LA REVOLUCIÓN DEL TREINTA Y TRES
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1938
EL DR. ANTONUCCI, UN MÉDICO A LA ALTURA DEL DOCTOR ESTEBAN LAUREANO MARADONA
Hace pocos
días recibimos en el Museo Histórico Municipal Elías Bertola la biografía del
Dr. Eladio Atilio Antonucci realizada por Carlos María Medera, quién
amablemente donó ese material a la institución que actualmente dirige quién
esto escribe.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1937
Otro año más en la vida de Trujillo y en la joven ciudad de Cañada de Gómez.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1936
ARNOLDO MIGONI, LA HUMILDAD EN LA MEDICINA
LOS CUATRO OBREROS DE LA CURTIEMBRE
Las condiciones laborales y de seguridad en las industrias
al comienzo del Siglo XX no eran las más adecuadas para los obreros, al
contrario, eran hasta siniestras si las comparamos con las actuales. Encontrar a
menores de edad en ellas, trabajando de 10 a 12 horas por día era mucho más probable
que encontrarlos en las escuelas primarias o secundarias. Esta historia ocurrió
en 1913 cuando el país era gobernado por Roque Saénz Peña, autor de la Ley 8871 que ponía fin a décadas
de fraudes y exclusión de clases en el país, la llamada Ley Saénz Peña, trajo
consigo el voto universal, secreto y obligatorio pero sólo de los hombres ya
que las mujeres recién votarían por primera vez con la llegada del Peronismo
cuando promediaba el Siglo XX. Su salud a partir de ese año comenzó a debilitarse por una sífilis
contraída en la guerra entre Chile y Perú, cuando en 1879, se alistó para
combatir por el Perú en atención a sus convicciones, con el grado de Teniente
Coronel comandando el batallón Iquique en la batalla de Tarapacá. Finalmente
falleció el 9 de agosto de 1914, siendo reemplazado por su vicepresidente don
Victorino de la Plaza.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1935
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1933 y 1934
En estos años hay una profunda crisis en la úsina eléctrica que debe ser intervenida, y el entonces intendente Dalledone reemplaza a los paraísos por los platanos en todas las arterias de la ciudad.
NEMESIO VALBUENA, PERIODISTA, DOCENTE, ESCRITOR E HISTORIADOR
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NEMESIO VALBUENA |
Cuando uno
navega en los archivos del Museo Histórico Municipal, puede sorprenderse con
historias que estuvieron ocultas a lo largo del tiempo. Es como un laberinto
donde día tras día uno descubre a nobles personas que se dedicaron a escribir
los inicios de la ciudad, sin temor de contar en los momentos en que fueron
protagonistas, con aciertos y errores. Uno de esos pintorescos personajes es
Nemesio Valbuena, un español que dejó sus huellas en el periodismo, la política
y en las letras de la vida cañadense.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1932
El gobierno de Luciano Molinas le ofrece un cargo de policía a Trujillo, que el mismo rechaza por no querer vestirse como tal.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1930
En este capítulo la crisis económica mundial llega a la ciudad, también Trujillo nos relata como el Golpe del 30 usurpa el poder también en nuestra ciudad muy a pesar que el Historiador de la dictadura se canse de hablar del notable intendente David Miles.
Tilcara, mito, verdad y mentiras
Con la selección en Rusia y, ya en la cuenta regresiva al
Mundial, futboleros y no tanto volverán a hablar de la supuesta promesa
incumplida a la virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral en enero de 1986;
los protagonistas de la atípica pretemporada de los futuros campeones del mundo
en la Quebrada
de Humahuaca reconstruyen la leyenda
Por Andrés Burgo
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1929
Llegamos al 29 y Trujillo nos describe la alegría de su primera hija.
