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LOCALES
POLICIALES
Aprehendido por Hurto y Violación de domicilio
Siendo las 22:50 hs se toma conocimiento por parte de una vecina de nuestra ciudad quien dio cuenta que observo a un masculino en actitud sospechosa ingresando a una vivienda de calle Necochea al 1100, aportando características del mismo. Ante ello personal policial procede a realiza recorrida por las inmediaciones identificando a un masculino el cual coincidía con las características brindadas por la femenina; se lo identifica siendo mayor de edad y con domicilio en la provincia de Bs.As . Durante la requisa de rigor se constata que poseía un teléfono celular Samsung J7 el cual manifiesta que lo había encontrado sin poder precisar el lugar.
De averiguaciones practicadas por el personal policial actuante se establece que dicho teléfono celular era propiedad de un masculino, empleado de un local comercial gastronómico ubicado en Av. Santa Fe al 1900, el cual manifestó que el teléfono le falto desde el interior del comercio donde trabaja.
Ante ello el masculino es aprehendido y trasladado a sede policial donde entablada consulta con Fiscal en turno este ordeno se le formule causa por Hurto y Violación de domicilio, se lo notifique, se constate su domicilio y que posteriormente recupere su libertad.
NACIONALES
Murió Víctor Basterra, sobreviviente y testigo clave de los juicios de la verdad
Lo secuestraron en la Esma junto a su compañera y a su hija de dos meses. Sufrió dos paros cardíacos por la tortura. Lo pusieron a trabajar como mano de obra esclava en el sector de Documentación. Escondidas en distintas partes de su cuerpo, metódicamente fue sacando fotografías y documentos que serían prueba clave en los juicios.
Por Luciana Bertoia
Escondidas en distintas partes de su cuerpo, Víctor Basterra metódicamente fue sacando fotografías que se tomaban en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde tuvo el extraño privilegio de ser el último secuestrado en salir con vida. Los controles de los marinos sobre Basterra duraron hasta bien entrada la democracia y aún después de que él se presentara ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), en mayo de 1984. Sus fotos y su testimonio fueron clave para reconstruir lo sucedido en el centro clandestino más emblemático de la última dictadura y ponerle rostro a los nombres de los represores que allí operaban. Actor central del proceso de verdad y justicia, murió en la madrugada de este sábado mientras estaba internado en un hospital de La Plata, víctima de un cáncer.
Basterra tenía 35 años cuando el 10 de agosto de 1979 un grupo de cuatro hombres apareció en la terraza de su casa de Valentín Alsina. Su perro, Olaf, ladraba enloquecido. Él se incorporó, todavía dolorido por una operación reciente de hernia, y se encontró con la patota de lo que después sabría que era la ESMA. Con él, se llevaron a su compañera, Dora Laura Seoane, y a su hija de dos meses y diez días, María Eva. Basterra sufrió dos paros cardíacos por la tortura dentro de la ESMA.
Basterra era militante del Peronismo de Base y de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Su secuestro se produjo en la víspera de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuando los marinos vaciaron la ESMA y trasladaron a los detenidos a una isla del Tigre conocida como “El Silencio”. En los primeros días de enero de 1980, a Basterra lo bajaron del sector de “Capucha”, donde los secuestrados permanecían engrillados y encapuchados. Le dijeron que tenía dos opciones: trabajaba o moría. Y trabajó como mano de obra esclava en el sótano de la ESMA -- también conocido como el sector cuatro.
En ese año, cambiaba el sistema de documentación en el país. A los documentos de identidad les iban a agregar el sistema de seguridad que se usaba para los valores cambiarios. Basterra era un experto y la Armada rápidamente pensó en emplearlo para sus intereses. Víctor venía de una familia muy humilde. Su padre murió cuando tenía un año, por lo que prácticamente no llegó a conocerlo. Empezó a trabajar a los ocho o nueve años, repartiendo diarios. Cuando terminó la primaria, se sumó al gremio gráfico, donde se formó. Antes de su caída, solía echar mano a una máquina de escribir y a un mimeógrafo para hacer unos volantes que repartía con denuncias contra la dictadura. A las cuatro de la mañana, agarraba la bicicleta y pasaba por las fábricas para repartir las hojitas. Terminaba a las cuatro y media, cuando seguía rumbo, ahora sí, para su trabajo de doce horas.
