Pedro Reün |
SÍNTESIS HISTÓRICA DE LA CIUDAD
La
zona en que está ubicada la ciudad de Cañada de Gómez, pertenecía, en épocas
anteriores a la Conquista, a los indios Querandíes.
La
primera manifestación e civilización se pode de manifiesto en el año 1735,
cuando se funda una pequeña población o Posta, en las cercanías de la actual
ciudad, y que constituye hoy el pueblo de Bustinza: ese era el paso obligado de
las tropas de carretas que, saliendo de Rosario, se dirigían al Norte. En 1850
se estableció otra Posta, más al Norte, llamada Guardia de la Esquina.
Posteriormente
por el año 1861, se organizan las primeras estancias, que son verdaderas puntas
de lanza de la conquista del Desierto, eligiendo las proximidades del rio
Carcarañá, (voz guaraní, Caraca- añá” o “Carancho Diablo”), que es prolongación
del río Tercero. Alguna de estas estancias, existen en la actualidad y, sobre
todo una de ellas, “La Florida”, perteneciente a los hermanos Marc de Rosario,
merece ser visitada por ofrecer magníficos recuerdos de esas épocas heroicas.
Los
primeros núcleos de población, correspondientes a la actual ciudad, se originan
con motivo de la construcción de las vías del Ferrocarril Central Argentino, en
su línea Córdoba, que había sido proyectado en 1854, pero que recién se
concreta en 1863. En tal fecha se afincan los primeros pobladores en una zona
denominada Cañada Vieja y, en 1865, se establece por cuenta de la empresa del
Ferrocarril., la primera familia, en el actual ejido urbano.
Pero,
la población toma existencia jurídica el 5 de abril de 1873, cuando el Gobierno
de la Provincia emite un Decreto reconociendo a la Colonia de Cañada de Gómez y
nombra su primer Juez de Paz y Comisario.
El
21 de diciembre de 1876 el Juez de Paz es designado Capitán al mando de la
Compañía de Fusileros (antigua institución de la Colonia Española) y, en 1882,
se establece el primer rudimento de lo que sería la Jefatura de Policía. El 1º
de enero de 1884, marca el comienzo de la existencia oficial del pueblo de
Cañada de Gómez.
El
1º de mayo de 1866 llega a Cañada de Gómez el primer tren de pasajeros con
destino a la vecina localidad de Tortugas y el 17 de mayo de 1870 el que, por
primera vez, ha de llegar hasta la ciudad de Córdoba.
Es
interesante hacer notar que, tierras que constituyen la actual ciudad, fueron
de pertenencia de la empresa del Ferrocarril de acuerdo con las regalías que
recibiera al formarse la correspondiente concesión y que fue, por lo tanto,
dicha empresa la que organizo la colonización.
La
primera colonia que organizo fue la de Bernstadt (Ciudad de Berna), hoy Roldan,
luego Carcarañá y en tercer lugar Cañada de Gómez, estando destinada esta
última a colonos ingleses, pero de las 67 familias que de instalaron en 1878,
solo 11 eran de esa nacionalidad. En 1873 llego un segundo contingente de
colonos.
El
primer habitante que se instaló en el centro urbano fue Don Pedro Reün,
nombrado Jefe de Estación el 1º de agosto de 1867. El primer colonizador, Don
Rodolfo Heiland estableciendo su establecimiento en un lugar denominado
entonces “Colonia Vieja” y conocido hoy como “Campo Del Sel”. Pero, como se
dijo, la verdadera existencia de Cañada de Gómez, comienza entre 1872 y 1873.
Rodolfo Heiland |
En
resumen, una síntesis de las etapas de esta ciudad, sería la siguiente: 1869:
se funda el Centro Urbano por la Empresa colonizadora del ferrocarril. 1872: se
inicia el movimiento inmigratorio colonizador. 1884: es declarado pueblo por
Ley provincial del año 1883.
Presenta
insalvables dificultades la investigación de la razón del nombre de la ciudad
que nos ocupa. En lo que se refiere a Cañada no hay lugar a dudas ya que se
trata del arroyo del mismo nombre, que por su escaso caudal de agua en
determinadas épocas del año y los bajíos por que transcurre, ha recibido tal
nombre.
Lo
cual ha sido imposible de determinar es el origen del posesivo Gómez, ya que
muy prolijos estudios realizados han revelado que no en sus primitivas épocas,
o en aquellas de la colonización, vivió en la zona, persona alguna que llevara
tal apellido.
Los
interesados en mayores referencias sobre este asunto, pueden consultar con provecho
el libro “Apuntes históricos de Cañada de Gómez” de Elías Bertola, ya citado.
