La finca de los James, en la actual esquina de Bv. Balcarce y Pagani |
El 12 de octubre de 1868 había asumido como presidente de la Nación Domingo Faustino
Sarmiento, acompañado de Adolfo Alsina como vicepresidente. Sarmiento
pertenecía a la Generación
del 37, un grupo de intelectuales que se decía hijos de la
Revolución de Mayo que sostenían el abandono de los modos
monárquicos adquiridos de la colonia española y la instalación de una
democracia que garantizara los derechos de los ciudadanos. Sus ideas fueron
transmitidas a través de sus obras literarias, influenciadas estilísticamente
por el Romanticismo inglés y francés, y tuvieron una crucial importancia en el
período conocido como la Organización Nacional , entre 1852 y 1880. También
integraban este movimiento Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdi entre
otros. El anhelo de estos hombres era poblar al país con inmigración
anglosajona, francesa o alemana. Basta con relatar a los primeros estancieros
del pueblo como Pablo Krell en la Colonia Vieja , Enrique Hansen
en Los Sauces, Juan Ripley en La Rosita ,
Guillermo Heiland en Los Paraísos,
Ignacio Besson en La Favorita y Octavio
Koller en La Suiza y Santa
Rosa finalizando con los Moreno y Moreno Berreta titulares de La
Florida , Santa
María y San José.
Durante la presidencia de Sarmiento la provincia de Santa Fe
fue gobernada por Mariano Cabal y Simón de Iriondo. El primero de ellos había
sido jefe de policía de la capital de Pascual Rosas, el gobernador que había
sido derrocado por Bartolomé Mitre después de Pavón. Tenía una muy buena
relación con Adolfo Alsina y entre sus primeras medidas fue cerrar el Registo
Civil de la provincia, que había causado la caída de Oroño. Entre los logros
del gobierno de Cabal estuvieron la apertura de la primera línea telegráfica
entre Rosario y Buenos Aires, y el enlace ferroviario entre Rosario y Córdoba a
través del Ferrocarril Central Argentino, en 1870. «También creó reparticiones
como el Registro General de Ventas y los Consejos de Higiene que durante la
epidemia de fiebre amarilla en 1871, colaboraron eficazmente, socorriendo a la
población. Cabal impulsó la colonización de las fronteras de la provincia de
Santa Fe hacia el sur, hasta las actuales localidades de Teodelina y Venado
Tuerto; hacia el norte, hasta el límite de la actual localidad cordobesa de
Morteros; y al este, a unos 20
km al norte de San Javier, aumentando el área de la
provincia a 57.000 km². El gobierno provincial siguió la política de patrocinio
de los asentamientos de inmigrantes europeos como colonias agrícolas. Era socio
del colonizador alemán Guillermo Lehmann, que fundó varias colonias en la
provincia. Entre las iniciativas colonizadoras más audaces, regaló tierras a
los primeros colonos que llegaban a cada colonia, para valorizar el resto de
las tierras de la misma. Cabal es reconocido como el fundador oficial de la
ciudad de San Justo y varias ciudades más pequeñas como lo son Saladero Mariano
Cabal y Emilia, nombre de su esposa. Mediante un decreto del año 1869, Cabal
autorizó la creación de una carrera universitaria que incluía la enseñanza de
Derecho Civil, Derecho Canónico y de Derecho Natural en el Colegio de la Inmaculada Concepción
de la ciudad de Santa Fe. Este fue el origen de la actual Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral.»[1] Por
su parte, su sucesor, Simón de Iriondo asume por primera vez la primera
magistratura provincial el 7 de abril de 1871, fue el fundador de la academia
de práctica forense y de las primeras municipalidades realmente autónomas, y es
quién fijó definitivamente los límites con la provincia de Buenos Aires y de
Córdoba.
Bajando a nuestros pagos el 30 de marzo de 1869, el
gobernador Cabal subdivide el Desmochado Abajo en Sur y Norte, siendo dividido
por la línea ferroviaria. En el Desmochado Abajo Sur nombra como Comisario a
Cirilo Peralta que residía en la Cañada
Vieja pero instaló su oficina en la actual Cañada, mientras
que en el Desmochado Abajo Norte a un vecino de la localidad actual de
Bustinza, don Francisco Santa Ana. El 21 de julio del mismo año dentro del
Departamento Coronda, al cuál pertenecía esta zona, el gobierno provincial
divide el departamento también en Sur y Norte por una línea partiendo
desde la estancia del Coronel Eugenio Oroño hasta el despunte, nombrando al
citado militar como Comisario General de la sección Sur. Siguiendo con lo
ocurrido en el último año de la década del sesenta en el Siglo XIX, Elías
Bertola nos relata que «la nueva Compañía de Tierras mandó a Europa a su Agente
señor Guillermo Perkins para contratar los agricultores para colonizar,
empezando con la primera Colonia de Berstadt que pocos han de recordar, pues es
la actual Roldán. En Marzo de 1870 llegó a la colonia la primera remesa y en
junio y julio otras dos, siendo en su mayoría familias suizas. En el mes de
mayo del mismo año fue vendido en el centro urbano el primer solar de la tierra
de la Compañía.»[2]
Esto reafirma lo que Margarita Hansen escribió y hemos
compartimos en el capitulo anterior cuando ella describe como Pedro Reün y su
hermano Augusto Schnack compraron con cincuenta pesos cada uno los dos primeros
lotes en la zona urbana.
