municipalidad de Cañada de Gómez.
Su primer Intendente, fue el Dr.
Don Ricardo Andino, el cual asume el Departamento Ejecutivo el 14 de noviembre
del mismo año y lo abandona, el 13 de noviembre de 1924.
Le sigue en sus funciones Don
Rosendo Casañas, quién se hace cargo el 14 de noviembre de 1924 y el 13 de
noviembre de 1926 deja en posesión del mismo, al nuevo titular Don Mardoqueo
Contreras. Este hace renuncia el 31 de diciembre de 1927, y el Presidente del
Honorable Concejo Deliberante Don Juan D. Feno, se pone al frente interinamente
del Departamento Ejecutivo.
El 17 de mayo del corriente año
al constituirse el nuevo Concejo Deliberante, el Sr. Feno, por mandato de la
ley 2147 hace entrega al Sr. Federico J. Viñas, presidente de dicha
corporación.
Resulta verdaderamente sensible
que en todas las administraciones se hayan pasado los límites regulares del
presupuesto vigente, sin ton ni son, el caso era consumir todos los ítems de
los distintos incisos como si fuese una orden emanada de autoridad suprema. Así
se explica que en medio de tan intrincada dirección en el manejo de la cosa
pública se han excedido del presupuesto con o sin refuerzos del H.C.D. pues, el
objeto generalmente no es otro que el de servir al supuesto caudillo electoral.
De ello se desprende que en los ejercicios de 1925 se exceden en $20.619,21; en
1926 se excede en $27.225,99; en 1927 se excede en $12.483,65; en 1928 se
excede en $9.580,18 hasta el 17 de mayo, y nos encontramos entonces justificada
de una manera terminante la deuda que gravita sobre este Municipio. Que dada la
forma en que se sucedían las entradas sin control alguno que pudiese determinar
con exactitud los valores en estampillas para ser aplicados a la diversidad de recibos
por idénticos importes y sin que a ello se le diese importancia, desde que
hemos podido comprobar el hecho que lo mismo era para la oficina recaudadora
aplicar un valor en estampillas de $0.50 a un recibo que nos daba el valor de
$50; como a la inversa, a un recibo de $0.50 aplicarle estampillas por valor de
$50; vale decir que no se llevaba una cuenta de los valores entregados para
exigir en cualquier momento una rendición al responsable.
Igualmente al constatar las
entradas con los talonarios existentes, hemos podido notar una cantidad de
recibos por impuestos diversos que no se asentaban en los libros, lo que
importa una filtración de fondos. No aparecen anotadas las boletas que se
detallan en la planilla respectiva y que importan $2.351,90 e igualmente la
suma de $255,10 por diferencias en menos y cuyo detalle se especifica en
planilla por separado, sumando en total $2.607, y que corresponde a las
distintas administraciones compulsadas.
ANTECEDENTES
El comienzo de la Administración
Comunal se hizo a base del antiguo sistema usado en la extinguida Comisión de
Fomento cuyos ingresos y egresos se hacían por simples anotaciones en un libro
denominado “Caja” llevado sin mayor prolijidad. Respecto a este régimen
contable de difícil fiscalización en la percepción de la renta como así también
en su inversión, es absolutamente deficiente por cuanto tratándose de un cuerpo
complicado como es el de la Hacienda Comunal y a pesar de la más estricta
honradez de parte del funcionario que esté al frente de ella, su actuación se
presta a conjeturas.
Sigue el frente del D.E. el señor
Rosendo Casañas, continuando con los procedimientos de su antecesor Dr. Andino,
hasta el 13 de noviembre de 1926 que le sucede el Sr. Mardoqueo E. Contreras,
quén ordena la implantación de una Contabilidad conforme a la técnica de la
Administración y comisiona a tal fin al Sr. Guillermo Rivademar, iniciándose
ésta el 17 de septiembre de 1926.
