Ocampo al 800, en tiempos de la Guía de Informaciones, c. 1905 |
Hoy
estaremos recordando a don Elías Bertola, aquel multifacético hombre nacido en
Italia cuando promediaba el Siglo XIX. Este hombre que
fue uno de los fundadores de la Unione
Italiana , participó además en 1892 de la Comisión que se propuso
juntar fondos para la construcción del Hospital de Caridad. También por esos
años fue miembro de la Comisión Comunal
presidida por Melitón Gómez, quién había asumido un par de años antes. Durante
su gestión en la Comuna
ocurrió la
Revolución Radical de 1893. Siendo su último cargo público el
de Juez de Paz entre los años 1905 y 1906. Es preciso recordar que en 1891 fue
directivo de la Sociedad de
Fomento Musical una de las pioneras instituciones musicales de la ciudad.
Cuando se realizó la
Exposición de Turín en 1911, fue designado por la Sociedad Italiana
para representarla en la misma, junto a él tuvieron ese privilegio Camilo
Varni, Bautista Nicoli, Antonio Aires, Antenor Beltrame, Juan Bima y Orestes
Bogetti y entre todos integraron el Sub Comité Italiano quienes volvieron al
país con un diploma de honor. Otras de las tareas realizadas por Elías Bertola
fue la cartografía, de sus manos salieron los primeros planos del Departamento
Belgrano, Iriondo y distritos como el nuestro, el de Bustinza, Correa, Totoras,
San Genaro, Centeno, El Trébol, Carcarañá, Casilda, Arequito, San José de la Esquina y hasta en la
provincia de Córdoba también con sus mapas, como en Cruz Alta, Espinillos y
Marcos Juárez.
En 1907
fue el editor de un periódico llamado Guía de Informaciones, que en palabras de
él comenzó con avisos de publicidad y acabó con escritos destacados. Inclusive
en algunos de sus números pudo apreciarse algunos adelantos de lo que fueron
sus Apuntes históricos. En nuestro museo tenemos sólo tres ejemplares de aquel
medio informativo con el que contaba el entonces pueblo Cañada de Gómez. Por
eso hoy quiero compartir con ustedes algunas de sus pintorescas notas
publicadas. El 15 de diciembre de 1908 realizó una crítica por los cruces de
calles con las vías férreas donde expresa que
«La empresa
del F.C.C.A., al comprar a la
Compañía de tierras el terreno para la vía férrea, ha tenido
que sujetarse de acuerdo a los planos de los pueblos, y tan es así, que cada
plano asigna una superficie cerrada destinada exclusivamente para el servicio
de las Estaciones. El Art. 64 del Código Rural (si para algo sirven las Leyes y
los Códigos), establece que las líneas férreas no podrán interrumpir sus obras
el tránsito público, etc. Los compradores de terrenos tienen derechos
adquiridos de acuerdo con los planos. Ahora sin entrar por el momento a
discutir sobre el mérito y criterio del sistema de hacer cruzar las líneas
férreas por medio de los pueblos, se debe de argüir que las calles deben de
cruzar dichas líneas, sino seria de considerar un absurdo completo el criterio
mencionado de dividir y aislar la mitad de un pueblo con la otra mitad.
»Hasta que
las nuevas poblaciones han quedado en estado de aldeas o pueblos chicos en
formación, se comprende que los pocos edificios rodeaban a las estaciones y
líneas férreas abiertas por todos lados, permitían buscar un paso sin un
determinado paso a nivel o calle. Pero hoy día, ciertos pueblos, como Cañada de
Gómez, ha llegado a la importancia de una pequeña ciudad por su edificación,
población y comercio, se hace sentir la necesidad de tener expeditas sus calles
para el tráfico público y por lo tanto la necesidad que la vía férrea no
dificulte su viabilidad con tener cerradas las calles que cruzan la vía. Ha llegado el momento de llamar la atención
de los poderes públicos sobre este asunto que es parte integrante de los
intereses vitales del pueblo. ¡En el radio urbano deben de cruzar la vía 16
calles, y 10 están cerradas y podría decirse 11, porque hay un paso a nivel que
es un depósito permanente de vagones y caso raro el poder transitar!