El cine en los albores de la primavera democrática
Hace treinta y cuatro años el país se reencontraba con la
libertad perdida. La industria cinematográfica intentaba recuperarse luego de
un largo período de feroz represión y sistemática censura. Un recuerdo de
aquella época tan eufórica como difícil
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1928
En este capítulo Trujillo nos cuenta los pormenores para llegar a casarse y además conoce a la persona que lo alentó a participar en la militancia política, estamos hablando de Ricardo Cónsul Romegialli
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1927
DON JAIME MIRALPEIX: PINTOR, ESPAÑOL Y BOHEMIO
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Obra de Miralpeix del Museo Histórico, donada por la familia de Jorge Zadra. Quizás sea la última pintura de Miralpeix, ya que su firma lleva el año 44, el de su fallecimiento |
Las nuevas generaciones, a las cuáles siempre
me he dirigido en este rincón de la historia cañadense, no van a creer que un
hombre que solía dormir en los camarines del Teatro Verdi sea hoy uno de los
artistas plásticos más cotizados de la historia local. Estamos hablando de
Jaime Miralpeix quién, fuera ni más ni menos, que el maestro de dos grandes
artistas de la ciudad como Carlos Aeschlimann y Adolfo Wytrykusz, éste último
en una biografía escrita por mi expresó que «conocí a don Jaime Miralpeix, un
tipo introvertido, no hablaba, que vivía en Necochea al 500 en una piecita y
siempre dejaba la puerta abierta, entonces yo aprovechaba y lo espiaba, de paso
le dejaba monedas. Era muy bohemio… Un día me vió y le dije: Maestro porque no
me enseña a pintar… Primero no quiso
hasta que lo terminé convenciendo, siempre me decía que no tenía nada para la
olla, entonces yo le daba unas propinas…
Recuerdo que pintaba sobre cartones que le daban en el Barato Argentino…
La gente pasaba y le pagaba poca guita por cada obra… Eso sí, guardo con el
mayor de mis amores, su paleta de pintura.»[1] Cabe
recordar que Adolfo tiene en su poder la paleta en la que su maestro mezclaba
sus colores antes de llegar a la maravilla de sus obras y el mismo me manifestó
que su entrañable amigo «Carlitos Aeschlimann guardó durante mucho tiempo una
tela que Miralpeix pintó a la familia de Florencio Parravicini, aquel
recordable actor argentino.»[2]
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1926
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1925
Comienza el año 1925, Trujillo regresa de la Colimba, en Cañada se inaugura el Teatro Verdi y comienza su relación con el Sport Club Cañadense.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1924.
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El presidente Alvear y a su derecha el ministro Justo, futuro presidente en la Década Infame 1932-1938 |
Francisco Trujillo y sus años en el Servicio Militar en Campo de Mayo, cuando Alvear era presidente y Agustín Justo el Ministro de Guerra y jefe del ejército. En el texto relata que "En aquel partido jugó de árbitro el actual presidente del país, entonces teniente primero"; aunque no lo nombra suponemos que debe hablar de Pedro Eugenio Aramburu, presidente de facto y dictador de turno en el momento de publicación del libro en 1956.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1923
LA HISTORIA DE LOS INTENDENTES... SEGUNDA INTENDENCIA DE QUIQUE ALBERTENGO
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Jorge Omar Albertengo, Leopoldo Audano y vecinos, inaugurando el Barrio Fonavi, 1985 |
Cómo bien
expresé en el capítulo anterior, en 1981 se inició a través de la Multipartidaria
una serie de conversaciones entre la mayoría de los partidos políticos
tradicionales del país en busca de la recuperación de la Democracia. Es
preciso recordar a aquellos hombres que se reunían en nuestra ciudad en el
sótano de la farmacia de García, en hoteles y lugares ocultos, dirigentes de la
talla de Jorge Omar Albertengo, Roberto Garín, “Cacho” García, Daud Mamet,
Carlitos Fernández, Armando Álvarez, Juana Ledesma, entre otros.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1922
Llegamos a 1922, y Trujillo describe las fiestas populares de antaña y remarca la lucha de Feruccio Ardigó en lo que ellos consideraban una injusta e ilegal declaración de ciudad de Cañada de Gómez.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1921
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1920
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1919
EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Última parte
Que difícil
se hace hoy escribir el final de esta historia. En realidad no puedo
terminarla. A medida que íbamos publicando semanalmente las notas iban
apareciendo nuevos casos, nuevos testimonios. La mayoría de ellos deberán
mantenerse en secreto a pedido de las víctimas porque aún tienen miedo, y no es
poca cosa, ya que en plena democracia el Estado Argentino se están viviendo
situaciones muy parecidas a la de esos tiempos.
