Un 31 de diciembre de 1936 nacía nuestra Asociación de Básquet. Su historia es tan rica que nuestro tiempo no alcanza para poder
compartirla, lo que no será imposible. En aquella jornada, algunos
muchachos amantes del baloncesto poco le importaban estar organizando la fiesta
del fin de año, sino que se dedicaron a reunir esfuerzo y fundar una entidad
dedicada al deporte que tanto amaban. Eran tiempos en donde ya funcionaba la
Federación Santafesina a nivel provincial y la Asociación Rosarina, y nuestros
clubes participaban como invitados en diferentes torneos organizados por otros
estamentos.
Así fue que José Rey
representando a C. A. Newell’s Old Boys:
Alfonso Maggiola al Club Tic-Tac; Luis Valentino al Sport Club Cañadense; Juan
J. Antunez al Club Boy Scouts – hoy Almirante Brown –; Roberto Villa al Club
Deportivo Olimpia; Eugenio Peralta al Club Everton Central Argentino y, Guido Neuhaus y Primo F. Miranda en nombre
del Consejo Provisorio, fundaron la Asociación Cañadense de Baskett Ball.
Además de los clubes, en la reunión estuvieron José Guido, presidente de la
Confederación Argentina de Basket-Ball, el Dr. Gerardo Scarabino, presidente de
la Federación Santafesina de Basket-Ball y Roque L. Lescano, secretario de esta
entidad. En aquella jornada, dejaron plasmados los siguientes puntos:
«1º - Dejar en la fecha
constituida la entidad directiva de Basket-Ball local y zona que se le asignara
la cual se denominará “ASOCIACION CAÑADENSE DE BASKET-BALL”, con afiliación
directa a la Federación Santafesina de Basket-Ball.
»2º - Designar una Comisión
Provisoria para iniciar los trabajos preliminares de organización y redactar
los Estatutos de la Asociación, la cual queda constituida de la siguiente
forma: presidente, Sr. Juan J. Antuñez; secretario, Primo F. Miranda; tesorero,
Ítalo Beltrame; vocales, el resto de los representantes de los clubes
fundadores. Esta Comisión Provisoria durará en sus funciones treinta días a
contar desde la fecha.
»3º - Adoptar provisoriamente los
Estatutos de la Asociación Rosarina de Basket-Ball, hasta tanto sean
sancionados los que resuelva la Asamblea.»[1]
Pasaron las fiestas y en la
segura calurosa noche del 17 de febrero de 1937, se conformó la primera
comisión directiva que quedó conformada de la siguiente manera, Francisco
Trujillo presidente, Francisco Martignon vicepresidente, Pedro Merli
secretario, Juan Yaiar prosecretario,
Luis H. Valentino tesorero, Oscar Hernández
protesorero, siendo vocales los demás delegados de los clubes afiliados.
A decir de lo ocurrido, Francisco Trujillo transcribió en su primer tomo
Cañada, en su pasado y mis cosas, manifiesta que
«Y después de la venta que con
éxito tuve para los días de carnaval, en donde vendí hasta el cansancio
artículos aplicables a tal celebración, le dediqué preferente atención al
deporte, y las salidas de equipos para basketball, fútbol y raquetas de tenis,
como todo otro implemento concerniente a esta noble actividad, se multiplican en
forma suspiciosa, contribuyendo así con este esfuerzo mío, al mantenimiento de
muchos clubes que entonces precariamente existían.
