LA CAÑADA DE LOS GÓMEZ, 1929

Santucho y Zabalita, campeones sudamericanos de atletismo en 1929

No fue para nada fácil el último año de la segunda década del Siglo XX, sobre todo cuando el 24 de octubre se produce el lamentable Jueves Negro que da comienzo a la Gran Depresión económica mundial, quebrando la bolsa de New York. Nuestro país se vio afectado crucialmente por el  abandono del uso del patrón oro para sus transacciones comerciales, lo que implicó una dificultad para realizar el comercio internacional en forma multilateral, entre muchas otras consecuencias negativas para la economía argentina.


Durante el primer año del segundo gobierno de Yrigoyen, Argentina era el principal exportador mundial de carne congelada, maíz, avena y linaza, y el tercer exportador de trigo y harina; por su parte era la undécima nación exportadora del mundo, había acumulado grandes reservas de oro, se ubicaba dentro de las diez naciones más ricas del planeta en términos de ingreso per cápita, y poseía más automóviles por habitante que Gran Bretaña. La distancia entre la Argentina y el resto de América Latina en cuanto a desarrollo y prosperidad se había vuelto abismal. Sumado al gran apoyo que tenía el presidente Yrigoyen entre los sectores medios, donde «sus representantes radicales en el congreso eran en su mayoría hijos de inmigrantes y muchos de ellos profesionales universitarios. Esta era una diferencia importante en relación con el primer gobierno de Yrigoyen, en el que un gran número de legisladores radicales pertenecía a las familias de la oligarquía»[1]. Esto se vio reflejado en las elecciones a gobernador en la provincia de Buenos Aires, cuando el 1 de diciembre «la Unión Cívica Radical (UCR) obtuvo una amplia victoria con el 55% de los votos y 60 de los 114 miembros del Colegio Electoral, siendo elegido su candidato Nereo Crovetto. En segundo lugar quedó Antonio Santamarina, del Partido Conservador, con el 38.59% de los votos válidos y 48 electores, y en último lugar Nicolás Repetto, del Partido Socialista, con el 6.41%. El resto de los votos fueron blancos o nulos, y la participación rondó el 59%, un notorio crecimiento con respecto a los anteriores comicios, en los que solo votó el 27.48%»[2]

Cuando finalizaba el año ´29, el ambiento político judicial se vio envuelto en un escándalo cuando la rusa Raquel Líberman denuncia a la agrupación mafiosa de trata de mujeres judíopolaca Tsvi Migdal y logra desarticularla. Esta estructura, que fue muy fuerte en la localidad de Rosario, fue una «perversa organización captó, por medio del engaño, a cientos de mujeres jóvenes, en su mayoría campesinas polacas pobres que se ilusionaban con escapar de la Europa arrasada por la Gran Guerra y rehacer sus vidas en América, y que terminaban en cabarets y prostíbulos como las francesitas a las que aludían algunos tangos de la época»[3].

Retomando el camino hacia nuestra patria chica, el día de reyes de 1929 la revista Atenea anunciaba la inauguración de otro cabaret en la ciudad, expresando que «la municipalidad con escaso criterio ha autorizado su apertura, asestando en plena faz una bofetada al pueblo que le honra con su confianza»[4]. Esta crítica refleja el apoyo y las expectativas que tenían los cañadenses de los gobernantes después de años de inestabilidad política, y que ante esta decisión que tomaron en conjunto concejales e intendente molestó a un sector de la sociedad.

Pero la pacífica Cañada se encontró el 22 de enero con la triste noticia que el cura párroco Mateo Llodrá había fallecido a los 61 años de edad. El desfile por la capilla ardiente en la parroquia San Pedro fue multitudinario como su sepelio, donde los oficios religiosos fueron presididos por el Vicario General de la Diócesis rosarina Monseñor Andrés Olaizola. Llodrá durante 24 años ejerció el mando de una parroquia que iba forjando, a la par de la flamante ciudad, un rumbo de crecimientos y desencuentros. Al Padre Mateo era común verlo caminar por la Plaza fumando sus pipas o toscanos de tabaco fuerte, su estampa generaba seguridad en la población y tenía un total desinterés por el dinero y los bienes terrenales siendo un fanático del automovilismo acompañado de una vasta y refinada cultura. Su reemplazante fue Monseñor Manuel Aizpuru, quién llegó a Cañada de Gómez el 17 de marzo. Aizpuru, de origen vasco, provenía de la ciudad de Carcarañá y había sido Capellán del Colegio Nuestra Señora del Huerto y Secretario del Vicario General de la Diócesis de Rosario.