»La actual
Comisión de Fomento, de la cual el pueblo espera mucho, debería, a nuestro
parecer, tomar carta en el asunto en beneficio de los intereses generales del
pueblo y nuestro simpático Mister Loveday, prestar su espontáneo concurso,
salvando las dificultades en provecho común, evitando trámites legales.»[1]
Recordemos
que era presidente comunal Servando Martínez, quién había asumido el 9 de
noviembre de ese año y según Bertola en sus Apuntes manifiesta que su gobierno
fue el encargada de la colocación de lámparas a alcohol en las calles centrales
y realizaron el ensanche de calle Vieytes, hoy Bv. Centenario, recuperando
terrenos ocupados indebidamente por vecinos linderos y otros, por
equivocaciones de la Compañía
de Tierras al efectuar las ventas de la mayor parte de las quintas, dejando un
sobrante.[2]
Otra nota
pintoresca de Bertola fue la titulada Panteón
periodístico Cañadense, donde fiel a su ironía comentaba los pormenores de
los medios locales, donde lamentaba la falta de un periódico estable en la
ciudad. Del Bien Público expresó que
«la primera etapa sufrió catalepsia y en la segunda desapareció por una
conmoción»; El Litoral surgido en
1891, «nacimiento y defunción sin bautismo»; Unione Italiana entre 1891 y 1892, «síncope imprevisto seco»; La Bandera Radical en 1898,
«cobro anticipado complicado con Mieditis violenta»; La Idea
en 1895, «empobrecimiento por mala idea»; Nord
de Buenos Aires en 1905, «encefalitis» y El Cañadense en 1905 por «Insuficiencia Natural».
Ese mismo
día se anunciaba la inauguración de la Pista Sportiva del Club Alem,
lamentablemente aún sin identificar el lugar donde ocurrió, pero si el día, que
fue el 12 de diciembre de 1908 cuando asistieron unas mil personas a ver el
encuentro futbolístico entre Alem y
Rosario Central, siendo ganador éste último. Recordemos que desde las fila del
Alem surgió Emilio Luján, un brillante jugador de Sport Club que falleciera a los
29 años un 6 de octubre de 1920. También en esa nota publicada vemos que el
público asistente presenció cuatro carreras de trote, lo que nos muestra que
alguna vez en Cañada hubo competencia de turf...
El 1 de
mayo de 1909 salía otro número de la
Guía , y entre sus
noticias más destacadas anunciaba la nueva conformación del Partido Unión
Popular con la Comisión Directiva
del Comité Departamental Iriondo integrada por Ignacio Crespo y Felipe Morales
como presidentes honorarios; Marcelino Bayo como presidente efectivo; Jerónimo
Ramírez y el Dr. Gonzalo Beresiartu como vicepresidentes; Juan Malberti (h)
como tesorero; Enrique Zanotta como Protesorero; Alejandro Favor como
secretario; Miguel Bayo como Prosecretario y los vocales fueron Ernesto
Terrosa, Antonio Fosatti, Domingo Flores, Modesto Ergueta entre otros. Otra
nota pintoresca de ese número fue Panteón
Galenístico donde Bertola usando su dura pluma pretendió recordarle a los
lectores los primeros médicos de la ciudad...
«Continuando
periódicamente nuestro trabajo de investigación como un dato a la contribución
de la historia cañadense, seguimos removiendo las tumbas de los que fueron
presentándose a nuestra vista el panteón del olvido del cual queremos exhumar
los cadáveres de los médicos que prestaron servicios profesionales en este
pueblo y que no por tratarse del panteón han muerto todos los cadáveres y
finados, los que con más o menos celo y dedicación han contribuido a enterrar a
los verdaderos finados muertos, léase lapsus lingue, o mejorar de sus dolencias
a la humanidad doliente. En el diagnóstico del mal que los ecilpsó o concluyó
con ellos, guardamos cierto recelo por aquello de que en casa del ahorcado no
hay que nombrar la soga (...)»[3]
Sobre cada
médico Bertola expuso lo siguiente; «1874, Dr. Scharn, Nostalgia; 1881, Dr.