En el sector de Documentación de la ESMA se hacían, por ejemplo, los documentos falsos que usaban los marinos para distintas operaciones. Con el tiempo advirtió que había un único lugar donde podía preservar algunas imágenes con la intención de sacarlas de la ESMA: unas cajas donde se guardaba el material fotosensible, que los represores no abrían por temor a malgastar un material bastante caro. Durante las salidas, empezó escondiendo algunos de las fotografías entre sus genitales para sacarlas de la ESMA. Cuando los controles previos a las salidas se flexibilizaron, Basterra las acomodaba entre sus medias y salía con la esperanza de que ese material algún día iba a servirle a él o a otros para hacer justicia.
Basterra salió de la ESMA el 3 de diciembre de 1983, una semana antes de que Raúl Alfonsín asumiera el gobierno. Pero no fue liberado entonces. Le dijeron que lo iban a seguir controlando. Recibió unas cinco o seis visitas de los marinos en su casa de José C. Paz, relató en el Juicio a las Juntas. Esas visitas de control se detuvieron para agosto de 1984, cuando presentó una querella contra sus captores ante el juzgado de instrucción 30, a cargo de Juan Carlos Cardinali.
Dos meses antes, en mayo de 1984, le había pedido a un amigo que le hiciera un “contraseguimiento”. Tenía que ir a un lugar muy importante y temía que lo secuestraran antes de llegar. El lugar era el Centro Cultural General San Martín, donde funcionaba la Conadep. Llevaba consigo las listas de compañeros a quienes había visto en la ESMA y la de los represores, que había confeccionado con la ayuda de un arquitecto amigo. También entregó las fotos que había logrado recuperar de la ESMA -- las que sacaba a los represores para hacerles los documentos falsos y las que les habían tomado a los secuestrados. En sus días casi solitarios en el centro clandestino, había logrado también guardar algunos documentos, que daban cuenta de cuán meticulosos eran los genocidas con sus presas o sus blancos. Basterra les pidió a los integrantes de la Conadep que no se diera a publicidad la existencia de las fotos todavía.
En julio de ese año, llevó a su compañera y sus dos hijas a Neuquén para mantenerlas a salvo de la rapiña de la ESMA y continuó con la denuncia. Se contactó con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y le dio forma a su testimonio, que se distribuyó con las fotos y documentos que había logrado sacar de la ESMA. Ése fue el “informe Basterra”.
Su testimonio en el Juicio a las Juntas duró casi seis horas. Su compañero de cautiverio, Enrique “Cachito” Fukman nunca le pudo perdonar la cantidad de tiempo que debió esperar para brindar el suyo. Cuando, en la década siguiente, viajaron a España a testimoniar ante el juez Baltasar Garzón, Fukman tomó revancha y entró el primero. Su otro compañero, con quien compartían el trabajo esclavo en el sótano de la ESMA, Carlos “Sueco” Lordkipanidse lo recordó con la foto del día de la sentencia en el juicio que terminó el 29 de noviembre de 2017, mientras los dos esperaban el veredicto del Tribunal Oral Federal (TOF) 5 dentro de la sala de audiencias. Basterra transitó cada territorio donde se libraba la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
En marzo de 1980, durante los primeros meses de su secuestro, su compañero Néstor Ardeti -- el “Gordo Ramón” -- le dijo: “Negro, si zafás de ésta, que no se la lleven de arriba”. Basterra recordó esas palabras en una entrevista que le concedió en 2015 a Ana Cacopardo. “Ese es mi mandato”, le dijo. El "Petiso Víctor", como le decían sus compañeros que hoy lo lloran sin consuelo, cumplió con creces.
Fuente: Página 12
La hora más
difícil: adiós a Pino Solanas
Por Víctor Santa María
Es difícil decirle adiós a un compañero y amigo como Pino Solanas. Siempre lo recordaremos como uno de los jóvenes cineastas que dio testimonio en notables documentales de las luchas sociales y políticas de los años 70. Su mirada reflejó ese tiempo singular redescubriendo al general Perón, mostrándolo en su exilio madrileño, acercando su pensamiento y su voz a las generaciones que no lo habían conocido, pero luchaban en su nombre. Ese legado lejos de envejecer mantuvo con los años plena vigencia. En mi caso comencé a ver sus películas a finales de la dictadura, en tiempos de la recuperación democrática. Obras como La hora de los hornos, o Actualización política y doctrinaria para la toma del poder, me marcaron fuertemente. Por eso, no dudo en decir que son de visión imprescindible.