Durante los primeros días de febrero el gobierno provincial recibió oficialmente el palacio de la Jefatura de Policía e inició el traslado desde su antigua sede en Lavalle al 700 hasta el mismo. La prensa festejó este acontecimiento expresando que

«Ya debía hacer varios meses que el magnífico local tendría que estar ocupado por nuestra policía, pero, como dijimos en número anterior, esto no ha sido posible porque, según las malas lenguas, este gobierno no quería recibir la obra por no sabemos qué cosas oscuras había de por medio. El asunto debe haber tenido algún arreglo por lo que el traslado ha sido autorizado y se ha llevado a cabo»[5].   

Otras de las noticias que enlutaron al pueblo fue el fallecimiento de José Koller ocurrida el 4 de febrero. Koller que fuera citado en reiteradas oportunidades en esta historia, era descendiente de padres suizos, fue uno de las primeras familias colonizadoras del departamento Iriondo. Militó fervientemente en el Partido Demócrata Progresista, donde en varias oportunidades fue elegido miembro del Colegio Electoral provincial, representando a la corriente Defensa Comunal fue integrante de distintas comisiones de fomentos llegando a ocupar la vicepresidencia en 1916, fue presidente de la Sociedad Suiza, de Koller S.A. y de la Cooperativa Ganadera, formó parte del directorio del Banco Agrícola Sud Americano.

Ante la presencia de los concejales Luis Dalledone, Alfredo Augsburger y Ferrucio Ardigó; el intendente municipal Justo Peralta abrió la apertura de sesiones ordinarias del concejo presidido por el primero de ellos. La crisis económica en que se encontraban las finanzas municipales distaba de ser las correctas. Aún seguía latente el informe lapidario que los contadores rosarinos Dogliotti y Bracanti, que en su presentación expresaba que

«No hay duda que sus defectos están arraigados profundamente, desde su génesis, pues nuestros mayores al legarnos una patria con todas las comodidades materiales, donde quedó abierto el surco para sembrar la semilla fecunda de la libertad, nos dieron así, formada la nacionalidad, pero ahora es preciso hacer los argentinos “el carácter”. Es ya de práctica en todos los órdenes de la vida pública seguir la rutina, de modo que todo funcionario no hace más que continuar la obra de su antecesor, pedir lo contrario, sería obligarlo a una renuncia de procedimiento y malquistarlo con los partidarios que lo llevaran.

»Nuestro sistema político es vicioso, de ahí que no haya interés por el desenvolvimiento armónico de las ideas de gobierno; no existe la educación pública, parte integrante de la responsabilidad moral del funcionario, urge entonces, la creación inmediata de una escuela, que inspirándose en la fuente más fecunda de la ciencia, consiga separar la política de la administración, como única institución del imperio del bien»[6].

Sobre la gestión de Andino los informes dieron a la luz los siguientes resultados…

«El comienzo de la Administración Comunal se hizo a base del antiguo sistema usado en la extinguida Comisión de Fomento cuyos ingresos y egresos se hacían por simples anotaciones en un libro denominado “Caja” llevado sin mayor prolijidad. Respecto a este régimen contable de difícil fiscalización en la percepción de la renta como así también en su inversión, es absolutamente deficiente por cuanto tratándose de un cuerpo complicado como es el de la Hacienda Comunal y a pesar de la más estricta honradez de parte del funcionario que esté al frente de ella, su actuación se presta a conjeturas»[7].

Su sucesor Rosendo Casañas no estuvo exento de irregularidades…

«Aquello marchaba automáticamente “a las mil maravillas” pues a excepción de dos o tres órdenes de pago firmadas de puño y letra del señor Casañas, todo el resto de su actuación al frente del D.E. se hizo aplicando un sello autógrafo. Ahora bien; el señor secretario autorizante que debe refrendar la firma de su superior, no quiso ser menos y también mandó confeccionar un sello análogo y lo insertaba en igual forma en casi todo acto administrativo. Acerca de la veracidad de los pagos hechos, muy principalmente en lo que se refiere a las partidas que en el presupuesto de gastos, figuran con los rubros de Materiales, herramientas y útiles, Jornales de peones y arreglo de caminos, Forrajes de animales y Materiales, herramientas, nafta y útiles, ya tenemos dicho cuán fácil resulta la filtración, tanto más si se tiene en cuenta los compromisos que surgen con los caudillos rurales en las proximidades de una contienda electoral. Este procedimiento inaudito en la administración, hace la formación del perjuicio, ignorando el intento o propósito del señor Casañas. Finalmente, a nuestro entender, no alcanzamos a definir la eficacia legal que puedan tener todos los actos de la aludida administración, con la sola inserción de los sellos ya mencionados»[8].

