Augusto Schnack, presidente de la Comisión de Fomento, junto a su esposa Margarita Hansen |
No fue un
verano simple el de los argentinos en 1906, la delicada salud del presidente
Manuel Quintana obligaba al primer mandatario a tomarse una licencia sin saber
que nunca volvería a la Casa Rosada.
Quintana, conocido por su elegancia y buen gusto, había nacido en Buenos Aires
el 18 de octubre de 1835. A los veinte años se recibió de Abogado en la Universidad Nacional
de Buenos Aires. Mitrista desde la primera hora, pasó a las filas del Alsinismo
oponiéndose a su anterior líder en la designación de su ciudad natal como Capital
Federal. A tal punto que siendo diputado nacional participó de la ley que
nombraba a Rosario como la capital de la nación. En 1873 pierde las elecciones
presidenciales frente a Avellaneda, en 1876 siendo senador nacional defendió
los intereses de la banca inglesa ante el conflicto sucedido con el gobernador
santafesino Servando Bayo, al inaugurar el Banco Provincial de Santa Fe, como
defensor de los británicos propuso bombardear a Rosario. Según Estanislao
Zeballos, testigo de aquel episodio, expresó que «Manuel Quintana anunció en
forma intimidatoria la presencia de una cañonera inglesa en el puerto de
Rosario, el canciller, con digna reacción, se puso de pie y se negó a continuar
hasta que Quintana se retirase del despacho, no aceptando que un argentino
fuese portavoz de una amenaza.»[1] El
canciller de la enérgica posición era Bernardo de Irigoyen bajo la presidencia
de Avellaneda. En 1877 fue rector de la
UBA , posteriormente después de estar un tiempo en Europa fue
Ministro del Interior del presidente Luis Saénz Peña, donde nuevamente amago
con bombardear Rosario cuando ésta fuera ocupada por los revolucionarios
radicales con Alem a la cabeza. En las mal llamadas elecciones presidenciales
de entonces, el 10 de abril de 1904, gracias a una alianza entre Roca y Mitre
para debilitar la vuelta de Pellegrini, la fórmula Quintana-Figueroa Alcorta
llega a Balcarce 50.
El gobierno
de Quintana fue una mera continuación de los anteriores, siguiendo los lineamientos de Roca; se siguió extendiendo
la red ferroviaria; se nacionalizó la Universidad de La Plata ; reglamentó el ejercicio
de las profesiones liberales; sancionó la ley de descanso dominical, propuesta
por el diputado socialista Alfredo Palacios y la Ley
Láinez de creación de escuelas elementales en las
provincias. La misma fue una de las leyes que más benefició a la educación en
Argentina y sobre todo en Cañada de Gómez. Por su parte el Radicalismo reapareció mostrando una organización
política y territorial muy superior a la del oficialismo, y una gran decisión
revolucionaria, como la ocurrida en 1905, en la que estuvieron implicadas
varias unidades del Ejército. Estallada el 4 de febrero de ese año, tuvo un
éxito relativo en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Bahía Blanca y Mendoza, pero
fue rápidamente sofocada. El estrés sufrido por el presidente durante este
conflicto dañó su salud. Como consecuencia, redujo al mínimo su jornada
laboral, lo que complicó su gestión de gobierno. El 11 de agosto, Quintana
sufrió un atentado contra su vida por parte del anarquista catalán Salvador
Planas, quien disparó contra el carruaje que lo transportaba hacia la Casa Rosada. Una
falla en el revólver salvó su vida, pero su salud comenzó a deteriorarse
rápidamente. La salud de Quintana continuó empeorando, por lo que el vicepresidente
Figueroa Alcorta se hizo cargo permanentemente de la presidencia el 25 de enero
de 1906. Quintana se retiró a una finca en el actual barrio de Belgrano, donde murió el 12 de marzo de 1906.[2] Su reemplazante, del cuál
hablaremos en los próximos capítulos, fue el primer presidente en cerrar el
Congreso de la Nación. Una
curiosidad es que fue el primer argentino en morir estando en funciones y
además, el año 1906, sería el año del primer canto de cisne de la generación
del ’80, junto a Quintana morirían los ex presidentes Bartolomé Mitre y Carlos
Pellegrini, como así también el dirigente Bernardo de Irigoyen.
