UN 31 DE ENERO DE 1966, NACÍA JORGE GONZÁLEZ

 


Jorge González nació el 31 de enero de 1966 en la localidad formoseña de El Colorado. En Cañada de Gómez aún lo recordamos como el jugador de básquet más alto que haya vestido la casaca de Sport Club y la Selección Argentina. Pero una vez retirado del baloncesto,  fue luchador profesional argentino que compitió en la World Championship Wrestling desde 1989 hasta 1993 y en la World Wrestling Federation en 1993, siendo conocido como El Gigante y Giant Gonzalez en cada federación respectivamente. Es el luchador de mayor estatura de todos los tiempos superando los siete pies y medio de altura.

González medía 2,31 m, siendo hasta hoy el jugador argentino de baloncesto más alto de la historia. Empezó su carrera en el Club Pabellón Argentino en su pueblo natal y luego en el Hindú Club de Resistencia a los 16 años cuando medía 2,15m.

Como consecuencia, León Najnudel, quién era entonces entrenador de la selección de baloncesto de Argentina, recomendó al Club Gimnasia y Esgrima La Plata para firmar a González para la segunda división del equipo.

Eduardo Bazzi,  quién fuera presidente de la Asociación de Clubes y por entonces presidente del Sport Club Cañadense, estando de vacaciones en la costa recibe un llamado de Najnudel, quién le pide la contratación del Gigante Gonzalez. Vistió la Celeste en tres  temporadas entre 1987 y 1989. En total estuvo en 53 partidos y promedió 19,6 puntos convertidos. En la Selección Nacional jugó tres competencias oficiales, los Campeonatos Sudamericanos de Medellín 1985, con Najundel como DT y Guayaquil 1989, más el Preolímpico de Montevideo 1988, esta vez con Alberto Finguer al frente del seleccionado.


La Revista El Gráfico visitó Cañada de Gómez y en aquel momento expresó como vivía González en nuestra ciudad

«Una vieja casona de la calle España 418: un patio, enmarcado por seis habitaciones, un comedor, una cocina, dos baños y una sala de videos. Allí transcurren las horas de este joven junto a otros ocho muchachos, todos venidos de diferentes comarcas y enrolados en el futuro que les ofrece el básquetbol del Sport Club Cañadense en la Liga Nacional de Argentina. La charla sería amable y sosegada y continuaría más tarde, entre mate y mate, en la casa, y entre café y té, en una de las confiterías, Danubio.

»No puede dormir en ninguna cama común, sus piernas sobrarían; por eso, cuando llegó a Cañada de Gómez, los más puntillosos carpinteros de la fábrica de Hugo Ferraro construyeron una a su medida, de 2,50 metros de largo convenientemente reforzada. Eso no fue todo. Su presencia en el pueblo despertó los más encontrados comentarios: nadie jamás había visto a alguien de semejante talla y peso.

»Así, pronto descubrieron que era capaz de comerse un kilo de peras o manzanas o dos docenas de medialunas, beberse durante una comida el contenido de tres sifones y hasta despacharse cuatro bifes de chorizo en una cena. Tales problemas con la alimentación —hay quienes juran y perjuran que se lo ha visto pasar el rato comiendo entre 16 ó 18 alfajores, por ejemplo— no eran los únicos que se le presentaron a los sencillos vecinos de aquella población. ¿Qué hacer cuando quería ir al cine, por ejemplo? No cabía en una butaca y teniendo en cuenta que sentado mide 1,17 m, era un problema para quienes estuviesen detrás de él. Se solucionó todo montándole una plataforma especial e invitándolo gratis cada vez que quisiera ver una función...

»Es que la bondad de aquellos habitantes procuró entender tal suma de enigmáticos problemas. No era fácil para esas gentes asimilar que Jorge, por ejemplo, tenía inconvenientes muy serios para ingresar en los automóviles. Y aunque tras azarosos movimientos lograba introducirse en algunos, su extremado peso los desbalanceaba. A tal punto que hay quienes cuentan que rompió más de un elástico y que algún vehículo debió ser reparado. Un hombre semejante motivó que se construyese especialmente para él una tabla para hacer ejercicios abdominales con medio metro más largo que las corrientes, que sólo eran de dos metros, y que, al calzar 56 y 1/2, obligaría a buscar zapatillas a medida —exclusivamente realizadas para él y por él— en la no muy lejana ciudad Capital del país, en una fábrica llamada Topper.»[1]

Después de su paso por el Celeste de Cañada, fue el primer jugador argentino seleccionado en el draft de la NBA, siendo elegido por los Atlanta Hawks en la 4ª posición de la tercera ronda del draft de 1988 y, aunque llegó a entrenar con el conjunto de Atlanta, nunca logró debutar en la NBA y acabó abandonando la práctica del deporte de la canasta.

Después de su carrera como luchador, retornó a nuestro país en 1995, muy enfermo de su diabetes. ​A partir del año 2002, estuvo en silla de ruedas un tiempo, debido a su enfermedad, y más tarde se ayudaba con una silla para poder caminar. Estuvo internado varias veces en Buenos Aires, gracias a la caridad a veces, y a la conveniencia de estrellas de la TV, en otras. En 2007 fue contratado por la WWE para prestar su imagen para la 16ª serie de figuras de luchadores de Jakks Pacific, por lo cual, jamás recibió regalias, muriendo en la pobreza.​

Jorge González falleció el 24 de septiembre de 2010 en San Martín, Argentina, víctima de acromegalia y la diabetes, además de otras consecuencias de sus enfermedades como insuficiencia renal y otros diversos problemas de salud persistentes que no podían ser solventados debido a la mala situación financiera por la estuvo atravesando.

En 2014 el escritor Orlando Van Bredan lanzó su novela "Mientras el mundo se achica", libro basado en la vida de Jorge González.

Aún los memoriosos cañadenses, recuerdan aquel Gigante que caminó las calles de la ciudad siendo la admiración de muchos de nosotros.



[1] Revista El Gráfico

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