La Plaza San Martín el 9 de julio de 1916, Centenario de la Independencia |
Llegamos al mes de abril y la historia de Argentina
tiene unos de sus primeros rotundos cambios políticos sociales. Por primera vez
un partido de masas llega a la presidencia de la mano de la Unión Cívica
Radical. El domingo 2, con el 47% de los votos fue elegida la fórmula integrada
por Hipólito Yrigoyen y Pelagio Luna seguido por los Conservadores que llevaban
a Ángel Rojas y Juan Serú con el 22%, terceros fueron los Demócratas
Progresistas con Lisandro de la Torre y Alejandro Carbó con 9% y los
Socialistas con Juan B. Justo y Nicolás Repetto con el 8%. Por aquel entonces
la elección era indirecta, en realidad se elegía a un Colegio Electoral que
finalmente designaba al Presidente y Vicepresidente. Entre los diecinueve
electores santafesinos estuvo un residente cañadense, el Dr. Gonzalo
Beresiartu. Este entrerriano nacido el 29 de mayo de 1879, hijo de Francisco
Beresiartu y Jesusa Chango, había llegado a Cañada de Gómez a principios del
siglo XX y era un activo dirigente del Club Social, médico del Hospital San
José y fue diputado provincial entre 1912 y 1916. Cabe agregar que los
representantes santafesinos fueron fundamentales en la decisión de elegir a
Yrigoyen, ya que el gobernador Rodolfo Lehmann estuvo a punto de inclinar la
balanza por el candidato del Partido Conservador. En la provincia de Santa Fe
la fórmula radical integrada por Rodolfo Lehmmann y Francisco Elizalde ganaron
las elecciones provinciales y asumieron el 9 de agosto de 1916. El flamante
gobernador había nacido en Esperanza el 6 de enero de 1877 y era hijo de
Guillermo, un reconocido colonizador durante la guerra del Paraguay perdiendo
la totalidad de sus bienes. En cambio Elizalde era un importante comerciante de
la localidad de Rosario.
Durante el mes de abril, en la Comisión de Fomento
cañadense se produce una crisis política al renunciar su presidente Andrés
Frey. En el acta correspondiente se detalla que «a los diez y ocho días del mes
de Abril de mil novecientos diez y seis reunidos en el local de sesiones los
miembros que forman parte de esta Comisión… Habiendo presentado su renuncia el
señor Andrés Frey de Presidente y miembro de la Comuna, el señor Vice
Presidente en ejercicio pone a discusión la renuncia resolviéndose por los
votos de los señores Rosendo Casañas y Evaristo Giordano su aceptación; por la
negativa votan el Sr. Eugenio Maranetto pidiendo dejar constancia de ese hecho
en el acta respectiva. El señor Vice Presidente pide quede constancia que en
vista de los grandes y desinteresados servicios que siempre ha prestado a la
población el Sr. Frey y por no ser su renuncia de carácter de indeclinable la
resolución formada por la mayoría implica una grave desatención para con el Sr.
Frey»[6]. Su lugar en la Comisión fue ocupado por Juan
Nicoli, en un sorteo realizado entre los mayores contribuyentes por los
miembros de la Comisión. La presencia radical en el pueblo, mientras la
jefatura política se encontraba en la transición por el reemplazo de Domingo
Razetto por Julio Peña, los mismos impusieron a las nuevas autoridades
comunales. Fue así que no fue Koller el que siguió al frente de la Comisión de
Fomento sino Evaristo Giordano que contó con los votos de Casañas y el entrante
Nicoli. Eso hizo que Koller y el tesorero Maranetto disistieran de asistir a
las reuniones y una vez que se reintegraron, votaban en disidencia por ser
ilegal la elección del presidente. Obviamente, sus reclamos en el gobierno
provincial de Lehmann nunca fueron escuchados y mucho menos solucionados. Otra de
las actitudes tomadas por los seguidores de Lisandro de la Torre, fue la del
tesorero que se negó a pagar a los proveedores de la Comuna, generando una
profunda crisis. La convulsionada Comisión se negó a incrementar los aportes de
ayuda económica a la Sociedad de Damas de Beneficencia destinadas al Hospital
de Caridad. Esta decisión se repitió en otras oportunidades con diferentes
instituciones cañadenses.