Pedro Antonio Echagüe, nacido ocasionalmente en Rosario en la Nochebuena de 1859, se
convirtió el 18 de febrero de 1906 en el vigésimonoveno gobernador de la
provincia de Santa Fe. Se recibió como abogado en la Universidad de Córdoba
especializándose en el derecho civil y en el canónico. Su vicegobernador fue
Gregorio García Vieria, otro abogado con participación en la Corte provincial. Esta gestión
estuvo marcada por ser honesta y progresista, ordenando la administración
pública, creando la tercera sala del Superior Tribunal de Justicia, reformando la Dirección General
de Estadísticas, también en este período comienza a funcionar la Caja de Jubilaciones y
Pensiones para empleados de la administración. Se reformó la Constitución
provincial y durante su mandato sus ministros más destacados fueron Marcial
Candioti, Juan Arzeno y Calixto Lassaga, éste último el de mayor influencia en
nuestro pueblo.
El 20 de enero de 1906, la directora de la Escuela Alemana Srta. Alma
Shell le solicita a la
Comisión de Fomento autorización para utilizar la Plaza República como patio de
la institución germánica. La misma no fue aceptada y la respuesta firmada por
Quierel y Gausset manifiesta que
«Cuando un Colegio no cuenta con la capacidad necesaria
según el número de alumnos que tiene, como el caso presente, ese
establecimiento no puede y no debe funcionar en vista de las disposiciones
terminantes dictadas por la higiene y el mismo sentido común»[3]
Cómo podemos ver, los funcionarios de entonces no fueron muy
expresivos en la respuesta hacia un problema que bien podría haberse
solucionado en el descampado que reinaba en el pueblo. En febrero es designado
Primo Bellotti como Jefe Político del Departamento Iriondo. El 14 de mayo del
mismo año, la Comisión
le solicitó al F.C.C.A. permiso para cruzar caños subterráneos de aguas
servidas que desembocarían en el arroyo. También en 1906 el riojano Emeterio de
la Vega ocupa el
cargo de Juez de Paz. El 20 de agosto, el gobernador Echagüe y su ministro de
Gobierno Calixto Lassaga designan a las nuevas autoridades de la Comisión de Fomento
recayendo la presidencia en la figura de Augusto Schnack quién llevaba casi una
década como tesorero de la misma, Andrés Frey es el tesorero y Juan B. Bessone
como vocal. La secretaria seguía a cargo de Tomás Gausset.
El nuevo presidente de la Comisión de Fomento de
Cañada de Gómez era el hermano de Pedro Reün, nuestro primer jefe de estación.
Nacido como Peter Adolph August Schnack un 10 de noviembre de 1839 en Kappeln,
cuando Alemania era la
Confederación Germánica. Un municipio que
actualmente pertenece al distrito de Kusel, en el estado federado de
Renania-Palatinado. Llegó junto a Enrique Hansen y Juan Meyer a la Estación Cañada de
Gómez el 1º de abril de 1869 y dos años después, un 18 de marzo, se casó con
Ana Margarita Hansen, también nacida en Kappeln un 4 de junio de 1847 y de ese
matrimonio nacieron seis hijos, tres de ellos argentinos y los restantes
alemanes, Augusto, considerado por la historia oficial como el primer bebé
nacido en Cañada de Gómez, después le siguieron María, Margarita, Rosa o
Rosalía, Regina Magdalena y Benno Jorge. Entre las actividades más destacadas
de Augusto Schnack en el pueblo podemos citar a la construcción del Hotel
Universal, posteriormente al lado del mismo, en la vivienda que construyera
Pedro Reün tuvo un almacén y posteriormente socio fundador de comercios de
ramos generales.
No le debe haber sido fácil a ese hombre de 65 años comandar
los destinos del pueblo, a pesar que Elías Bertola lo identifique como un
gobierno patriarcal similar al de su antecesor y amigo Félix Pagani. Aunque por
motivos no muy claros en las actas comunales, el 10 de febrero de 1907, Schnack
renuncia a su cargo y es reemplazado por su tesorero Andres Frey mientras que
Fermín Machado se suma a la Comisión. En
marzo, Schnack es nuevamente elegido y ratificado por el Ejecutivo provincial,
retomando como si nada hubiese ocurrido el ritmo de su gestión.
El 23 de abril de 1907, el entonces presidente de los
argentinos, José Figueroa Alcorta, creaba el Distrito Militar Nº 5 con cabecera
en nuestra ciudad. Tenía como finalidad establecer un ordenamiento en las
tareas que tenía relación con el reclutamiento y la movilización en la 3ª
región militar. Seguramente, el decreto de nacimiento del Distrito Militar Nº
35 llevó la firma del Ministro de Guerra Rosendo Fraga, un militar santafesino
nacido en 1856 que entre muchas otras cosas participó de los genocidios a los
aborígenes en los años 1875, en 1879 encabezó el Regimiento 3 de Infantería de
Línea en la llamada Conquista del Desierto, asesinando a millares de Mapuches y
posteriormente participó en la
Conquista del Chaco a órdenes de Ignacio Fotheringham. Para
redondear, el amigo Fraga fue protagonistas de las mayores masacres de finales
del siglo XIX. El primer jefe elegido fue el Mayor Vicente Oviedo y la primera
sede del Distrito estuvo ubicada en Ocampo 799.