En Pino convivieron siempre el artista y el militante. Su compromiso con la causa popular lo llevó a participar activamente en la vida política del país. Fue diputado y senador. Combatió tenazmente al neoliberalismo de los años 90, denunciando la entrega del patrimonio nacional y el despilfarro de nuestros recursos naturales y energéticos. La cámara y la imagen siempre fueron una de sus más poderosas herramientas de comunicación y denuncia, como quedó plasmado en Memorias del saqueo y La dignidad de los Nadies. En todo momento defendió con firmeza sus convicciones.
Su distanciamiento ante la llegada de un nuevo gobierno peronista encarnado por el kirchnerismo no resulta fácil de explicar. Lo cierto es que las disidencias internas en el campo nacional favorecieron el nuevo desembarco neoliberal. A medida que se iban acercando las elecciones presidenciales de 2019, representantes de distintas expresiones del peronismo, entre los que se encontraba Alberto Fernández, comenzamos a reunirnos con el objetivo de fortalecer una alternativa capaz de derrotar al macrismo. Teníamos muy claro que la unidad era la clave. Pino también lo entendió así y se sumó a las conversaciones con entusiasmo. Lo hizo junto a otro gran compañero también recientemente fallecido, como Mario Cafiero. Fue una etapa realmente enriquecedora, con el mejor Pino jugando con todo para alcanzar la victoria. Encabezó nuestra lista de diputados en la Ciudad de Buenos Aires y después partió hacia París para asumir en la Unesco. No lo olvidaremos, su obra y sus ideales siguen tan firmes como el primer día.
Fernando "Pino" Solanas, un grande del cine argentino
Su figura fue determinante en todos los campos del cine nacional: el documental y la ficción, la teoría y la práxis, la realización y la producción.
Es imposible pensar el cine argentino del último medio siglo sin la presencia de Fernando “Pino” Solanas, fallecido esta madrugada en París después de varias semanas de internación luego de haber contraído coronavirus. Su figura fue determinante en todos los campos del cine nacional: el documental y la ficción, la teoría y la práxis, la realización y la producción. Premiado en los grandes festivales internacionales –Berlín, Cannes, Venecia--, Solanas sin embargo nunca hizo una película que no tuviera que ver con el país al que también dedicó sus conocimientos, su energía y su compromiso como militante y dirigente político. Si hubiera que definir en una sola palabra el tema esencial de su obra como cineasta esa palabra sería “Argentina”. El país en su conjunto –con sus luchas y sus contradicciones, con sus riquezas y sus miserias, con sus trabajadores y sus intelectuales— fue su pasión y su obsesión, desde su primera hasta su última película, desde La hora de los hornos (1968) hasta Tres en la deriva del caos (2020), todavía inédita a causa de la pandemia.
En ese enorme arco que va de uno a otro extremo de su filmografía, donde prevaleció el film-ensayo y el documental, hubo también grandes mojones en el campo de la ficción, como Tangos – El exilio de Gardel (1985) y Sur (1988), dos películas cruciales del primer período de la recuperación democrática, que dieron cuenta respectivamente de las experiencias del exilio exterior e interior que vivió el pueblo argentino bajo la dictadura cívico-militar. Esas dos películas fuera de norma también abrieron caminos impensados para el cine nacional, hasta entonces prisionero –salvo escasas excepciones-- de un costumbrismo al que Solanas siempre le dio la espalda para arriesgar nuevas búsquedas estéticas, con las que fue creando una poética propia, irrepetible.
Nacido en Olivos, Provincia de Buenos Aires, el 16 de febrero de 1936, en el seno de una familia de clase media simpatizante de la Unión Cívica Radical, Solanas cursó unas pocas materias en las carreras de Abogacía y de Letras, pero sus primeros estudios consecuentes fueron de piano y composición musical, antes de egresar del Conservatorio Nacional de Arte Dramático, en 1962. Esa experiencia sería determinante en su obra cinematográfica porque ratificó en Solanas la noción de la puesta en escena como el arte de la convención, una aproximación metafórica a la materia representativa. Por aquellos años, Solanas a su vez concurría a lo que él consideraba que fue “en la práctica, mi pequeña universidad”: los círculos intelectuales que se agitaban en torno a los escritores Gerardo Pissarello y Enrique Wernicke, lugares de encuentro que convocaban a los jóvenes núcleos culturales de la izquierda independiente de la época y donde se discutían los textos de Leopoldo Marechal, Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche.