Aquí notamos una irregularidad
que llamamos a aclararla a los señores Contreras, el ex secretario Gallac y
Rivademar, no han podido dar una contestación satisfactoria y es el caso
siguiente: el libro “caja” de la Administración Casañas, cierra con un saldo de
$2.970,34 y al hacerse la apertura de los libros de la Administración
Contreras, aparece un saldo en Caja de $1.304,21; dando en consecuencia una
diferencia en de $1.666,13. Aquí nos hacemos un deber en manifestar que a
partir de la fecha indicada anteriormente (septiembre de 1926) se inicia la
contabilidad llevada más o menos con cierta regularidad, desde que se sigue un
desenvolvimiento de los actos administrativos por medio de expedientes que dan
cierta claridad a los actos ejecutados. Aún cuando se ha abierto el libro de
“Imputaciones al presupuesto”, no se ha llevado con uniformidad, pues estas (las
imputaciones) se hacían una vez abonado el gasto y no como lo aconseja la
técnica; es decir, imputación previa al gasto. Que dando cumplimiento a la
labor encomendada, nos hemos abocado al estudio de los libros de esa
Municipalidad y que abarca desde el 14 de noviembre de 1924 hasta el 17 de mayo
del corriente año, con las observaciones que dejamos mencionadas.
Se ha tropezado con infinidad de
inconvenientes para poder llegar al fin de nuestro cometido, tanto más si se
tiene en cuenta que hasta el mes de septiembre de 1926, no había ni siquiera un
bosquejo de contabilidad, teniendo que valernos de simples anotaciones y de
comprobantes que no tenían antecedentes alguno, todo lo que hacía por demás
ardua y difícil nuestra tarea.
A fin de establecer el monto de
lo efectivamente gastado en cada ejercicio y no resultando esto de la
contabilidad nos hemos visto obligados a reconstruir la contabilidad de
imputaciones de cada presupuesto, como único medio de llegar a la mayor
exactitud, para conocer las inversiones y gastos que corresponden a cada año
financiero, de donde tenemos los excedentes que se informan:
Año 1925 $20.619,21; año 1926
$27.225,99; año 1927 $12.483,65; año 1928 $9.580,18.
Acompañamos en cuatro carpetas
que se refieren a los períodos citados, y que forman parte integrante de este
informe, de donde surgen los datos arriba expuestos.
De los cuadros demostrativos que
van al final de cada carpeta e refleja clara y nítidamente el desenvolvimiento
de los distintos ítems del presupuesto de cada ejercicio.
RECLAMACIÓN DE ACREENCIAS
Estas se hacían con la mayor
irregularidad, bastaba que se presentara una simple factura o un pedido de pago
para que previo un informe de contaduría sobre la imputación se ordenara la
liquidación inmediata. En algunos casos se pedían informes a las otras
dependencias municipales y estas informaban someramente respecto a la
legitimidad del crédito, diciendo que efectivamente se había comprado.
Raras veces se acompañaba la
orden comprobante y siempre prevalecía el informe de contaduría acerca de
imputación a que correspondía. Luego con esto y sin más trámite, la Intendencia
ordenaba a Tesorería el pago de la suma reclamada. No había luego en la
tramitación de los expedientes, una forma convincente, puesto que jamás se
conocía el origen de cada crédito.
ADMINISTRACIÓN CASAÑAS
Rosendo Casañas |
Ella se distingue de las demás
por el concepto altamente inconcebible, que se ha tenido de la cosa pública.
Aquello marchaba automáticamente
“a las mil maravillas” pues a excepción de dos o tres órdenes de pago firmadas
de puño y letra del señor Casañas, todo el resto de su actuación al frente del
D.E. se hizo aplicando un sello autógrafo.
Ahora bien; el señor secretario
autorizante que debe refrendar la firma de su superior, no quiso ser menos y
también mandó confeccionar un sello análogo y lo insertaba en igual forma en
casi todo acto administrativo.
