Hoy se
conmemora un aniversario más de la vuelta democrática, cuando aquel 10 de
diciembre de 1983 el Dr. Raúl Alfonsín juraba como presidente de la nación.
Ese día se
dejaba atrás siete años de torturas, asesinatos, apremios ilegales, robos de
bebes, robo de Papel Prensa, desapariciones y la tan nefasta política económica
de Martínez de Hoz y sus socios de la Sociedad
Rural más grupos empresarios como Clarín, la familia Mitre,
etc.
Nos
olvidemos que en Cañada de Gómez también hubo complicidad con los gobiernos
militares, recordemos los gobiernos de Cabezudo y Butassi acompañados por los
notables señores de la clase alta cañadense que participaron de los gabinetes y
comisiones de gobierno.
Fueron los
años del asesinato a Fanny Giordano, los secuestros a trabajadores de La Helvética , de
estudiantes, de militantes políticos, de toda una generación política que
surgió en aquellos años sesenta de la mano del Mayo Francés, el Cordobazo o el
Rosariazo entre otras cosas.
Pero
volvamos a esa jornada histórica en la que Alfonsín comenzaba a marcar un nuevo
camino, lamentablemente le duró muy poco la ilusión al pueblo, ya que la
primavera alfonsinista duró apenas un par de años, tiempos en que los jóvenes
comenzaban a aprender nuevamente a hacer política partidaria y sobretodo
militancia.
En su
discurso inaugural Alfonsín manifestó:
«Compatriotas:
Iniciamos todos hoy una etapa nueva de la Argentina. Iniciamos
una etapa que sin duda será difícil, porque tenemos todos la enorme
responsabilidad de asegurar hoy y para los tiempos la democracia y el respeto
por la dignidad del hombre en la tierra argentina.
»Sabemos
que son momentos duros y difíciles, pero no tenemos una sola duda, vamos a
arrancar los argentinos, vamos a salir adelante, vamos a hacer el país que nos
merecemos. Y lo vamos a poder hacer, no por obra y gracia de gobernantes
iluminados sino por esto que la plaza está cantando, porque el pueblo unido
jamás será vencido.
»Una feliz
circunstancia ha querido que este día en que los argentinos comenzamos esta
etapa de 100 años de libertad, de paz y de democracia, sea el Día de los
Derechos Humanos. Y queremos, en consecuencia, comprometernos una vez más:
vamos a trabajar categórica y decisivamente por la dignidad del hombre, al que
sabemos hay que darle libertad, pero también justicia, porque la defensa de los
derechos humanos no se agota en la preservación de la vida, sino además también
en el combate que estamos absolutamente decididos a librar contra la miseria y la
pobreza en nuestra Nación.»
Y como nos
tenía acostumbrado el entonces presidente, agregaba parte del preámbulo a sus
palabras:
«Entre
todos vamos a constituir la unión nacional, consolidar la paz interior,
afianzar la justicia, proveer a la defensa común, promover el bienestar general
y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad
y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino»
En el medio
pasaron cosas como la Ley
de Obediencia Debida y Punto Final, la intromisión de la Iglesia Católica y el Opus Deis
en el Congreso Pedagógico, la
Hiperinflación , después vino Carlos el Riojano con la
corrupción, el remate del Estado, la desaparición de los ferrocarriles, la
muerte de las idea, Cavallo, el uno a uno, los viajes al Caribe, el Yomagate, y
podemos escribir hasta mañana.
Pero
faltaba más, vino De la Rúa
y en veinte meses pufff!!!! Nos fuimos a la mierda!!!!!
Cinco
presidentes en una semana para recaer en Duhalde, el siempre presente en cada
golpe o intento del Cabezón de Lomas de Zamora…
Como dice
el tango…Veinte años no son nada, si tuvieron que pasar veinte años de aquel
diciembre de 1983 para volver a recuperar las esperanzas.
Ese 25 de
mayo de 2003 asumía un flaco medio jorobado, que muchos se le reían por su
forma de mirar y de hablar y dijo cosas como estas…
«Convocamos
al trabajo, al esfuerzo, a la creatividad para que nos hagamos cargo de nuestro
futuro, para que concretemos los cambios necesarios para forjar un país en
serio, un país normal con esperanza y con optimismo.
»Formo
parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias; me sumé a
las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso
dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada (…)
« Deben
encararse los cambios con decisión y coraje, avanzando sin pausas pero sin
depositar la confianza en jugadas mágicas o salvadoras ni en genialidades
aisladas. Se trata de cambiar, no de destruir; se trata de sumar cambios, no de
dividir. Cambiar importa aprovechar las diversidades sin anularlas.
»Se
necesitará mucho trabajo y esfuerzo plural, diverso y transversal a los
alineamientos partidarios. Hay que reconciliar a la política, a las
instituciones y al Gobierno con la sociedad (…)
»Vengo a
proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal,
quiero que seamos un país serio, pero, además, quiero un país más justo.
»Anhelo que
por estos caminos se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación:
la nuestra. Muchas gracias. ¡Viva la patria!»
Ese cambio
llegó, y vino de la mano de Néstor y Cristina Kirchner al cuál pocos confiaban
en ellos. Desde 2003 a
la fecha la desocupación bajó del 40% al 5%, la pobreza del 25% al 1.5% y la
indigencia en cifras iguales.
Se
profundizaron las políticas culturales, se construyeron escuelas, rutas,
teatros, calles, ciudades enteras cambiaron gracias a las políticas nacionales
y populares del Kirchnerismo.
Y que decir
de nuestra ciudad, en esos años gracias a las gestiones de Stella Clérici que
tuvieron eco en Casa Rosada Cañada de Gómez puede decir que más de 1000 obras
se realizaron, se construyó la presa del Arroyo, el túnel de Calle Moreno, la Casa del Bicentenario y
próximamente el N.A.C.; más las 900 notebook entregadas durante estos diez años
a los estudiantes y profesores cañadenses.
Para
finalizar quiero dejar algunas cifras que conducen a comprender lo que es vivir
en libertad. Hoy una persona de 64 años votó por primera vez en 1973 y
posteriormente lo volvió a hacer diez años después. Solamente alguien que tiene
49 años pudo haber vivido toda su mayoría de edad viviendo en democracia plena.
Porque no
queremos volver atrás, porque sufrimos las torturas de la dictadura, queremos
seguir afianzando esta democracia. A nosotros nos corresponde como medio de
comunicación, a usted como ciudadano, pero recordemos que a pesar de todos sus
defectos vivir en democracia es vivir en libertad y la libertad no tiene
precio, es un derecho natural y debemos cuidarla y mantenerla por los siglos de
los siglos.
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