Melitón Gómez, presidente de la Comisión de Progreso local |
Cañada de Gómez vivía sus primeros veinticinco años de vida
desde aquella apertura de la
Estación el 1º de mayo de 1866. Gracias a la Matanza era un nombre y un
lugar reconocido en la vida política y militar de Buenos Aires. Alem y los
hermanos Hernández sobrevivientes de la contienda seguramente en sus charlas de
café con muchos de los próceres de esa etapa la deben haber citado. El entonces
presidente Domingo Sarmiento tenía buenos recuerdos de la Cañada ,
no sólo porque se vanagloriaba de las atrocidades de la Matanza sino que estando
en funciones visitó una de las estancias patricias de la zona en el verano de
1870. Cinco años después otro presidente, pero antes de asumir, se alojó en la
casa de los James como Julio Argentino Roca, el Zorro. Los diferentes gobernadores santafesinos se vieron obligados
a pasar por la joven colonia y visitar las casas de aquellos líderes locales.
En fin, ya Cañada de Gómez era algo fuerte en la sociedad que se preparaba para
el final del 1800, un siglo fundacional del país.