LA CAÑADA DE LOS GÓMEZ 1918

Juan Nicoli

El 1º de enero de 1918 asumieron las nuevas autoridades cañadenses, como verán no había mucho drama en reunirse en fechas que hoy serían solo en caso de urgencias como ocurrió en la crisis del 2001 en Argentina. Esa jornada asume la presidencia Juan Nicoli, acompañado de Rosendo Casañas como vicepresidente, Camilo Varni tesorero y como vocales Adolfo Yonson y Evaristo Giordano. Florencio Varni seguía como secretario administrativo de la Comuna, el Dr. Gonzalo Beresiartu continuaba como médico oficial, Bonifacia de Rodríguez como la partera pública y se ratificaba en cada uno de sus puestos a los empleados de la misma.


El medio ambiente empezaba a sufrir las consecuencias de la industrialización del pueblo, cuando finalizaba enero la Comisión le autoriza a la Curtiembre Beltrame arrojas sus aguas servidas y sus desechos por las canaletas de calle Maipú finalizando su recorrido en nuestro arroyo. El plazo de autorización era por un mes, de excederse la empresa debía pagar la multa con la construcción de alcantarillas en las calles Rivadavia, Ballesteros, Tortugas y Chañares, hoy 7 de Octubre. ¿Cómo terminó todo esto? La Curtiembre debió pagar la multa como lo pactado porque nunca respetó los plazos. En estos años además Cañada vuelve a vivir tiempos de epidemias y muertes injustas, la Communa debió reunir de urgencia a los médicos locales para evaluar la situación y pedirles informes al Consejo de Higiene de Rosario, en la Historia Sanitaria del Dr. Gerónimo Etchart expresa que 

«Los años de más alta mortalidad para nuestra ciudad fueron 1901 y 1918: el primer arrojo ciento ochenta y seis defunciones para una población de 6.454 habitantes y el segundo trescientas dos defunciones para 10.363 habitantes. Los índices fueron idénticos, 29 por mil en ambos casos. Si analizamos las causas de muerte en estos dos años de tan alta mortalidad, veremos que, en 1901, nos encontramos con fallecidos de menos de un año, sin incluir los nacidos muertos que fueron nueve y ciento de más de un año de edad. Las causas fundamentales fueron, en todas las edades las edades, diarrea y enteritis con treinta y cinco defunciones; bronquitis, neumonía y bronco neumonía con cincuenta y uno; y luego un extenso número de causas sin predominio de ninguna de ellas. En 1918, como volverá a ocurrir en 1919, la alta mortalidad está condicionada por la pandemia gripal, por la fiebre tifoidea y por las enteritis. Por gripe y sus complicaciones, mueren en todas las edades treinta y tres personas; por fiebre tifoidea unas treinta y ocho personas; por diarrea y enteritis, ochenta y cuatro. Sumado, además, una elevada mortalidad por tuberculosis pulmonar veinticuatro, y por muerte violenta trece»[1].

Aunque como nos relatara Francisco Trujillo en su autobiografía, en el año quince un señor de apellido Alles «trajo a Cañada el primer automóvil que rápidamente se lo apodó El Colibrí. Su tamaño pequeño y sus vivos colores, que nos llamó tanto la atención que chicos y grandes corrimos afanosos a la puerta al oír al primogénito pasar que entonces huellas distintas marcó…»[2] Fue así que una de las primeras medidas de Nicoli al frente de la Comuna fue la regulación del tráfico en el pueblo, la ordenanza limitaba la velocidad de los automóviles en 20 km por hora, hasta de medio trote a caballo y la obligación de tener faroles de noches. Quiénes fueron visionarios fueron los cuñados Bessone y Voegeli quiénes después de un par de años explotando «el rubro de la ferretería y latonería, comprando a la viuda de Troulliet, el primer ferretero de Cañada de Gómez, el local de la calle Lavalle 1029 al 1033 (…) El negocio iba ampliándose paulatinamente, siendo el más importante de la zona cuando al poco tiempo fueron designados sub agentes de la Ford Motor»[3]. Según podemos vislumbrar en su página, la empresa Juan B. Bessone e hijos es concesionaria oficial de Ford desde 1921. Bessone había nacido en Las Rosas en 1898, cuando sólo tenía 18 años junto a Walter Voegeli instalaron el negocio que anteriormente citado. Voegeli, quién al tiempo se separa e instala en la esquina de Moreno y Ballesteros un surtidor de la firma Shell, fue «fundador y presidente de la Sociedad Tiro Federal, presidente del Club Social, de la Sociedad Suiza y del Club de Leones»[4], cabe agregar que durante la década del veinte fue concejal de la ciudad. 

