Carlos Maero, director de Atenea |
Hoy vamos a
recordar la Revista Atenea ,
que el pasado 8 de julio se cumplieron noventa años de su primera salida a la
ciudad. Era un semanario con un contenido literario, social y deportivo. Sus
directores fueron Carlos Maero y José Martínez y su administración se
encontraba en calle Pellegrini 151.
La tapa de
su primer número estaba identificada con el escudo nacional con motivo de
celebrarse el 112º aniversario de la declaratoria de la Independencia con la
tradicional frase:...y los libres del mundo responden ¡Al gran Pueblo Argentino,
Salud!!!. Su editorial marcaba el tinte que llevaría cada uno de sus
números a través de todos los domingos, jornada en que los cañadenses tenían
las crónicas frescas de Atenea, la misma expresa
«De cara al
sol, con el empuje avasallador de las cruzadas legendarias que marcaron a
través de los siglos una pauta inextinguible en la historia de la Humanidad , enérgicos y
fuertes, unidos en el sacrosanto fervor de todas las aspiraciones, mancomunadas
en una finalidad altamente patriótica y humana; heraldos augurales de un
brillante devenir, agrupados en los umbrales de una ruta luminosa que nos
señala la trayectoria ascensional hacia la meta apetecida, cobijados bajo el
palio soberano de los grandes ideales, iniciamos hoy la marcha hacia el
pináculo de nuestras aspiraciones, de nuestras esperanzas, agitando
fervorosamente como bandera de combate el estandarte doctrinario de nuestro
pensamiento y de nuestra acción, puestos al servicio de la mejor, de la más
noble y más altruista de las causas. Atenea, aparece hoy a la consideración
culta del inteligente y laborioso pueblo de Cañada de Gómez...»[1]
Con motivo
del 112º aniversario de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata , la redacción exponía
que el eco de esos logros «en la aurora de la conmemoración, señale con sus
clarines triunfales, la memoria de los grandes guerreros, tribunos y estadistas
que con su ferviente amor patrio, llegaron a colocar a nuestra nación Argentina
en el penáculo más elevado entre las naciones del mundo entero.»[2]
A casi un siglo de aquellas letras, los argentinos debemos convivir con un
presidente que termina pidiendo disculpas al Rey de España por aquellos
atrevidos hombres que se propusieron ser independientes. Los actos patrios de
aquel 9 de julio se realizaron como es tradicional en la
Plaza San Martín, pero un día antes, se
jugó un partido de fútbol como parte de los festejos entre la Selección Cañadense
y la Selección Casildense
en el estadio de Sport Club, previo recorrido por la ciudad de la banda de
música por las calles. A las 20 horas de ese día el pueblo se reunió a escuchar
la retreta en la plaza y media hora después a disfrutar de un show de fuegos artficiales que salían desde las calles López y Pagani. Por su parte, en el
feriado propiamente dicho, a las seis y media de la mañana los cañadenses se
despertaban con una salva de bombas, nuevamente la banda de música recorría las
calles con armoniosas marchas y desde la Escuela Normal , a partir de las
diez, salía la procesión cívica con las autoridades hacia la
Plaza San Martín para llevar adelante el
acto central, una vez finalizado el mismo el padre Mateo Llodrá los esperaba
para el tradicional Tedeum. Durante la tarde, los actos finalizaron con una
carrera de autos organizada por el Automóvil Club, de vuelta una retreta en la
plaza cerrando con una velada cinematográfica en el Teatro Verdi con la
proyección de Una Nueva y Gloriosa Nación.
Otra noticia
destacada de este primer ejemplar fue la visita del profesor Pablo A. Pizzurno.
Recordemos que Pizzurno fue docente egresado de la Escuela de Normal de
Profesores Mariano Acosta y que en 1902 presentó el informe que lleva su nombre
al Ministerio de Instrucción Pública, detallando históricamente todos los
planes y métodos de estudio aplicados en el país hasta esa fecha, y proponiendo
una reforma global. El 5 de julio de ese año, el docente visitó la Escuela Normal siendo recibido
por Vicente Leoni, presidente de la Biblioteca ; Rafael Figueroa, director de la Normal ; maestros y alumnos
de esa y otras instituciones educativas. Se le brindó un lunch durante la tarde
en las mismas dependencias con un cierre musical a cargo del concertista Samuel
Feldman en el piano. Finalmente por la noche, en el Verdi, en una disertación
titulada El Hombre y las Paz de los Pueblos, el educador argentino dijo...
