Abel Kauffeler, histórico dirigente del Sindicato de Luz y Fuerza |
TRABAJADORES PRESOS
Otro de los graves hechos ocurridos
en la ciudad de Cañada de Gómez durante la última dictadura militar fue la
detención de tres obreros metalúrgicos de La Helvética. Ellos
fueron Mamut Adbala, Aníbal Córdoba y Pedro Bergamaschi. El primero fue uno de
los líderes de la huelga realizada entre el 13 y 14 de septiembre de 1976 y los
otros restantes obreros y compañeros de la misma empresa. ¿Pero que fue lo
grave que reclamaron los obreros metalúrgicos para que fueran apresados treinta
días después de la huelga? El reclamo que llevó adelante la Comisión Interna
que integraban además de Abdala, Juan
Carlos Tortolicci, Eladio Córdoba, Daniel Fumi y Carlos Botazzi fue la
implementación del Laudo 29 del año 1975 en la empresa.
Recordemos que el Laudo 29 fue una
lucha gremial ocurrida durante el año 1975 bajo la presidencia de Isabelita y donde siendo ministro de
trabajo un joven Carlos Ruckauf, hombre de Lorenzo Miguel secretario de la UOM , pasó de un plumazo miles
de obreros mecánicos al gremio metalúrgico. En dicho acuerdo podemos leer que
«VISTO: El caso planteado y sometido
al arbitraje del suscripto, relativo a la estructuración de la "Rama
Automotor" para el personal comprendido en la convención colectiva de
trabajo 260/1975, y lo actuado en el expediente 586.605/1975, y
»CONSIDERANDO: Que por resolución
(DNRT) -CP- 11/1975, de fecha 10 de marzo de 1975, obrante en el expediente
580.643/1975, se constituyó la Comisión Paritaria de Renovación de la Convención Colectiva
de Trabajo 89/1973, aplicable a obreros y empleados de la industria
metalúrgica.
»Que dicha Comisión Paritaria fue
integrada por representantes de la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina ,
por el sector sindical, y por el empresario la Federación Argentina
de la Industria
Metalúrgica , la Federación Argentina
de Industrias Metalúrgicas Livianas y Afines, y la Federación Argentina
de la Industria
Metalúrgica del Interior. (...)
»El árbitro LAUDA: LAUDO 29/1975;
TRABAJADORES DE LA
INDUSTRIA METALÚRGICA ; RAMA AUTOMOTOR
»Art. 1 - Quedan comprendidos en
esta rama todos los establecimientos metalúrgicos que se dedican a la
fabricación, el montaje y el armado de automotores en general, camiones,
tractores y motores de combustión, motocicletas, ya sea en su industria
terminal, o bien en sus partes, repuestos, accesorios y afines, fabricación y
reparación de carrocerías, chasis, acoplados, volcadores, etc., talleres
mecánicos de reparación en general, chapa, pintura, rectificaciones y
electricidad, concesionarias, agencias y todo trabajo vinculado, directa o
indirectamente, con la industria metalúrgica automotriz en general.»[1]
Este Laudo modificaba ampliamente y
a favor del obrero el convenio colectivo de trabajo y dicho pedido dormía
cajoneado en las oficinas del Ministerio de Trabajo y la Sub delegación cañadense. A
las cuarenta y ocho horas de la huelga llega a la ciudad el Capitán Emilio
Strum quién era el interventor nacional de la UOM a raíz que el Secretario de la UOM Seccional Cañada de Gómez
José Palmieri no participaba de la misma ya que la Comisión Interna
trabajaba con independencia hacia la Seccional.
Cabe recordar que el Dr. Roberto Garín era el asesor de los
obreros y la Dra. Noemí
Sedrán de la Seccional. Inclusive ,
según nos manifiesta Garín, a Palmieri no lo dejaban entrar a la fábrica los
mismos obreros, lo que nos marcan la desconfianza que sentían hacia él los
mismos. Pero ante la llegada del Capitán Sturm, se desarrolló una reunión donde
llegaron a un acuerdo la
Patronal , la Comisión
Interna y el Gremio donde entre otras cosas la empresa estaba
obligada a implementar el Laudo 29.
A su vez, descabezó la Comisión Interna también se intervino la Seccional Cañada
de Gómez que quedó en manos de Raúl Sala, militante del P.D.P. y puesto a dedo entre un acuerdo entre
la patronal y el Capitán Sturm.
Quién nos aportó un testimonio
valiosísimo sobre estas detenciones fue Roberto Garín quién nos manifestó que
«Fue terrible lo que vivieron estos
trabajadores, fueron torturados, llevados a una de las peores cárceles del país
como es la de Coronda. Al único de la Comisión Interna
que detuvieron fue al querido Turco
Abdala, pero después en forma agrede detienen a Pedro Bergamaschi, con casi 70
años, que aunque participó de la huelga no era el ideador de la misma y al Flaco Aníbal Córdoba. Yo los encuentro
cuando estuve detenido en, uno de ellos estaba muy abatido, y yo me asome a
darle aliento, arriba ese ánimo compañero les grité!!!. El motivo de su
detención, según la
Dictadura , era el que había levantado las bases metalúrgicas
en la Helvética.
