LA REVOLUCIÓN DEL TREINTA Y TRES


La Unión Cívica Radical nació en las calles, en la Revolución del Parque del noventa, en los levantamientos cívicos de 1893, 1905, 1932 y 1933. Los radicales en aquellos años se alzaban en armas e iban arriesgando sus vidas tratando de derrocar gobiernos viciados de fraude, con políticas económicas sumamente desfavorables para el pueblo argentino, reclamando libertad de acción política y transparencia en el gobierno.

EL DR. ANTONUCCI, UN MÉDICO A LA ALTURA DEL DOCTOR ESTEBAN LAUREANO MARADONA


Hace pocos días recibimos en el Museo Histórico Municipal Elías Bertola la biografía del Dr. Eladio Atilio Antonucci realizada por Carlos María Medera, quién amablemente donó ese material a la institución que actualmente dirige quién esto escribe.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1936

Bar Paron, lugar donde nació la Asociación Cañadense de Basquet

Llegamos a 1936 y Trujillo forma parte de un grupo de hombres que fundan la Asociación Cañadense de Basquet. El acta fundacional se realizó en el Bar Paron, ubicado en la esquina de Rivadavia y Moreno.

ARNOLDO MIGONI, LA HUMILDAD EN LA MEDICINA

Dr. Arnoldo Migoni


El próximo 3 de diciembre se conmemora el día del médico desde estás páginas queremos recordar a otros de los grandes profesionales de la salud cañadense, el Dr. Arnoldo Migoni.

LOS CUATRO OBREROS DE LA CURTIEMBRE


Las condiciones laborales y de seguridad en las industrias al comienzo del Siglo XX no eran las más adecuadas para los obreros, al contrario, eran hasta siniestras si las comparamos con las actuales. Encontrar a menores de edad en ellas, trabajando de 10 a 12 horas por día era mucho más probable que encontrarlos en las escuelas primarias o secundarias. Esta historia ocurrió en 1913 cuando el país era gobernado por Roque Saénz Peña, autor de la Ley 8871 que ponía fin a décadas de fraudes y exclusión de clases en el país, la llamada Ley Saénz Peña, trajo consigo el voto universal, secreto y obligatorio pero sólo de los hombres ya que las mujeres recién votarían por primera vez con la llegada del Peronismo cuando promediaba el Siglo XX. Su salud a partir de  ese año comenzó a debilitarse por una sífilis contraída en la guerra entre Chile y Perú, cuando en 1879, se alistó para combatir por el Perú en atención a sus convicciones, con el grado de Teniente Coronel comandando el batallón Iquique en la batalla de Tarapacá. Finalmente falleció el 9 de agosto de 1914, siendo reemplazado por su vicepresidente don Victorino de la Plaza.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1935

Luis Dalledone es reemplazado por Bautista Borgarello en la Jefatura Municipal

En este capítulo Trujillo nos relata como se interviene la provincia y cambian al intendente de la ciudad.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1933 y 1934


En estos años hay una profunda crisis en la úsina eléctrica que debe ser intervenida, y el entonces intendente Dalledone reemplaza a los paraísos por los platanos en todas las arterias de la ciudad.

NEMESIO VALBUENA, PERIODISTA, DOCENTE, ESCRITOR E HISTORIADOR

NEMESIO VALBUENA

Cuando uno navega en los archivos del Museo Histórico Municipal, puede sorprenderse con historias que estuvieron ocultas a lo largo del tiempo. Es como un laberinto donde día tras día uno descubre a nobles personas que se dedicaron a escribir los inicios de la ciudad, sin temor de contar en los momentos en que fueron protagonistas, con aciertos y errores. Uno de esos pintorescos personajes es Nemesio Valbuena, un español que dejó sus huellas en el periodismo, la política y en las letras de la vida cañadense.

Orquesta Sinfónica Juvenil de Hurlingham. Himno Nacional Argentino

Orquesta Sinfónica Juvenil de Hurlingham. La Cumparsita

Orquesta Sinfónica Juvenil. Suite Argentina

Orquesta Sinfónica Juvenil de Hurlingham. Himno a Sarmiento

Orquesta Sinfónica Juvenil de Hurlingham. Adios Nonino

Alfredo Montoya Sur

Alfredo Montoya La Cumparsita

Alfredo Montoya Kirie

Alfredo Montoya Gloria

Alfredo Montoya El Patio de la Morocha

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1932


El gobierno de Luciano Molinas le ofrece un cargo de policía a Trujillo, que el mismo rechaza por no querer vestirse como tal.