Acerca de la veracidad de los
pagos hechos, muy principalmente en lo que se refiere a las partidas que en el
presupuesto de gastos, figuran con los rubros de “Materiales, herramientas y
útiles”, “Jornales de peones y arreglo de caminos”, “Forrajes de animales” y
“Materiales, herramientas, nafta y útiles”, ya tenemos dicho cuan fácil resulta
la filtración, tanto más si se tiene en cuenta los compromisos que surgen con
los caudillos rurales en las proximidades de una contienda electoral.
Este procedimiento inaudito en la
administración, hace la formación del perjuicio, ingorando el intento o
propósito del señor Casañas.
Finalmente, a nuestro entender,
no alcanzamos a definir la eficacia legal que puedan tener todos los actos de
la aludida administración, con la sola inserción de los sellos ya mencionados.
ADMINISTRACIÓN CONTRERAS
Mardoqueo Contreras |
Como lo tenemos dicho en párrafo
aparte de la Administración del señor Contreras, se inició la Contabilidad de
la Comuna, notando en ella una serie de irregularidades, a saber: la diferencia
de Caja ya anotada, o sea $ 1.666,13. Sueldos y subvenciones pagados dos veces
a Florencio Guastavino, marzo de 1926 $250; a Félix Martínez Surbano, julio
1926 $250; a Atilio Francesio, abril 1926 $250; a Biblioteca Rivadavia, abril
1926 $80; a Hospital de Caridad, marzo y abril 1926 $1.200. También las
siguientes partidas que figurando sus importes salidos de Caja, están
pendientes de pago y estas son: a Hospital de Caridad, julio a noviembre de
1927 $3.000; a Copa de Leche, julio a noviembre de 1927 $750; a Biblioteca
Popular Bernardino Rivadavia, julio a noviembre de 1927 $400; a Biblioteca
Popular Pablo A. Pizzurno, julio a noviembre de 1927 $150. Figuran igualmente
como salidas de Caja, sin tener justificación alguna, las partidas siguientes:
Facturas impagas; por varias facturas correspondientes al ejercicio 13/09/1926
al 31/12/1926 por $1.400. Valores al cobro; por varias boletas de impuestos
anuladas, $3.583,20. Merardo Sánchez; que no se justifica ni hay expediente,
$350. Santiago Ardizzi; por saldo, tampoco hay expediente ni antecedente
alguno, $600. para corroborar parte de lo que dejamos expuesto, insertamos
“textualmente” la manifestación que nos hace el señor contador de esta
Municipalidad al solicitar una aclaración sobre estas partidas, que importan
una verdadera desaparición de fondos y que asciende a $13.926,33. Habla el
señor Contador: “El día 19 de octubre de 1927 (ver libro de Caja folio 72,
llevado por el que suscribe y que es exacta copia del libro de Caja folio 81,
llevado por el Tesorero señor Florencio L. Guastavino), figura un pago hecho
por Tesorería por la suma de $1.400 por varias facturas impagas del ejercicio
al 12 de septiembre de 1926.
“Al solicitar del Tesorero señor
Guastavino los expedientes correspondientes, me hace saber que el importe que
descarga de Caja y con conocimiento del Secretario Ricardo A. Gallac, se trata
de una devolución que hace al señor Ernesto Terrosa por cuanto este señor había
hecho un préstamo a la Municipalidad de igual importe para pagar la planilla de
jornales.
“Hago constar que este préstamo
hecho por el señor Terrosa no figura en Caja al hacérsele al señor Terrosa la
devolución del mencionado préstamo.
“El día 30 de diciembre de 1927
(ver libro de Caja de esta Contaduría folio 86 y libro de Caja folio 102
llevado por el Tesorero señor Guastavino), figura un descargue de Caja por
Valores al cobro de $3.583,20. Solicito del Tesorero los valores incobrables y
devoluciones que se mencionan y me dice que son varios vales que tiene en Caja
por diversos pagos ordenados por el Señor Intendente, y presentado que fue el
balance correspondiente, el Señor Intendente no hizo objeción al mismo.