La derecha nacional y las mismas mañas
Un personaje muy importante
de la historia argentina, escribió que la táctica de acusar de corrupción a los
opositores políticos comenzó en la
Argentina con la Primera Junta de Gobierno, de 1810.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1917
Un triunfo con sabor a derrota y una derrota con sabor a triunfo
A
veinticuatro horas de la finalización de los comicios, una vez más queda
demostrado que desde el retorno de la democracia hasta nuestros tiempos, los
ciudadanos avalan a los flamantes gobiernos a pesar de todos sus errores y
horrores.
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Años 1915 y 1916
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Años 1913 y 1914
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Años 1912 y 1913
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1911
Francisco Trujillo: Cañada, en su pasado y mis cosas. Año 1910
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9 de julio de 1910. Inauguración del Busto de San Martín en la antigua Escuela homónima. Foto de Antonio Vadell. Archivo del Museo Histórico Municipal Elías Bertola |
El Museo Histórico Municipal Elías Bertola,
comparte con ustedes, a través de mi página el exquisito trabajo realizado por
Francisco Trujillo titulado Cañada, en su pasado y mis cosas, escrito allá por
el año 1956.
Recordemos que Trujillo fue un activo
hombre de la ciudad, dirigente político y deportivo, fue concejal del Partido
Demócrata Progresista en varias oportunidades. Hoy comenzamos en el año 1910 y
finalizaremos en el año 1956 cuando concluyó su autobiografía, que a su vez, es
otra mirada de la historia cañadense.
En homenaje de Francisco Trujillo,
comenzamos hoy este nuevo ciclo de historia local llamado Francisco Trujillo:
Cañada, en su pasado y mis cosas.
El sentido de la historia
Por José Pablo Feinmann
El problema fundamental del siglo XIX es: ¿pudo haber sido
diferente o todo conducía a que fuese como fue? Rosas tenía la posibilidad de
una modernidad que no entregara a cambio la soberanía. Pero su desdén por todo
lo gringo lo llevó a la soberanía pero le negó la modernidad que un país
cuidadosamente abierto requería. Solano López contrató ingenieros extranjeros y
envió a su hijo a educarse en Europa, algo que el Restaurador jamás habría
hecho.
EL ULTIMO VIAJE DE ROGELIO ARAYA....
Cañada tenía ese frío húmedo que lo
caracterizó siempre, sobre todo en agosto cuando allá a los lejos viene
asomando el polen de la primavera. Era 1920 y el almanaque indicaba que era un
miércoles 4 y el nuevo niño se llamaba Rogelio Saturnino Araya. Seguramente la
vivienda de Lavalle y Ayacucho debió estado cubierta de familiares y amigos.
FEDERICO URFER, AQUEL SUIZO INVENTOR QUE VIVIÓ EN LA CAÑADA
Muchos cañadenses deben desconocer que en nuestra
ciudad vivió, trabajó y dejó plasmado sus sueños un hombre oriundo de las
tierras helvéticas llamado Federico Urfer.
30 años del triunfo de Balbuena como Intendente Municipal
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Balbuena, Audano y Albertengo, tres intendentes de la ciudad, el 10 de diciembre de 1987 |
Las elecciones de 1987 tenían ese
color que le daba la antigua Constitución de 1853. Eran las segundas
legislativas a las cuáles se exponía el gobierno de Alfonsín, recordemos que el
mandato presidencial era de seis años, y por otro lado se renovaban la
totalidad de los gobernadores del país con excepción de Tierra del Fuego que
era Territorio Nacional lo que significaba que el presidente tenía potestad de
elegir a su gobernante y Buenos Aires era sólo la Capital Federal y su intendente
también era designado por el primer mandatario.
