El poeta chileno falleció en una clínica privada de Santiago
el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe que derrocó a Allende.
Según su chofer, el autor de Odas elementales fue asesinado por agentes
pinochetistas.
Chile conmemora hoy el 40 aniversario de la muerte del poeta
Pablo Neruda mientras avanza la investigación judicial para aclarar las causas
de su deceso, atribuido oficialmente a un cáncer de próstata, pero que pudo
deberse a un envenenamiento a manos de agentes de la dictadura pinochetista. El
poeta falleció en una clínica privada de Santiago el 23 de septiembre de 1973,
12 días después del golpe de Estado cívico-militar comandado por el general
Augusto Pinochet.
Nacido el 12 de julio de 1904 bajo el nombre de Ricardo
Eliécer Neftalí Reyes Basoalto en la localidad chilena de Parral, el poeta
eligió su seudónimo con apenas 21 años y su primer encontronazo con la
literatura lo tuvo a través de Gabriela Mistral, quien le regaló libros de
Tolstoi, Dostoievski y Chéjov. Luego de sus primeros escarceos con la escritura
viaja a Santiago y en 1923 publica Crepusculario. Al año siguiente, con la
aparición del famoso poemario Veinte poemas de amor y una canción desesperada,
todavía influenciado por el modernismo, adquiere una gran visibilidad.
Enseguida manifiesta su intención vanguardista sintetizada en tres libros: El
habitante y su esperanza, Anillos, escrito en colaboración con Tomás Lago, y
Tentativa del hombre infinito.
Los problemas económicos lo llevan a emprender la carrera de
cónsul y reside en Birmania, Ceilán, Java, Singapur, Barcelona, Argentina y
Madrid. Entre 1934 y 1938, se queda en España, donde conoce a Federico García
Lorca, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y otros integrantes de la Generación del 27.
Funda la revista Caballo Verde para la poesía y adhiere a una poética
relacionada con la realidad, ligada a su toma de compromiso social frente a la
proximidad de la guerra civil.
El asesinato de García Lorca en Granada el verano de 1936,
al comienzo de la guerra, lo afectó tanto que en sus memorias confiesa:
"(...)la guerra de España, que cambió mi poesía, comenzó para mí con la
desaparición de un poeta". Por su apoyo a la República fue destituido
de su cargo consular y antes de la derrota edita España en el corazón.
En esos días, los poemas de Neruda están influenciados por
el tono de la época y la presencia omnisciente de la muerte, pero esa
experiencia lo llevará a asumir una posición política y al volver a Chile en
1939 ingresa en el Partido Comunista. Galardonado con el Premio Nacional de
Literatura de Chile en 1945, el poeta se desempeña como senador, cargo que le
permite denunciar las arbitrariedades del sistema y finalmente se exilia en la Argentina.
De allí pasa a México y posteriormente viaja por la URSS , China y los países de
Europa Oriental. En 1952 publica en Italia de forma anónima Los versos del
capitán, inspirados en su amor por Matilde Urrutía, su tercera y última esposa.
En 1954 aparecen Las uvas y el viento y las Odas elementales, mientras que con
Estravagario (1958) incorpora nuevos cambios a su escritura: recupera el
sentido del humor, deja atrás el dramatismo y se reencuentra con la vanguardia
y el surrealismo.
Recién en 1966 puede contraer matrimonio con Matilde
–después del fallecimiento de Maruca (María Antonia Hagenaar), su primera
mujer– en su casa de Isla Negra, llena de caracoles y mascarones de proa, que
es profanada poco después de la muerte del poeta por la dictadura militar chilena.
Durante este tiempo, más allá de la poesía, la política sigue ocupando un lugar
central en su vida. En 1970 el Partido Comunista lo elige como precandidato
presidencial pero el poeta renuncia en favor de Salvador Allende y un año
después es distinguido con el Premio Nobel de Literatura.
En 1972 le otorgan el Premio Lenin de la Paz y retorna a Chile para
recibir un multitudinario homenaje en el Estadio Nacional, pero no son tiempos
de celebración: el 11 de septiembre de 1973 se produce el derrocamiento y
muerte de Allende y días después, el 23, fallece el poeta.
La investigación por las causas de su muerte se abrió a
mediados de 2011, a
raíz de una querella presentada por el Partido Comunista, tras conocerse unas
declaraciones hechas a la revista mexicana Proceso por su chofer y amigo Manuel
Araya. Este, que vive ahora en San Antonio, a pocos kilómetros de Valparaíso e
Isla Negra –donde estaba la residencia permanente del poeta–, sostiene que el
autor de Crepusculario murió a causa de una inyección que recibió pocas horas
antes. Los testimonios y documentos de la época confirman que Neruda recibió
esa inyección, aunque supuestamente se trató de un calmante. El poeta, aquejado
de un cáncer de próstata, tenía previsto partir al día siguiente al exilio en
México. En la misma clínica falleció en 1982 el ex presidente Eduardo Frei
Montalva (1964-1970), cuando encabezaba una incipiente oposición a Pinochet.