Ahora hablemos de Guillermo Perkins
que fuera citado por Bertola anteriormente. Este hombre que bien podría ser el
fundador de Cañada de Gómez, nació en Toronto como Williams
Phillip Burns Perkins un 17 de abril de 1827 y que llegara a la ciudad de
Rosario hacia 1858 donde fue un destacado periodista. Apenas el Central
Argentino comenzó con las obras ferroviarias no dudó en estar entre los
primeros accionistas de la empresa y fue el encargado de llevar adelante la
colonización de estas tierras. Fue designado por la empresa ferroviaria Central Argentine Land Limited como superintendente y se ocupó de poblar una
vasta extensión de tierras recibidas por la compañía del ferrocarril, una legua
a cada lado de la vía entre Rosario y Córdoba. De esa manera fue quién junto a Carlos
Beck Bernard, agente de inmigración para la Europa suiza, logró que en 1869 llegarán a nuestro
país los primeros colonos que tuvieron como destino a Bernstads, hoy Roldán, posteriormente
siguió sus tareas poblando Carcarañá, Cañada de Gómez, San Jerónimo Sud ,
Tortugas y otros tantos pueblos de los que fuera su virtual fundador. En 1873
al fallecer Wheelwrigt, Perkins tuvo una serie de discrepancias con el Directorio de
Londres alejándose finalmente de la empresa. Falleció en 1893 y sus restos
descansan en el Cementerio de los Disidentes en Rosario.
El 17 de mayo de 1870 finalmente
pasó por nuestra ciudad el primer tren de pasajeros con destino a Córdoba.
Meses antes, el presidente Sarmiento había inaugurado las obras en la ciudad
mediterránea. Ya por ese entonces se instalaron numerosos criollos e
inmigrantes en la entonces Estación Cañada de Gómez, Anastasio
Benítez y Pedro Rojas instalan su carnicería
mientras que Augusto Schnack un almacén. A ellos se suman la Fonda de Luis Zanotta, el
horno de ladrillos de Luis Bianchi, la zapatería de Juan Malberti, el acopio de
cerales de Enrique James, la lechería de los Garat, el botiquín de Félix Pagani,
entre otros. El gran progreso de la zona obligó al gobierno provincial crear la Colonia de Cañada de Gómez
el día 5 de abril de 1873 nombrando Juez de Paz a Cirilo Peralta y Comisario a Miguel
Alcáser. Sobre la labor de Peralta, Elías Bertola nos decía que era «el único
vecino que en este territorio en aquella época poseía ilustración y
preparación. Como funcionario público procedía de acuerdo a los tiempos... Siendo
asimismo Comisario de Policía, reunía el poder ejecutivo con el de la justicia,
y como se dice vulgarmente, tenía el mando y el palo...»[3] También en 1870, la tragedia llega a la
ciudad, víctima de una viruela fallece Pedro Reün y su cuñada recuerda que
«Mi buen cuñado Reün vigilaba la obra tantas veces que su
trabajo le permitía. Adelantaba bien y a todos nos pareció que sería un hogar
amable. Pero como sucede a menudo, el hombre propone y Dios dispone. Pedro
Reün, que veía el futuro tan esperanzado, no disfruto el premio de sus ahorros
y esfuerzos, viendo su casa terminada. Cuando coloco la azotea, cerró para
siempre sus ojos este hombre siempre tan activo y tan sano, cayendo víctima de
la viruela. En aquel entonces aun no existía la obligación de vacunarse y por eso pocos se libraban de
esta perniciosa enfermedad. Según supe más tarde, Reün se impresiono muchísimo,
de regreso de Rosario, cuando vió a una persona amiga con huellas recientes de
viruela en el rostro, agregándose a ello, que por falta de ayuda, el mismo
cooperó a transportar un cadáver que debía conducirse a Rosario, produciéndose
el contagio. Siguió vagando unos días y finalmente se llamó al viejo doctor
Scharn de Rosario, quien diagnostico un caso de viruela.»[4]
En la actual esquina de Bv. Balcarce
y Págani, se encontraba la propiedad de Enrique James con su acopiador de cereales.