Cabe
agregar, para terminar, que por Decreto de Superior Gobierno de la Provincia
del 7 de octubre de 1922, dado en Cañada de Gómez, el entonces Gobernador Dr.
Enrique Mosca, proceda a declararla ciudad, cometiéndose en tal oportunidad un
grosero error en la estimación de la población, al que nos referiremos en el
capítulo correspondiente a Demografía.
UN HECHO HISTÓRICO POCO CONOCIDO
El combate de Cañada de Gómez
Como
complemento de la breve síntesis histórica que hemos intentado, nos parece
necesario hacer una referencia a un importante episodio histórico ocurrido en
las inmediaciones de la misma y que, por razones que explicaremos, no aparece
habitualmente inserto en los textos de Historia Argentina. Veremos que,
inclusive, puede tener alguna vinculación con el contenido específico de este
trabajo.
El
relato que ofrecemos lo hemos podido obtener de tres fuentes, a saber: “Apuntes
históricos de Cañada de Gómez” por Elías Bertola (C. G. Artes Gráficas de
Rosario. 1923); “Combate de Cañada de Gómez” por el Teniente Coronel Geofredo
G. Peralta Astudillo, publicado en el diario “La Capital” de Rosario, el 22 de
noviembre de 1947 y una carta autógrafa del General Bartolomé Mitre, fechada el
4 de diciembre de 1901 y archivada en la Municipalidad de esta ciudad.-
Bartolomé Mitre |
El
referido combate tuvo lugar el día 22 de noviembre de 1861 entre las fuerzas
del Gobierno de Buenos Aires, cuyo General en Jefe era el General Bartolomé
Mitre, comandadas por el General Don Venancio Flores al frente de unos 2.700
hombres y las de la Confederación al mando del General Virasoro, en total unos
1.200 hombres, todos ellos santafesinos y, en su gran mayoría, rosarinos.
Dos meses antes se había efectuado la batalla de Pavón y las fuerzas del General
Mitre se habían organizado para dirigirse hacia Córdoba.-
El
22 de noviembre de 1861, son sorprendidas las fuerzas santafesinas del General
Virasoro, en un sitio no del todo establecido pero que se sabe fue en la margen
Norte del Rio Carcarañá, muy cerca de la ciudad de Cañada de Gómez y esta
sorpresa tuvo como consecuencia una verdadera masacre ya que el ejército de
Virasoro tiene doscientos prisioneros y más de trescientos muertos; en cambio
el de Flores solo tiene dos muertos.
Benjamín Virasoro |
Esta
combate, pese a su escasa significación cuantitativa tiene una extraordinaria
importancia militar y política ya que fue el último hecho de armas que se libró
en nuestro país an6yes de consolidarse la unidad nacional. Como es sabido, poco
tiempo después fue elegido Presidente de la República el General Bartolomé
Mitre.
Solamente
dos recuerdos han quedado de la referida acción de armas: en primer lugar, la
intervención en la misma del que después sería el gloriosos autor de”Martín Fierro”,
José Hernández, que integró el ejército derrotado y la existencia, en la
Capital Federal de una modesta calle que lleva el nombre de “Cañada de Gómez”,
provocando notable sorpresa a los residentes en esta ciudad, cuando se enteran
de tal circunstancia.
Deseamos
terminar este capítulo con dos comentarios. En primer lugar, ya dijimos que
este hecho militar, a pesar de la profunda trascendencia que tuvo en la unidad
nacional, no es mencionado en los textos de historia; ello se debe, entendemos,
a que su desarrollo no se ajunto a los cánones de los combates comunes, sino
que se trató de una sorpresa militar, ocurrida en horas de la madrugada, y que
termino con un tremendo degüello, tal lo indican la cifra de muertos de la
fracción derrotada, entre los que figuraban nada menos que un Teniente Coronel,
dos Coroneles, cuatro Mayores y dos Capitanes.
En
segundo término queremos hacer notar que, en la época de realización de hecho
de armas que comentamos, aun no tenían existencia real la ciudad de Cañada de
Gómez, por lo que los sobrevivientes y heridos no pudieron ser trasladados a
ella para su atención; dicen las crónicas que los muy pocos sobrevivientes,
heridos, especialmente los religiosos fueron llevados a la ciudad de Rosario.
Como
referencia, directamente relacionada con el tema que motivas este trabajo, cabe
consignar que, en la época a que nos estamos refiriendo, la Sanidad Militar,
era algo desconocido en las luchas civiles del país y parecería ser que el
mejor tratamiento que se daba a los heridos, era pasarlos a cuchillo.
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