Alfredo Montoya Adiós Nonino

Alfredo Montoya Ave Maria

Alfredo Montoya Agnus Dei

Alfredo Montoya Desde el Alma

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1930


En este capítulo la crisis económica mundial llega a la ciudad, también Trujillo nos relata como el Golpe del 30 usurpa el poder también en nuestra ciudad muy a pesar que el Historiador de la dictadura se canse de hablar del notable intendente David Miles.

Tilcara, mito, verdad y mentiras


Con la selección en Rusia y, ya en la cuenta regresiva al Mundial, futboleros y no tanto volverán a hablar de la supuesta promesa incumplida a la virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral en enero de 1986; los protagonistas de la atípica pretemporada de los futuros campeones del mundo en la Quebrada de Humahuaca reconstruyen la leyenda

Por Andrés Burgo

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1929

Llegamos al 29 y Trujillo nos describe la alegría de su primera hija.

El cine en los albores de la primavera democrática



Hace treinta y cuatro años el país se reencontraba con la libertad perdida. La industria cinematográfica intentaba recuperarse luego de un largo período de feroz represión y sistemática censura. Un recuerdo de aquella época tan eufórica como difícil

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1928


En este capítulo Trujillo nos cuenta los pormenores para llegar a casarse y además conoce a la persona que lo alentó a participar en la militancia política, estamos hablando de Ricardo Cónsul Romegialli

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1927

Maranetto y Sidler, en la esquina de Rivadavia y San Martín, c. 1927

Hoy Francisco nos relata una etapa dura de su vida, el fallecimiento de su hermano. También nos cuenta de su regreso al comercio de Maranetto y Sidler.

DON JAIME MIRALPEIX: PINTOR, ESPAÑOL Y BOHEMIO

Obra de Miralpeix del Museo Histórico, donada por la familia de Jorge Zadra.
Quizás sea la última pintura de Miralpeix, ya que su firma lleva el año 44, el de su fallecimiento



Las nuevas generaciones, a las cuáles siempre me he dirigido en este rincón de la historia cañadense, no van a creer que un hombre que solía dormir en los camarines del Teatro Verdi sea hoy uno de los artistas plásticos más cotizados de la historia local. Estamos hablando de Jaime Miralpeix quién, fuera ni más ni menos, que el maestro de dos grandes artistas de la ciudad como Carlos Aeschlimann y Adolfo Wytrykusz, éste último en una biografía escrita por mi expresó que «conocí a don Jaime Miralpeix, un tipo introvertido, no hablaba, que vivía en Necochea al 500 en una piecita y siempre dejaba la puerta abierta, entonces yo aprovechaba y lo espiaba, de paso le dejaba monedas. Era muy bohemio… Un día me vió y le dije: Maestro porque no me enseña a pintar…  Primero no quiso hasta que lo terminé convenciendo, siempre me decía que no tenía nada para la olla, entonces yo le daba unas propinas…  Recuerdo que pintaba sobre cartones que le daban en el Barato Argentino… La gente pasaba y le pagaba poca guita por cada obra… Eso sí, guardo con el mayor de mis amores, su paleta de pintura.»[1] Cabe recordar que Adolfo tiene en su poder la paleta en la que su maestro mezclaba sus colores antes de llegar a la maravilla de sus obras y el mismo me manifestó que su entrañable amigo «Carlitos Aeschlimann guardó durante mucho tiempo una tela que Miralpeix pintó a la familia de Florencio Parravicini, aquel recordable actor argentino.»[2]

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1926

La recordada tienda La Nueva de Crecencio Cejas y Clodovaldo Monsalve en la década de 1920,
 estaba ubicada en la céntrica esquina de Lavalle y Moreno


En este año Trujillo como conoció a su novia, sus cambios en el trabajo, los automóviles y la vida de lo jóvenes de aquellos locos años veinte.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1924.

El presidente Alvear y a su derecha el ministro Justo, futuro presidente en la Década Infame 1932-1938

Francisco Trujillo y sus años en el Servicio Militar en Campo de Mayo, cuando Alvear era presidente y Agustín Justo el Ministro de Guerra y jefe del ejército. En el texto relata que "En aquel partido jugó de árbitro el actual presidente del país, entonces teniente primero"; aunque no lo nombra suponemos que debe hablar de Pedro Eugenio Aramburu, presidente de facto y dictador de turno en el momento de publicación del libro en 1956.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1923

Casa Esaya, c.1923


Otro año más en la vida de Trujillo y la entonces Cañada, acá descubrimos como los cañadenses marchaban con antorchas hacia la Usina de la ciudad por la falta de luz en el pueblo. Tarea pendiente será descubrir donde se encontraba esa usina...

