El Papa se reunió esta mañana, en el Vaticano, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, luego del reconocimiento oficial de la Santa Sede al Estado de Palestina anunciado esta semana.
"He pensado en tí como un ángel de la paz", le dijo Francisco a Abbas tras la entrevista de 20 minutos que mantuvieron ambos líderes y luego de obsequiarle un medallón con la figura del Ángel de la Paz que "destruye el espíritu malo de la guerra".
Durante la audiencia entre ambos líderes, que la sala de prensa del Vaticano definió como "desarrollada en una atmósfera cordial", ambos expresaron "una gran satisfacción por el acuerdo alcanzado sobre el texto de un Acuerdo global entre las Partes relativo a algunos aspectos esenciales de la vida y de la actividad de la Iglesia Católica en Palestina que se firmará en un futuro próximo".
Según el comunicado difundido luego del encuentro, "se habló del proceso de paz con Israel con la esperanza de que se reanuden las negociaciones directas entre las Partes para encontrar una solución justa y duradera al conflicto, reiterando el deseo de que, con el apoyo de la Comunidad internacional, israelíes y palestinos tomen con determinación decisiones audaces a favor de la paz".
Asimismo, reafirmaron "la importancia de combatir el terrorismo" y subrayaron "la necesidad del dialogo interreligioso", en momentos donde el islamismo radical de grupos como el Estado Islámico (EI) es una amenaza para Medio Oriente.
La visita de Abbas a Francisco se produjo luego de que el Vaticano reconociera esta semana oficialmente por primera vez a Palestina en un documento que delegaciones de ambos estados terminaron de discutir el miércoles, según anunció esta semana un comunicado oficial de la Santa Sede.
Tras el encuentro, Abbas le entregó a Francisco una pequeña caja con un rosario de perlas de madera de olivo y relicarios de las dos nuevas santas palestinas, Mariam Baouardy Haddad y Marie Alphonsine, que serán canonizadas mañana en Roma.
Abbas, agradeció al Sumo Pontífice por la canonización de las dos santas nacidas en su tierra, las
primeras de los tiempos modernos y lanzó un llamado a los cristianos a no abandonar Palestina.
Lo hizo en un extenso comunicado publicado por PNN, Palestine News Network, luego del encuentro en el Vaticano con el argentino Francisco.
En la ocasión de la canonización de las dos monjas de Tierra Santa "queremos expresar el aprecio a nuestros hermanos cristianos palestinos por su firmeza y la contribución eficaz que han dado para construir la nación Palestina", indicó Abbas en el mensaje.
"Pedimos a los cristianos palestinos que permanezcan con nosotros para gozar de los derechos de plena ciudadanía, y afrontar con nosotros las dificultades de la vida hasta que lograremos la libertad, la soberanía y la dignidad humana", añadió.
"Nuestra Tierra Santa se convirtió en un bastión de las virtudes para todo el mundo y estamos agradecidos al Pontífice", prosiguió Abbas en su carta, antes de subrayar que "Palestina no es una tierra de guerra; es más bien una tierra de santidad y virtud, como Dios quería que fuese".
Al referirse a las dos nuevas santas, el presidente palestino evidenció que las dos religiosas "representan una generación de mujeres virtuosas y pías que están en condiciones de afrontar los desafíos y transmitir un mensaje especial, en particular en Palestina y a los países árabes".
Ellas, acotó, confirman "nuestra determinación a construir una Palestina soberana, independiente y basada en los principios de paridad ciudadana".
Las santas "son dos hijas de nuestro pueblo que representan una voz única y potente que nos dice que el poder del espíritu está en nosotros y nos guía hacia al Estado y su capital, Jerusalén", acotó en su mensaje escrito.
"Una mujer de la aldea de Ibillin en Galilea, Santa Mariam Baouardy Haddad nos enseña que Dios es para los oprimidos porque era oprimido y afrontó dificultades. Santa Marie Alphonsine Ghattas, que surgió del corazón de Jerusalén, nos dice que esa ciudad será siempre la ciudad de Dios y la ciudad de justicia y paz para todos los creyentes de todas las confesiones", sostuvo Abbas.
Y agregó: "nosotros decimos sobre la base de este fundamento espiritual: Jerusalén será nuestra capital, si a Dios le gusta".
Antes de visitar al Sumo Pontífice, Abbas se encontró -este viernes- con su par italiano, Sergio Mattarella, y con el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Matteo Renzi.
El pasado 30 de abril, Francisco recibió al presidente de Israel, Shimon Peres, quien le invitó a viajar a Jerusalén.
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