Mardoqueo Contreras fue el de mayor crítica a cargo de la auditoría donde se detalla que…

«Como lo tenemos dicho en párrafo aparte de la Administración del señor Contreras, se inició la Contabilidad de la Comuna, notando en ella una serie de irregularidades, a saber: la diferencia de Caja ya anotada, o sea $ 1.666,13. Sueldos y subvenciones pagados dos veces a Florencio Guastavino, marzo de 1926 $250; a Félix Martínez Surbano, julio 1926 $250; a Atilio Francesio, abril 1926 $250; a Biblioteca Rivadavia, abril 1926 $80; a Hospital de Caridad, marzo y abril 1926 $1.200. También las siguientes partidas que figurando sus importes salidos de Caja, están pendientes de pago y estas son: a Hospital de Caridad, julio a noviembre de 1927 $3.000; a Copa de Leche, julio a noviembre de 1927 $750; a Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, julio a noviembre de 1927 $400; a Biblioteca Popular Pablo A. Pizzurno, julio a noviembre de 1927 $150. Figuran igualmente como salidas de Caja, sin tener justificación alguna, las partidas siguientes: Facturas impagas; por varias facturas correspondientes al ejercicio 13/09/1926 al 31/12/1926 por $1.400. Valores al cobro; por varias boletas de impuestos anuladas, $3.583,20. Merardo Sánchez; que no se justifica ni hay expediente, $350. Santiago Ardizzi; por saldo, tampoco hay expediente ni antecedente alguno, $600. Para corroborar parte de lo que dejamos expuesto, insertamos textualmente la manifestación que nos hace el señor contador de esta Municipalidad al solicitar una aclaración sobre estas partidas, que importan una verdadera desaparición de fondos y que asciende a $13.926,33»[9].

Finalmente sobre el interinato de Juan D. Feno, los profesionales ajusticiaron que «no hubo reparos en cuanto a los gastos, ocurriendo en su consecuencia que al 17 de mayo de 1928 ya se habían agotado con un enorme exceso muchas de las partidas que debían durar hasta el 31 de diciembre»[10]; llegando a la conclusión dicha auditoria que ese «estado financiero de la Comuna, creemos que fácilmente puede mejorar solventándose todo su pasivo en un período no menor de tres años, para lo cual calculamos para ello una economía de $3.000 mensuales que bien puede hacerlo la Municipalidad llevando un control de buena administración y desplazado en absoluto ésta (la administración), de la política»[11]. No estuvo equivocado Nemesio Valbuena cuando el 19 de mayo de 1928 expresó en las páginas de su periódico La Nota, «Señores, no se alarmen: todavía queda la caja de fierro»

Fue por eso que el Intendente Peralta debió gobernar con lo mejor que podía tener en materia profesional, y creo que no fue errónea la decisión de nombrar entre sus colaboradores a  También sin saber lo que depara el destino entre dos de sus colaboradores a Alejandro Abaca como Escribano y Hernán Pettersen como Contador Municipal, quiénes casualidades de la vida, fueron también intendentes municipales. Cabe agregar que el intendente presenciaba las sesiones del concejo, tenía voz pero no voto y sus discusiones con Ferrucio Ardigó marcaron buena parte de las actas municipales de entonces. Ardigó como ejemplo exigió a Peralta que conformara una comisión investigadora para ver que había sucedido con una multa de cincuenta y seis mil pesos a la Compañía de Luz en la gestión de Andino y criticó el abuso de los honorarios de los contadores que realizaron la auditoría anteriormente citada. Quién solía mediar era Luis Dalledonde, presidente del Concejo y correligionario del PDP de Ardigó, él fue quien presentó la ordenanza de creación de un Mercado Central en la ciudad ante la crisis económica que venía asomando en el interior del país. En otra oportunidad, Peralta se presentó de sorpresa en una sesión e informó a los concejales que el gobernador Gómez Cello se había reunido con el representante de la Compañía de Luz, donde éste le comunicó la decisión de la empresa de iniciar acciones legales al municipio si el mismo no abona la deuda que mantenía con la misma. Peralta, consiguió una ayuda del gobernador de quince mil pesos, que sumado al poco dinero que tenía el municipio, rozaría la promesa de abonarle una cifra cerca al 50% de lo adeudado que rondaba los cincuenta mil. Durante el mes de abril los concejales aprobaron su reglamento interno, aprobaron una ayuda económica para Agustín Borgogno y Domingo Albertengo, quiénes pretendían crear una escuela en el norte de la zona rural, también los ediles elevaron al Juez de Instrucción de Rosario la auditoría realizada por Dogliotti y Bracanti para su investigación, tarea que no fue llevada a cabo nunca gracias al encubrimiento del radicalismo santafesino.