“Siendo el día 28 o 29 de
diciembre de 1927 y estando a fin de año, como así también próximo la entrega
de la Intendencia por el entonces Intendente Señor Mardoqueo E. Contreras al
Presidente del H. C. Deliberante, recibí orden del entonces Secretario
Interino, y a su vez, Tesorero Municipal, Señor Florencio L. Guastavino, de que
hiciera figurar en Sueldos y Subvenciones impagas, las siguientes subvenciones
que no se habían abonado: Hospital de Caridad, desde julio a diciembre de 1927
$3.600; Copa de Leche, desde julio a diciembre de 1927 $900; Biblioteca “B.
Rivadavia”, desde julio a diciembre de 1927 $480; Biblioteca “P. A. Pizzurno”,
desde julio a diciembre de 1927 $150. Total $5.130.
“Obra en mi poder un papel
escrito de puño y letra del Señor Guastavino, donde se me detalla las
subvenciones que más arriba menciono y que debía agregar como impagas.
“Al recibir esta orden, hice
presente al Señor Secretario Interino Señor Guastavino, que las subvenciones
del Hospital de Caridad ($3.000), Copa de Leche ($750); Biblioteca Rivadavia
($400) y Biblioteca Pizzurno ($150) por los meses de julio, agosto, septiembre,
octubre y noviembre, ver libro de Caja de esta Contaduría folios Nº 67, 72, 74,
75, 79 y 80; y libro de Caja llevado por el Tesorero Señor Guastavino folios Nº
73, 81, 84, 93 y 99, figuraban como pagadas.
“Reitérame la orden y alega que
no se han hecho efectivas a los interesados y expone que el Señor Intendente ya
tiene conocimiento de lo que me ordena y además me dice que tiene varios vales
que descontar del Señor Intendente y del ex Secretario Señor Ricardo A. Gallac.
“Insisto al señor Guastavino que
al hacer figurar lo que me ordena, se notará a la simple vista de cualquier
investigación y me contesta: Que no tenga cuidado, que no habrá ninguna
investigación porque los Concejales son todos amigos y no se preocuparán.
“Igualmente hago constar que no
consulté con el señor Intendente sobre esta orden, por cuanto el señor
Intendente nunca impartía órdenes a ninguna oficina y cuando ordenaba algo,
estas se recibían directamente del señor Secretario. Firmado: A. Cuello”
La copia transcripta y
debidamente firmada en nuestro poder.
Otra partida que debemos objetar
es la de $50 mensuales para gastos de Secretaría que íntegramente las percibía
el señor Secretario Gallac, sin rendir cuenta ninguna de su inversión, y por
otro lado en cambio, al hacerse los gastos que correspondían al referido ítem 9
del inciso 1º, la Contaduría los imputaba al ítem 12 del mismo inciso que se
refieren a “impresiones, publicaciones, etc.”
Por otra parte tenemos el caso de
un Tenedor de Libros, que sin prestar tales servicios figuraba en las planillas
mensuales, al solo efecto de percibir el sueldo; como igualmente el de otro
señor que siendo Agente Judicial de la Municipalidad de Rosario revistaba como
Inspector de Alumbrado de la de Cañada de Gómez, sin que sepamos a ciencia
cierta cuando y en que oportunidad prestaba servicios.
Y como corolario de esta
brillantísima administración, notamos la misión que la Intendencia confiara al
señor Rivademar para la organización de la Contabilidad Comunal, sin
autorización alguna y la inspección de esa misma contabilidad durante un
tiempo, todo lo que irrigó un gasto de $2.060.
ADMINISTRACIÓN FENO
Actuó interinamente como Jefe del
D.E. y por consiguiente ninguna reforma de orden económico introdujo, quizá su
ligero paso por la Intendencia, no la permitiera dedicarse mayormente a
corregir aunque menos fuese las prácticas viciosas del expediente; advirtiendo
eso sí, que todo expediente relacionado con la firma J.D. Feno, incontinenti se
resolvía.