Por entonces, Solanas se animó a probar suerte con dos cortometrajes, la ficción Seguir andando (1962), que participó del Festival de San Sebastián, y Reflexión ciudadana (1963), crónica irónica de la asunción presidencial de Arturo Illia, con textos de Wernicke. Pero también había que ganarse la vida y Pino hizo un comercial para una crema bronceadora que resultó tan exitoso que en los siguientes tres años llegó a hacer unos 400 cortos publicitarios. Ese ejercicio intenso le permitió formarse en todas las áreas del cine (fotografía, montaje, sonido, música) y reunir el dinero para rodar el que sería uno de los films más influyentes de la historia del cine latinoamericano: La hora de los hornos.
Desde 1963, cuando conoció a Octavio Getino (“Uno de esos encuentros que dejan huella en la vida de un hombre y lo estimulan a crear y experimentar”, Pino dixit), Solanas venía recolectando noticieros y documentales sobre la Argentina con la idea embrionaria de realizar un film que abordara el problema de la identidad del país, de su pasado histórico y de su futuro político. En junio de 1966, cuando Solanas y Getino iniciaban la realización de la película que sería La hora de los hornos, el golpe militar de Juan Carlos Onganía derroca al gobierno civil de Illia y se anticipa así a las elecciones de 1967, en la que se presumía que el peronismo, largamente proscripto, saldría ganador. El film pasa entonces a rodarse en condiciones de clandestinidad, no sólo al margen de las estructuras de producción convencionales sino también de los controles policiales de la dictadura.
En la génesis de La hora de los hornos había un presupuesto inalienable, que respondía a motivaciones menos estéticas que ideológicas, pero que inevitablemente iba manifestarse de manera decisiva en la forma del film. Si La hora de los hornos pretendía ser una obra que planteara la tesis de la liberación como única alternativa ante la dependencia (política, cultural, económica), el film entonces debía abjurar de los modelos cinematográficos establecidos por el sistema dominante. Sin haber desarrollado aún la teoría del “Tercer Cine”, que sería posterior a la realización de La hora de los hornos, Solanas y Getino ya tenían claro que aspiraban a hacer un cine que tendiera a la liberación total del espectador, entendida esta liberación como su primer y más grande acto de cultura: la revolución, la toma del poder. Y para ello el film debía romper con la dependencia estructural y lingüística que el cine latinoamericano tenía con el cine estadounidense y europeo. El film debía surgir de una necesidad propia, latinoamericana. “Hay que descubrir, hay que inventar…” era una consigna del ideólogo de la liberación Frantz Fanon que La hora de los hornos siempre tuvo como emblema y que puso en práctica como no lo había hecho hasta entonces ningún otro film latinoamericano, salvo en Brasil los de Glauber Rocha, en quien Solanas reconocía un compañero de ruta.
Estrenada en el Festival de Pesaro en junio de 1968, La hora de los hornos no sólo se llevó el premio mayor; también se convirtió en un acontecimiento político y cultural. Todavía no había pasado siquiera un mes de las revueltas del “mayo francés” y la llama de París recién comenzaba a esparcirse por toda Europa. En ese contexto, la aparición de un film latinoamericano como La hora de los hornos, que era un declarado llamamiento a la revolución y concluía su primera parte con un plano fijo y sostenido del rostro inerte del Che Guevara (de cuyo fusilamiento no se había cumplido un año) causó una verdadera conmoción en el campo del cine, que por esos días se cuestionaba no sólo su lenguaje sino también su función política y social.
Mientras la película –concebida como un film-ensayo en tres partes que sumaban 4 horas 20 minutos de duración-- recorría el mundo, en la Argentina del Onganiato su exhibición sólo era posible en la clandestinidad, en funciones organizadas en sindicatos y organizaciones sociales, que eran concebidas como actos políticos de resistencia. Y los cambios de rollo de las copias en 16mm eran aprovechados para el debate, bajo unas pancartas que recogían otra consigna de Fanon: “Todo espectador es un cobarde o un traidor”.