Aquella  mirada social que tenía el intendente Peralta y su preocupación ante la desigualdad que existía entre las clases más humilde con el resto, a través del Decreto 282, ordenó la compra de ropa, abrigó, mantas y calzados para entregar a los cañadenses que sufrían las consecuencias de la pobreza. El mismo decreto indicaba que debía ser entregado el día 9 de julio, fue por eso que Ardigó desde el Concejo se opuso a esa decisión alegando que dicha actividad era político partidaria y que el «intendente habla mucho y haco poco o nada…»[12]. También Ardigó votó en contra del Mercado Central junto con Augsburger, proyecto que finalmente salió favorable cuando Dalledonde desempató favorablemente acompañando los votos de Vázquez y Hosch. Pero lo más colorido de este año legislativo fue cuando los abogados del municipio, el Dr. Martínez Soler, y de la Compañía de Luz, Dr. Zumalacarregui, pidieron tener una reunión secreta entre el departamento ejecutivo y los concejales para destrabar el conflicto entre la empresa y la municipalidad. Pretendían que fuera secreta, ya que muchos de los funcionarios que anteriormente ocuparon cargos en el municipio y en la Compañía encarnaron hechos delictivos y no querían manchar la honradez de sus nombres. Ese hermetismo se mantiene hasta el día de hoy, ya que nunca se supo la verdad de lo sucedido en aquel período fundacional de la ciudad y, donde Peralta y los concejales, debieron poner la cara de las malas decisiones que tomaron sus antecesores. Para finalizar la etapa política de 1929, el intendente convoca a elecciones para la renovación de con concejales, donde en el mismo decreto al empleado municipal se le prohibía hacer propaganda o prestar adhesión a cualquier candidato o partido bajo pena de exoneración. El 31 de diciembre asumen Hugo Romegialli, Miguel Magallanes y Juan B. Cravero, continuando Augsburger y Dalledone.

A nivel cultural y educativo destacamos que hacia el último trimestre de este año sale a las calles la Revista Cultura de la Biblioteca Rivadavia, publicación dirigida por Vicente Leoni. Entre sus colaboradores más destacados podemos citar a Félix A. Chaparro, Lázaro Flury, Angélica de Arcal, Juan Filloy, José Cagnín, Efraín B. Lura Villanueva, Salvador Merlino y Raúl A. Barca Moreno. El 26 de setiembre de 1929 un grupo de padres, alumnos y vecinos fundaron Asociación Pro-Escuela Almafuerte, siendo su primera Cooperadora, logrando reunir los recursos necesarios para alquilar una amplia casa que pertenecía a don Mario Martignoni.

Alumnos de la Estrada, c. 1935
En un antiguo libro de actas, indica que el 23 de marzo de 1929 se toma posesión de un inmueble ubicado en Rivadavia al 1700, entre Alberdi e Independencia, vereda sur, abriría sus puertas la Escuela José Manuel Estrada bajo la dirección de Albertina Jarrys de Bousquet. Las clases se iniciaron el día 3 de abril y en agosto del mismo año se conformó la Comisión de padres integrada por Ottorino Beltrame, presidente; Miguel Mondino, tesorero; Ángel Guerra, secretario; Ángel Gritti, Agustín Lovazzano y A. Bertoya, vocales. Este establecimiento, conocido popularmente como la Escuela Los Piojitos, es la antecesora de la Lisandro de la Torre, creada tres décadas después. Entre las empresas que nacieron en 1929, recordamos a la firma Amalio Rey y Cía., que en junio abriera como casa de remates y ferias de haciendas, actuando al frente de la misma el Martillero Público Roque De Simone.