ARCHIVOS DEL MUSEO HISTÓRICO MUNICIPAL... QUIEN REALIZA UN VIAJE TIENE ALGO PARA NARRAR POR MARGARITA HANSEN DE SCHNACK
MARGARITA HANSEN DE SCHNACK |
Este
lunes 4 de setiembre se conmemora el Día del Inmigrante y hoy compartimos con
ustedes una de las primeras crónicas que
se tenga de nuestra ciudad escrita por su propia protagonista, la recordada
Margarita Hansen de Schnack. Este trabajo fue traducido del alemán por Regina
S. de Von Asperen. Sea este testimonio un homenaje a todos aquellos hombres y
mujeres que cruzaron el alto mar en busca de un porvenir y que hicieron grande
a la ciudad.
PABLO
DI TOMASO
COORDINADOR
DE MUSEOS Y PATRIMONIOS
MUNICIPALIDAD
DE CAÑADA DE GÓMEZ
EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima cuarta parte
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Jorge Vildoza |
JORGE
VILDOZA, CAÑADENSE POR ADOPCIÓN Y ASESINO POR ELECCIÓN
Antes
de continuar con otros testimonios que enriquecerán esta inédita investigación
realizada por primera vez en Cañada de Gómez desde 1983 cuando retornó la
democracia, es preciso relatar algunos casos relacionados con la dictadura
cívico-militar y nuestra ciudad que fueron sucedieron, o conociéndose a través
de estos últimos tiempos.
EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima tercera parte
Talio y el Trucha... |
La militancia de Armando en su
ciudad natal no fue tan destacada como sí la que realizó en Rosario y en el
cordón industrial de esa metrópoli. Se lo recuerda muy activamente en la toma
del Colegio Nacional, ocurrida entre septiembre y octubre del ´58, en la famosa
Laica
o Libre cuando promediaba su segundo período en el nivel medio. El
recordado Daud Turco Mamet siempre
recordaba aquellas jornadas, donde fue uno de los oradores en la multitudinaria
movilización realizada en la Plaza San
Martín. Cabe agregar que la mayoría de los alumnos que adherían a la laicidad
de la enseñanza tomaron sus escuelas cuyos edificios eran custodiados por los
mismos en turnos rotativos donde no dejaban ingresar a los docentes y las
asambleas se realizaban en el ahora desaparecido solar Salone XX Setiembre
ubicado por calle Rivadavia al 900 enfrente del hoy Sanatorio Regional. En
otros de los conflictos que marcaron fuertemente la sociedad cañadenses y donde
Armando Giordano también participó fue en la Pueblada del ´69 en
defensa del Padre Amiratti donde Trucha, haciendo un piquete frente al Club
América junto a otros compañero, no dejaron avanzar a la caballería de Rosario
que estaba dispersando a la gente que se movilizaban en defensa del párroco.
EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima segunda nota
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Armando Giordano, el cuarto desde la izquierda, junto a sus compañeros de la Secundaria en el Nacional |
ARMANDO, EL
TRUCHA O GARCÍA... DEJAR LA VIDA POR EL
OTRO
La tapa del
Clarín del 12 de enero de 1977, el boletín oficial de la dictadura
cívico-militar anunciaba que el ministro de economía José Martínez de Hoz
aplicaría a mitad de ese año un blanqueo de capitales que permitía regularizar
a aquellos eventuales incumplimientos cometidos desde 1974. En Francia era
liberador el palestino Abu Daoud planificador y cerebro de la masacre de Munich
durante los Juegos Olímpicos de 1972. Y Gerald Ford dirigía por última vez un
discurso como presidente de Estados Unidos ante el Congreso. Entre el final de
esa jornada y la madrugada del día siguiente, en el barrio porteño de la Recoleta era secuestrado
el cañadense Armando Luis Giordano, más conocido como el Trucha, una de las
víctimas de la dictadura cívico-militar más reconocida fuera de la ciudad y uno
de los personajes más pintorescos, solidario y humanos de aquella maravillosa
juventud que brilló en la
Cañada de los sesenta y que comenzaron a animarse a cambiar
el mundo.