Otro de los puntos que se normalizaron en el pueblo fueron los inherentes a los festejos de carnaval. En 1918 los mismos se realizaron los días 10, 11, 12 y 17 de febrero por Bv. Lavalle entre España y Pellegrini. En los mismos se prohibían tirar bombas de estruendo, explosivos, arrojar aguas a las comparsas, médicos, sacerdotes, militares y empleados en ejercicio de sus funciones como así también disfrazarse de militar, sacerdote y todo aquello que ofenda la moral pública. La Escuela Elemental Nº 4 se traslada hacia una propiedad de Juan Nicoli, a quién la Comuna le abona unos cincuenta pesos de alquiler por mes. Se adquirieron siete mulas y una yegua por intermedio de José Razetto a un costo de cuarenta y cinco pesos. A los propietarios se los intimó a la construcción de sus veredas en un plazo de noventa días. Entre las calle Rivadavia, Oroño, Pellegrini y las vías férreas debían colocarse mosaicos o piedras labradas con un marco de hierro. Fuera de este radio con ladrillos de primera. Los terrenos comprendidos entre las vías férreas, Centenario, Laprida y Colón debían ser tapialados hasta la altura de dos metros, fuera de ese radio con un alambrado bastaba. Finalmente en ese verano del dieciocho, el Dr. Luciano Gutierrez fue designado médico veterinario y el Dr. Atilio Francesio reemplazó al Dr. Beresiartu, quién asumía como diputado provincial.

En las actas comunales aparece algo por demás de raro, y hasta rozando la viveza criolla de los clubes. Seguramente por un breve tiempo, el Club América no tenía actividad deportiva y social en lo que su tiempo fuera la Plaza Argentina y que los Apaches utilizaban como campo de deportes. Sport Club al ver esta anomalía se dirige, el 14 de mayo, a la Comisión Comunal solicitando tenga a consideración se le prestara la Plaza a la institución ya que el Club América estaba disuelto. Ocho días después, los dirigentes del decano del deporte cañadense solicitan una prórroga hasta el 21 de septiembre para la plantación de árboles en la ciudad, motivo al cual estaba obligado a cambio del préstamo de la ex plaza al Club. Fue así, que la Comisión Comunal, descubrió que América seguía existiendo y que Sport sólo tuvo una mala información que casi hace cederles ese predio a los Celestes injustamente.

El 21 de septiembre de 1918 la Logia Masónica Bernardino Rivadavia le solicitó a la Comuna la exoneración impositiva en su sede, que funcionaba en Rivadavia 845. Según un reglamento interno que pertenece al archivo del Museo Histórico Municipal Elías Bertola de Cañada de Gómez, esta logia llevaba por número 307. En la tapa del mismo puede leerse el lema de la misma LIBERTAD-IGUALDAD-FRATERNIDAD. En su artículo 1º dice que la logia fundada el 14 de julio de 1918 y era auspiciada por la Gran Orden Argentino del Rito Escocés Antiguo. En los siguientes artículos se puede apreciar que la misma no podrá ser disuelta mientras tres miembros estén dispuestos a mantenerla, el objeto de la Logia es el de contribuir al engrandecimiento de la Patria y los ideales de la Masonería Universal, profesando sus adeptos al culto a la moral, la tolerancia respecto de las ideas ajenas siempre que no lesionen los intereses de la sociedad civil, propendiendo a la educación del pueblo fomentándole los hábitos del trabajo y alejándole de toda subversión del orden social, y formando una familia ligada por sentimientos fraternales capaces de servir de vínculo para prestarse el apoyo y auxilio moral y material que les fuere necesario. Conformaban comisiones internas y abonaban una cuota mensual para la manutención de sus gastos. El reglamento original está firmado por los fundadores de esta logia y lo integraban José Otero, Walter Williems, Lorenzo de Paoli, George Wortley, Juan A. Pérez, Florentino Castro, Bernardino Ruin, Daniel Argüelles, Ramón Ponce, Primo Bellotti y Alfredo Saybene.