Juan Arfinetti, con tan sólo 24 años realiza sus primeros vuelos. Este hombre, nacido en nuestra ciudad el 17 de setiembre de 1905, debutó en la aviación donde actualmente se encuentra el predio el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario. Sobre ese día, el prestigioso cañadense expresó en Estrella de la Mañana que la instrucción estuvo a cargo de «una empresa francesa dirigida por un francés llamado Sonchel. Mi primer instructor fue el sargento Márquez»[13].

Cañada de Gómez se vistió de fiesta cuando Nicasio Santucho integró la Selección Nacional de Atletismo que obtuviera el Sudamericano de Lima, entre sus compañeros se encontraba el rosarino Juan Carlos Zabala, el Ñandú Criollo, campeón olímpico de maratón en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932.

Rescatando los hechos más importantes de este año a nivel nacional e internacional, y continuando con el deporte, esta vez el fútbol, el 1 de noviembre comienza en nuestro país la 12.ª edición de Copa América que finalizara el 17 de noviembre coronando a nuestra selección nacional obteniendo su cuarto título sudamericano. Fue figura del equipo, el ex River y Estudiantes Manuel Ferreira, quién fuera el capitán y entrenador del representativo que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928; y capitán del plantel que logró el segundo puesto en el primer Campeonato Mundial de Fútbol de Uruguay en 1930.  El Campeonato Estímulo​ de 1929, como se llamó el campeonato argentino y el único organizado por la Asociación Amateurs Argentina de Football, tuvo como campeón a Gimnasia y Esgrima La Plata que derrotó a Boca Juniors 2 a 1 en cancha de River el 9 de febrero de 1930. En Rosario la Copa Nicasio Vila fue ganada por Newell's Old Boys, cortando una racha de siete años sin ganar el campeonato. La Copa Aldao que enfrentaba a los dos últimos campeones de Argentina y Uruguay fue obtenida por Peñarol que venció 3 a 0 a Huracán.


En la Liga Cañadense, Everton obtenía su primer campeonato oficial, aquel equipo según expresa los medios de entonces supo formar con Cuello; Coseano y Álvarez; Vogle, Castrello y Oriol; Mansilla, Flores, Llesay, Avellaneda y Rodríguez. También este equipo derrotó a Sport Club en la final de la Copa Inchauspe.

Entre los nacimientos de personalidades destacadas citamos el de Martin Luther King, activista estadounidense, el 15 de enero; Roberto Gómez Bolaños, actor y cineasta mexicano, el 21 de febrero; Ubaldo de Lío, guitarrista y compositor argentino de tango, el 11 de marzo; Jolly Land, cantante, el 20 de marzo; Estela Raval, cantante, el 19 de mayo; Nélida Roca, actriz y vedette, el 30 de mayo; Jorge Ricardo Masetti, militante y periodista, el 31 de mayo; Jacqueline Kennedy Onassis, esposa del presidente estadounidense John F. Kennedy y del magnate Aristóteles Onassis, el 28 de julio; Hipólito Atilio López, político y  Pedro Orgambide, escritor polígrafo y guionista, el 9 de agosto; la actriz Susana Freyre, el 5 de septiembre; Héctor Alterio y Cipe Lincovsky, actores, el 21 de septiembre; Héctor Tizón, escritor, el 21 de octubre; el 25 de noviembre, Jorge Julio López, albañil desaparecido en 2006 por haber atestiguado en contra de Miguel Etchecolatz, quien lo había torturado entre 1976 y 1983 y el 31 de diciembre, Enrique Sobisch, pintor y dibujante.



[1] https://www.econlink.com.ar/articulos/yrigoyen
[2] Archivos del Museo Histórico Municipal Elías Bertola
[3] La Nación, 9 de noviembre de 2018
[4] Revista Atenea, 6 de enero de 1929
[5] Revista Atenea, 10 de febrero de 1929
[6] Municipalidad de Cañada de Gómez, Informe de los Contadores señores Dogliotti y Brancati, 1928
[7] Idem.
[8] Idem.
[9] Idem.
[10] Idem.
[11] Idem.
[12] Actas municipales del año 1929
[13] Estrella de la Mañana, 3 de diciembre de 1982

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