Mauricio Pasqueviez, romanticismo zoológico-botánico, volátil circulante por
arma de fuego; 1882, Dr. Arlia, falta de desarrollo y otros vicios de
conformación; 1883, Dr. Agnetta, infección con dilatación vino-espiritistíca;
1885, Dr. Soulage, por instrumentos cortantes; 1885, Dr. Juan de Dios Roquier
(catalán), muerte natural definitiva. En el mármol se lee: La esposa, parientes
y amigos le erigen este monumento a su memoria.11 de mayo de 1887; 1887, Dr.
Lothringer, falta de desarrollo monetario; 1887, Dr. Galanti, magullamientos
calaverísticos; 1888, Dr. Piñol, protuberancias cranianas; 1889, Dr. Gowerz
Lund, muerte natural; 1891, Dr. Mario Angeletti, lesiones valvulares
fantásticas; 1892, Dr. Andrés Mac Innes, congestión turístico deportiva;
1893-94, Dr. Fontané, pericarditis ginebritica; 1894-95, el único médico local
se ausenta para las sierras de Córdoba, época de cólera, complicada con
mieditis disentericas; enviado por el Consejo de Higiene presta buenos
servicios el joven Dr. Arsenio de la
Colina , asistido por un practicante; 1895-96, Dr. Merlín,
escasez de medios ambiente; 1900, Dr. Rodríguez Marquina, parálisis agitante;
1902, Dr. Juan Gouzalez, asfixia local; 1904, Dr. Belisario Saborido, caída de
sitios elevados; 1907, Dr. Enrique Fergola, causas complicadas, en estos casos
se hace necesaria la autopsia; 1909, Dr. S. Lebensohn, muerto al nacer,
infección biliosa.»[4]
Las
necrológicas de ese número también tenían un toque de humor negro en su
narración y así Bertola detallaba dos muertes trágicas en el pueblo como la
sucedida el 24 de abril cuando expresa que «Emilio José Santicchia, joven de 23
años, haciendo uso imprudente del aparato langosticida a nafta, se le prendió
fuego causándole la muerte»[5];
o la ocurrida tres días después cuando «la popular doña María, cocinera
bastante sucia en sus tiempos, y viuda pestiza del finado albañil Rafael Larro
y de otros más tarde. La pobrecita le pegaba demasiado a la copita y ha
concluido con quedar seca. Que descanse.»[6]
Entre los
anunciantes de ese medio podemos destacar la Cerveza San Carlos vendida en
el pueblo por Federico Meyer y Cía.; Gran Curtiembre, talabartería y almacén de
suelas de Antenor Beltrame; Hotel y Confitería España de Segundo Gómez; Octavio
G. Koller, comercio de campaña en general; Domingo Bondoni, perforador de
pozos, molinos y maquinarias; F. y T. Fernández, cigarrería y depósito de
tabaco en general; Hermenegildo Sforzini, sastre; Olinda Della Schiava, partera
italiana recibida; Fossati Hermanos, carpintería de obras en general; Fábrica a
vapor de carros y carruajes de José Regis, sucesor de Luis Borgarello; Antonio
Culaciatti, comisiones en general para la compra venta de campos
arrendamientos; Almacén y Ferretería de Miguel Feno; Gaudencio Milanesi, depósito
de vinos de Mendoza e Italia; Café con billares y confitería D´Italia de Félix
Sicbaldi; Jáuregui y Vázquez, almacén, tienda, ferretería y corralón de
maderas; Almacén y Fiambreria de Frenchetti Hnos., agente de la soda Water de
las sierras de Córdoba; Carnicería Argentina, Sucursal de La Unión de Justo Peralta;
entre otras.
Así
terminamos la séptima entrega de Historias de Noticias, hoy recordando al
pionero de la historia local, don Elías Bertola, que en 1926 falleciera en la
extrema pobreza, desconociendo aún si sus restos mortales están en Rosario o en
Cañada de Gómez...
[1] Guía de Informaciones. 15
de diciembre de 1908
[2] Apuntes Históricos de Cañada de Gómez. Elías
Bertola. 1923
[3] Guía de Informaciones. 1º de mayo de 1909
[4] Idem.
[5] Idem.
[6] Idem.
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