En 1945 siendo Intendente municipal el
Sr. Abel Romegialli, se construyo en la esquina de Pellegrini y Rivadavia,
vereda NE, la plaza Bernardino Rivadavia. Se le impuso ese nombre en homenaje
al centenario del fallecimiento del expresidente de la República Argentina
donde según la ordenanza de creación se le proponía a la comisión Pro Homenaje
la construcción de un monumento a erigirse en la misma. Lo curioso es que por
esas cosas que tenemos los cañadenses el monumento no se instaló en la plaza
sino en Bv. Centenario e Yrigoyen, el mismo que vemos cuando pasamos por esa
vieja esquina del colegio San Antonio.
Fue así que el 2 de setiembre de 1945,
el Ing. Bartolo Cuffia en representación del municipio inauguró la plaza a las
11 de la mañana y una hora más tarde el Dr. Félix Pagani –presidente de la
comisión de homenaje– inauguró el busto de Rivadavia en el viejo boulevard.
Pero volvamos a la plaza,
lamentablemente fue corta la vida de la misma en la esquina original ya que en
la década del 60 bajo la intendencia del Radical Intransigente Gerardo
Cabezudo, se decidió vender los terrenos donde se encontraba la misma y trasladarla al lado del edificio municipal
por calle Ocampo al 900, como se puede apreciar en la foto que pertenece al
Archivo Fotográfico del Museo Histórico Municipal. Pero en 1972 el entonces
Intendente Hildo Storni, hermano de Alfonsina y mandatario durante la dictadura
de Onganía y Lanusse, donó esos terrenos a la nación para que se construyera el
edificio de la D.G .I.
y el pasaje que hoy lleva el nombre de quién regalara la plaza y dejara a la
ciudad sin un precioso espacio verde en pleno centro de Cañada de Gómez.
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