Allí hacia finales de 1874 y comienzos del año siguiente, el entonces Gral. Julio
A. Roca, después de vencer en Mendoza al Gral. José Arredondo, vino a pasar
unos días a nuestra ciudad, como huésped de la familia James, con la cual
compartió una larga amistad. Y hablando de 1874, el 12 de octubre asumió como
presidente de la Nación ,
con apenas 37 años, el tucumano Nicolás Avellaneda quién había sido ministro de
Justicia e Instrucción Pública en el gobierno de Sarmiento y como presidente
compartió con sus antecesores un mismo proyecto de país que resultó fundacional
para el estado argentino y que se basó en tres metas nación, constitución y libertad. La nación entendida como la
entidad superior que unificó a todas y cada una de las provincias en un estado
común. La constitución como un catálogo de derechos que regulan las relaciones
de las personas y limita a los tres poderes de estado. La libertad como
principio básico del liberalismo. La provincia de Santa Fe era gobernada por
Servando Bayo, quién creó el Banco Provincial de Santa Fe, con el objetivo de
aumentar el acceso al crédito para la empresa y sector productivo; sus política públicas
tenían reglas de transparencia y austeridad a partir de los más altos círculos
gubernamentales, castigando severamente todo intento de malversación de bienes
comunes; habilitó la oficina del Inspector General de Escuelas, que fue la base
para el actual Ministerio de Educación provincial, y aprobó una ley que hizo
obligatoria la educación primaria para todos los niños. El 28 de febrero de
1875 inauguró el Colegio Nacional en la ciudad de Rosario.[5] En 1876 se inició uno de los conflictos más
graves a nivel institucional de nuestra historia local. Un accidente entre un
policía con un italiano trajo serios problemas con el consulado de Italia,
Ezequiel Gallo describió ese hecho de la siguiente manera
«El Juez de
Paz de Cañada de Gómez es el carnicero de la colonia, y la persona que emplea
para el reparto de la carne es el agente de policía de la comisaría local. En
el mes de agosto éste representante de las fuerzas del orden embistió con su
carro a un colono italiano que transitaba a caballo. El policía bajó del carro
sable en mano y procedió a revivir al colono desvanecido por la caída,
aplicándole un violento planazo en la
cabeza. Condujo luego a la sangrante víctima a la comisaría, donde el Juez de
Paz decidió recluirlo encadenado en una de las celdas. En esa posición me han
asegurado, el colono permaneció por 12 horas durante las cuales ni se le
curaron las heridas ni se le permitió beber agua (...) La población italiana
del lugar reaccionó rápidamente enviando una nota de protesta con más de 100
firmas al gobierno provincial. Al mismo tiempo, se solicitaba, en términos
enérgicos, la remoción de Cirilo Peralta del cargo de Juez de Paz. Los
italianos de Cañada de Gómez procedieron también a informar de los sucesos a
sus representantes diplomáticos. Uno de ellos, el cónsul Petich de Rosario,
tuvo una activa participación tratando de lograr satisfacciones para los
reclamos de sus connacionales. El gobierno italiano, por su parte, alertó a los
comandantes de las dos cañoneras italianas que se hallaban en el puerto de
Rosario, para que prestara toda la ayuda requerida por Petich. El juez de paz de la localidad, a su vez,
elevó un informe al gobierno, en el que desmentía las acusaciones y sugería la
existencia de una suerte de complot
anti-argentino organizado por algunos residentes italianos. Según Peralta,
los colonos italianos habían organizado una violenta demostración frente al
juzgado, en cuyo transcurso se hizo flamear una bandera italiana y se
profirieron gritos hostiles contra la bandera argentina y las autoridades
nacionales y provinciales(...) A pesar de todas las presiones ejercidas por la
prensa local y el cuerpo diplomático, y aún por el gobierno nacional, las
autoridades provinciales decidieron mantener a Peralta en su puesto. La Capital de Rosario
protestó enérgicamente ante esta actitud: Para el Sr. Gobernador, el Juez de Paz está
primero que los intereses de 300 colonos que han enriquecido a la provincia.
Este aspecto fue claramente percibido por el cónsul italiano Petich, quién en
su informe señaló, además, que Peralta era el gran protegido del muy influyente
Pedro Correa, el más importante terrateniente de la región, prestigioso
político y concuñado del gobernador (...) Esta intervención llegó, en algunas
oportunidades, a estar avalada por la amenaza de utilizar la fuerza a
disposición de las potencias extranjeras. En 1876, por ejemplo, Santa Fe fue
testigo dos veces de la presencia nada pacífica de naves de guerra extranjeras:
las cañoneras italianas con motivo del evento que se ha descripto en estas
páginas y la de un navío similar británico a propósito del conflicto desatado
entre el Bank of London an The River
Plate y el gobierno de Santa Fe. Tal como sucedió en Cañada de Gómez, la
intervención de los diplomáticos extranjeros rara vez alteró, en forma
sustancial, el curso de los acontecimientos. Pero, no cabe duda, agregó un
factor irritante más a lo que ya era una situación harto compleja.»[6]
[1] Biografía de Mariano Cabal. Archivo del Museo
Histórico Municipal
[2] Elías Bertola. Apuntes
históricos de Cañada de Gómez. 1923. Reedición año 2013
[3] Idem.
[4] Quién realiza un viaje
tiene algo para narrar. Margarita Hansen de Schnack.
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Servando_Bayo
[6] Ezequiel Gallo. Conflictos
socio-políticos en las colonias agrícolas de Santa Fe (1870-1880)
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