CAPITULO VII:
La vivienda humana.
Edificación
pública.
La edificación
escolar.
Espacios libres.
LA
VIVIENDA HUMANA
Como ha venido
ocurriendo en todas las ciudades argentinas nacidas casi, por generación espontánea, la nuestra ha seguido una
característica evolución en lo que a vivienda humana se refiere.
Los primeros núcleos
humanos, instalados aun antes de que se iniciaran los primeros esbozos de
urbanización,. Se afincaron en simples ranchos de paja y terrón, adobe o de
ladrillos, barro y zinc.
De esta clase de
vivienda primitiva, resabio del pasado y signo de atraso y pauperismo, todavía
se mantienen algunas habitaciones, especialmente en la zona sud de la ciudad y
de ella ofrecemos tres ejemplos gráficos al final de este capítulo.
Casa de los Reün, donde hoy está la Escribania Giordano |
Este tipo de
habitación, ubicada en zona que no goza de los beneficios de los servicios de
agua potable, cloacas y pavimentos, plantea toda clase de problemas higiénicos,
sanitarios y sociales. Las paredes y los techos son absolutamente inadecuados,
el piso es de tierra y, en cuanto a servicios sanitarios, el agua es captada
por pozos de brocal de la segunda napa, las excretas humanas tienen su destino
en pozos negros y las basuras son volcadas en las inmediaciones de las casas.
En el capítulo que
dedicamos a esta barriada nos hemos referido a la repercusión que la vivienda
antihigiénica tiene sobre la morbilidad y mortalidad general y, muy
especialmente sobre la mortalidad infantil.
La primera construcción
de alguna categoría se inició al instalarse la estación local del Ferrocarril
en el año 1867.
El primer edifico
urbano se construyó en julio de 1870 y allí estuvo instalada, hasta hace pocos
años, la oficina local de Correos; últimamente fue demolido y en el terreno que
ocupa funciona una feria franca municipal. La segunda construcción, ya de
alguna categoría se inauguró en 1873.
Nos dice la historia
local que la primera casa de dos pisos fue habilitada en el año 1881 y el
albañil que la construyo, la califico, evidentemente con exagerado optimismo,
como de arquitectura Andaluza, de Sevilla.
Posteriormente y
siguiendo el acelerado ritmo de progreso la población fue mejorando la
edificación y ya la mampostería fue de rigor en todas las construcciones que se
iniciaron.
La forma en que fue
planeado el pueblo por la empresa del Ferrocarril, con todos los solares que
miran al Norte o al Sud trazados con calle al frente y callejón al fondo,
condiciono un tipo de edificación con el mismo criterio con que ha sido encarado
en casi todos los pueblos de nuestra campaña, vale decir construcciones de una
planta, en forma de L mayúscula, con dos habitaciones al frente y el resto en
línea recta con el resultado de que, casi siempre, la cocina y el baño (los dos
ambientes más empleados en la casa), se construían a veinte, veinticinco o más metros
de las habitaciones del frente. . la consecuencia fue de que la vida familiar
se desarrolló habitualmente en las habitaciones posteriores mientras que las delanteras
que habían significado el mayor costo y representaban el lujo de la casa, el
comedor y la sala, solo fueron usadas en contadas y memorables ocasiones.
Este tipo de
edificación se caracterizó también por presentar las casas sus frentes sin
revocar, muros de un ancho extraordinario y habitualmente de cuatro o cinco
metros por un lado con el agregado de ser las habitaciones notablemente altas,
los techos nunca están a menos de 4,50 a 5 metro. Todo esto en consonancia con
las ideas higiénicas de la época, en que el cubaje era un factor fundamental.
Casi todas las casas de
esta época están provistas de jardines, quintas con árboles frutales,
gallineros, etc., en su parte posterior, donde siempre se habilito una puerta
al callejón para atención de los proveedores, recibo de visitas “de confianza”,
eliminación de basuras, etc., todavía existen en nuestra ciudad un buen número
de casas de este tipo.
Tres factores
fundamentales influyeron en un radical cambio en las ideas que primaban sobre edificación,
a saber: la habilitación de los servicios de cloacas y aguas corrientes,
ocurrida en enero de 1931 y la pavimentación del radio urbano de la ciudad, en
1941.