«Porque no
figuran los maestros en lugar prominente en toda manifestación de patriotismo,
porque no han de figurar los que forman los verdaderos hombres del mañana, que
han de dar gloria y engrandecimiento a la patria...»[3]
Continuando
con la exposición de Pizzurno, la crónica nos relata que
«Sus prédicas
sobre la paz entre los pueblos, la forma de echar por tierra una vez más toda
tentativa de guerra, fueron en tal forma explicadas, que sirvió para que su
disertación fuera interrumpida por el frenético entusiasmo de los presentes,
que aplaudieron en simpática forma las magnificas palabras del Sr. Pizzurno. El
caso de Belgrano que dejó escritos, en forma tan real y justa para los
maestros, que debían figurar en primer lugar, dentro de la esfera de la nación,
fue desarrollado aún más por el profesor, bregando para que en cualquier lugar
de nuestra tierra, maestros en general, formen el niño, para más tarde en un
hombre no para la guerra ruina de los pueblos sino para el trabajo; fuertes
para el engrandecimiento de la patria en nuestros campos inmensos y no para que
vayan con fusil al hombro a morir o matar a semejantes.»[4]
Entre las
noticias de Vida Social, se destacan las funciones anteriormente citadas por el
día de la Independencia
en el Teatro Verdi; el baile a desarrollarse en el Club Social con motivo de
los festejo con la actuación de la orquesta dirigida por Raúl Bianchi; el debut
de la Compañía Astral
en Teatro Cervantes; la llegada de Blanca Podestá junto a su compañía para el
día 10 de julio en el Verdi presentando la comedia de Dario Nicodemi denominada
La Sombra y finalmente un festival benéfico por
la copa de leche de la Normal
con la actuación de Julieta Pissi interpretando la canción mexicana Estrellita, la interpretación de Si yo fuera rey, piano a cuatro manos a
cargo de Clelia Maranetto y Dora Mondino; Anita Voss y la citada Pissi cantaron
La Rosa y
el jardinero la primera y Princesita
la segunda. Finalizando la actividad con la proyección de Más allá de la vida, un drama clásico de esos años. En la sección
literaria brillaba el poema Nocturno de Arturo Capdevila y dos destacados
textos dedicados a la mujer. En la sección Colaboraciones, una especie de
correos de lectores, bajo los seudónimos de Anteo y Pechin brillaban dos textos
amorosos, que por ese entonces, rozaba lo prohibido. Como por ejemplo De mi
diario, que nos dice «Martha; cobijado bajo el palio del florido limonero que
tantas veces nos albergara en otrora, evoco de los limbos remotos del pasado,
de ese pasado que fue nuestro, tu imagen venerada, y ella, como una luz astral
penetra en el santuario doloroso de mi corazón, mientras mi espíritu se hunde
pesaroso, en los abismos profundamente tristes de la meditación.»[5]
También con seudónimo, en la columna Confidencias, Siluetas y Flirts, se
mandaban al frente algunos despechados perdedores del amor. No solamente se
transcribían noticias locales, la revista contaba con corresponsales en
Armstrong, Correa, Tortugas, Las Rosas, Lucio V. López y Totoras.