LA HISTORIA DE LOS INTENDENTES... SEGUNDA INTENDENCIA DE QUIQUE ALBERTENGO

Jorge Omar Albertengo, Leopoldo Audano y vecinos, inaugurando el Barrio Fonavi, 1985

Cómo bien expresé en el capítulo anterior, en 1981 se inició a través de la Multipartidaria una serie de conversaciones entre la mayoría de los partidos políticos tradicionales del país en busca de la recuperación de la Democracia. Es preciso recordar a aquellos hombres que se reunían en nuestra ciudad en el sótano de la farmacia de García, en hoteles y lugares ocultos, dirigentes de la talla de Jorge Omar Albertengo, Roberto Garín, “Cacho” García, Daud Mamet, Carlitos Fernández, Armando Álvarez, Juana Ledesma, entre otros.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1922



Llegamos a 1922, y Trujillo describe las fiestas populares de antaña y remarca la lucha de Feruccio Ardigó en lo que ellos consideraban una injusta e ilegal declaración de ciudad de Cañada de Gómez. 

















Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1921

Confitería Los Dos Chinos, ubicada en Lavalle 1001, lugar de encuentros de la juventud.


La Cañada del 21, los recuerdos de la huelga, la plaza y los paseos de entonces

EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Última parte


Que difícil se hace hoy escribir el final de esta historia. En realidad no puedo terminarla. A medida que íbamos publicando semanalmente las notas iban apareciendo nuevos casos, nuevos testimonios. La mayoría de ellos deberán mantenerse en secreto a pedido de las víctimas porque aún tienen miedo, y no es poca cosa, ya que en plena democracia el Estado Argentino se están viviendo situaciones muy parecidas a la de esos tiempos.  

La derecha nacional y las mismas mañas


Un personaje muy importante de la historia argentina, escribió que la táctica de acusar de corrupción a los opositores políticos comenzó en la Argentina con la Primera Junta de Gobierno, de 1810.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1917

Los locos de la Media Estación, c. 1917

En este año el autor recuerda los carnavales, los locales céntricos y los primeros cines de la ciudad...

Un triunfo con sabor a derrota y una derrota con sabor a triunfo



A veinticuatro horas de la finalización de los comicios, una vez más queda demostrado que desde el retorno de la democracia hasta nuestros tiempos, los ciudadanos avalan a los flamantes gobiernos a pesar de todos sus errores y horrores.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Años 1915 y 1916

Nuestra Plaza San Martín en el Centenario de 1816. 


En la crónica de hoy, encontramos datos de las primeras inundaciones, la llegada del primer automóvil y el primer aeroplano a la ciudad.

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Años 1913 y 1914

El Ferrocarril, c. 1915


Hoy vemos en esta historia como era la pobreza en Cañada, como se explotaba a los obreros, tiempos difíciles que muchas veces volvieron y vuelven a repetirse a lo largo de la vida del país. 

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1911

Estación de Cañada en los primeros años del Siglo XX


Continuando con al historia de Santiago Trujillo, hoy repasaremos como era 1911 en la Cañada de entonces...

Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1910

9 de julio de 1910. Inauguración del Busto de San Martín en la antigua Escuela homónima. Foto de Antonio Vadell. Archivo del Museo Histórico Municipal Elías Bertola

El Museo Histórico Municipal Elías Bertola, comparte con ustedes, a través de mi página el exquisito trabajo realizado por Francisco Trujillo titulado Cañada, en su pasado y mis cosas, escrito allá por el año 1956.
Recordemos que Trujillo fue un activo hombre de la ciudad, dirigente político y deportivo, fue concejal del Partido Demócrata Progresista en varias oportunidades. Hoy comenzamos en el año 1910 y finalizaremos en el año 1956 cuando concluyó su autobiografía, que a su vez, es otra mirada de la historia cañadense.
En homenaje de Francisco Trujillo, comenzamos hoy este nuevo ciclo de historia local llamado Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas.