A partir de La hora de los hornos, Solanas y Getino crearon el Grupo Cine Liberación, que sumó al realizador Gerardo Vallejo, el productor Edgardo Pallero y el crítico Agustín Mahieu, entre otros. De allí salieron varios manifiestos teóricos sobre el “Tercer Cine”, que incluían definiciones sobre el cine militante y que en 1971 derivaron en dos famosos “instrumentos” titulados Actualización política y doctrinaria para la toma del poder y La revolución justicialista, que consistían en sendas entrevistas a fondo con Juan Domingo Perón en su residencia del exilio en Madrid. Se trataba de “contrainformación”, de difundir –en “actos” similares a los de La hora de los hornos-- no sólo la palabra sino también la imagen del líder proscripto.
En Los hijos de Fierro (1975), su primer largometraje de ficción, Solanas encaró una compleja operación cultural y simbólica: una versión del poema nacional de José Hernández desde una visión peronista. Los hijos de Fierro del título son los descendientes de aquel gaucho rebelde, la clase obrera suburbana peronista, perseguida por el poder como en su momento lo fue el propio Martín Fierro. El protagonista deja así de ser un héroe individual y solitario para convertirse en un actor colectivo, lo que hizo de la película de Solanas una experiencia inédita en el cine argentino. Terminada en 1975, sin embargo no pudo verse en el país hasta una década más tarde, porque tanto Solanas como casi todo su equipo técnico y artístico fueron perseguidos primero por la Triple A y luego por la dictadura cívico-militar, que empujó al director al exilio.
De esa dolorosa experiencia, Solanas extraería una de sus creaciones más perdurables, Tangos – El exilio de Gardel, estrenada en la Mostra de Venecia 1985, donde se llevó el Gran Premio del Jurado, ratificado pocos meses más tarde por el premio principal del Festival de La Habana. A diferencia de sus films anteriores, que intentaban provocar un proceso de reflexión crítica, El exilio de Gardel exigía ante todo un compromiso emocional del espectador con sus personajes, hombres y mujeres a la deriva en una ciudad ajena, que buscan refugio en el imaginario cultural de la Argentina que debieron dejar forzosamente atrás.
La polifonía que ya estaba presente en La hora de los hornos y Los hijos de Fierro encuentra en El exilio de Gardel una forma de expresión más libre y espontánea, con lugar para la música, la danza e incluso el humor. Para hablar de su película, Solanas (como su alter ego en el film, interpretado por Miguel Angel Solá) recurre al término “tanguedia”, expresión que subsume Tango + comedia + tragedia y revela el afán del cineasta por salvar las barreras que separan los distintos géneros y crear una forma original que rompa con las estéticas tradicionales.
Una operación simétrica realizó con Sur, premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes 1988, que funciona como la otra cara de una misma moneda. El escenario ahora ya no es París sino el paisaje suburbano al que regresa el protagonista (nuevamente Miguel Angel Solá), luego de años de cárcel por su militancia gremial, una situación que refleja metafóricamente el retorno del país a la democracia. “Sur es un viaje: de la prisión y de la muerte a la libertad; de la dictadura a la democracia; de la noche y la niebla al amanecer”, decía entonces Solanas, que como en su film anterior volvió a contar con la complicidad de Astor Piazzolla en la banda de sonido original, a la que sumó un collar de tangos clásicos que -en la voz de Roberto Goyeneche- van comentando la acción.
En comparación con estos clásicos modernos, El viaje (1992) y La nube (1998) no fueron films tan logrados, pero en ambos nunca dejó de ser evidente que corresponden por derecho propio a un cuerpo de obra de una singularidad absoluta en el cine argentino como es la de Solanas. En el primero, se trataba del recorrido iniciático de un adolescente fueguino, que parte desde la ciudad más austral del mundo en una aventura formativa por todo el continente sudamericano. En el segundo, el tono se volvía confesional y Solanas de alguna manera se veía reflejado en ese veterano teatrista interpretado por su amigo Eduardo “Tato” Pavslovsky, que resistía no sólo los embates del tiempo sino también de la modernidad berreta y sin memoria del craso menemismo.
La obra de Solanas recobró nuevo impulso a partir de Memoria del saqueo, Oso de Oro a la trayectoria en la Berlinale 2004, un documental que fue también la piedra basal de un enorme fresco que fue componiendo durante más de tres lustros. Los títulos de ese gran paneo por la realidad social, política y económica del país son elocuentes de cada uno de los temas que fue abordando. La dignidad de los nadies (2005), Argentina latente (2007), La próxima estación (2008), Tierra sublevada: Oro impuro (2009), Tierra sublevada: Oro negro (2010), La guerra del fracking (2013), El legado estratégico de Juan Perón (2016) y Viaje a los pueblos fumigados (2018) dieron cuenta de la resistencia del pueblo trabajador, del potencial científico y creativo del país, del abandono del ferrocarril como instrumento de comunicación y progreso, de la codicia extractivista, de las enseñanzas del líder y de la brutal contaminación de la tierra por los agrotóxicos.