La columna
deportiva tenía un amplio espacio, donde los resultados de los encuentros
estaban al día con formaciones y comentarios. También se aprovechaba y de tanto
en tanto alguna entrevista a deportistas estrellas de entonces tenía su lugar. En
esta primera tirada Julio Pozzi, jugador del Sport Club Cañadense, tuvo una
amplia entrevista donde entre otras cosas manifestaba que
«Nací el 9 de
abril de 1905 en Asunción, Paraguay, dando mis primeros shot en el Club Olimpia
de esa ciudad, actuando a los 13 años en la quinta división, pasando luego a la
tercera, siempre de centro forward. A los 18 años me trasladé a Resistencia,
Chaco, actuando en la primera división del Club A. Sarmiento, clasificándonos
campeones del Chaco, tres años consecutivos. Intervine en numerosos combinados
chaqueños, contra la liga correntina y numerosos cuadros porteños. Luego pasé a
Paraná jugando por el Club A. Columbia, para irme luego en 1926 a Rosario, actuando en
la primera división del viejo Talleres, junto con los colosos Indaco,
Sarasivar, Díaz, Fioroni y otros que no recuerdo. Jugué toda la temporada,
disputando la final con Tiro Federal, que nos venció por 2 a 0. En la custodia de la
valla de Tiro Federal actuaba Cupulutti, que en dicho match atajó en forma
admirable. Luego vine a esta querida ciudad ingresando en el Sport Club, al que
pertenezco actualmente.»[6]
La selección
de Cañada de Gómez que debía enfrentar a su par de Casilda, en el partido homenaje
por la fecha patria estuvo integrada por Cupulutti; Romero y Jominy; Pianessi,
Badero y Galán; Jonson, Isoardi, Pozzi, Britos y Valdez. Mientras que los
casildenses jugaron con Taverna; Luraschi y Berrini; Ravagnan, Uriarte y Cotta;
Ongaro, Ercole, Stanlet, Casay y Clerici. El triunfo fue una rotunda goleada
cañadense por 5 a
0. Sobre el desempeño de los ganadores, una semana después, la Revista Atenea publicó que las
figuras fueron el arquero Cupulutti atajando un penal y la enorme tarea de la
delantera integrada por Isoardi, Pozzi, Britos y Valdez
También se
enfrentaron los seleccionados de ambas ciudades pero en tenis, jugando en el
Casilda Tennis Club con triunfo de los locales. Para los cañadense jugaron en
mixtos las parejas compuestas por Pettersen y Bortolato; Cupulutti y Mulé;
Wectrel y Denton; Richardo y Luchini; Innis y Denton y Bortolato con Luchini.
En damas jugó la Srta. Pettersen
y en Caballeros el Sr. Innis.
Belisario
Roldán finalizaba cada número con algunos de sus cuentos, en este caso con la
primera parte de La Hora
del Perdón. Entre los anunciantes podemos destacar a Casa Vázquez; La Casa Aboitiz ; Maranetto y
Sidler; Benedicto Sileoni, agente de autos Rugby ubicado en Balcarce y
Pellegrini; Almacén Rodríguez y Galfré, ubicado en San Martín y Balcarce; El
Mercado EL Plata, ubicado en Moreno 250; El Rosarino, armería y cuchillería de
calle Pagani 92; Talleres Gráficos La
Nota , en Lavalle y Jorge Newbery (hoy Schnack); Tienda La Nueva en Lavalle y Moreno; Panadería
Americana de Antonio Zorzi e la esquina de Necochea y San Martín; Sastrería Tancredi
en Lavalle 773; Casa Valentini; Casa el Barato Argentino en San Martín y
Lavalle; Salón de Billares Victoria; Librería de Valentín Terradez en Humberto
Iº 280, hoy Yrigoyen; La Unión Comercial
de Jiménez y Dan; la Compañía
de Luz e Industrias Eléctricas SA; Taller mecánico y garage Germinal de Tossi
hermanos en Pellegrini 55. Los profesionales que apoyaban la iniciativa era los
doctores Elías Schteingart, Rayos X, en Ocampo 967; Manrique Mom, en Lavalle
776; Enrique Beltrán, en Lavalle 642; Gonzalo Beresiartu; José Sanz, en Lavalle
907; Atilio Francesio, en Moreno 71; el odontólogo Santiago D´Onofrio, en
Ocampo 856 y el escribano Alejandro Abaca en Sarmiento 438.
Seguramente
seguiremos compartiendo más episodios de esta Revista que dejó a nuestra ciudad
un legado muy rico para la historia local.
[1] Atenea, 8 de julio de 1928, página 1
[2] Idem, pág. 2
[3] Idem, Pág. 4
[4] Idem.
[5] Idem, pág.9
[6] Idem., pág. 13
No hay comentarios.:
Publicar un comentario