El sentido de la historia



Por José Pablo Feinmann

El problema fundamental del siglo XIX es: ¿pudo haber sido diferente o todo conducía a que fuese como fue? Rosas tenía la posibilidad de una modernidad que no entregara a cambio la soberanía. Pero su desdén por todo lo gringo lo llevó a la soberanía pero le negó la modernidad que un país cuidadosamente abierto requería. Solano López contrató ingenieros extranjeros y envió a su hijo a educarse en Europa, algo que el Restaurador jamás habría hecho.

EL ULTIMO VIAJE DE ROGELIO ARAYA....


Cañada tenía ese frío húmedo que lo caracterizó siempre, sobre todo en agosto cuando allá a los lejos viene asomando el polen de la primavera. Era 1920 y el almanaque indicaba que era un miércoles 4 y el nuevo niño se llamaba Rogelio Saturnino Araya. Seguramente la vivienda de Lavalle y Ayacucho debió estado cubierta de familiares y amigos.

FEDERICO URFER, AQUEL SUIZO INVENTOR QUE VIVIÓ EN LA CAÑADA


Muchos cañadenses deben desconocer que en nuestra ciudad vivió, trabajó y dejó plasmado sus sueños un hombre oriundo de las tierras helvéticas llamado Federico Urfer.

30 años del triunfo de Balbuena como Intendente Municipal

Balbuena, Audano y Albertengo, tres intendentes de la ciudad, el 10 de diciembre de 1987

Las elecciones de 1987 tenían ese color que le daba la antigua Constitución de 1853. Eran las segundas legislativas a las cuáles se exponía el gobierno de Alfonsín, recordemos que el mandato presidencial era de seis años, y por otro lado se renovaban la totalidad de los gobernadores del país con excepción de Tierra del Fuego que era Territorio Nacional lo que significaba que el presidente tenía potestad de elegir a su gobernante y Buenos Aires era sólo la Capital Federal y su intendente también era designado por el primer mandatario.

ARCHIVOS DEL MUSEO HISTÓRICO MUNICIPAL... QUIEN REALIZA UN VIAJE TIENE ALGO PARA NARRAR POR MARGARITA HANSEN DE SCHNACK

MARGARITA HANSEN DE SCHNACK


Este lunes 4 de setiembre se conmemora el Día del Inmigrante y hoy compartimos con ustedes  una de las primeras crónicas que se tenga de nuestra ciudad escrita por su propia protagonista, la recordada Margarita Hansen de Schnack. Este trabajo fue traducido del alemán por Regina S. de Von Asperen. Sea este testimonio un homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que cruzaron el alto mar en busca de un porvenir y que hicieron grande a la ciudad.

PABLO DI TOMASO
COORDINADOR DE MUSEOS Y PATRIMONIOS
MUNICIPALIDAD DE CAÑADA DE GÓMEZ

EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima cuarta parte

Jorge Vildoza


JORGE VILDOZA, CAÑADENSE POR ADOPCIÓN Y ASESINO POR ELECCIÓN

Antes de continuar con otros testimonios que enriquecerán esta inédita investigación realizada por primera vez en Cañada de Gómez desde 1983 cuando retornó la democracia, es preciso relatar algunos casos relacionados con la dictadura cívico-militar y nuestra ciudad que fueron sucedieron, o conociéndose a través de estos últimos tiempos.

EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima tercera parte


Talio y el Trucha... 

La militancia de Armando en su ciudad natal no fue tan destacada como sí la que realizó en Rosario y en el cordón industrial de esa metrópoli. Se lo recuerda muy activamente en la toma del Colegio Nacional, ocurrida entre septiembre y octubre del ´58, en la famosa Laica o Libre cuando promediaba su segundo período en el nivel medio. El recordado Daud Turco Mamet siempre recordaba aquellas jornadas, donde fue uno de los oradores en la multitudinaria movilización realizada en la Plaza San Martín. Cabe agregar que la mayoría de los alumnos que adherían a la laicidad de la enseñanza tomaron sus escuelas cuyos edificios eran custodiados por los mismos en turnos rotativos donde no dejaban ingresar a los docentes y las asambleas se realizaban en el ahora desaparecido solar Salone XX Setiembre ubicado por calle Rivadavia al 900 enfrente del hoy Sanatorio Regional. En otros de los conflictos que marcaron fuertemente la sociedad cañadenses y donde Armando Giordano también participó fue en la Pueblada del ´69 en defensa del Padre Amiratti donde Trucha, haciendo un piquete frente al Club América junto a otros compañero, no dejaron avanzar a la caballería de Rosario que estaba dispersando a la gente que se movilizaban en defensa del párroco.

EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima segunda nota

Armando Giordano, el cuarto desde la izquierda, junto a sus compañeros de la Secundaria en el Nacional


ARMANDO, EL TRUCHA O GARCÍA... DEJAR LA VIDA POR EL OTRO

La tapa del Clarín del 12 de enero de 1977, el boletín oficial de la dictadura cívico-militar anunciaba que el ministro de economía José Martínez de Hoz aplicaría a mitad de ese año un blanqueo de capitales que permitía regularizar a aquellos eventuales incumplimientos cometidos desde 1974. En Francia era liberador el palestino Abu Daoud planificador y cerebro de la masacre de Munich durante los Juegos Olímpicos de 1972. Y Gerald Ford dirigía por última vez un discurso como presidente de Estados Unidos ante el Congreso. Entre el final de esa jornada y la madrugada del día siguiente, en el barrio porteño de la Recoleta era secuestrado el cañadense Armando Luis Giordano, más conocido como el Trucha, una de las víctimas de la dictadura cívico-militar más reconocida fuera de la ciudad y uno de los personajes más pintorescos, solidario y humanos de aquella maravillosa juventud que brilló en la Cañada de los sesenta y que comenzaron a animarse a cambiar el mundo.

EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima primera nota

José Pascual Polla y Juan Carlos Vadora

Retomando la historia del Partido Comunista en la ciudad, sobre todo la etapa contemporánea desde mediados del Siglo XX en adelante podemos recordar la histórica elección de 1959 consiguiendo en Cañada de Gómez 984 votos, recordando que un año antes el PC apenas había superado los 200 votos. En la Provincia de Santa Fe se ubicaron en el tercer lugar con 24.565 votos. Cabe agregar que los votos en blancos fueron importantes ya que en Cañada hubo 2.421, o sea, 600 más que el ganador que obtuvo 1.945 mientras que en la provincia también el voto en blanco superó al primero de los partidos, obteniendo 52.478 contra 46.857 del UCRP. Un mes después de esas elecciones ocurridas en julio de 1959 el presidente Frondizi proscribe el Partido Comunista y el 14 de marzo del año siguiente pone en marcha el Plan Conintes. En las elecciones del sesenta el PC apoya el voto en blanco como dijimos anteriormente y vuelve a participar, en 1961, en la alianza denominada Partido del Trabajo y del Progreso, PTP, conformada por los disidentes de la UCRI encabezados por Lisandro Viale, también disidentes socialistas, peronistas de izquierda y los Latorristas donde en Cañada de Gómez sus candidatos sacan 1030 votos en las elecciones de marz y realizando una enorme elección en Rosario siendo la segunda fuerza y obteniendo cinco bancas. Ese mismo año apoyan la fórmula Alejandro Gómez-José Pucci en las elecciones provinciales del mes de diciembre cuando se le devuelve a los peronistas el derecho a postularse y participar como Partido Laborista, siendo posteriormente anuladas en 1962. Ya en 1963, José María Guido proscribe al PTP de participar en las elecciones nacionales por ser la herramienta electoral del Comunismo en Argentina. Finalmente antes de llegar a 1976, tres años antes el PC seguía ilegalizado entonces sus dirigentes y afiliados participaron de la Alianza Popular Revolucionaria llevando a Oscar Allende y Horacio Sueldo como presidente y vice. En la provincia de Santa Fe apoyaron a la lista del peronismo ortodoxo que llevaba al Capitán Campos como gobernador y a Juan Catafesta como Intendente Municipal.

Así llegamos a 1976, año del golpe y de las persecuciones y detenciones a miles de militantes de izquierdas entre ellos a un histórico líder comunista como José Pascual Polla. Sobre su detención su nieta Rosana Polla recuerda que