El 29 de agosto de 1907 la Comisión de Fomento llamó
a licitación para la construcción de alcantarillas para las calles públicas y
Bv. Guido, hoy Bv. López. El 27 de noviembre del mismo año, nace Mario
Maero, escritor, periodista e historiador local que colaboró en Revista Atenea, La Nota , Revista Estrella de la Mañana y autor de Datos históricos de Cañada de Gómez, el
cuento El Boyerito y El pequeño músico, entre muchas otras
obras.
El 25 de
enero de 1908, ante la posible llegada de una epidemia por las altas
temperaturas reinantes y tomando medidas para la higiene pública y saneamiento
de la población, el presidente Schanck convoca a diecisiete vecinos del pueblo
de los cuales cinco aceptaron ir a la reunión siendo ellos Miguel Magallanes,
Juan Malberti, Enrique Zanotta, Fronchetti y Rosendo Casañas, mientras que
faltaron a la misma Andrés Malen, V. Bondoni, Antenor Beltrame, Miguel Garrone,
S. Bandisone, Koller (hijo), Manuel Pando, Antonio Fossatti, Amado Borras,
Antonio Culaciatti, Antonio Amadeo y Fermín Fernández. Ese verano murieron
veintiséis personas por la ola de calor y en terrenos prestados por Camilo
Soto, en la zona norte de la ciudad donde actualmente un barrio lleva su
nombre, se armó el Lazareto para la atención de los enfermos estando al frente
el Dr. Teófilo Queirel.
Para el
día de nuestro Santo Patrono, el 29 de junio, abre sus puertas en la esquina de
Ocampo 1291, casi Lima, hoy Quintana, la Escuela Elemental
por Secciones Nº 491 siendo su primera maestra y directora la Sra. Emilia Guimaraes
con apenas 47 alumnos inscriptos. Esa escuela es la actual Sarmiento.
En la
jornada del 3 de agosto de 1908 las máximas autoridades del departamento
Iriondo y del pueblo Cañada de Gómez, más las presencia de destacadas figuras
del ambiente, estuvieron presentes en la inauguración del nuevo local del Banco
Nación, que era dirigido por Juan Urrutia un hombre que según Elías Bertóla «favoreció
en lo posible a todo el vecindario sin exclusiones, (…) colocando a la
institución en el lugar prominente que le correspondía». Ese importante gigante
que se levantaba en la esquina de Ocampo y Humberto Iº, como se llamaba por
aquellos años la calle Yrigoyen, estaba acompañado de jóvenes paraísos, un par
de fuertes lozas que servían de puentes para cruzar la profundidad de las
zanjas donde culminaban las anchas calles aromadas de tierra. Ese edificio, de
elegantes líneas neoclásicas, en el que se destacaban altas aberturas rematadas
en arcos de medio punto, siendo atractivo su acceso, ornado por dos medias
columnas jónicas y cuyo remate triangular lo jerarquizaba y distinguía.
Lamentablemente en la década de 1970 su fachada fue prácticamente destruida
perdiendo así nuestra ciudad una obra arquitectónica única en la misma.
Cuando
llegaba octubre la Comisión
de Fomento, al verse concluido su mandato y ante el silencio del gobernador
Echagüe, presenta en pleno la renuncia. Consideraban que no tenían autoridad
para tomar decisiones que podría perjudicar a las nuevas autoridades, que aún
no habían sido elegidas.
Entre
estos años los campeones del fútbol, entonces amateur, fueron Alumni en 1906 y
1907 mientras que el Belgrano Athletic Club. Tres importantes terremotos
sacuden el norte argentino el primero en Tucumán en 1906, Salta en febrero de
1908 y Cruz del Eje en septiembre del mismo año. La Selección Argentina
de fútbol obtienen las Copa Lipton en 1906, 1907 y 1908 como así también la Newton en 1907 y 1908.
Finalmente se realiza la huelga de
inquilinos o huelga de las escobas,
iniciada en agosto de 1907, movimiento popular contra la suba de los alquileres
en las casas de inquilinato de Buenos Aires y otras ciudades argentinas,
popularmente denominadas conventillos. La huelga duró aproximadamente 3 meses y
participaron de este movimiento más de cien inquilinatos teniendo una
importante presencia de activistas anarquistas y socialistas.
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