»El crédito comercial reparó casi
siempre sus débiles finanzas, por mi intermedio firmas de Rosario financiaron
estas operaciones, y fue por ello posible efectuar certámenes que dieron
nacimiento más tarde a la Asociación Cañadense de Basketball, cuyo primer actor
en el novel consejo directivo como presidente, cupo el honor a mi persona,
quedando nombrado en una asamblea que se realizó bajo los techos del Café
Parón, situado en Rivadavia y Moreno. Sport, Tic-Tac, Scout, Newell´s Old Boys
y Olimpia, firmaron la primera acta en medio del calor y el entusiasmo propio
de tan magna y grata circunstancia. Desde ese día nuestra labor resulta por
demás incesante, en mi negocio instalamos la sede general de la bisoña
asociación de basket. Durante el día se registra una acción activa, demandada
por consultas, y allí se estampan las primeras firmas de los jugadores que se
enrolaron en los distintos clubes, y también se suscitan los primeros problemas
que la severa reglamentación resuelve con toda imparcialidad; José Maggiola,
Toto Hernández, Luis Valentino, Felipe Paul, Eduardo Castillo, José Debernardo
y Juan Isiar, fueron los primeros patrones del basket en aquella hora inicial.»[2]
Continuando con este brevísimo resumen de lo
que representa la Cañadense
para los amantes del básquet hoy vamos a hacer un viaje veloz hacia los
recuerdos... Una las primeras planillas que se guardan en la Asociación es del 16 de
marzo de 1937 en el encuentro disputado entre Sport Club y Scouts Argentinos
–hoy Almirante Brown-, lamentablemente
es poco leíble y entre los datos que pudimos rescatar están los nombres de
Mario Serrano y Reinaldo Chiosa por el Celeste mientras que los Scouts se
pueden ver a Francisco y Luis González, Pedro Spuk y Marino Bartomioli. La qie
si se puede apreciar mejor, es la que pertenece a un partido jugado diez días
después entre Olimpia y Newell´s ganando el primero 18 a 8. Para Olimpia jugaron
Silvestre, Novello, Pombo, Vila, Young, Barral y Vidoni; para la Topadora se presentaron
esa noche Odorizi, Sánchez, Poletti, Rodríguez, Aguilera y Juan Rodríguez; el
árbitro del encuentro fue el Sr. Amaya.
Y así, de a poco, y en las primeras caídas de
las jornadas otoñales del ´37 arrancó esa maquina de generar figuras
deportivas. Pero muy pocos saben que el básquet en aquellos años se jugaba al
aire libre, en las recordadas pistas como la Sport en calle Necochea estando sus vestuarios
más sobre calle Cerini, la de Newell´s en Ocampo casi Alberdi, la de Olimpia
por calle Rivadavia al 400, la del Tic Tac primero por calle Sarmiento al 400
hasta inaugurar la primera cancha con mosaicos de la ciudad en la actual sede
de Brown al 800 o la del Almirante Brown hoy convertida en cancha de futbol
sintético. También se fueron sumando nuestros clubes aledaños y entre las
primeras localidades vecinas que también jugaron al básquet fue Tortugas con el
recordado Huracán, pero después vino Campaña que inauguró su cancha en el ´41 y
así sucesivamente el resto. Cómo la cantidad de equipos que había por cada
asociación eran pocos comparados como lo que estamos jugando ahora, era
frecuente jugar torneos amistosos en otras ciudades con el previo permiso de la Asociación. Cada
se jugaba el Campeonato de Campeones, donde tampoco participaban todos, y uno
de los primeros que organizó Olimpia se jugó en 1941 donde participaron
Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, Aprendices de Casilda, Huracán de Tortugas,
Ceci de Gálvez y el equipo cañadense. El Campeón fue el equipo santafesino,
mientras que Olimpia finalizó tercero.
Dar nombres en una nota pequeña sería injusto
porque dejaríamos a muchos afuera, pero vale remarcar, que no solamente los
jugadores formaron y engrandecieron la Asociación , sino también los dirigentes. Y aunque
en la primera nota citamos a los delegados fundadores, y a lo largo de los
primeros años existieron personajes destacados que trabajaron en la formación
de la entidad, no se puede negar que Ángel Buby Casari es el dirigente que más
fuerte suena en esta historia, que fuera durante 40 años su presidente.
Estimados amigos, esto fueron los comienzo de viaje mágico que incluyó la llegada de un cañadense en la NBA , de varios cañadenses que
visten y han vestido la
Celeste y Blanca, de un cañadense Campeón Olímpico y Sub
Campeón del Mundo, de campeones sudamericanos, de un campeón mundial de clubes,
de campeones argentinos y entrenadores que brillan por distintos puntos del
país; hubo un tiempo donde se jugaba al aire libre, en cancha de mosaicos, con
pelota pesadísimas, donde si había humedad los partidos se jugaban igual
tirando maizena por todo el campo de juego, donde lo más moderno que existía en
algunos clubes eran los masajistas, los jugadores eran obreros, empresarios o
estudiantes y después de cumplir sus jornadas iban a tirar al aro y después a
jugar, donde al finalizar cada partido se comía el obligado asado con el equipo
rival, donde no se suspendían los partidos especulando alguna ventaja, donde
las zapatillas eran de lona, donde los árbitros era algún jugador de otro
equipo neutral y si se equivocaba a lo sumo alguna cargada.
Todo era muy diferente, no digo mejor, pero
seguramente lo que no se cambio, es la pasión por este juego, que tantas
alegrías trajo a nuestra región.
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