El 14 de enero de 1930 Carlos
Gardel cantó en un Teatro Verdi colmado, junto a los guitarristas José María
«Indio» Aguilar y Guillermo «Negro» Barbieri.
En una charla que Elede
Damiano mantuvo con quién esto escribe recuerda que a Gardel llegó la misma
tarde del 14 a la Estación Cañada de Gómez, donde ante la presencia de un grupo
de niños un grupo de ellos se ofreció a llevarle las maletas al cantor hacia el
Hotel Universal y él mismo Gardel le entrego una propina sumamente abultada por
aquellos años. Por la tardecita,
después de un breve descanso se lo vio caminar por el centro de la joven
ciudad. También Elede destaca la
enorme generosidad de Gardel, que el llegar al teatro encontró una buena
cantidad de jóvenes que no tenían dinero para ingresar, fue el mismo Gardel
quién los hizo entrar para que no se perdieran el espectáculo.
Gardel cantó con la elegancia
que lo caracterizaba, con elegante frac, después cambio su vestuario con un
traje de gaucho y enamoró a los cañadenses con una veintena de canciones. Gracias
a la acústica que tiene el Verdi, una de las mejores del país, la voz de Gardel
se escuchó hasta en la calle, donde al abrir las puertas Matrone, quién
gerenciaba el Teatro, una multitud colgada de árboles, de los balcones de la
casa de Albertengo y en la vereda misma fue también testigo de la presencia de
nuestra estrella nacional.
En nuestro Museo contamos con
una copa, que esa noche utilizó Gardel en el Bar Barón, ubicado en Rivadavia y Moreno, donde se tomó un vermut
Cívico. Otros testigos recuerdan haberlo visto en la Confitería El Molino de Martorell, Lavalle y Moreno
o bien en La Perla ubicada en Lavalle
941.
La otra visita es la del año
1933
Esta última actuación es la
más cuestionada de todas, ya que no contamos con registro periodístico del
hecho. Un caso rarísimo que una visita tan importante no haya sido tratado en
La Nota, el periódico de mayor importancia en esos años. En una breve biografía de Enzo Valentino,
publicada en Todo Tango y escrita por Nestór Pisson, el cantor nacido en Correa
el 24 de septiembre de 1919 expresa que
«Mi vocación por el canto es
algo natural, de chico lo escuchaba cantar a mi padre en las madrugadas del
pueblito campesino donde nací. Se llama Correa, cerca de Cañada de Gómez y de
Rosario Provincia de Santa Fe. Papá cantaba en medio de los carros y de las
caballadas que teníamos nosotros en ese pedacito de tierra que aún vive en mi
memoria, y por lógica era un contagio.
»Papá era un italiano bajito,
flaquito como yo, romano igual que mi madre, y de ahí sucede que yo tarareaba
esas cosas y las cantaba en el colegio y en la iglesia cuando había casamientos
o bautismos. En los bares del pueblo vi cantar a muchos payadores, incluso a
Atahualpa Yupanqui en 1933, que cantaba arriba de una mesa de billar. Los
payadores improvisaban sobre rasgos de la gente, miraban un paisano y le
cantaban hasta a su sombrero, a la pinta, a las alpargatas, esto reforzó mi
pasión por el canto.
»A mí siempre me apasionó la
voz, el misterio de la voz. Pero recién conocí lo que era la voz cuando llegué
a Buenos Aires, en 1937, para visitar a una tía y me quedé para siempre. Yo ya
cantaba pero observaba a otros que sabían colocar la voz como yo aún no podía.
Por ejemplo Charlo sabía colocar la voz, también Alberto Gómez en su modalidad
y Gardel que había llegado a la perfección.
»Lo conocí al Zorzal en abril
de 1933, en Cañada de Gómez, lo escuché ignorante como a un cantor más, yo era
chico. Cantó cinco temas, “Rosa de otoño”, recuerdo también “Silencio”, aquí
hizo la introducción Domingo Julio Vivas, pero en bandoneón, también estaban
Pettorossi y Barbieri, fue en el Teatro Verdi de aquella ciudad»[1]
Por su parte, en nuestro Museo
Histórico, existe un testimonio de Alfredo Cabezudo que coincide con el año
1933, y que en abril el mismo Gardel actuó pero en el Cervantes. Aunque en una
de las tantas charlas que he mantenido con Adolfo Wytrykusz, el mismo expresa
que Gardel cantó en el Verdi y que junto a su hermano fueron hasta las puertas
del Hotel Italia de la familia Conni donde se alojaba el Zorzal Criollo y que junto a muchos otros muchachos fueron a las
Tertulias del Verdi a escucharlo gracias al pedido de Gardel, al ver que la
mayoría no tenían un mango para pagar las entradas, no se perdieran la velada.
Una historia similar a la del treinta. No puede negarse, que ante la falta de
fuentes escritas sobre en qué Teatro actúo, la familia Matrone regenteaba a
ambos, no sería descabezado pensar que Gardel haya cantado en ambas y que su
actuación sucedió en algún intervalo de películas ya que el mismo se encontraba
de paso por la ciudad, después de haber actuado en Marcos Juárez, pero esta vez
fue en el mes de agosto, cuando el 14 de agosto, el día posterior a su
presentación se pudo corroborar por testimonios de aquella ciudad, Gardel y sus
músicos emprendieron viaje en tren hacia nuestra ciudad.
De aquella visitas, en nuestro
Museo contamos además de la copa, con un pañuelo que Gardel se olvidará en el
Hotel Italia, donado por los descendientes de Conni, lo que nos confirma que
Gardel si estuvo en 1933 a pesar que nadie publicó nada en sus periódicos ni se
encuentre foto alguna de ambas actuaciones.
4 comentarios:
Mi abuelo estaba entre las personas a las que Gardel hizo entrar gratis.
Mi abuelo estaba entre las personas a las que Gardel hizo entrar gratis.
Carlos Gardel venia realizando una gira en el año 1933 que seria la ultima en Argentina ya que despues se embarcaria hacia el exterior para filmar y ya nunca regresaria por la tragedia de Medellin en Colombia 24 junio de 1935. En agosto el dia 12 actuo en Villa Maria (Cba) en el cine Capitol con lleno total y como era casi costumbre de don Carlos a los que no pudieron ingresar les canto un par de temas en el salon antes de ingresar al Cine Teatro. Luego emprendio viaje a Marcos Juarez donde actuo en el cine de la Sociedad Italiana donde existe una fotografia con gerente del cine teatro (en Villa Maria tambien el Capitol estaba en la Sociedad Italiana regenteado en ese tiempo por el Sr. Bauer en sociedad con los señores Perisan y Vedelago). De Marcos Juarez paso a Cañada de Gomez y actuo en el hermoso Teatro Verdi. Tuve oportunidad de conocer esa joya y muy atentamente un Señor Alvarez nos hizo recorrer todo el Teatro y Museo donde con gran emocion me permitio tener acceso a la copa y pañuelo con pintas de don Carlos Gardel. Un abrazo.
Buenas noches, hermosa historia.
Quisiera ponerme en contacto con ud o alguien del museo para una nota.
Muchas gracias.
Mi email
artetangobuenosaires@gmail.com.
Como primer contacto,a la espera de su respuesta, muchas gracias.
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