EL NUNCA MÁS CAÑADENSE... ACÁ TAMBIÉN PASÓ... Vigésima primera nota
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José Pascual Polla y Juan Carlos Vadora |
Retomando la historia del Partido
Comunista en la ciudad, sobre todo la etapa contemporánea desde mediados del
Siglo XX en adelante podemos recordar la histórica elección de 1959 consiguiendo
en Cañada de Gómez 984 votos, recordando que un año antes el PC apenas había
superado los 200 votos. En la Provincia de Santa Fe se ubicaron en el tercer
lugar con 24.565 votos. Cabe agregar que los votos en blancos fueron
importantes ya que en Cañada hubo 2.421, o sea, 600 más que el ganador que
obtuvo 1.945 mientras que en la provincia también el voto en blanco superó al
primero de los partidos, obteniendo 52.478 contra 46.857 del UCRP. Un mes
después de esas elecciones ocurridas en julio de 1959 el presidente Frondizi
proscribe el Partido Comunista y el 14 de marzo del año siguiente pone en
marcha el Plan Conintes. En las elecciones del sesenta el PC apoya el voto en
blanco como dijimos anteriormente y vuelve a participar, en 1961, en la alianza
denominada Partido del Trabajo y del Progreso, PTP, conformada por los
disidentes de la UCRI encabezados por Lisandro Viale, también disidentes
socialistas, peronistas de izquierda y los Latorristas donde en Cañada de Gómez
sus candidatos sacan 1030 votos en las elecciones de marz y realizando una
enorme elección en Rosario siendo la segunda fuerza y obteniendo cinco bancas.
Ese mismo año apoyan la fórmula Alejandro Gómez-José Pucci en las elecciones
provinciales del mes de diciembre cuando se le devuelve a los peronistas el
derecho a postularse y participar como Partido Laborista, siendo posteriormente
anuladas en 1962. Ya en 1963, José María Guido proscribe al PTP de participar
en las elecciones nacionales por ser la herramienta electoral del Comunismo en
Argentina. Finalmente antes de llegar a 1976, tres años antes el PC seguía
ilegalizado entonces sus dirigentes y afiliados participaron de la Alianza
Popular Revolucionaria llevando a Oscar Allende y Horacio Sueldo como
presidente y vice. En la provincia de Santa Fe apoyaron a la lista del
peronismo ortodoxo que llevaba al Capitán Campos como gobernador y a Juan
Catafesta como Intendente Municipal.
Así llegamos a 1976, año del golpe y
de las persecuciones y detenciones a miles de militantes de izquierdas entre
ellos a un histórico líder comunista como José Pascual Polla. Sobre su
detención su nieta Rosana Polla recuerda que
«El
día que lo detuvieron a mi abuelo fue un 8 de diciembre de 1976, él vivía con
una hermana viejita, y ella llorando llamó de la casa de un vecino porque no
tenían teléfono, avisando que había allanado; ella insultaba y discutía inclusive
con los policías, pero allanaron el domicilio y se lo llevaron. En realidad, en
mi familia, era bastante común que a mi abuelo lo llevaran detenido, inclusive,
en otras épocas, él era trabajador ferroviario, maquinista, y siempre mantuvo
una ideología política, la mantuvo, luchó por ella, siempre desde el
pensamiento, no desde la acción. Cuando mi papá lo fue a buscar, se encontró con la sorpresa de que de Cañada
de Gómez lo habían trasladado, teóricamente, porque no daban demasiada
información en esa época, a Rosario. A nivel familiar se creó una situación muy
angustiante, mi papá tenía su hermano en Santa Fe, en realidad durante el
Gobierno de Facto toda la familia fue perseguida; a mi papá el 24 de diciembre
recibe su telegrama de despido del ferrocarril, donde también era maquinista»
Polla y Vadora estuvieron secuestrados
en un espacio inhabitable, estamos hablando de los sótanos de calle Dorrego,
donde se encontraron con muchos camaradas, de otras épocas, que
estaban todos detenidos en el mismo lugar. En ese reducido sitio Juan Carlos
Vadora fue una pieza fundamental en la supervivencia de José, en ese lugar que
se inundaba donde lo tenían que subir por unas escalinatas para que no se moje
y se enferme Juan con la ayuda de otros detenidos contuvieron a don Polla, que
a su vez, tenía colgado un aparato de audífono que de un golpe se lo rompieron
y no dudaron en picanearlo a pesar de su estado de salud donde a los hasta ese punto llegaron con una persona
anciana y con discapacidad. «En realidad más que mi abuelo, les interesaba la
gente que visitaban la casa de mi
abuelo, y él siempre contestaba lo mismo mi casa está abierta a quien
quiera entrar y discutir de política, porque en ese momento había
juventud que estaba cercana al Partido Comunista» manifestó Rosana.