El mismo día que Julio Peña asumió como Jefe
Político del Departamento Iriondo, otro radical asume el Juzgado de Paz,
estamos hablando de Justo Félix Peralta donde su gestión es descripta por
Bertola como «inteligente y atento desempeñó la oficina en lo posible, acompañado
con un secretario como el señor Florentino Castro que por su trabajo y pachorra
es difícil reemplazarlo...»[7] La crisis empezaba a pegar fuerte en el
pueblo, esta Comisión debió poner a disposición de los necesitados unas
cuatrocientas raciones de comidas en ollas
populares, apareciendo esta denominación por primera vez en la historia
local. Las mismas pudieron realizarse no sólo por el aporte de las autoridades
sino con la desinteresada colaboración de vecinos y empresarios, entre ellos
Eduardo Sonnet que donaba a diario el sobrante de la producción de su
panificadora. Mientras tanto la Comisión seguía en conflicto, Emeterio de la
Vega ingresa como secretario de la misma. Un mes antes de los festejos del
Centenario de la Independencia, Damas de Beneficencia solicitó permiso para
instalar juegos, tómbolas y caballitos para colaborar con lo recaudado al
Hospital. Para los actos, la Comisión invirtió quinientos pesos para la
adquisición de ropas a los niños pobres del pueblo, y de esa manera nadie se
perdería los mismos. Cabe agregar que no existe documentación en el Museo
Histórico Municipal de lo acontecido ese día, salvo la postal que compartimos
con esta publicación. Otra decisión polémica de la Comisión fue lo realizado
con los animales de la maestranza, donde en el libro de reuniones se expresa la
orden de «venderlos, si hay quién los compre, o matarlos y sacarles las grasas
y el cuero a todos aquellos animales inservibles de pertenencia de la Comisión
y que no reporten más gastos en pastajes»[8]
En el mes de agosto se produce otro conflicto
político en el seno de la Comisión, cuando se lo intimó al vicepresidente José
Koller que aclare las cuentas de la gestión anterior donde él estuvo al frente.
En esa reunión el presidente Giordano le expresa que Koller debe rendir «el
dinero faltante a la Comisión del tiempo que éste asumió la presidencia por la
renuncia de su titular Andrés Frey, y que más antes no se pudo exigir por
razones que eran del dominio público y por no haberse podido saber de ninguna
forma a ciencia cierta la cantidad de dinero que el señor Tesorero tenía en
caja»[9], Koller por su parte manifestó que él no sabía nada
al respecto y se debería citar al anterior secretario Otto Tesmer para que
aclare la situación. Que de existir una anomalía deberían en forma solidaria
cada uno de los integrantes resarcir el error. Esta respuesta fue muy
cuestionada por los radicales de la Comisión y culparon a Koller como máximo
responsable. Se le negó la posibilidad de convocar a Tesmer y se le volvió a
invitar al acusado de devolver el dinero. Pero no todo terminó ahí, en el siguiente
tema a tratar, Rosendo Casañas solicitó la expulsión de José Koller como
miembro de la Comisión por las reiteradas faltas a las reuniones. Con tres
votos a favor, Koller fue expulsado y reemplazado por el primer miembro
suplente José González. En la sesión siguiente, el 11 de septiembre, es Eugenio
Maranetto quién renuncia a su cargo y la Comisión debió convocar al siguiente
en el listado de espera, Domingo Albertengo, quién también renunció antes de
asumir quedando en la Comisión Erico Augsburger. Finalmente el 28 de octubre
renuncian Federico Meyer y R.W. Symonds como Controladores de Cuenta, obligando
de esta manera a la Comisión a convocar elecciones complementarias para ocupar
los cargos vacantes. Si el gobierno provincial hacía lo que correspondía,
seguramente la Comisión tendría que haber sido intervenida. Las elecciones
finalmente se desarrollaron el 26 de noviembre, ingresando Antonio Fossati como
Vocal y Otto Usinger, Francisco Besson y Juan Rubé como Controladores de
Cuentas. La Comisión finalmente quedó constituida con Evaristo Giordano
continuando como presidente, Rosendo Casañas fue elegido vicepresidente, Juan
Nicoli como tesrorero, mientras que Erico Augsburger y Fossati como vocales. Esta
nueva Comisión entre sus primeras decisiones fue autorizar la apertura del Café
Inglés, prostíbulo de Susana Ravé y autorizar a Aida Berral, regente del
prostíbulo El Bajo, a salir del pueblo durante doce días quedando al frente
Elena Márquez.
El 8 de Octubre de 1916 la Parroquia San Pedro
inaugura su primitiva torre, quedando finalmente terminado en su totalidad el
nuevo Templo. También el Padre Mateo Llodrá habilitó la Escuela San Luis
Gonzaga ubicada donde hoy se encuentran las salas de lecturas y usos múltiples
por calle Lavalle. El atrio estaba cerrado con amplias rejas que habían sido
donadas por el Mayor Vicente Martínez. Sus primeras campanas fueron un obsequio
de la familia Guilliand y su primer reloj fue construido por Abel Romegialli en
La Helvética. Finalmente en ese año Cañada de Gómez perdió a dos hombres
fundacionales del pueblo como Augusto Schnack, el 20 de julio y Enrique Hansen
el 15 de septiembre.
1916, el año del Centenario de la Independencia se
jugó un Torneo Sudamericano donde participaron Chile, Uruguay, Brasil y la
Argentina. A la final llegaron la Argentina y Uruguay, y el encuentro se jugó
en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, hubo incidentes que
destrozaron en su totalidad el estadio. La misma fue jugada al día siguiente en
Racing, obteniendo la copa el seleccionado charrúa. El campeón del futbol
argentino fue de Racing Club por cuarta vez consecutiva y la Copa Vila fue de
Rosario Central quién a su vez ganó la Copa de Honor a Racing Club.
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