Nada del país le fue ajeno a Solanas, que dejó pendiente un documental sobre la pesca y la plataforma oceánica argentina y terminado Tres en la deriva del caos, un diálogo íntimo y socrático con dos de sus muchos y grandes amigos del mundo del arte, el pintor Luis Felipe “Yuyo” Noé y el dramaturgo “Tato” Pavlovsky. “Al cine argentino le falta contacto con lo real”, reflexionaba en los últimos años. Para compensar esa falta, Solanas decidió –con esa noble ambición y esa prepotencia de trabajo que lo caracterizaban- ocuparse él mismo todos los aspectos de la compleja realidad argentina, a la que abrazó como nadie.
Fuente: Luciano Monteagudo para Página 12
INTERNACIONALES
Biden ganó la presidencia de Estados Unidos, pese a que Trump rechaza su derrota
El demócrata, de 77 años, fue electo tras triunfar en Pensilvania y Nevada y superó el umbral necesario para llegar a la Casa Blanca. Kamala Harris será la primera mujer en ocupar la vicepresidencia.
El demócrata, Joe Biden, fue electo presidente de Estados Unidos tras triunfar en Pensilvania y Nevada, de acuerdo a la proyección que realizaron medios de comunicación y mientras su rival, el republicano Donald Trump, rechazó la derrota y reiteró que "la elección no terminó".
El exvicepresidente de Barack Obama, de 77 años, ganó su estado natal, obtuvo los 20 votos electorales y superó el umbral necesario para llegar a la Casa Blanca, según informan las cadenas CNN, Fox, NBC y ABC.
El demócrata también logró los seis votos electorales al ganar en Nevada, de acuerdo a la proyección de varios medios de comunicación.
"Me siento honrado de que me hayan elegido para dirigir nuestro gran país", escribió Biden en Twitter y ya cambió su biografía en esa red social donde ahora figura como "presidente electo".
"El trabajo que tenemos por delante será arduo, pero les prometo esto: seré un presidente para todos los estadounidenses, ya sea que voten por mí o no", añadió el demócrata.
La flamante vicepresidenta electa, Kamala Harris, afirmó que la elección que acaban de ganar "es mucho más que Joe Biden o yo", es "el alma" de su país.
"Esta elección es mucho más que @JoeBiden o yo. Se trata del alma de Estados Unidos y nuestra voluntad de luchar por ella. Tenemos mucho trabajo por delante. Empecemos", dijo la primera mujer negra en llegar al cargo.
Trump dejó este sábado la Casa Blanca por primera vez desde las elecciones del martes pasado, se dirigió a su club de golf en Virginia y dejó en claro que no aceptará la derrota.
"Biden no fue certificado como ganador en muchos estados, mucho menos en varios de los más disputados que irán a recuentos obligatorios, o en aquellos en los que nuestra campaña tiene desafíos legales legítimos y válidos que podrían definir al ganador final", aseguró el mandatario en un comunicado difundido por su equipo.
En el texto, Trump reiteró sus denuncias contras las autoridades electorales de Pensilvania -estado que le dio la victoria a Biden en las proyecciones de los medios- por falta de acceso al escrutinio, pese a que el Poder Judicial de ese distrito ya falló que no se está violando las leyes del proceso electoral.
"A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a llevar a las cortes nuestro caso para garantizar que las leyes electorales se están cumpliendo y que el ganador legal sea electo. El pueblo estadounidense tiene derecho a una elección honesta", sostuvo el mandatario.
En esa línea, el presidente del Comité Judicial del Senado de Estados Unidos, el republicano Lindsey Graham, anunció hoy que investigará “todas las acusaciones creíbles de irregularidades y mala praxis electoral” en los comicios presidenciales de esta semana y que pedirá al Departamento de Justicia que investigue.
“Dado el gran volumen de voto por correo, es necesaria una supervisión; el resultado de las elecciones no lo deciden los medios de comunicación sino los recuentos certificados y precisos”, agregó.