Ellos luchaban por los justos reclamos salariales de sus
compañeros, reclamo de larga data que la empresa no cumplía que era el famoso
Laudo 29 del año 75 en el Ministerio de Trabajo de la Nación que a ellos le
significaba un aumento considerable con respecto a su convenio metalúrgico, y
ese reclamo se encontraba cajoneado en el Ministerio de Trabajo de la Nación , y aquí había una
Sub Delegación. Entonces estos compañeros tienen la osadía y la fuerza de hacer
un paro en plena época de la Dictadura... Mandaron aquí en nombre de
la intervención militar de la UOM
a un Capitán del Ejército, Emilio Sturm, este fue el que interviene la Seccional y el que
descabeza a pleno a la
Comisión interna de la fábrica que presidía Manud
Abdala. Y acceden si, a considerar los
pedidos del Gremio que era la aplicación del Laudo 29, pero se comprometen el
párrafo segundo del acuerdo “No cometer
represalia de ninguna naturaleza contra el personal”.»[2]
Hipólito Bergamaschi, hijo de Pedro
recuerda el día que detuvieron a su padre
«El día que detuvieron a mi papa yo
fui a su casa y a los diez minutos viene la policía a buscarlo y me entere ahí,
ni sabíamos tampoco el motivo porque lo llevaban, lo detenían y después bueno,
vos te imaginas en una ciudad chica como esta se sabe enseguida el porqué, él
era delegado de la Helvética ,
con otras dos personas más, eran tres en total los delegados, y por ese motivo,
problemas, no sé si era de sueldo o de horas extras, hicieron un paro tomaron
la fábrica, adentro de la
Helvética sin trabajar y ahí se ve que surgió alguna denuncia
y lo detuvieron por ese motivo. Esa noche que lo detuvieron estuvo acá, y al otro
día ya lo llevaron a Rosario, y después de allí estuvieron más o menos tres o
cuatro días y lo llevaron a Coronda. No obstante, yo tengo un primo que es
Comodoro, hable a Buenos Aires con él, y vino a Rosario, entonces de ahí
tuvimos un poco más de poder, mi primo pesaba fuerte. Supimos el sumario que le
habían hecho, que no se justificaba, porque fue siempre, en fin, un pobre
trabajador, lucho siempre… Cuando el volvió, en si no contó mucho, nosotros lo
fuimos a visitar varias veces, porque estuvo 41 días, de ahí te dan un tiempo
para hablar con él pero no mucho tiempo,
íbamos primero a Rosario y después Coronda.»[3]
Otro trabajador detenido en la
dictadura, que aunque viviera en Armstrong estaba muy ligado a nuestra ciudad
por ser el Secretario de Luz y Fuerza, fue Abel Kauffeler quién Garín recuerda
que «él encabezaba la lista Azul de Renovación en el Plenario de Normalización
de la CGT de
Cañada en enero de 1975, que se dio algo
inédito, se produce un empate, caso único, en la historia de las CGT regionales,
y donde siguió José Palmieri que era el Secretario General que estaba a cargo
del mismo al momento que intervienen la
Unión Metalúrgica a nivel local.» Sobre aquel hecho el mismo
Garín en una entrevista que le realizara La Gaceta de Iriondo el 14 de junio de 2010,
manifestó que
«...como abogado fui asesorando al
recordado Abel Kauffeler en la lucha contra la Pata Metalúrgica que era
asesorada por Noemí Sedrán. El día de las negociaciones fue muy duro, había
gente con ametralladoras por las dudas y ellos nos ofrecieron dos cargos para
nosotros y cinco para ellos. Kauffeler les dijo que no y fuimos a la elección
que se hacía con los delegados. Yo calculaba que perdíamos por uno o dos votos
pero pasó algo insólito y recuerdo que yo estaba afuera con los compañeros y
sale uno de los delegados que votaba, era el Flaco De Guardia que trabajaba en Provita y nos dice que nos votó a
nosotros y sale corriendo. Ahí dije que empatamos, y así terminamos. Nunca más
se pudo armar la mesa de la CGT
en Cañada de Gómez.»[4]
Para finalizar este capítulo de los
trabajadores detenidos por cuestiones políticas en la dictadura cívico militar,
es preciso recordar una carta que enviara la
CGT Cañada de Gómez a la CGT nacional, con la firma de
sus delegados Omar Amadio y José Palmieri, con fecha 26 de febrero de 1975
donde en la misma denuncia como Bolchez muy reconocidos en la ciudad
de Cañada de Gómez a César Magallanes de la FATRE ; Armando Álvarez de la Fraternidad ; Lisandro
Castillo y Enrique Jedruch de los Ferroviarios y a Osvaldo Aguilar de los
Papeleros. Y además agregaban, en alusión a Kauffeler, que «se pone la camiseta peronista para satisfacer sus entuertos
personales, pero lo único que hace es hacerle mucho daño a nuestro movimiento.»
Creo que con estos testimonios
sobran los motivos para aclarar aún más la complicidad civil en la dictadura, y
sobre todo, la participación nefasta de algunos gremios en la persecución hacia
los trabajadores afines a la izquierda. Una persecución que comenzó durante el
gobierno de Isabel, que llevó adelante la Triple
A y que la perfeccionó sin límites algunos y de la peor
manera Videla y compañía.
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