El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó ayer al 8% su proyección de crecimiento de la economía argentina para este año, dos puntos más de lo que había estimado en abril, lo que ubica al país como el de mayor tasa de ascenso del Producto Bruto Interno de la región, según se publicó en el informe de Perspectivas Económicas Mundiales.
Sin embargo, el organismo ratificó que sigue fiel a las teorías ortodoxas, y consideró que la economía argentina se presenta bajo un estado de “sobrecalentamiento”, con su efecto en los precios.
Al mismo tiempo, para países como Grecia, sostuvo a través de los economistas que brindaron la conferencia de prensa ayer (entre ellos el consejero económico, Olivier Blanchard, y el economista jefe, Jorg Drecressin) que la receta de un ajuste para Grecia “es decisiva”, antes que cualquier otra.
Los economistas del FMI desestimaron de esta forma las recomendaciones vertidas por uno de los ‘gurú’ del momento, el estadounidense Nouriel Roubini, quien consideró que Grecia debería salir de la zona euro e imitar a la Argentina.
El informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales, difundido en Washington en la previa del inicio de la Asamblea conjunta Anual del FMI y el Banco Mundial, mantuvo además su previsión de aumento del 4,6% del producto interno bruto argentino en 2012, por debajo del proyecto de Presupuesto recién elevado al Congreso del 5,1%.
En el mundo, la expansión de la Argentina sólo sería superada este año por la de China, que crecerían 8,2 y el 8% en 2012, según los cálculos del FMI.
El Fondo Monetario prevé que la economía argentina liderará el crecimiento de la región, junto con países como Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, con alzas superiores al 6 por ciento.
En su informe semestral, el FMI subió las proyecciones argentinas, aun cuando redujo las estimaciones de crecimiento de los países desarrollados y de Brasil.
El organismo también mejoró fuertemente las proyecciones relativas al empleo en el país, ya que espera que la tasa de desocupación cierre en 7,3% este año y en 6,9% el próximo, cuando en abril proyectaba tasas de 9 y de 8,5%, respectivamente.
Respecto a la evolución del Índice de Precios al Consumidor, tema que suele tratar el FMI, subió las proyecciones a 11,5% para 2011 y a 11,8% el año próximo, cuando en abril esperaba mediciones de 10,2% y 10,5%, respectivamente.
En estos números de inflación del informe subyace la teoría del “sobrecalentamiento” de los países de la región, si bien en este último trabajo se moderó el concepto para los emergentes, debido a la amenaza de la recesión global.
De esta forma, fiel a sus recetas ortodoxas, el Fondo recomienda lecciones de ajuste monetario para controlar los precios a través de ajustes en la política monetaria, no sólo para países de la región, sino para India, Rusia, y Turquía.
En esta última versión agregó una nota al pie en las estimaciones de inflación de la Argentina, que llama la atención a la luz del trabajo técnico que viene efectuando el FMI con el país para la elaboración de un nuevo indicador nacional.
“Los datos de la figura están basados en las estadísticas oficiales del PBI y el IPC. Las autoridades se han comprometido a mejorar la calidad de los datos correspondientes al PBI y IPC con el fin de que estén acordes con el cumplimiento de las obligaciones en función del Convenio Constitutivo del FMI.
Hasta que la calidad de los datos no haya mejorado, el personal del Fondo utilizará medidas alternativas de proyecciones del PBI como la inflación para el monitoreo macroeconómico, incluyendo las estimaciones privadas”, indicó el organismo.
Consultado al respecto, Amado Boudou les bajó el tono a los comentarios vertidos en el informe al sostener que “nosotros hacemos hincapié en la mejora del país”.
“Lo importante no es lo que digan de afuera, lo importante es que nuestra gente haya podido incorporar más consumo, cada vez acceder a cosas mejores. Esto no es por casualidad, es por que existió Néstor Kirchner y porque Cristina Fernández de Kirchner está.
Por eso a nosotros lo que nos importa es mirar para adentro”, subrayó Boudou esta tarde durante una visita a la localidad bonaerense de Berazategui.
En sí, este párrafo es una versión corregida de un comunicado que se emitió en julio, cuando recién asumía Cristine Lagarde al frente del FMI, donde decía que el organismo “recibió con agrado el compromiso formulado recientemente por las autoridades argentinas de trabajar estrechamente con el personal técnico del FMI para mejorar la calidad de los datos” y otorgaba 180 días para “evaluar el progreso realizado”.
En dicho texto, se diferenció la visión del “management”, y del “staff”.
Consultada una fuente del gobierno consideró que este párrafo “tiene que ver con el pensamiento del staff ortodoxo, pero no refleja toda la línea política del FMI”.
Tiempo Argentino
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