El 9 de octubre se le autorizó al Circo Francisco de Albarracín y Ortega su instalación en el pueblo y la posibilidad de realizar corridas de toros siempre y cuando no sean maltratados y tengan los cuernos embolados. Hacia finales de este mes se produce la renuncia de Florencio Varni como secretario administrativo, su lugar fue ocupado por Evaristo Giordano quién al dejar vacante su puesto en la Comisión, el mismo fue sustituido por Ángel Pagani. Camilo Varni, padre de Florencio, también renuncia pero por problemas serios en su salud, falleciendo el 6 de julio de 1919. El cargo de tesorero fue ocupado por Pagani y la vocalía restante por Marcelino González que de esta manera ingresaba a la mesa directiva. El año 1918 dejaba las finanzas comunales al rojo vivo,a tal punto que Nicoli debió sacar un crédito de dos mil pesos en forma personal ya que las Comunas no estaban autorizadas a sacar esos empréstitos. Por su parte, ante la desobediencia de los vecinos cañadenses por el respeto de las normas la Comisión salió a la casa de multas previo aviso recordando que estaba prohibido arrojar a las calles aguas servidas, basuras, escombros o estiércol. Los dueños de los tambos y caballerizas deberán transportar el estiércol y materias orgánicas producidas semanalmente. A los campesinos y terratenientes se les recordó que no está permitido abandonar animales enfermos o muertos en las calles o caminos rurales. 

Durante 1918 se produce en la ciudad de Córdoba la Reforma Universitaria. Éste fue un movimiento de proyección latinoamericana para democratizar la universidad y otorgarle un carácter científico, que se inició con una rebelión estudiantil en la Universidad Nacional de Córdoba «entre marzo y octubre de 1918, durante el cual se produjeron violentos enfrentamientos entre reformistas y católicos. Su fecha simbólica es el 15 de junio de 1918, momento en el cual los estudiantes irrumpieron en la Universidad para impedir que se consumara la elección del rector que sostendría la situación tal como estaba hasta entonces y declararon una segunda huelga general. Tuvo su pico culminante el 9 de septiembre cuando la Federación Universitaria de Córdoba asumió la dirección de la Universidad y el gobierno ordenó al Ejército reprimir la ocupación. Durante el curso del conflicto y a pedido de los estudiantes, el presidente Hipólito Yrigoyen intervino dos veces la Universidad para que se reformaran los estatutos y se realizaran nuevas elecciones de sus autoridades. La revuelta estudiantil cordobesa tuvo su expresión en el célebre Manifiesto Liminar de la Federación Universitaria de Córdoba, redactado por Deodoro Roca y titulado La Juventud argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica»[5]. Uno de los firmantes del Manifiesto fue el cañadense Dante Ardigó, hijo de Ferrucio, nacido el 15 de octubre de 1895, cuando era presidente del Centro de Estudiantes en la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires.

Y así cerramos 1918, el año en que Racing obtiene por sexta vez consecutiva el campeonato oficial amateur de futbol; Newell´s de Rosario rompe la hegemonía de Rosario Central en la Copa Nicasio Vila y en el duelo entre los campeones porteños y rosarinos, los Albicelestes de Avellaneda derrotaron 4 a 0 a los Leprosos. La Selección Argentina gana la Copa Lipton en Montevideo al empatar 1 a 1 con Uruguay, y quedarse con el trofeo por su calidad de visitantes; también gana la Copa Newton al derrotar a los uruguayos 2 a 0 y la Copa Premier Honor Argentino también al derrotar a los Charrúas 2 a 1. Este año nace Ángel Labruna, quién con el tiempo fuera uno de los mejores futbolistas de la historia y de River Plate.


[1] Historia Sanitaria de la Ciudad de Cañada de Gómez, Dr. Gerónimo Carlos Etchart, Tesis de Profesorado, 1953
[2] Cañada, en su pasado y mis cosas. Francisco Trujillo

[3] Cañada de Gómez, Hoy. Vicente Leoni. 1963. Página 123
[4] Idem.
[5] Archivos del Museo Histórico Municipal Elías Bertola.

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