Maximiliano Pullaro juró como gobernador de Santa Fe, en una ceremonia realizada en la tarde de este domingo en la Legislatura provincial.
"Vamos a dejar nuestra vida para que esta provincia sea la mejor de la República Argentina y sea el motor del cambio de este país", sostuvo Pullaro ante los micrófonos de la prensa antes de ingresar a la Legislatura, y después de participar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la ceremonia de asunción del presidente Javier Milei.
Sostuvo además: "Vamos a acompañar desde la provincia de Santa Fe, pero nosotros nos vamos a ocupar de los problemas de acá", y añadió: "A Santa Fe no la va a discriminar el gobierno nacional con la obra pública porque ya está discriminada".
Tras tomarse el tiempo para saludar a muchos de los militantes que lo esperaban, el flamante gobernador santafesino y la vicegobernadora Gisela Scaglia fueron recibidos por las comisiones de legisladores.
En el exterior fueron recibidos por los presidentes de los bloques de senadores, y en el interior hicieron lo propio los de los bloques de diputados.
Instantes después de las 19:50, la vicegobernadora saliente, Alejandra Rodenas, le tomó juramento a su sucesora, y Scaglia hizo lo propio con Pullaro, quien juró "por la memoria de Raúl Alfonsín, padre de la democracia".
Prometió desempeñar "con lealtad y honradez" su cargo y sentenció: "Si así no lo hiciera, Dios, la patria y el pueblo de mi provincia me lo demanden".
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional, Pullaro inició su discurso ante la Asamblea Legislativa.
"Un nuevo comienzo"
"Es tiempo de un nuevo comienzo, que no pretende ser fundacional sino que se reconoce como heredero de los 40 años de democracia que los argentinos fuimos capaces de construir", sostuvo, y remarcó que "la situación de la provincia es compleja", para enumerar: "Déficit fiscal, inseguridad descontrolada, una Justicia cara que no da respuestas, la producción en problemas porque no fue defendida, obras publicas paralizadas y un sistema de salud que perdió la capacidad de atención que la caracterizaba".
Dijo que encabezará un "gobierno día por día, austero, que escuche y comprenda la angustia, el dolor y la esperanza de los santafesinos", y lo calificó como "transparente, con carácter, de acción".
"La tarea empieza ya mismo, no vamos a poner excusas, porque frente al dolor de una sociedad que la está pasando mal no se puede perder un minuto en diagnósticos de problemas que conocemos", indicó.
Sostuvo que "el apoyo popular obtenido en las urnas no es un cheque en blanco sino un mandato. La sociedad nos exige, con razón, que nos hagamos cargo de los problemas, y es lo que vamos a hacer desde el primer minuto de gestión".
En una larga lista de iniciativas, se comprometió a "retomar el control de las cárceles" y aseguró que va a "combatir el «home office» de los delincuentes desde los lugares de retención", además de restituir los pabellones de alto perfil "de manera inmediata".
En cuanto a la educación, afirmó que su administración va a "terminar con la no repitencia, porque no se trata de pasar sin saber para disfrazar de manera ficticia las tasas de egresos" y afirmó que la paritarias docentes comenzarán en enero.
"Somos la provincia que reivindica la educación como motor del desarrollo", aseveró.
Aseguró que "vuelve el Plan Abre, porque entendemos que el Estado debe recuperar el territorio", y dijo que va a "actualizar el mapa cultural de la provincia, sostener la tarea de bibliotecas y museos, apoyar las fiestas populares de todas las regiones".
Se refirió también a la crisis climática: "Tenemos que asumir el compromiso de enfrentar esta situación y hacer nuestro aporte para mitigar los efectos", sostuvo, y prometió la "eliminación de los basurales a cielo abierto".
"Los santafesinos vamos a estar unidos. Un error que no pienso cometer es que no seamos capaces de poner a la provincia por encima de nuestras diferencias partidarias", añadió.
Agradeció a los gobernadores presentes en el acto, Gustavo Valdés (Corrientes) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), a los ex gobernadores santafesinos y a legisladores como Rodrigo de Loredo, Álvaro González y su amigo personal, Leandro Santoro.
Pullaro concluyó su discurso de una hora afirmando: "Hoy, como gobernador, me comprometo a trabajar junto a mi equipo 24/7, cada día de estos cuatro años, con austeridad y honestidad, para dejar una provincia mejor para todos".
"Todos unidos vamos a poner a nuestra provincia en el lugar más alto de la República Argentina. ¿Por qué? Porque podemos, porque queremos sabemos y porque tenemos con qué. Yo lo sé, ustedes lo saben, Santa Fe puede", sentenció.
Después de la ceremonia de asunción, Pullaro recorrió los 400 metros que separan la Legislatura de la Casa de Gobierno, acompañado por militantes y ciudadanos que se reunieron para saludar al nuevo mandatario. En la Casa Gris, el gobernador saliente, Omar Perotti, hizo el traspaso de los atributos y le entregó a Pullaro el bastón de mando y la banda gubernamental. Finalmente Pullaro y Scaglia concretaron la asunción con su firma ante la Escribana Mayor de Gobierno.
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