Estos tres inmensos
progresos sanitarios despertaron un unánime deseo de un mayor confort de la habitación
y es extraordinario como, a partir de entonces, se interesa el vecindario en
remozar sus propiedades, revocando los frentes (lo que no se hacía antes debido
a que los frentes con enlucido se ensuciaban en la primera lluvia por la acción
del barro), e inclusive transformándolas o reedificándoles de acuerdo a las más
modernas concepciones arquitectónicas y los postulados de la higiene de la
vivienda.
El tipo de vivienda que
se construye habitualmente en los últimos años,. Aun las más modestas, es el compacto
que tiene acceso a todos los ambientes sin salir al exterior y que comunica
los dormitorios con los baños y acerca la cocina al comedor. Predomina el tipo
“chalet”, especialmente el californiano.
Las fotografías que
ofrecemos al final de este capítulo de algunas expresiones de la antigua y
moderna edificación, han de dar una cabal idea de cómo ha evolucionado este
importante problema higiénico - sanitario.
DATOS
ESTADÍSTICO
Es realmente asombroso
el número de nuevas viviendas construidas en los últimos años en Cañada de Gómez.
El hecho tiene su explicación en el aumento de la población y la crisis de vivienda,
fenómeno generalizado a todo el país y aun al mundo entero.
Pero entendemos que, fundamentalmente,
ha influido sobre este auge de la construcción la situación de bienestar
económico de que goza el país en los últimos años; durante el Justicialismo se han brindado
innúmerables facilidades para la edificación
y además una prudente y avanzada legislación municipal que ha eximido de
impuestos a las construcciones modestas y ha facilitado asesoramiento técnico y
planos estandarizados en forma gratuita para esa clase de viviendas.
El resultado de tan
inteligente político, puede ser expresado por las siguientes cifras: en el
quinquenio 1948 a 1952 se han construido 771 nuevas viviendas y se han ampliado
o refaccionado 611: nos parece muy difícil que sean muchas las ciudades de loa
República que puedan presentar tan brillante estadística.
EDIFICACIONES EN
CAÑADA DE GÓMEZ
Años
|
Edificios nuevos
|
Refacciones y ampliaciones
|
1948
|
85
|
89
|
1949
|
103
|
108
|
1950
|
195
|
131
|
1951
|
226
|
144
|
1952
|
162
|
139
|
Totales en cinco años
|
771
|
611
|
Las Ordenanzas
Municipales referentes a tapiales, cercos, aceras, desagües, etc., son
cumplidas a conciencia y resulta difícil encontrar en la ciudad una casa donde
no se haya cumplido con estos requisitos.
Ya dijimos en otro capítulo
que una de las características de Cañada de Gómez, y la más llamativa para los
forasteros, es su extremada limpieza que puede atribuirse al afán mancomunado
de las autoridades comunales y de los vecinos.
EDIFICACIÓN PÚBLICA
En lo que se refiere a
edificación publica, que en muchas ciudades se caracteriza por su aspecto
monumental, nuestra ciudad ha sido siempre olvidada por los poderes públicos ya
que casi no puede exhibir edificio alguno de esa categoría.
Única excepción, de
años anteriores, es el edificio de la Jefatura de Policía departamental,
ocupado también por otras oficinas dependencias del Gobierno de la Provincia, y
que es una buena, amplia y moderna construcción distribuida en dos plantas, muy
bien planeada y resuelta. En ella se encuentra instalado lo que podríamos
llamar, un tanto exageradamente, el Centro Cívico de la ciudad, ya que dispone
del único salón adecuado para grandes reuniones, conferencias, exposiciones,
etc.
En el curso del
corriente año se inaugurará el moderno edificio construido para las oficinas
locales de Correos y Telecomunicaciones y Teléfonos del Estado que significa
una valiosa contribución al adelanto edilicio. Concebido en líneas modernas y
audaces pero de una gran perfección funcional, con problemas de iluminación,
ventilación y calefacción bien resueltos, parecería que va a iniciar una nueva
era en la política de construcción de edificios públicos tan necesaria en
nuestra ciudad.
En efecto, ya se han
expropiado terrenos y se han aprobado los planos para la construcción de otro
edificio de gran categoría: el de la Escuela Normal Provincial “Dr. Francisco
Seguí”.