Durante años se sostuvo oficialmente que la muerte del político democristiano
se debió a un shock séptico tras una operación, pero tras la apertura de una
investigación judicial, en diciembre de 2009, fue calificada de homicidio por
envenenamiento.
Los restos de Neruda fueron exhumados en abril pasado de su
tumba en la casa museo de Isla Negra y permanecen desde entonces en el Servicio
Médico Legal, en Santiago, aunque algunas muestras han sido enviadas para que
sean examinadas en Estados Unidos y Europa. El mes próximo deben llegar a Chile
los resultados de esos exámenes realizados en Carolina del Norte, Estados
Unidos, y desde Murcia, en España.
En declaraciones a la prensa, Manuel Araya, que hacía las
veces de secretario personal de Neruda, se siente satisfecho de que a 40 años
de la muerte del poeta "por fin se sepa la verdad de lo ocurrido", y
subraya con pasión que Neruda fue asesinado. "Estaba bien y se agravó de
un día para otro. Nunca estuvo conectado a una sonda. Pesaba 124 kilos. Todo el
mes de agosto lo usó para pasear y terminar sus memorias Confieso que he
vivido, que actualizó mientras estuvo en la clínica para incluir la muerte de
su amigo, el presidente Salvador Allende. Si hubiese estado tan enfermo, como
dicen, no lo habríamos sacado de Isla Negra y habríamos esperado allí su
muerte, frente al mar. Nos fuimos a la clínica por precaución, el 19 de septiembre",
relató el chofer. Araya agregó que tras el golpe militar, se pusieron de
acuerdo con Matilde Urrutia, la última esposa del escritor, para no informarle
lo que estaba pasando en el país. Pero el ex candidato presidencial de la Democracia Cristiana ,
Radomiro Tomic, y el ex ministro de Educación Máximo Pacheco, viajaron hasta el
balneario ubicado a 100
kilómetros de Santiago y le contaron de la brutal muerte
del cantautor Víctor Jara. "Neruda se enojó con nosotros porque tampoco le
habíamos contado del allanamiento y destrucción de sus casas de Santiago y
Valparaíso, pero nosotros queríamos que se fuera tranquilo del país –recordó
Araya–. Él tenía un cáncer controlado para vivir ocho años más." El 12 de
julio de 1973, para su cumpleaños número 69, Neruda "celebró con todos sus
amigos; si hubiera estado tan enfermo, no celebra nada", insistió el
chofer.
En la misma línea, el abogado querellante del Partido
Comunista, Eduardo Contreras, expresó: "Cualquiera que sea el resultado de
los peritajes por el tiempo trascurrido, e independientemente de que se pueda
procesar a alguien o no, no tengo duda alguna de que Neruda fue
asesinado." Y agregó que la clínica Santa María "extravió" la
ficha clínica del poeta; que Neruda murió en manos de varios de los mismos
médicos y enfermeras procesados por el asesinato del ex presidente Eduardo
Frei, y también por introducción de elementos químicos".
Efe, Ansa, Telam
Con salvador allende en ecuador
Pablo Neruda y Salvador Allende, dos figuras emblemáticas de
la historia reciente de Chile y de América Latina, son los protagonistas de
sendas exposiciones organizadas en Ecuador para rendir tributo a su legado,
literario en el caso del primero, político en el del segundo. En dos salas
contiguas del Centro Cultural Metropolitano de Quito, que ha organizado las
exhibiciones con motivo del 40 aniversario de la muerte de ambos, el poeta y el
gobernante "dialogan" sobre su vida, su obra y sus experiencias para
que el visitante comprenda la esencia de su personalidad, dijo el coordinador
de exposiciones del centro, Francisco Morales.
Neruda habla de sus sentimientos, de sus poemas y de sus
crisis, pero también de sus relaciones con intelectuales ecuatorianos como
Benjamín Carrión, Oswaldo Guayasamín y José Enrique Adoum, entre otros.
El fallecimiento del autor de 20 poemas de amor y una
canción desesperada del que se cumplen 40 años, fue seguido de un funeral que
se consideró el primer acto de protesta contra la dictadura militar,
sobrevenida días antes, a la muerte de Allende.
En el caso del presidente chileno, la muestra, titulada Un
canto de vida, subraya "su carácter, su entereza, su decisión para actuar
y morir por un ideal", afirmó Morales. "Eso está clarísimo, dio su
vida y (...) nos dejó esa herencia", agregó. La herencia de Allende llega
a través de documentos gráficos, audiovisuales y sonoros, material que
contribuye a comprender mejor los hechos y las consecuencias que tuvieron en el
Chile de 1973 y los años siguientes.
Allende "se propuso construir una nueva sociedad por la
vía pacífica, en la que la equidad, la justicia, el bienestar, la solidaridad,
la alegría y la vida digna y soberana se convirtieran en las fuentes para el
nacimiento del hombre nuevo que el socialismo latinoamericano estaba destinado
a forjar", señalaron los organizadores en la información sobre la
exposición.
Efe
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