Juan Carlos Abbondanzieri y Carlos Fernández, concejales en 1987 |
Aquella Semana Santa de 1987 quién esto escribe
tenía apenas 9 años, pero la recuerdo como si fuera ayer. Mi familia había sido
golpeada por la crueldad de la dictadura y el gobierno de Alfonsín se vivía
como se viven los primeros días de la primavera después de los crudos
inviernos. Ese 19 de abril estábamos en la casa que alquilaba mi abuela en
Necochea 313 y ella era la única que tenía un televisor a color, entonces
fuimos los cinco a pasar la tarde allí y a seguir de manera directa en los
canales rosarinos como se desencadenaba la situación. Les puedo asegurar que el
Felices Pascuas de Alfonsín y ver la
emoción de los mayores quizás haya sido la llama que encendió mi pasión por la
política y la historia. Pero hoy quiero recordar lo que sucedió en Santa Fe y
en nuestra ciudad, una historia pocas veces contada, que no deberíamos olvidar.
La provincia era gobernada por el justicialista
José María Vernet, un militante surgido de la Unión Obrera Metalúrgica, que
había ganado por apenas 14.000 votos la gobernación al radical Aníbal Reinaldo
y en 1987 circulaba en su último año de mandato. Fue el gobernador que decretó la Emergencia
Constitucional y le ordenó al General Alais que marche hacia
Buenos Aires para combatir a los golpistas de Campo de Mayo encabezados por el
Teniente Aldo Rico. No solamente eso, también le ofreció ese Viernes Santo del
17 de abril, que Alfonsín traslade provisoriamente la Capital Federal hacia Santa Fe,
una actitud sorprendente teniendo en cuenta que pertenecía a partidos
opositores. Pero debemos remarcar que todos los dirigentes durante esos días se
unieron defendiendo la Democracia. Aunque
siempre veamos la imagen del entonces presidente con Antonio Cafiero al lado,
en Santa Fe también ocurría lo mismo cuando en Rosario, ante una multitud de
vecinos en el Monumento a la
Bandera , se pudo ver al gobernador Vernet junto a dirigentes
como Luis Changui Cáceres del Radicalismo, Guillermo Estévez Boero y
Héctor Cavallero del Partido Socialista Popular y Lisandro Viale del Partido
Intransigente. Como así también fue sorpresiva la ausencia del intendente
Usandizaga en la mayoría de los actos.
En Cañada de Gómez sucedió lo
mismo, desde el Intendente Albertengo pasando por los concejales y las sedes de
los partidos políticos salieron a la calle a defender la democracia. Se
realizaron actos, comunicados y hasta una vigilia en el recinto legislativo
local que presidía Leopoldo Audano pero que integraban además Ezio Gaspoz,
Gerardo Médici, Ricardo Sthali, Isabel Alanis, Carlos Fernández y Juan Carlos
Abbondanzieri. Estos tres últimos son los únicos ex concejales que aún viven y
hemos conseguido el testimonio de dos de ellos, Fernández y Abbondanzieri que
nos describen lo sucedido en aquellos días.
Juan Carlos Abbondanzieri, tres
veces concejal de la ciudad, de origen radical y perteneciente entonces al
sector liderado por Luis Changui Cáceres, nos escribió sobre esas jornadas que
«se acordó la vigilia con Leopoldo
e inmediatamente se lo comunicamos a los partidos políticos y todos abrieron
sus puertas. Eso es historia, hoy a los Concejales les toca la etapa de
consolidación y reforzar a los partidos políticos. La era post Menem los
desarticuló a todos.»
En cambio la charla con Carlos Fernández,
quién junto a Guillermo Estévez Boero y un nutrido grupo de jóvenes militantes
surgidos de distintas vertientes del progresismo, fundan el Partido Socialista
Popular, en 1987 cumplía su segundo año de mandato como concejal después de un
histórico triunfo del socialismo en 1985. Posteriormente fue funcionario de la Municipalidad de
Rosario y durante el mandato de Hermes Biner y Antonio Bonfatti fue
viceministro de Economía de Ángel Sciara. Fernández me recibió en su casa y
sobre esos días recuerda
«Pasamos la noche en el Concejo,
no todos, creo que los más jóvenes. También nos acompañaron los militantes. Las
únicas informaciones las teníamos por escuchar la radio, y por ahí si alguno se
comunicaba por teléfono con los dirigentes partidarios en Buenos Aires.
Temíamos por la Democracia ,
los golpes militares estaban muy frescos en nuestras memorias, y nuestra
formación política fue siempre sabiendo lo que había ocurrido en todos esos
golpes. Nuestro partido fue uno de los pocos que siguió militando durante la
dictadura, a veces arriesgando nuestras vidas, con sólo decirte que aún guardo
en papeles chicos las cosas que hablábamos en esas reuniones. Pero volviendo a
1987, teníamos miedo, fue muy serio lo que ocurrió. De aquel día me quedo
guardada una frase de Guillermo Estévez Boero, que fueron en auto detrás de
Alfonsín, que nos dijo que en esos días Estábamos todos, Tutte le fioqui!»
Ese domingo de 19 de abril de
1987, Raúl Alfonsín dijo frases célebres que pertenecen al acervo cultural y
social del país como el Felices Pascuas o la Casa está
en orden. Para mi la frase más hermosa de aquel discurso fue si
Dios quiere y nos acampaña a todos los argentinos, dentro de un rato vendré con
las soluciones. Dentro de un rato vendré con la noticia de que cada uno de
nosotros podemos volver a nuestros hogares para darles un beso a nuestros hijos
y en ese beso decirles que le estamos asegurando la libertad para los tiempos.
Lo que vino después será para
otra historia, la Obediencia Debida ,
el Punto Final, la Tablada ,
los indultos y las sucesivas crisis económicas. Pero esa Semana Santa de 1987
quedará en la memoria de muchos que sabemos que la Democracia es el único
camino que debemos transitar.
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