Se puede apreciar, al
final de este capítulo, una fotografía del moderno edificio de Correos y
Telecomunicaciones, que permitirá apreciar lo avanzado de su construcción y la
belleza de sus líneas, pudiendo observarse además, que los diversos aleros que
presenta en su frente obedecen a un moderno y avanzado sistema de iluminación
natural.
Todo lo relativo a provisión
de agua potable y servicios cloacales u otra forma de eliminación de residuos domiciliarios,
podrá encontrarse en el capítulo correspondiente a Ingeniería Sanitaria.
LA
EDIFICACIÓN ESCOLAR
Hemos creído
imprescindible dedicar un capítulo de nuestro trabajo a la edificación escolar
por tratarse de uno de los problemas higiénicos más serios y llamativos y, quizá,
el de más urgente necesidad de solución.
La casi totalidad de
las escuelas funcionan en locales inadecuados por su edificación y
distribución, antiguos, antihigiénicos y, en algunos casos, ruinosos. A ello se
debe que no hayamos podido ocuparnos de un capitulo tan importante de la
Higiene Escolar, tal la Higiene física de las escuelas en lo que se refiere a
edificación, ventilación, iluminación, anexos sanitarios, etc., porque dicho
sea con toda franqueza, no conocemos ninguna que reúna siquiera las condiciones
mínimas exigidas.
Podrían exceptuarse de
esta tan negativa afirmación, dos establecimientos escolares: la Escuela fiscal
“Domingo Faustino Sarmiento”, construida para tales fines en 1925 pero la que,
a pesar de ser relativamente moderna, no reúne condiciones de edificación y
funcionales aptas y de la que ofrecemos una fotografía de su frente, y al local
que ocupa el Instituto Politécnico “General San Martín”, que construido con
destino a Escuela Fiscal a principios de siglo, ha sido objeto hace pocos años
de fundamentales modificaciones que lo han adaptado para sus funciones de
Escuela Técnico-Profesional: como no se ha terminado su edificación ni se han
construido aun sus ambientes de trabajo industrial, no estamos en condiciones
de comentarlos.
Los dos
establecimientos educacionales más importantes de la ciudad, el Colegio
Nacional “Florentino Ameghino” que, con su Anexo Comercial funcional en dos
turnos, y la Escuela Normal Provincial “Dr. Francisco Seguí”, funcionan en
locales tan inadecuados como ruinosos, que pueden considerarse como un
verdadero atentado a la salubridad y un permanente elemento de peligro para los
educandos que suman cerca de ochocientos entre ambos establecimientos.
Paredes, pisos y techos
ruinosos, humedad, goteras que a veces son verdaderas precipitaciones pluviales,
ventilación e iluminación inadecuada, falta de espacio, patios de tierra,
insuficiencia de servicios sanitarios
son los caracteres más llamativos de estos edificios escolares de los que es
preferible no hacer más comentarios.
Esta situación, de suma
importancia, se agrava cuando nos debemos referir a las escuelas de la zona
suburbana y rural, donde el problema es aún más llamativo ya que, en algunos
casos, los edificios escolares están instalados en simples galpones destinados
a almacenar cereales.
No resistimos a la
tentación de describir una Escuela Rural situada aproximadamente a unos cuatro
kilómetros del centro de la ciudad, instalada en una chacra y que tuvimos
oportunidad de visitar von toda detención con motivo del Censo General de
Población del año 1947.
Esta escuela está
instalada en un galpón, cuyo destino es, además, el de almacenar cereales,
herramientas, etc., de los que pudimos apreciar gran cantidad den ocasión de
nuestra visita. Estaba entonces poblado, además, por palomas, gallinas y
también roedores.
El piso era de tierra y
las paredes y techo de zinc teniendo como único elemento sanitario un retrete
con pozo negro y para la provisión de agua un pozo con bomba.
Lo más extraordinario
es que funcionan en dicho galpón tres cursos simultáneos: primer, segundo y
tercer grado, atendidos por una misma maestra. Al agregar que estos cursos son
mixtos, creemos que no es necesario hacer ningún otro comentario.
Tal vez sea conveniente
recordar que esta escuela no está instalada en algún perdido sitio de la lejana
Patagonia, sino a poco más de setenta kilómetros de la ciudad de Rosario.