La detención de Vadora ocurrió un
mediodía caluroso de las primeras jornadas de diciembre, Blanco y Pocchettino
dos agentes activos de los servicios que actuaron en las detenciones y torturas
en Cañada de Gómez llegan a la Panadería Tomasito que pertenecía a mi padre
Elmo Di Tomaso y era atendida en ese tiempo por mi madre Ana Vadora, hermana
mayor de Juan Carlos. Vestido de civiles, como acostumbran a actuar,
preguntaron si Juan estaba en ese lugar. Ana le responde que su hermano se encontraba
en la casa de Carmela su mamá, ubicada en Alvear al 400. En ese momento que
Blanco y Pocchetino salen del negocio, ingresa mi papá que venía del trabajo y
automáticamente le dice a su esposa que debían dirigirse hacia la casa de su
suegra ya que los dos individuos eran muy conocidos en la ciudad por su tarea
de chupar gente. Al llegar a la casa de Carmela, Blanco ya estaba maltratando a
mi abuela para sacarle información mientras que Pocchettino agredía físicamente
a Juan en un baño afuera, en el patio de la casa y de allí se lo lleva detenido
a la comisaría local. Juan recuerda sobre ese momento que
«Me
llevaron a la Unidad Regional X, me golpearon, decían que estaba detenido por
averiguación de actividad, y después de torturarme psicológicamente y golpearme
un par de días, me llevan a Rosario. También por sorpresa, en ese momento lo
llevan detenido al Sr. Polla, que era una persona mayor, que era el jefe,
presidente del Partido Comunista de Cañada de Gómez. Nos dejan en Rosario varios días en la unidad
policial de allí, nos golpeaban, nos torturaban, con los ojos vendados, fueron
días terribles los momentos que vivimos. Hasta que luego de días, no recuerdo
cuantos, nos llevaron al sótano y ahí digamos que estábamos un poco mejor
porque nos sacaron la venda de los ojos. Recuerdo haber estado con gente de la
Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución, mucha gente joven, mujeres. Al
tiempo nos llevaron a Polla y a mí, era tremendo el temor, porque no se sabía
si era para torturarte o darte la libertad. Yo puedo decir que estoy vivo
gracias a don Polla. Cuando me dan la libertad, me dicen llévate a este
viejo antes de que se nos muera acá adentro. Nos dieron la libertad y
salimos a la calle sin dinero y sin nada.»