«El día que lo detuvieron a mi abuelo fue un 8 de diciembre de 1976, él vivía con una hermana viejita, y ella llorando llamó de la casa de un vecino porque no tenían teléfono, avisando que había allanado; ella insultaba y discutía inclusive con los policías, pero allanaron el domicilio y se lo llevaron. En realidad, en mi familia, era bastante común que a mi abuelo lo llevaran detenido, inclusive, en otras épocas, él era trabajador ferroviario, maquinista, y siempre mantuvo una ideología política, la mantuvo, luchó por ella, siempre desde el pensamiento, no desde la acción. Cuando mi papá lo fue a buscar,  se encontró con la sorpresa de que de Cañada de Gómez lo habían trasladado, teóricamente, porque no daban demasiada información en esa época, a Rosario. A nivel familiar se creó una situación muy angustiante, mi papá tenía su hermano en Santa Fe, en realidad durante el Gobierno de Facto toda la familia fue perseguida; a mi papá el 24 de diciembre recibe su telegrama de despido del ferrocarril, donde también era maquinista»

Polla y Vadora estuvieron secuestrados en un espacio inhabitable, estamos hablando de los sótanos de calle Dorrego, donde  se encontraron con  muchos camaradas, de otras épocas, que estaban todos detenidos en el mismo lugar. En ese reducido sitio Juan Carlos Vadora fue una pieza fundamental en la supervivencia de José, en ese lugar que se inundaba donde lo tenían que subir por unas escalinatas para que no se moje y se enferme Juan con la ayuda de otros detenidos contuvieron a don Polla, que a su vez, tenía colgado un aparato de audífono que de un golpe se lo rompieron y no dudaron en picanearlo a pesar de su estado de salud donde a los  hasta ese punto llegaron con una persona anciana y con discapacidad. «En realidad más que mi abuelo, les interesaba la gente  que visitaban la casa de mi abuelo, y él siempre contestaba lo mismo mi casa está abierta a quien quiera entrar y discutir de política, porque en ese momento había juventud que estaba cercana al Partido Comunista» manifestó Rosana.

La detención de Vadora ocurrió un mediodía caluroso de las primeras jornadas de diciembre, Blanco y Pocchettino dos agentes activos de los servicios que actuaron en las detenciones y torturas en Cañada de Gómez llegan a la Panadería Tomasito que pertenecía a mi padre Elmo Di Tomaso y era atendida en ese tiempo por mi madre Ana Vadora, hermana mayor de Juan Carlos. Vestido de civiles, como acostumbran a actuar, preguntaron si Juan estaba en ese lugar. Ana le responde que su hermano se encontraba en la casa de Carmela su mamá, ubicada en Alvear al 400. En ese momento que Blanco y Pocchetino salen del negocio, ingresa mi papá que venía del trabajo y automáticamente le dice a su esposa que debían dirigirse hacia la casa de su suegra ya que los dos individuos eran muy conocidos en la ciudad por su tarea de chupar gente. Al llegar a la casa de Carmela, Blanco ya estaba maltratando a mi abuela para sacarle información mientras que Pocchettino agredía físicamente a Juan en un baño afuera, en el patio de la casa y de allí se lo lleva detenido a la comisaría local. Juan recuerda sobre ese momento que 

«Me llevaron a la Unidad Regional X, me golpearon, decían que estaba detenido por averiguación de actividad, y después de torturarme psicológicamente y golpearme un par de días, me llevan a Rosario. También por sorpresa, en ese momento lo llevan detenido al Sr. Polla, que era una persona mayor, que era el jefe, presidente del Partido Comunista de Cañada de Gómez.  Nos dejan en Rosario varios días en la unidad policial de allí, nos golpeaban, nos torturaban, con los ojos vendados, fueron días terribles los momentos que vivimos. Hasta que luego de días, no recuerdo cuantos, nos llevaron al sótano y ahí digamos que estábamos un poco mejor porque nos sacaron la venda de los ojos. Recuerdo haber estado con gente de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución, mucha gente joven, mujeres. Al tiempo nos llevaron a Polla y a mí, era tremendo el temor, porque no se sabía si era para torturarte o darte la libertad. Yo puedo decir que estoy vivo gracias a don Polla. Cuando me dan la libertad, me dicen llévate a este viejo antes de que se nos muera acá adentro. Nos dieron la libertad y salimos a la calle sin dinero y sin nada.»