ESPACIOS LIBRES
La ciudad de Cañada de Gómez
debe sufrir, como tantas otras poblaciones argentinas la falta de previsión de
los fundadores en lo que a espacios libres se refiere. Los únicos de que disponemos,
que pueden ser usufructuados por toda la población son el gran Parque Municipal
“Presidente Perón”, la “Plaza San Martin” y dos pequeñas plazoletas:
“Rivadavia” y “4 de Junio”; a esto hay que agregar dos pequeños predios donde
se han instalado juegos infantiles.
El total del espacio
ocupado por estas zonas verdes es de, aproximadamente diez hectáreas y si se tiene
en cuenta que la zona urbanizada del Municipio abarca 574 hectáreas, tendremos
que lo destinado a espacio libre, los clásicos “pulmones” de la ciudad, solo
comprenden un 1,74 por ciento de su superficie. Esta cantidad es absurdamente
reducida, si se tiene en cuenta el valor de los terrenos aun hasta hace pocos
años, que hubiera permitido a la Municipalidad ampliar con poco costo sus
plazas.
El Parque Municipal,
“Presidente Perón" está ubicado en la zona Noroeste del Municipio entre el
Boulevard Centenario y la Ruta Nacional Nº 9, ocupando una extensión aproximada
de ocho hectáreas. Es una admirable construcción desde el punto de vista de sus
obras de jardinería y sus dependencias deportivas: se ha formado un parque de
extraordinaria hermosura, con árboles autóctonos y exóticos que ya han
adquirido gran desarrollo y estas obras son celosamente cuidadas.
La parte deportiva
consta de una gran cancha de fútbol, pista de atletismo, canchas de basket ball
y volley ball, pista de patinaje y una gran piscina de natación. Se han
habilitado comodidades para que la población pueda pasar días de camping y
almorzar en las instalaciones del parque.
La plaza “General San
Martín”, donde se levanta el busto del héroe topónimo está situada en el centro
de la ciudad y se caracteriza también por la belleza de sus plantaciones y el
prolijo esmero con que se cuida su limpieza. Es uno de los sitios más
concurridos de Cañada de Gómez, especialmente en los días festivos, como ocurre
en todas las ciudades pequeñas.
Las dos plazoletas que
hemos citado están ubicadas en barrios extremos de la ciudad, al Este y Oeste.
Llama la atención que
una segunda plaza, llamada “Argentina” y que puede verse en el plano primitivo
de la población que ofrecemos, e instalada en la zona sud que carece en
absoluto de espacios libres haya sido entregada en usufructo primero y en
donación después a una institución deportiva, privando a buena parte de la
población de gozar de tal beneficio.
Algunas instituciones
deportivas poseen amplias instalaciones como lo hemos dicho en el capítulo
correspondiente pero merece destacarse el “Sport Club Cañadense” cuyo estadio
es sumamente amplio, está muy bien arbolado y posee todas las dependencias que
requiere una institución deportiva de primera categoría.
Entendemos que existen
varias soluciones fáciles de lograr para resolver el problema de la falta de
espacios libres. En primer lugar, al Norte de la ciudad, inmediatamente de la
Ruta Nacional Nº 9 hay grandes extensiones de terreno sin urbanizar, lo mismo
que ocurre al Este y al Oeste; sería muy útil que la Municipalidad reservara extensiones
de terreno para los fines indicados, especialmente hacia el Norte donde
desarrolla la ciudad su tendencia de expansión.
En la zona Sud, que
carece en absoluto de espacios libres se impone el saneamiento e entubamiento
del Arroyo Cañada de Gómez y construir en el mismo sitio una zona de reserva
boscosa, lo que permitiría, en primer término, la urbanización de una zona que
en la actualidad significa una rémora higiénica; sería un segundo lugar un
interesante lugar de reunión para las familias de la barriada que gozarían de
tranquilidad y sombra y en último término podría ser también una fuente de
ingresos para la Municipalidad ya que, plantándose álamos, por ejemplo, todos
sabemos del valor comercial de esa madera u otras semejantes.
La presencia del rio
Carcarañá en el límite Sud del municipio y a muy pocos kilómetros del centro
urbano no debe ser tampoco olvidada por el poder público; si se mejoraran los
caminos que conducen al río y se habilitara en él un modesto balneario, se
transformaría también esa zona, con toda seguridad, en uno de los sitios más
concurridos.
Al final de este capítulo
puede verse una fotografía aérea del Parque Municipal “Presidente Perón” que
permitirá apreciar su magnífico aspecto.
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