Biden se convierte en el 46º presidente de los Estados Unidos de América y estará en el poder hasta 2024 con el desafío de unir a un país dividido y mitigar al coronavirus que ya provocó casi 9.750.000 casos y más de 236.000 muertes.
Por su parte, Kamala Harris será la primera mujer en ocupar la vicepresidencia.
En un discurso brindado esta madrugada de Argentina desde su feudo en Wilmington, Delaware, Biden dijo: "Es hora de que nos unamos como nación".
"Desde el primer día vamos a poner en marcha nuestro plan para controlar este virus", dijo sobre la situación del coronavirus.
Biden tendrá el desafío también de gobernar con un Congreso para nada favorable: los senadores republicanos recibieron una lluvia de críticas al final de la campaña por confirmar en tiempo récord a la candidata de Trump para la Corte Suprema, pero por ahora solo perdieron en términos netos una banca.
En la Cámara de Representantes, bastión de la resistencia demócrata durante los últimos dos años, los republicanos obtienen por ahora una ganancia neta de seis bancas, un avance que no les alcanza para aspirar a controlar el pleno, pero sí marca una derrota para el liderazgo de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.
Festejos
Multitudes celebraron en Washington DC después de que medios declararon a Biden presidente, muchos de ellos reunidos en los últimos días frente a la Casa Blanca exigiendo la aceleración del recuento de votos, afirmó la agencia de noticias AFP.
Una situación similar se vivió en otras localidades a lo largo y ancho del país, con bocinazos y cánticos.
Los saludos a Biden y Harris no tardaron en llegar, como el de la excandidata presidencial demócrata, Hilarry Clinton, quien dijo que "los votantes han hablado" para elegir a los representantes de su fuerza en un "un repudio a Trump".
En el exterior también hubo felicitaciones a los candidatos electos del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; .el vicepresidente segundo de España, Pablo Iglesias; la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon; y el exmandatario de Bolivia, Evo Morales.
DEPORTES
San Lorenzo de Almagro
LIGA PROFESIONAL DE FÚTBOL
RESULTADOS DEL VIERNES
Patronato 1 – Huracán 2
Argentinos Jrs. 0 – Aldosivi 1
RESULTADOS DEL SÁBADO
Banfield 1 – Godoy Cruz 0
San Lorenzo 2 – Estudiantes 0
LIGA NACIONAL DE BÁSQUET
ENORME TRIUNFO DE FERRO, CON LA PRESENCIA DEL CAÑADENSE MIGNANI
Ferro fue ampliamente superior a Bahía Basket y lo venció por 101 a 56 en el Estadio de Obras Basket por la segunda fecha de la Conferencia Sur de La Liga Nacional de Básquetbol.
En el conjunto de Caballito se destacaron Franco Benítez (17 pts., 7 reb.), Sebastián Mignani (13 pts., 4 reb., 5 as.), Pablo Osores (13 pts.) y Tomás Spano (12 pts.). En Bahía Basket, Juan Cruz Marini aportó 11 unidades, mientras que Caio Pacheco, Ezequiel Paz y Fermín Thygesen sumaron 7 puntos cada uno.
El encuentro arrancó muy parejo. Ambos equipos lograron anotar en cada ataque hasta promediar el segmento. Luego llegaron minutos de sequía por ambos lados, hasta que Benítez pudo anotar de tres en la visita (10-13). A Weber Bahía le costó anotar y la ventaja se fue estirando hasta cerrar el primer cuarto 16-24.
El segundo período fue muy similar al primero: Ferro siguió siendo más efectivo. A falta de 4 minutos, la diferencia era de 16 puntos para la visita, pero una racha comandada por Paz y Chapero, pusieron a Weber Bahía otra vez en partido. Ferro pudo volver a revertir el momento y sacó la máxima de 20 puntos en el cierre (34-54).
El tercer cuarto no fue el mejor pasaje de Weber Bahía. La visita logró ajustar la intensidad en defensa y comenzó a estirar las distancias durante los dos últimos cuartos. Bahía intentó por todas las vías, pero sin dudas no fue su tarde. Fue triunfo para Ferro por 101 a 56.
En la próxima fecha de la Conferencia Sur, Bahía Basket se medirá con Gimnasia, mientras que Ferro lo hará con Boca Juniors.
Informe: Prensa Bahía Basket Foto: La Liga Contenidos
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