Al quedar ambos en libertad, con la poca ropa que tenían, José Polla recordaba que una hermana suya vivía en el barrio Ludueña. Frenaron un taxi, subieron sin saber si encontrarían a ella en esa hora en su casa y poder contar con el dinero necesario para pagar el traslado. De allí toman un tren hacia Cañada de Gómez y regresan finalmente a su ciudad. Juan Carlos recorrió las seis cuadras que separa la Estación de la Panadería de su cuñado y pudo al fin llegar a los brazos de su hermana que en llantos recibió la llegada con vida su hermano menor. Los Vadora fueron una familia muy marcada por las persecuciones políticas y el exilio de cuestiones relacionadas al tema. El abuelo de Juan, llamado José fue activo dirigente radical de la provincia de Córdoba que lideraba un grupo afín a Amadeo Sabatini en la zona comprendida por las localidades de Las Varas, Las Varillas y Arroyito, donde son recordadas aún sus historias de batirse a duelo contra los conservadores que defendían a la oligarquía de la Década Infame. Su hijo, también llamado José, tuvo una militancia menor pero si activa, se afincó en la localidad de San Jorge donde tuvo a sus primeros tres hijos pero por su resistencia al peronismo, en una situación económica bastante débil, decide venirse con su mujer a trabajar en los campos de la familia Dovetta en Cañada de Gómez. Acá tampoco dejó el radicalismo, fue un seguidor de Pagani, amigo del Dr. Meyer Motta quién le pudo conseguir un puesto como domador de caballos en la policía pero un repentina ACV lo dejó sin vida, con apenas 41 años y un bebé, además de los tres hijos mayores, de 15 meses llamado Juan Carlos. Por eso, a su madre, no la sorprendió que una vez más parte de su familia sufriera las consecuencias del odio en la política, pero nunca tomó dimensión que lo que estaba ocurriendo era la crónica más negra de la vida argentina.

Volviendo a José Polla, una vez que llegó a su hogar decidió escribirle al dictador Jorge Rafael Videla, donde en la misma expresa que siendo

«…afiliado al Partido Comunista Argentino desde el año 1937, obrero jubilado del riel desde 1952, ex dirigente sindical de la entidad gremial La Fraternidad, seccional Cañada de Gómez, de 250 afiliados, habiendo ocupado en la misma todos los cargos en su dirección, actualmente tesorero ad honorem de la Cooperativa de Pan, se dirige a Ud. como máxima autoridad del gobierno argentino, cumpliendo el patriótico propósito de dar a conocer una arbitrariedad que empaña vuestra gestión de gobernante… el día 8 del mes ppdo., un grupo de cuatro policías vestidos de civil, siendo las 16 horas, procedieron al allanamiento de mi domicilio, con el propósito de encontrar, según ellos, materiales subversivos, siendo mi respuesta clara y concreta los materiales del Partido Comunista Argentino no son subversivos, sino persuasivos, tras lo cual me llevaron detenido con el secuestro de materiales editados antes del 24 de marzo. Al día siguiente de este hecho, fui trasladado a la jefatura de policía de Rosario, donde permanecí alojado en un sótano junto a otros cuarenta y cuatro presos políticos, hasta el día 17 en que recobré la libertad. No se tuvo en cuenta mis 75 años, ni mi estado físico, ya que padezco de una parcial ceguera e impedimentos auditivos, dolencias éstas que impiden mi normal desenvolvimiento.

»En mi condición de comunista, conociendo la gloriosa trayectoria de nuestro querido Ejército Argentino, inspirado en los más sagrados principios sanmartinianos, de un contenido puramente liberador, nunca opresor, es que considero que se deben poner en libertad a todos los presos sin causa ni proceso y buscar además una salida democrática con la participación del pueblo y las Fuerzas Armadas, con un programa representativo, elaborado en conjunto.»[1]

Finalizando este capítulo, es preciso remarcar las palabras de Juan Carlos Vadora cuando expresa lo duro que fue volver a tener una vida normal…

«Y así me volví a insertar en la sociedad con mucho miedo, y hasta el día de hoy  queda todo ese miedo arraigado. Mi reflexión hoy a más de cuarenta años de lo sucedido es que todavía el monstruo sigue vivo. Es lamentable como aún hoy habiendo transcurrido tantos años todavía hay gente que dice ojalá volvieran los militares, como si aquí no hubiera pasado nada, es terrible tener que seguir así; porque lamentablemente muchos dirigentes no respetan nuestras instituciones. Pero tengo la esperanza que las nuevas generaciones se comprometan con su Patria, con el bienestar de todos, y que todos podamos cumplir con el Preámbulo de la Constitución Nacional.»

Don Polla y Vadora, dos personas que fueron secuestradas, torturadas y vapuleadas por los dictadores por el sólo hecho de ser Comunistas...



[1] Carta enviada a Jorge Rafael Videla, escrita por José Pascual Polla en Enero de 1977