No hubo reparos en cuanto a los
gastos, ocurriendo en su consecuencia que al 17 de mayo de 1928 ya se habían
agotado con un enorme exceso muchas de las partidas que debían durar hasta el
31 de diciembre; ejemplo: en el Capítulo 2, inciso 1º, Ítem 15, Presupuestado
$1.500, gastado $3.896,22. 3º, Ítem 9, presupuestado $7.200, gastado $6.493,54.
3c, ítem 10, presupuestado $1.500, gastado $7.835,59. 4º ítem 3, presupuestado
$15.000, gastado $18.831,10.
De todo ello se deduce la forma
en que terminaría el presupuesto general de gastos al cabo del año financiero.
CONTABILIDAD
Esta no se ha llevado en un
principio, tal como lo hemos manifestado, de acuerdo a lo que prescribe la Ley
Orgánica de las Municipalidades, recién en septiembre de 1926, se inicia la
Contabilidad por partida doble, con los libros de “Caja”, “Diario”, “Mayor”, “Inventario”,
“Imputaciones al Presupuesto” y otros auxiliares, respecto al “Inventario” este
no ha sido llevado por triplicado, conforme a las exigencias legales que ordena
llevar un ejemplar por Contaduría, otro por Secretaría y un tercero por la
Oficina de Obras Públicas.
Hemos realizado la revisación de
los libros tal cual se nos encomendara, a partir del mes de noviembre de 1924
hasta el 17 de mayo del año en curso, habiendo verificado la recaudación e
inversión habidas de fondos, siendo sus resultados el que se menciona ya en el
transcurso de este informe.
En cuanto a los Impuesto
Generales y Riego, ha sido materialmente imposible su constatación relacionada
con la exactitud de su percepción, por cuanto nunca se llevó un Registro de
Deudores por ese concepto y sólo se asentaba la cantidad global entregada por
el recaudador periódicamente, sin acompañarse lista con los nombres de los
contribuyentes y cantidades que abonaban.
SITUACIÓN FINANCIERA
Del estado general practicado se
llega a las conclusiones que esa Comuna posee hasta el 17 de mayo último un
Activo de $348.560,76 para responder a un Pasivo de $268.133,97; quedando un Superávit
de $80.426,79.
Esta situación que arroja un
Superávit de $80.426,79 debiendo este ser inmensamente superior, ha sido motivada
por los enormes excesos habidos en cada una de las partidas del presupuesto
general de gastos de cada año, en los cuales siempre ha resultado déficit con respecto
al cálculo de recursos.
A nuestro juicio, este estado
financiero de la Comuna, creemos que fácilmente puede mejorar solventándose
todo su pasivo en un período no menor de tres años, para lo cual calculamos
para ello una economía de $3.000 mensuales que bien puede hacerlo la
Municipalidad llevando un control de buena administración y desplazado en
absoluto ésta (la administración), de la política.
Acompañamos por separado un
Inventario General de todos los bienes de propiedad de esta Comuna, una lista
de los créditos a pagar con y sin documentos y de los Sueldos y Subvenciones
impagos al 17 de mayo ppdo.
RESPONSABILIDADES
Como se desprende de los propios términos
de este informe, no se han llenado las disposiciones que rigen la Ley de
Contabilidad para todos los organismos de esta índole.
En consecuencia las
responsabilidades que de esta investigación surge, están señaladas por las
leyes de la materia.
Es cuanto podemos informar al
Señor Intendente a propósito del cometido que se nos confiara.
Rosario de Santa Fe, 17 de
noviembre de 1928.
Firmado por los contadores S.
Dogliotti y R. Brancati.
[1] La Nota , Cañada de Gómez, 19 de mayo de 1928.
[1] La Nota , Cañada de Gómez, 19 de mayo de 1928.
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