Al quedar ambos en libertad, con la
poca ropa que tenían, José Polla recordaba que una hermana suya vivía en el
barrio Ludueña. Frenaron un taxi, subieron sin saber si encontrarían a ella en
esa hora en su casa y poder contar con el dinero necesario para pagar el
traslado. De allí toman un tren hacia Cañada de Gómez y regresan finalmente a
su ciudad. Juan Carlos recorrió las seis cuadras que separa la Estación de la
Panadería de su cuñado y pudo al fin llegar a los brazos de su hermana que en
llantos recibió la llegada con vida su hermano menor. Los Vadora fueron una
familia muy marcada por las persecuciones políticas y el exilio de cuestiones
relacionadas al tema. El abuelo de Juan, llamado José fue activo dirigente
radical de la provincia de Córdoba que lideraba un grupo afín a Amadeo Sabatini
en la zona comprendida por las localidades de Las Varas, Las Varillas y
Arroyito, donde son recordadas aún sus historias de batirse a duelo contra los
conservadores que defendían a la oligarquía de la Década Infame. Su hijo,
también llamado José, tuvo una militancia menor pero si activa, se afincó en la
localidad de San Jorge donde tuvo a sus primeros tres hijos pero por su
resistencia al peronismo, en una situación económica bastante débil, decide
venirse con su mujer a trabajar en los campos de la familia Dovetta en Cañada
de Gómez. Acá tampoco dejó el radicalismo, fue un seguidor de Pagani, amigo del
Dr. Meyer Motta quién le pudo conseguir un puesto como domador de caballos en
la policía pero un repentina ACV lo dejó sin vida, con apenas 41 años y un
bebé, además de los tres hijos mayores, de 15 meses llamado Juan Carlos. Por
eso, a su madre, no la sorprendió que una vez más parte de su familia sufriera
las consecuencias del odio en la política, pero nunca tomó dimensión que lo que
estaba ocurriendo era la crónica más negra de la vida argentina.
Volviendo a José Polla, una vez que
llegó a su hogar decidió escribirle al dictador Jorge Rafael Videla, donde en
la misma expresa que siendo
«…afiliado
al Partido Comunista Argentino desde el año 1937, obrero jubilado del riel
desde 1952, ex dirigente sindical de la entidad gremial La Fraternidad,
seccional Cañada de Gómez, de 250 afiliados, habiendo ocupado en la misma todos
los cargos en su dirección, actualmente tesorero ad honorem de la Cooperativa
de Pan, se dirige a Ud. como máxima autoridad del gobierno argentino,
cumpliendo el patriótico propósito de dar a conocer una arbitrariedad que
empaña vuestra gestión de gobernante… el día 8 del mes ppdo., un grupo de
cuatro policías vestidos de civil, siendo las 16 horas, procedieron al
allanamiento de mi domicilio, con el propósito de encontrar, según ellos,
materiales subversivos, siendo mi respuesta clara y concreta los
materiales del Partido Comunista Argentino no son subversivos, sino persuasivos,
tras lo cual me llevaron detenido con el secuestro de materiales editados antes
del 24 de marzo. Al día siguiente de este hecho, fui trasladado a la jefatura
de policía de Rosario, donde permanecí alojado en un sótano junto a otros
cuarenta y cuatro presos políticos, hasta el día 17 en que recobré la libertad.
No se tuvo en cuenta mis 75 años, ni mi estado físico, ya que padezco de una
parcial ceguera e impedimentos auditivos, dolencias éstas que impiden mi normal
desenvolvimiento.
»En
mi condición de comunista, conociendo la gloriosa trayectoria de nuestro
querido Ejército Argentino, inspirado en los más sagrados principios
sanmartinianos, de un contenido puramente liberador, nunca opresor, es que
considero que se deben poner en libertad a todos los presos sin causa ni
proceso y buscar además una salida democrática con la participación del pueblo
y las Fuerzas Armadas, con un programa representativo, elaborado en conjunto.»[1]
Finalizando este capítulo, es preciso
remarcar las palabras de Juan Carlos Vadora cuando expresa lo duro que fue
volver a tener una vida normal…
«Y
así me volví a insertar en la sociedad con mucho miedo, y hasta el día de
hoy queda todo ese miedo arraigado. Mi
reflexión hoy a más de cuarenta años de lo sucedido es que todavía el
monstruo sigue vivo. Es lamentable como aún hoy habiendo transcurrido
tantos años todavía hay gente que dice ojalá volvieran los militares,
como si aquí no hubiera pasado nada, es terrible tener que seguir así; porque
lamentablemente muchos dirigentes no respetan nuestras instituciones. Pero
tengo la esperanza que las nuevas generaciones se comprometan con su Patria,
con el bienestar de todos, y que todos podamos cumplir con el Preámbulo de la
Constitución Nacional.»
Don Polla y Vadora, dos personas que
fueron secuestradas, torturadas y vapuleadas por los dictadores por el sólo
hecho de ser Comunistas...
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