Su llegada a Cañada de Gómez
Tras
la partida del Cardenal Caggiano hacia Buenos Aires, en 1959, durante la breve
gestión de Mons. Silvino Martínez quién fallece en su cargo en 1961 siendo
reemplazado por Mons. Guillermo Bolatti comienza en la vida sacerdotal de
Armando Amirati una serie de traslado que incluyeron las parroquias de Fray
Luis Beltrán, Fisherton, San José Obrero y el Colegio del Huerto. Un 25 de
marzo de 1962 bajó sólo de la
Estación de trenes, caminó con su pequeño bolso lleno de
libros y cruzó la Plaza San
Martín rumbo a la casa parroquial un desconocido cura llamado Armando Amirati.
Faltaban siete meses para que Juan XXIII, el Papa Bueno, diera inicios a la
gran reforma de la Iglesia Católica
que fue el Concilio Vaticano II. Ese 11 de octubre de 1962, fecha en que el
Santo Pontífice ofreciera la misa inaugural y su recordado discurso Gaudet Mater Ecclesia donde, entre otras
cosas, expresara que